viernes, 12 de febrero de 2016

arte & arquitectura

arte & arquitectura
















































  1. El Pabellón Philips fue una construcción efímera diseñada por los arquitectos Le Corbusier e Iannis Xenakis con motivo de la exposición universal de Bruselas de
    1958. El edificio alcanzó notoriedad por la radicalidad de su
    planteamiento y por la intensa fusión artística entre arquitectura,
    imagen y sonido. Si bien fue recibida de forma dispar entre los críticos
    artísticos de la época.








    El edificio fue un
    encargo de la empresa holandesa Philips, y su función era la de albergar
    un moderno espectáculo multimedia. El encargo daba "carta blanca" a Le
    Corbusier, pero debido a que éste se encontraba inmerso en el proyecto
    urbano de Chandigarh, buena parte del trabajo recayó en manos de
    Xenakis, quien además de arquitecto en el estudio de Le Corbusier, era
    un renombrado compositor de música experimental.
    El edificio fue demolido el 30 de enero de 1959
    El
    pabellón es una composición asimétrica formada por 9 paraboloides
    hiperbólicos. Los paraboloides se conformaban mediante piezas rectas
    de hormigón prefabricado de aproximadamente 1,5 m de anchura y 6 cm de
    grosor, sustentados por cables tensores por ambas caras.
     Los
    tensores de acero exteriores quedaban a la vista, mostrando una
    superficie reticulada, mientras que las paredes interiores estaban
    recubiertas de amianto para generar un efecto de caverna y potenciar la
    sensación acústica.
     Según
    Xenakis, la idea de generar superficies curvas a partir de líneas
    rectas estuvo inspirada en una composición musical propia, titulada
    "Metastasis", estrenada en 1955.
    La complicada realización técnica del novedoso diseño corrió a cargo del ingeniero Hoyte Duyster.
    Le Corbusier dio al
    edificio el nombre de "poema electrónico", y solicitó al
    compositor Edgar Varèse una composición con ese título para ser
    interpretada en el edificio durante la exposición. Dicha composición, 
    de
    8 minutos de duración, se realizó a base de sonidos de la más diversa
    procedencia. También Xenakis compuso una partitura experimental para el
    evento, llamada "Concrèt PH", que sonaba a modo de interludio durante la
    entrada y salida de cada función.
    El edificio disponía de
    una única entrada en forma de corredor curvo, y de una única salida, y
    en su interior albergaba un auditorio para 500 personas. Además de
    servir de auditorio para la composición musical, el pabellón contenía
    tres proyectores y dos objetos suspendidos del techo: un maniquí
    femenino, y una escultura geométrica de insiración matemática. También
    cabe mencionar el énfasis en la iluminación del recinto, que contemplaba
    un total de 51 configuraciones o "ambientes" distintos.


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  2. El Pabellón de cristal (Glashaus) en la Deutsches Werkbund de Colonia, de 1914, fue una obra de Bruno Taut.
    El pabellón, situado
    cerca de la entrada de la exposición era una amalgama de elementos
    estéticos, técnicos y comerciales que incluía una exposición con
    información sobre los patrocinadores del proyecto, la industria del
    vidrio. El edificio fue concebido conjuntamente por Taut y el poeta
    Paul Scheerbart (1863-1915), cuyos versos adornaban la base exterior de
    la cúpula y que servía de introducción al edificio, que el propio
    poeta entendía como el origen de una nueva arquitectura: la
    "Arquitectura de Cristal", título, además, de una obra suya publicada
    también en 1914..
    Esta obra representa la
    aportación teórica de Bruno Taut a los debates desarrollados en el
    Congreso del Werkbund en Colonia, fundamentales para entender la
    construcción de la arquitectura del Movimiento Moderno.
    El edificio, de planta
    circular, construido en hormigón, hierro y cristal, estaba coronado por
    una doble cúpula de cristal apuntada a modo de calidoscopio de
    colores. El interior fue construido con pisos de vidrio y las paredes y
    ventanas en mosaico. Desde la planta superior podía verse a través de
    un hueco circular una cascada de vidrio amarillento sobre la que
    corría el agua. El Pabellón fue una explosión de color.




    LA German Werkbund fue una asociación de artistas, diseñadores y arquitectos que antecedió a la Bauhaus a ella, entre otros, pertenecía Bruno Taut. En la exposición de Colonia de
    1914, la Werkbund presentó una obra del arquitecto, "Glass House", una
    exitosa fusión de elementos estéticos, técnicos y comerciales. Durante
    la exposición el arquitecto realizó numerosos debates explicando los
    nuevos conceptos de la Arquitectura Moderna, y el Pabellón de Cristal se
    convirtió en el mejor ejemplo de los mismos. Una vez finalizada la
    exposición el edificio fue derribado ya que no fue construido para uso
    práctico, sino específicamente con motivo de la muestra.
    Los componentes del
    grupo German Werkbund, y en particular Taut, estaban convencidos de que
    la luz y la transparencia eran las principales características de una
    arquitectura ideal del futuro. Este proyecto fue un primer intento de
    dar forma a ese ideal.
    La estructura realizada
    por Bruno Taut demostró las numerosas formas en que el vidrio podía ser
    utilizado en construcción, pero también dejó entrever como el material
    podía ser usado para organizar las emociones humanas y ayudar en la
    construcción de una utopía espiritual.
    El interés que Taut
    demostró en el aspecto spiritual con la utilización del vidrio, su
    transparencia y luz, explorado con mayor intensidad durante la Primera
    Guerra Mundial y posteriormente en su libro Arquitectura Alpina, fue
    estimulado por el escritor Paul Scheerbart quien abogaba por un paraíso
    en la tierra, basado en la nueva arquitectura del vidrio y el color.
    El Pabellón de Cristal
    es uno de los edificios que mejor combina la tradición antigua,
    representada por su cúpula y su aspecto de templo, con la tradición
    moderna resaltada en los materiales utilizados.
    El diseño fue una
    explosión de color, con un interior cuyo suelo era de vidrio y las
    paredes y ventanas adornadas con mosaicos espejados. También se incluyó
    información sobre la industria del cristal que patrocinaba el proyecto.
    La característica cúpula
    apuntada con doble cristal del Pabellón descansa sobre una planta
    circular en la que se levantan 14 dinteles de mediana altura con sus
    soportes laterales enmarcando el mismo número de paredes de cristal. En
    la estructura de hormigón de las fachadas había placas con
    incrustaciones de cristales de colores que actuaban como espejos.
    Taut describió su pequeño templo de belleza como:
    “... La reflexión de la
    luz, cuyos colores se inician en la base con un azul oscuro y se
    levantan a través de musgo verde y amarillo dorado para culminar en la
    parte superior con un color amarillo pálido luminoso...”
    La estructura del
    Pabellón fue levantada sobre un pedestal de hormigón, cuyas dos entradas
    en ambos lados del edificio se alcanzan subiendo dos tramos de
    escaleras, lo que da al mismo aspecto de templo.
    Las paredes de cristal
    se ven coronadas por un perímetro de dinteles de hormigón sobre los que
    se apoya la cúpula prismática con doble piel de vidrio que refleja en
    los prismas de sus formas los colores interiores y exteriores. Esta
    cúpula con apariencia de piña es una estructura poligonal multifacetada
    cuyos nervios de hormigón permitieron desarrollar una estructura rómbica
    de gruesos ladrillos de vidrio, fue la primera vez que se utilizaron en
    una obra de gran importancia. En arquitectura doméstica fueron
    utilizados por primera vez en 1912 por Peter Behrens en la Casa Wiegand












