Andréi Rubliov
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Biografía
Hay poca información de su vida. No se sabe donde nació. Rubliov probablemente vivió en el monasterio de la Santísima Trinidad y San Sergio en tiempos del patriarcado de Nikon de Rádonezh, que se convirtió en higúmeno después de la muerte de San Sergio de Rádonezh en 1392.Reconocimiento
Fue canonizado en 1988. La iglesia ortodoxa rusa celebra su día de santoral el 4 de julio. En 1959 se abrió en Moscú el Museo Andréi Rubliov en el Monasterio Andrónikov, mostrando su trabajo. En 1966, Andréi Tarkovski realizó una película basada en su vida.Obra
Inicialmente Rubliov fue asistente de Teófanes el Griego; si la obra de Rubliov se mantiene dentro de la tradición bizantina
también es cierto que se libera del excesivo hieratismo canónico del
arte tradicional bizantino (en todo caso el pintor ruso se aproxima al
arte llamado deuterobizantino).
Innova al introducir flexibilidad en las figuraciones y una expresión
más humana y dulce en las actitudes y, especialmente, en los rostros.
Decora también la Catedral de la Asunción en la ciudad de Vladímir, en colaboración con Daniil Chiorny, y entre los dos comparten la gloria de ser los más grandes iconógrafos rusos.
El celebérrimo ícono de "La Trinidad" es la obra más famosa de Rubliov, pintada probablemente entre 1422 y 1428 para la catedral del monasterio de la Trinidad y San Sergio. Rubliov representó a tres ángeles que, según el relato bíblico, fue la forma que tomó Dios para aparecer ante Abraham y Sara en Mambré.
Rubliov omitió detalles excesivos. “La Trinidad", como todas sus
obras, se caracteriza por la representación de las imágenes más
significativas. Todo se somete a la idea única. En el centro del icono
el autor presentó la figura del ángel que simboliza a Jesucristo (Por lo
común, en el centro se presentaba el ángel que simbolizaba a
Dios-Padre). El colorido de las vestiduras es característico para la
iconografía de su imagen. Detrás de Jesucristo se encuentra el árbol
verde del encinar de Mambré, símbolo de la vida eterna.
A la derecha de la figura de Jesús vemos al ángel que simboliza al
Espíritu Santo. Detrás de él, una colina representando el escalamiento
espiritual hacia el cielo. Las figuras de dos ángeles, la colina y el
árbol, se ladean hacia la tercera figura, Dios-Padre, detrás de la cual
se encuentra el edificio que simboliza la casa de Dios, el orden divino
del universo. Jesucristo bendice el cáliz con la cabeza del cordero
degollado, símbolo del sacrificio de Jesús, y dos ángeles inclinan la
cabeza en señal de acuerdo y obediencia.
Rubliov los presenta en apacible coloquio, sumidos en profundas meditaciones.
Los ángeles aparecen con la cabeza suavemente inclinadas, unidos por la
concordancia espiritual, serenos, hasta parecería que tristes, pero en
realidad su alegría es interior. Cuesta trabajo diferenciarlos, pues
tienen los tres el mismo rostro, como invitando al espectador a meditar
sobre el misterio de la Trinidad. La paleta de Rubliov logró unir la
fuerza contenida de la gama de colores del icono con los matices apenas
perceptibles de las tonalidades claras y luminosas, que parecen emitir
una luz dulce. La composición del cuadro se basa en la sucesión rítmica
de las líneas curvas que dan la idea de un círculo; las ligeras figuras
alargadas de los ángeles hacen juego con los contornos del cáliz y de la
colina, del árbol y del edificio.
La belleza y armonía del icono, ejecutado con sorprendente
inspiración y maestría sirvieron de modelo excelso a los creadores
artísticos rusos de épocas posteriores.
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