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  3.  
    Fachada principal Palacio de Lira, Madrid
    El
    Palacio de
    Liria en Madrid es una construcción que data del siglo XVIII, que ha
    sido por
    tradición residencia de los duques de Berwick y, más recientemente de
    los de  Alba;   hoy alberga una importante colección de arte.
    En su diseño y construcción participaron dos arquitectos, el francés
    Louis
    Guilbert  y el español Ventura Rodríguez.
    Tras casi cuarenta años de obras el palacio lo finalizó el arquitecto
    español, hacia
    el año de 1785,  habiéndose ejecutado los
    diseños originales de Guilbert, del gusto francés de la época. A partir
    de allí
    el Palacio se convirtió en el más elegante y confortable de Madrid, y ha
    sido
    catalogado como el mejor edifico civil del siglo XVIII que aún subsiste, después del Palacio Real.
    Liria  es un
    edifico diferente del gusto español de la época, donde imperaba el barroco y el
    churieresco, dando origen a una obra considerara neoclásica a imagen de los
    palacios urbanos parisinos; su fachada exhibe pilastras y columnas clásicas dentro
    de un marcada simetría que aumenta su grandeza. 
    Como los palacios galos, se ubica en el centro de  una amplia parcela, la planta tiene forma de
    rectángulo con ausencia de patios interiores, (también a diferencia de los
    palacios españoles)  tiene por lo tanto
    dos fachadas principales con vista a los jardines. Su área es de 3500 metros
    cuadrados y posee  200 habitaciones,
    incluidos  26 salones.  La fachada principal está articulada
    horizontalmente en tres pisos, el primero de piedra almohadillada, dos pisos  de columnas de orden gigante con balcones y
    ventanas, y rematando el conjunto  un
    ático corrido en forma de arquitrabe, coronado al centro con una espadaña  con temas heráldicos y blasones.
    En 1802 falleció
    sin hijos María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, XIII
    duquesa de Alba y musa de Goya, y fue entonces cuando las casas nobiliarias de
    Alba y Berwick (Liria) se unieron bajo un mismo titular, en la persona de Carlos
    Miguel Fitz-James Stuart y Silva, XIV Duque de Alba de Tormes y VII Duque de
    Berwick.
    El 17 de
    noviembre de 1936, durante las acciones bélicas de la Guerra Civil Española, el
    palacio resultó destruido casi por completo, mientras el XVII duque de Alba
    residía con su hija Cayetana en Londres; quedaron en pie tan sólo las fachadas.
    El suceso se debió a las bombas incendiarias lanzadas por los aviones alemanes
    pro-franquistas,  que cayeron sobre el
    edificio y causaron gravísimos destrozos, siniestro del que luego se culpó a
    los republicanos
    .

    Interior del Palacio
    Pablo Neruda, en el año de 1936  se hallaba en 
    Europa, concretamente en Madrid, como testigo y protagonista del
    conflicto junto al bando republicano; en el 
    libro de  sus memorias  Confieso
    que he vivido, (
    en un apartado del capítulo 10  titulado Los
    palacios reconquistados
    )  relató 
    su visita al palacio de Liria, custodiado por los defensores
    republicanos,  justo una semana antes del
    bombardeo que lo redujo a ruinas:
    “…Fui invitado a Rumania y acudí a la cita. Los
    escritores me llevaron a descansar a su casa de campo colectiva, en medio de
    los bellos bosques transilvanos. La residencia de los escritores rumanos había sido
    antes el palacio de Carol, aquel tarambana cuyos amores extrarreales llegaron a
    ser comidilla mundial. E palacio, con sus muebles modernos y sus baños de
    mármol, estaba ahora al servicio del pensamiento y de la poesía de Rumania.
    Dormí muy bien en la cama de su majestad la reina y, al día siguiente, nos
    dimos a visitar otros castillos convertidos en museos y casas de reposo o
    vacaciones. Me acompañaban los poetas Jebeleanu, Beniuc y Radu Bourreanu. En la
    mañana verde, bajo la profundidad de los abetos de los antiguos parques reales,
    cantábamos descompasadamente, reíamos con estruendo, gritábamos versos en todos
    los idiomas. Los poetas rumanos, con su larga historia de padecimientos durante
    los regímenes monarcofascistas, son los más valerosos y al par los más alegres
    del mundo. Aquel grupo de juglares, tan rumanos como los pájaros de sus tierras
    forestales, tan decididos en su patriotismo, tan firmes en su revolución, y tan
    embriagadoramente enamorados de la vida, fueron una revelación para mí. En
    pocos sitios he adquirido con tanta prontitud tantos hermanos. Les referí a los
    poetas rumanos, para gran regocijo de ellos, mi visita anterior a otro palacio noble.
    Fue el palacio de Liria, en Madrid, en plena guerra. Mientras el enemigo
    marchaba con sus italianos, moros y cruces gamadas, dedicado a la santa tarea
    de matar españoles, los milicianos ocuparon aquel palacio que yo había visto
    tantas veces al pasar por la calle de Argüelles, en los años 1934 y 1935. Desde
    el autobús dirigía una mirada respetuosa, no por vasallaje hacia los nuevos
    duques de Alba que ya no podían someterme a mí, irredento americano y poeta
    semibárbaro, sino fascinado por esa majestad que tienen los callados y blancos
    sarcófagos. Cuando vino la guerra, el duque se quedó en Inglaterra, porque su
    apellido es en realidad Berwick. Se quedó allí con sus cuadros mejores y con
    sus más ricos tesoros. Recordando esta fuga ducal les dije a los rumanos que en
    China, después de la liberación, el último descendiente de Confucio, que se
    enriqueció con un templo y con los huesos del difunto filósofo, se fue a
    Formosa también provisto de cuadros, mantelerías y vajillas. Y además con los
    huesos. Allí debe estar bien instalado, cobrando entrada por mostrar las reliquias.
    Desde España, por aquellos días. salían hacia el resto del mundo tremebundas
    noticias: "Histórico palacio del duque de Alba, saqueado por los
    rojos", "Lúbricas escenas de destrucción", "Salvemos esta
    joya histórica" .Me fui a ver el palacio ya que ahora me dejaban entrar.
    Los supuestos saqueadores estaban a la puerta con overol azul y fusil en la
    mano. Caían las primeras bombas sobre Madrid desde aviones del ejército alemán.
    Pedí a los milicianos que me dejaran pasar. Examinaron minuciosamente mis
    documentos. Ya me creía listo para dar los primeros pasos en los opulentos
    salones cuando me lo impidieron con horror: no me había limpiado los zapatos en
    el gran felpudo de la entrada. En realidad los pisos relucían como espejos. Me
    limpié los zapatos y entré. Los rectángulos vacíos de las paredes significaban cuadros
    ausentes. Los milicianos lo sabían todo.
                
    Vista aérea

     Me contaron como el duque tenía esos cuadros
    desde hace años en su banco de Londres, depositados en una buena caja de
    seguridad. En el gran hall lo único importante eran los trofeos de caza,
    innumerables cabezas cornudas y trompas de diferentes bestezuelas. Lo más
    notorio era un inmenso oso blanco parado en dos patas en medio de la
    habitación, con sus dos brazos polares abiertos y una cara disecada que se reía
    con todos los dientes. Era el favorito de los milicianos que lo cepillaban cada
    mañana. Naturalmente que me interesaron los dormitorios en que tantos Alba durmieron
    con pesadillas originadas por los espectros flamencos que en las noches
    llegaban a hacerles cosquillas en los pies. Los pies ya no estaban allí, pero
    sí la más grande colección de zapatos que nunca he visto. Este último duque nunca
    aumentó su pinacoteca, pero su zapatería era sorprendente e incalculable.
    Largas estanterías acristaladas que llegaban al techo guardaban millares de
    zapatos. Como en las bibliotecas, había escaleritas especiales, quizás para
    cogerlos delicadamente de los tacos. Miré con cuidado. Había centenares de
    pares de finísimas botas de montar, amarillas y negras. También había de esos
    botines con chalequillo de felpa y botones de nácar. Y cantidades de zapatones,
    zapatillas y polainas, todos ellos con sus hormas adentro, lo que les daba la
    apariencia de que tenían piernas y pies sólidos a su disposición. S i se les
    abría la vitrina, correrían todos a Londres detrás del duque! Podía darse uno
    un festín de botines alineados a lo largo de tres o cuatro habitaciones. Un
    festín con la mirada y sólo con la mirada, porque los milicianos, fusil al
    brazo, no permitían que ni siquiera una mosca tocara aquellos zapatos. "La
    cultura", decían. "La historia", decían. Yo pensaba en los
    pobres muchachos de alpargatas deteniendo al fascismo en las cumbres terribles
    de Somosierra, enterrados en la nieve y el 
    barro. 
    Junto a la cama del duque había un cuadrito
    efimarcado en oro cuyas mayúsculas góticas me atrajeron.  Caramba!, pensé, aquí debe estar impreso el
    árbol genealógico de los Alba. Me equivocaba. Era el "If" de Rudyard.
    Kipling, esa poesía pedestre y santurrona, precursora del Readers Digest, cuya
    altura intelectual no sobrepasaba a mi juicio la de los zapatos del duque de
    Alba. Con perdón del imperio británico!  El
    baño de la duquesa será incitante, pensaba yo. Tantas cosas evocaba. Sobre todo
    aquella madona recostada del Museo del Prado, a quien Goya le colocó los
    pezones tan aparte el uno del otro, que uno piensa cómo el pintor
    revolucionario midió la distancia añadiendo un beso a cada beso hasta dejarle
    un collar invisible de seno a seno. Pero el equívoco continuaba. El oso, la
    botinería de zarzuela, el "If" y, por último, en vez de un baño de
    diosa encontré un recinto redondo, falsamente pompeyano, con una tina bajo el
    nivel—del suelo, cisnecillos siúticos de alabastro, cursi—cómicos lampadarios,
    en fin, una sala de baño para odalisca de película norteamericana. Ya me
    retiraba con sombrío desencanto cuando tuve mi recompensa. Los milicianos me
    invitaron a almorzar. Bajé con ellos a las cocinas. Cuarenta o cincuenta
    mozos y servidores, cocineros y jardineros del duque, seguían cocinando para sí
    mismos y para los milicianos que custodiaban la mansión. Me consideraban
    honrosa visita. Después de algunos cuchicheos, vueltas y revueltas, recibos que
    se firmaban, sacaron una polvorienta botella. Era un "lacrimal Christie"
    de cien años, del cual apenas me
    Dejaron beber unos cuantos sorbos. Era un vino
    ardiente, con una contextura de miel y fuego, al mismo tiempo severo e
    impalpable. No olvidaré tan fácilmente aquellas lágrimas del duque de Alba. Una
    semana después los bombarderos alemanes dejaron caer cuatro bombas incendiarias
    sobre el palacio de Liria. Desde 1a terraza de mi casa vi volar los dos pájaros
    agoreros. Un resplandor colorado me hizo comprender en seguida que estaba
    presenciando los últimos minutos del palacio.—Aquella misma tarde pasé por las
    ruinas humeantes —digo a los escritores rumanos para concluir mi relato—. Allí
    me enteré de un detalle conmovedor. Los nobles milicianos, bajo el fuego que
    caía del cielo, las explosiones que sacudían la tierra y la hoguera que crecía,
    sólo atinaron a salvar el oso blanco. Casi murieron en la tentativa. Se
    derrumbaban las vigas, todo ardía y el inmenso animal embalsamado se obstinaba
    en no pasar por las ventanas y las puertas. Lo vi de nuevo y por última vez,
    con los brazos blancos abiertos, muerto de risa, sobre el césped del jardín del
    palacio
    .
    Pablo Neruda, Confieso que he vivido, 1974












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  4. Nuper Rosarum Flores es un motete isorrítmico compuesto por Guillaume Dufay y estrenado el 25 de marzo de 1436. La obra fue compuesta con motivo de la consagración de la Catedral de Florencia, con motivo de la realización de la cúpula diseñada por Filippo Brunelleschi. Ceremonia que fue oficiada por el Papa Eugenio IV. El motete es notable por su síntesis del antiguo estilo isorrítmico y el nuevo estilo contrapuntístico que sería desarrollado en las décadas siguientes por el propio Dufay, así como por sus sucesores (Ockeghem y Josquin Desprez). El título de la pieza proviene de la catedral en sí, que se llamaba "Santa María del Fiore" o Santa María de las Flores.

    Nos encontramos ante una obra con textura polifónica y
    en la que existen cuatro voces: triplum, motetus y dos tenores. Las
    voces son acompañadas por instrumentos que doblan su línea melódica o
    les proporcionan puntos de apoyo. Las voces comienzan a tener un ámbito
    propio y, auditivamente, se percibe claramente, que las voces superiores
    cantan en una tesitura diferente de los tenores.










    Se ha
    interpretado el tratamiento canónico de los dos tenores (con el tenor II
    una quinta por encima del tenor I) como un reflejo de la doble cúpula
    empleada en la Catedral de Florencia o como alusión a la relación
    entre Santa María del Fiore y la Iglesia madre de todas las fundaciones
    marianas, Santa Maria Maggiore de Roma.
    El musicólogo Charles Warren, afirmó en su artículo «Brunelleschi's Dome and Dufay's Motet» (La cúpula de Brunelleschi y el motete de Dufay)
    que la estructura proporcional del motete imitaba las proporciones de
    la mencionada catedral. Un convincente argumento en contra fue
    presentado por Craig Wright, sin embargo, en «Dufay's "Nuper rosarum flores", King Solomon's Temple, and the Veneration of the Virgin» ("Nuper rosarum flores" de Dufay, el templo del Rey Salomón y la veneración de la Virgen). No obstante hay un artículo posterior que pretende restablecer la teoría de Warren




    Texto original en Latín
    1. Nuper rosarum flores
    Ex dono pontificis
    Hieme licet horrida
    Tibi, virgo cœlica,
    Pie et sancte deditum
    Grandis templum machinæ
    Condecorarunt perpetim.
    2. Hodie vicarius
    Jesu Christi et Petri
    Successor Eugenius
    Hoc idem amplissimum
    Sacris templum manibus
    Sanctisque liquoribus
    Consecrare dignatus est.
    3. Igitur, alma parens
    Nati tui et filia,
    Virgo decus virginum
    Tuus te, Florentiæ
    Devotus orat populus,
    Ut qui mente et corpore
    Mundo quicquam exorarit,
    4. Oratione tua,
    Cruciatus et meritis
    Tui secundum carnem
    Nati Domini sui
    Grata beneficia
    Veniamque reatum
    Accipere mereatur.



    Traducción
    1. Pasado el áspero invierno, las rosas,
    regalo papal reciente,
    adornan perpetuamente
    el Templo de la estructura
    más grandiosa dedicada pía
    y devotamente a ti,
    Virgen celestial.2. Hoy el vicario de
    Jesucristo y sucesor de Pedro,
    Eugenio,
    en este mismo inmenso Templo
    con manos sagradas
    y santos óleos,
    se ha dignado a consagrar.3. Así pues,
    dulce madre e hija de tu Hijo Dios
    Virgen de vírgenes
    a ti pide tu devoto
    pueblo de Florencia
    que quienquiera que ruega por algo
    con espíritu y cuerpo puros,4. Por intercesión tuya
    y por los méritos de tu Hijo,
    su Señor,
    debido a su tormento carnal,
    seas digno de recibir
    gratos bienes
    Y el perdón de los pecados. Amém.




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  5. The Walt Disney Concert Hall, Los Angeles, obra del arquitecto Frank Gehry, 2003


    Arvo Pärt es un compositor estonio. Nació el 11 de septiembre de 1935 en Paide (Estonia). Se le identifica con la música minimalista y más específicamente con el «minimalismo sacro». Es considerado un pionero en ese estilo, como sus contemporáneos Henryk Górecki y John Tavener. Arvo Pärt es más conocido por las obras de su segundo período compositivo (trabajos corales y es un caso infrecuente de compositor moderno que alcanza la popularidad en vida.

    La
    música de Arvo Pärt ha atraído a la atención pública en Occidente,
    particularmente gracias a Manfred Eicher, que a partir de 1984 grabó
    varias de sus composiciones para la firma ECM Records, además de influir
    en la nueva generación de compositores estonios como Erkki-Sven
    Tüür y Lepo Sumera.
    Pärt
    ha dicho que su música es similar a la luz que pasa a través de
    un prisma (óptica): la música puede tener un significado ligeramente
    diferente en cada oyente, creando un espectro de experiencias musicales,
    similar al arco iris.
    El
    compositor minimalista Steve Reich comentó acerca de Pärt: «Ya desde
    que estaba en Estonia, Arvo estaba sintiendo lo mismo que el resto de
    nosotros. [...] Amo su música y amo el hecho de que sea un hombre tan
    talentoso y valiente. [...] Está completamente fuera de la corriente
    dominante y sin embargo es enormemente popular, lo cual es muy
    inspirador. Su música llena una profunda necesidad humana que no tiene
    nada que ver con la moda».




    The Walt Disney Concert Hall, Los Angeles




    La
    Cuarta Sinfonía de Pärt fue comisionada por Esa-Pekka Salonen, cuando
    todavía era director titular de la Filarmónica de Los Ángeles.
    Antes
    del encargo, Arvo Pärt estaba inmerso en una investigación y estudio
    fascinante: la naturaleza de los ángeles, en especial los ángeles de la
    guarda. Como no existen las casualidades, al recibir este encargo
    entendió que se trataba de la clave para cerrar el círculo, de manera
    que tituló a esta sinfonía Los Ángeles,con sentido multívoco:
    es la orquesta de la cuidad que encargó esta obra, pero sobre todo son
    los seres cuya presencia ha comprendido Arvo Pärt y ha traducido en
    música.
    La
    forma musical del canon (arquitectura polifónica de fluido fascinante)
    propició verter la música de las esferas en su sinfonía, además del
    texto conocido como El canon del Ángel de la Guarda y sobre todo el prodigioso sistema tintinábuli (prodigio de campanas suaves en el alma), que él inventó. Los títulos de los movimientos hablan por sí solos: Con sublimitá; Affanoso; Deciso.
    Caso
    típico de una obra cuyas dimensiones colosales resultan incomprensibles
    para la mayoría de sus contemporáneos, hay un segmento creciente en el
    mundo que valora la obra de Pärt como uno de los emblemas más bellos de
    nuestra contemporaneidad. En eso ha sido fundamental su decisión de
    pertenecer a la pléyade de artistas que graban en ECM, ese sello alemán
    que ha propiciado la aparición de nuevos públicos, melómanos en serio,
    no en serie, merced a la creación de músicas tan diferentes, singulares y
    únicas como la que nos ocupa.






    Aforo del  Walt Disney Concert Hall, Los Angeles


    Las Sinfonías anteriores de  Pärt  se
    califican para gran orquesta, pero la 4ª  está escrita para orquesta de
    cuerdas, arpa y percusión (esto incluye timbales, marimba, crótalos,
    campanillas, triángulo, platillos, tam-tam y bombo). El trabajo fue
    encargado por la Asociación Filarmónica de Los Angeles y el Festival
    Internacional de Música de Canberra. Fue compuesta en 2008 y tuvo su
    primera representación el 10 de enero de 2009 en Los Angeles en el Walt
    Disney Concert Hall,  realizada por Esa-Pekka Salonen.La sinfonía se
    estrenó en el Reino Unido en los Proms de la BBC el 20 de agosto de 2010
    en el Royal Albert Hall , interpretada por la Orquesta Philharmonia de
    nuevo conducido por Salonen. El 8 de mayo de 2010, se estrenó en  la
    Sociedad de Ética, sala de conciertos de la Cultura en la ciudad de
    Nueva York.


    La
    sinfonía consta de tres movimientos lentos. La segunda incluye la pieza
     Estas Palabras, compuesta en 2008 y realizada en mayo en Copenhague.


    Todos
    los elementos documentales, los procedimientos técnicos, la elevada
    inspiración que anima el lápiz del compositor, su capacidad de
    conectarnos con lo divino y la escucha repetida de esta obra nos
    conducen a un aserto contundente: he aquí la música de los ángeles.






    Arvo Pärt — Symphony No. 4 'Los Angeles' (UK Première)  2010

     20 de agosto de 2010  Royal Albert Hall , interpretada por la Orquesta Philharmonia

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  6. Giovanni Antonio Canal, llamado Canaletto (VeneciaSerenísima República de Venecia7 de octubre de 1697 – ibídem, 19 de abril de 1768),  fue un pintor italiano, famoso por sus paisajes urbanos de Venecia.  Era hijo del pintor Bernardo Canal, de ahí su sobrenombre Canaletto.
      La mayor parte de sus obras son vedute,
    nombre italiano para "vistas" y que se emplea habitualmente para
    denominar este género pictórico. Hizo vistas de ciudades, principalmente
    de Venecia, aunque también pintó Londres y otros lugares de Inglaterra y
    de Italia. Realizó numerosos "caprichos arquitectónicos", que así se
    denominan las vistas urbanas inventadas, unas referidas a la Antigüedad,
    otras a su siglo y algunas mezclando ambas o trasladando edificios
    existentes a un entorno urbano diferente o cambiando su estilo.



    Capriccio,  Palladio, Palacio de la Razón en Vicenza, 1740







    Capriccio. El Gran Canal con el  puente Rialto, 1740







    Capriccio con proyecto del  ponte palladiano de  Rialto, 1742-1744







    Capriccio. El Puente de la  Pescaria  1742-44







    Capriccio. Los caballos de  San Marcos en la  Piazzetta, 1743







    Capriccio del Puente de  Rialto , 1747







    Capriccio. El Puente de Rialto  y la Iglesia de  S. Giorgio Maggiore, 1750









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  7. Exeter Library. Exeter, New Hampshire




    Louis Isadore Kahn (su nombre original era Itze-Leib Schmuilowsky) (20 de febrero de 1901-17 de marzo de 1974) fue un renombrado arquitecto asentado en Filadelfia (Estados Unidos). Después de trabajar en varios estudios en esa ciudad, fundó el suyo propio en 1935.
    Al mismo tiempo que dirigía su estudio se dedicó también a la crítica
    del diseño y a la docencia en la Escuela de Arquitectura de la 
    Universidad de Yale de 1947 a 1957. Desde este último año hasta su muerte fue profesor de Arquitectura en la Escuela de Diseño en la Universidad de Pensilvannia.
    El estilo de Kahn, influenciado por las antiguas ruinas, tiende a la
    monumentalidad y al monolitismo, a la intemporalidad. Sus edificios no
    esconden su peso, sus materiales o su forma de construirse.
    Kahn nació
    en Kuressaare en la isla de Saaremaa en Estonia el 20 de febrero 1901 en
    el seno de una humilde familía judía. Cuatro años más tarde su familia
    emigró a los Estados Unidos, temiendo que su padre fuera reclutado por
    el ejército durante la guerra ruso-japonesa. Louis Kahn se crio
    en Filadelfia y adquirió la nacionalidad norteamericana el 15 de
    mayo de 1914.
    Fue educado en una rigurosa tradición Beaux-Arts,
    con su énfasis en el dibujo, en la Universidad de Pensilvania. Después
    de graduarse en 1924, Kahn viajó por Europa y se instaló en la ciudad
    medieval amurallada de Carcassonne, en lugar de quedarse en las cunas
    del clasicismo o del modernismo. En 1925–1926 Kahn fue diseñador jefe de
    la Exposición del sesquicentenario. A partir de 1947 enseñó durante una
    década en la Universidad de Yale, en la que gozó de una gran
    influencia. Posteriormente se trasladó a la Universidad de Pensilvania.
    Entre sus alumnos se encuentran Moshe Safdie y Robert Venturi.
    Murió el 17 de
    marzo de 1974 de un ataque al corazón en los servicios de la estación de
    Pensilvania de Nueva York. Acababa de regresar de un viaje de trabajo
    en laIndia.
    Kahn siempre se
    involucró profundamente en todos sus trabajos. Reinterpretó el estilo
    internacional de forma poco convencional, inspirándose a menudo en la
    arquitectura antigua. Sus trabajos reflejan su interés por la luz y los
    materiales. Isamu Noguchi se refirió a él como "un filósofo entre arquitectos".



    Kahn
    tuvo tres familias con tres mujeres diferentes: su esposa Esther, su
    compañera de trabajo Anne Tyng, y con Harriet Pattison. Su hijo con esta
    última, Nathaniel Kahn, retrató la vida del arquitecto en un documental
    titulado "Mi arquitecto: el viaje de un hijo", que fue nominado
    al Oscar en 2003. En él participaron renombrados arquitectos
    como B.V.Doshi, Frank Gehry, Philip Johnson, I. M. Pei, y Robert Stern,
    pero también muestra sus complejas relaciones familiares, así como las
    inusuales circunstancias de su muerte.




    Ver documental:
    .


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  8. El
    Faruim Brigantium   que hoy  conocemos como Torre de Hércules, en La
    Coruña, Galicia, España,  fue construido por los romanos como faro de
    navegación en el siglo I d. C., comprendida la construcción entre los
    reinados de Nerón y Vespasiano en función de los hallazgos de fragmentos
    de terra sigillata y vasos de paredes finas datables entre los años 40 y 80 de nuestra era
     La inscripción al pie de la torre y las referencias documentales sobre la ciudad de Brigantium (La Coruña) revelan la existencia de un faro de la época de Trajano. Tiene el privilegio de ser el único faro romano y el más antiguo en funcionamiento del mundo.





    En su base se encontró una piedra votiva con la inscripción en latín MARTI AVG.SACR C.SEVIVS LVPVS ARCHTECTVS ÆMINIENSIS LVSITANVS.EX.VO, lo que ha permitido identificar al arquitecto autor de la misma como Cayo Sevio Lupo, originario de Aeminium, hoy Coímbra, en Portugal.
    La mención más antigua a la Torre se encuentra en el Historiæ adversvm Paganos de Paulo Orosio, escrito hacia el 415–417 d. C., que dice: «Secvndvs
    angvlvs circivm intendit, ubi Brigantia Gallæciæ civitas sita
    altissimvm farvm et inter pavca memorandi operis ad specvlam Britanniæ
    erigit
    » (<< "El segundo ángulo es de intención, donde se
    encuentra la ciudad en el más alto Galicia Farum Brigantes y uno de los
    pocos trabajan notable hasta el punto más alto de Gran Bretaña">>)
    Según relatos mitologicos, se dice que «hubo
    un gigante llamado Gerión, rey de Brigantium, que obligaba a sus
    súbditos a entregarle la mitad de sus bienes, incluyendo sus hijos. Un
    día los súbditos decidieron pedir ayuda a Hércules, que retó a Gerión en
    una gran pelea. Hércules derrotó a Gerión, lo enterró y levantó
    un túmulo que coronó con una gran antorcha. Cerca de este túmulo fundó
    una ciudad y, como la primera persona que llegó fue una mujer llamada
    Cruña, Hércules puso a la ciudad este nombre
    »

    De planta cuadrada con una distribución básica en cuatro espacios cubiertos con bóvedas de cañon de fábrica de hormigón romano opus caementicium. Estas habitaciones interiores eran de una gran altura y estaban comunicadas entre si verticalmente por una rampa perimetral que ascendía en varias "vueltas" hasta el piso superior donde se encontraba la linterna.

    La primera y más aceptada es que que se embutía entre el cuerpo central y cuatro paramentos exteriores
    que la ocultaban y protegían. Además esta teoría aporta un elemento
    defensivo a la construcción. Lo más problemático es que esta fachadas se
    han perdido por completo, posiblemente fuesen utilizadas como cantera
    para otras construciones posteriores.
    La segunda es una rampa exenta, volada,
    de piedra o maderas. Como es lógico esta se perdío con el tiempo y la
    falta de mantenimiento quedando solo la roza en los paramentos. Se ha
    descrito, sin nungún fundamento, que esta rampa era tan sólida que
    permitía la subida de caballerizas para el transporte de la leña
    necesaria para la linterna.
    Actualmente, y debido al cuidado con que se realizó la principal restauración en el 1971, esta rampa se puede adivinar en las cornisas inclinadas que
    circundan el faro. Hoy el acceso se efectua mediante una escalera
    instalada en el S. XVII por el interior, entre las bóvedas romanas. 
    De cualquier manera las fachadas -interiores y exteriores- se componían de grandes sillaresopus quadratum. El paramento actual es de sillares de 0,60 m. de espesor que ocultan la original fábrica romana que estaba muy deteriorada. 
     
    El piso superior romano, hoy totalmente perdido, era de planta cilíndrica cubierta con cúpula, fue sustituido por una estructura de planta octogonal en el S. XVIII.
    La torre hoy restaurada Altura: 57 metros (34 metros corresponden a la construcción romana y 21 a la restauración del siglo XVIII)




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  9. Prípiat , Ucrania 
    Es una ciudad fantasma en la zona de exclusión al norte de Ucrania en la región de Kiev, cercana a la frontera con Bielorrusia.  Debe su nombre al río que atraviesa la ciudad.
    Esta ciudad es
    conocida porque sufrió los efectos del peor accidente de la historia de
    la energía nuclear el 26 de abril de 1986, cuando se produjo el
    sobrecalentamiento y explosión del reactor número 4 de la Central
    Nuclear de Chernóbil, el cual emitió 500 veces más radiación que la
    bomba atómica que fue lanzada sobre Hiroshima en 1945. La ciudad se vio
    afectada por gran cantidad de radiación y debió ser evacuada.
    La evacuación
    fue llevada a cabo por el Ejército Rojo 36 horas después del accidente,
    la mayoría de los habitantes fueron evacuados de sus casas para
    protegerlos de la enorme radiación, los animales domésticos y el ganado
    debieron ser dejados atrás sacrificados para evitar alteraciones
    genéticas y muerte en sus descendientes.
    Fue fundada el 4 de febrero de 1970 expresamente para dar hogar a los trabajadores de la Central Nuclear V.I. Lenin de Chernóbil y a sus familias. Debido
    a su estratégica posición geográfica en un clima relativamente templado
    y un suelo muy fértil, cerca de una estación de tren, una autopista y,
    por supuesto, el 
    río Prípiat, la ciudad comenzó a desarrollarse, convirtiéndose en una de las zonas más agradables para vivir de la antigua URSS.  Debido
    a esto, la población en sólo 16 años creció hasta más de 40.000
    personas. La construcción de la ciudad fue llevada a cabo por el 
    Partido Comunista de la Unión Soviética, mientras Leonid Brezhnev era el presidente.

    Craco, Italia 
    El antiguo
    pueblo de Craco, está situado en el valle de Cavone, y permanece
    abandonado desde el año 1975, luego de que los movimiento sísmicos
    destruyeron las casas que poco a poco fueron quedando abandonadas. Fue
    la consecuencia indeseada de una falla geológica contra la que no se
    podía luchar: la ciudad de Craco, estaba situada sobre una colina de
    arena y arcilla que no resistiría el mínimo temblor demasiado tiempo.
    La ciudad de
    Craco, hoy en ruinas, es un pequeño circuito turístico bastante
    desolador. Es posible recorrer sus calles entre fachadas destruidas,
    pero al mismo tiempo, admirar algunas de las casonas señoriales, o
    ascender hasta la cima y recorrer la torre del Castillo, explorar
    antiguas iglesias y sobre todo, observar las panorámicas de un sitio que
    podría ser el escenario de una película de fantasmas.
    La villa
    abandonada de Craco acentúa su apariencia fantasmal gracias a su
    emplazamiento a 400 metros de altura sobre la colina empinada. Craco, se
    irá “desmoronando” eternamente a cielo abierto, y mientras, será un
    paisaje para explorar entre aquellos sitios abandonados que por su
    silencio y sus construcciones vacías, impregnan un misterio difícil de
    explicar y de encontrar. Craco, con registros del asentamiento desde el
    año 1276 aC, no pudo llegar habitado al tercer milenio. Los
    deslizamientos de tierra, que resultaron irreversibles, convirtieron a
    Craco en una ruina para siempre.
     Isla Hashima , Japón
    Llamada Gunkanjima  es
    una pequeña isla de Japón y una de las 505 islas deshabitadas de
    la prefectura de Nagasaki. Esta isla, de 480 m. de largo y 150. m de
    ancho, está a unos 20 km. del puerto de Nagasaki, estando habitada entre 1887 y 1974 por los trabajadores de su mina de carbón y sus familias.
    En
    1890 Mitsubishi compró la isla y la habilitó para explotarla, lo cual
    hizo durante casi 100 años hasta 1974, año en que fue cerrada debido a
    la disminución de consumo de carbón en beneficio del petróleo.
    En 1959 la
    isla, de un poco más de un kilómetro cuadrado, llegó a alcanzar
    una densidad de población de 139.100 personas/km² en la zona residencial
    y de 83.500 personas/km² para toda su superficie, lo que supone
    históricamente una de las mayores densidades de población registradas en
    el mundo.
    Tras quedar
    abandonada, sus edificios han sido expuestos al embate del clima y la
    salinidad del mar y se han deteriorado con rapidez. Actualmente se
    monitorizan los efectos del deterioro de los edificios de hormigón.
    Oradour-sur-Glane, Francia 
     Es una localidad y comuna francesa situada en el departamento de Alto Vienne, en la región de Lemosín.
    La villa fue reconstruida a distancia de su emplazamiento original tras la Segunda Guerra Mundial cuando fue escenario de la matanza perpetrada el 10 de junio de 1944 por la división SS Das Reich.
    Al final de la guerra, las ruinas de la población fueron mantenidas en su estado por orden del gobierno francés de Charles de Gaulle,
    como recuerdo de este crimen y símbolo de los sufrimientos causados por
    la ocupación nazi, deviniendo un símbolo al mismo título que otras
    villas europeas objeto de similares ataques como 
    Lídice o Marzabotto, deseando igualmente crear un lugar de reconciliación y unidad nacional:






    Bodie 
    Es un despoblado del condado de MonoCaliforniaEstados Unidos. El lugar es considerado un «distrito histórico» en este país
    A mediados del siglo XIX la actividad minera en la parte oeste de
    la Sierra Nevada empezaba a declinar. Por esta razón,
    los gambusinos buscaron mejores oportunidades en el lado este. Uno de
    ellos fue William S. Bodey, quien descubrió una veta de oro en 1859 en el lugar posteriormente conocido como Bodie Bluff.
    Su apellido fue tomado para bautizar la naciente localidad que en ese
    lugar se levantaría. A finales de los años 1870 el pueblo alcanzó su
    apogeo.
    En 1878 Bodie alcanzó los 5.000 habitantes, cantidad que se doblaría al año siguiente. La localidad continuó funcionando en la era de la Gran Depresión, pero las minas locales rendían escasamente. La última de ellas cerró operaciones poco después de la Segunda Guerra Mundial. Sus reducidos habitantes murieron en esa época y Bodie pasó a convertirse en una «ciudad fantasma»




    Kayaköy , Turquía
    Es un pueblo 8
    km al sur de Fethiye en el suroeste de Turquía en Anatolia que fue
    habitado por griegos cristianos y que sobrevivió hasta aproximadamente
    1923. La ciudad fantasma  ahora se conserva como un museo, se compone de
    cientos de edificios,  en su mayoría de estilo griego,  casas e
    iglesias que cubren una pequeña montaña.
    Fue construido
    en el emplazamiento de la antigua ciudad de Carmylessus en el siglo
    18. Se experimentó una renovación después de que Fethiye, pueblo cercano
    (conocido como Makri) fue devastada por un terremoto en 1856 y un gran
    incendio en 1885. Después de la Guerra Greco-Turca , Kayaköy fue
    abandonada  en gran parte después de un intercambio de población acuerdo
    fue firmado por los Gobiernos turco y griego en 1923. Muchos de los
    edificios fueron dañados en el terremoto de Fethiye en 1957.
    Su
    población en 1900 era de alrededor de 2.000, casi todos los cristianos
    griegos, sin embargo, ahora está vacía a excepción de los grupos de
    turistas y vendedores ambulantes que venden productos hechos a mano y
    objetos rescatados de la antigua aldea. 


    Hoy Kayaköy pueblo funciona como museo y es un monumento histórico. Alrededor
    de 500 casas permanecen como ruinas y están bajo la protección del
    gobierno turco, que incluye dos iglesias ortodoxas griegas , que siguen
    siendo los lugares más importantes de la ciudad fantasma.  Hay un museo
    privado en la historia de la ciudad .
     
    En el centro del pueblo se encuentra una fuente fuente del siglo 17. Kayaköy fue adoptada por la UNESCO cml  la Aldea de la Paz.






    Belchite, España 
    Es un municipio de la provincia de Zaragoza, (España), situado a 49 km de la capital. Tiene una población de 1.636 habitantes  y 273,58 km². Es conocido por haber sido escenario de una de las batallas simbólicas de la Guerra civil española, la Batalla de Belchite. Como consecuencia de los enfrentamientos, el pueblo fue destruido. En lugar de su reconstrucción, el régimen de Francisco Franco decidió crear un pueblo nuevo al lado (hoy conocido como Belchite nuevo),
    dejando intactas las ruinas del anterior como recuerdo de la guerra
    civil y de lo que se consideraron excesos del bando vencido.
      El conjunto, hoy en día abandonado y en parte cerrado al paso de personas, se conoce como Pueblo Viejo de Belchite Los encargados de la construcción del nuevo pueblo fueron principalmente prisioneros republicanos,  para
    los cuales se habilitó un campo de concentración en las cercanías,
    cuyos restos aún se conservan, y que permaneció abierto desde 
    1940 hasta 1945, llegando a albergar a 1.000 prisioneros a cargo de la Dirección General de Regiones Devastadas. Los últimos habitantes del Belchite viejo abandonaron sus ruinas en 1964 para reasentarse en el Belchite Nuevo. Las ruinas, sin acondicionar para el turismo, son visitadas por más de 10.000 personas al año.

















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  10. El Foro Romano
    El
    siglo II  es considerado en la época clásica de occidente como el Siglo
    de Oro, en la historia de Roma, en el  Saeculum Aureum,  entre los
    años 96
    180, pasan por el poder 5 «buenos» emperadores romanosNervaTrajanoAdrianoAntonino Pío y Marco Aurelio. Tradicionalmente se ha considerado la dinastía de los Antoninos (96-192), actualmente  denominada  dinastía Ulpio-Aelia. 

    El nombre de "los Cinco emperadores buenos",  fue propuesto inicialmente por Maquiavelo y promocionado por el historiador Edward Gibbon, de cuyos principados dijo, fueron "la época más feliz de la historia de la humanidad".  
    Se considera que la Paz Romana (Pax Augusta)  alcanzó su apogeo durante la dinastía de los Antoninos (96-192
    d.C.), marcando una edad dorada que sería recordada de manera
    nostálgica en los turbulentos siglos posteriores en Occidente. El
    Imperio alcanzó su máxima extensión en el siglo II, abarcando desde el
    océano Atlántico en el Oeste hasta el río Tigris en el Este. El comercio
    se vio favorecido por las cada vez más seguras rutas de comunicación,
    lo que motivó el bienestar económico imperial. Esta prosperidad se vio
    reflejada en las ciudades, que se embellecieron, se construyeron grandes
    obras arquitectónicas y de ingeniería y se consolidó el clasisismo
    romano.
    Adriano, como emperador  (117138) mostró
    especial interés por la arquitectura, siendo considerado un humanista
    helenófilo, amante de las artes, incursionó inclusive en el diseño
    arquitectónico, dejando su impronta en numerosos edificios del Imperio,
    que se empeñó en construir.
    Marguerite
    Yourcenar en su grandioso libro "Memorias de Adriano" nos lleva al
    fondo del genio creativo, que encuentra en el arte de la Arquitectura
    una  respuesta a su  visión humanista del mundo:
    "Construir es
    colaborar con la tierra, imprimir una marca humana en un paisaje que se
    modificará así para siempre; es también contribuir a ese lento cambio
    que constituye la vida de las ciudades. Cuántos afanes para encontrar el
    emplazamiento exacto de un puente o una fontana, para dar a una ruta de
    montaña la curva más económica que será al mismo tiempo la más pura...
    La ampliación de la ruta de Megara transformaba el paisaje de rocas
    esquinorianas; los dos mil estadios de camino pavimentado, provisto de
    cisternas y puestos militares, que unen Antínoe al Mar Rojo, inauguraban
    en el desierto la era de la seguridad y acababan con la del peligro.
    Los impuestos de quinientas ciudades asiáticas no eran demasiados para
    construir un sistema de acueductos en la Tróade; el acueducto de Cartago
    resarcía en cierto modo de las durezas de las guerras púnicas. Levantar
    fortificaciones, en suma, era lo mismo que construir diques: consistía
    en hallar la línea desde donde puede defenderse un ribazo o un imperio,
    el punto donde el asalto de las olas o de los bárbaros será contenido y
    roto. Dragar los puertos era fecundar la hermosura de los golfos. Fundar
    bibliotecas equivalía a construir graneros públicos, amasar reservas
    para un invierno del espíritu que, a juzgar por ciertas señales y a
    pesar mío, veo venir. He reconstruido mucho, pues ello significaba
    colaborar con el tiempo en su forma pasada, aprehendiendo o modificando
    su espíritu, sirviéndole de relevo hacia un más lejano futuro; es volver
    a encontrar bajo las piedras el secreto de las fuentes. Nuestra vida es
    breve; hablamos sin cesar de los siglos que preceden o siguen al
    nuestro, como si nos fueran totalmente extranjeros; y sin embargo
    llegaba a tocarlos en mis juegos con la piedra. Esos muros que apuntalo
    están todavía tibios del contacto de cuerpos desaparecidos; manos que
    todavía no existen acariciarán los fustes de estas columnas. Cuanto más
    he pensado en mi muerte, y sobre todo en la del otro, con mayor motivo
    he buscado agregar a nuestras vidas esas prolongaciones casi
    indestructibles. En Roma utilizaba de preferencia el ladrillo eterno,
    que sólo muy lentamente vuelve a la tierra de la cual ha nacido y cuyo
    lento desmoronamiento e imperceptible desgaste se cumplen de modo tal
    que el edificio sigue siendo montaña aun cuando haya dejado de ser
    visiblemente una fortaleza, un circo o una tumba. En Grecia y en Asia
    empleaba el mármol natal, la hermosa sustancia que una vez tallada sigue
    fiel a la medida humana, tanto que el plano del entero templo se halla
    contenido en cada fragmento de tambor. La arquitectura tiene muchas más
    posibilidades de las que hacen suponer los cuatro órdenes de Vitrubio;
    nuestros bloques, como nuestros tonos musicales, admiten combinaciones
    infinitas.
    El Panteón

     Para alzar el
    Panteón me remonté a la antigua Etruria de los divinos y los arúspices;
    el santuario de Venus, en cambio, redondea al sol sus formas jónicas, la
    profusión de columnas blancas y rosadas en
    torno a la
    diosa de carne de donde brotó la raza de César. El Olimpión de Atenas
    tenía que ser el contrapeso exacto del Partenón, alzarse en la llanura
    como aquél en la colina, inmenso allí donde el otro es perfecto: el
    ardor arrodillado ante la calma, el esplendor a los pies de la belleza.
    Las capillas de Antínoo, sus templos, habitaciones mágicas, monumentos
    de un misterioso pasaje entre la vida y la muerte, oratorios de un dolor
    y una felicidad sofocantes, eran recinto de la plegaria y la
    reaparición; en ellos me entregaba a mi duelo.
    El Olimpión, Atenas
    La tumba que me
    he destinado a orillas del Tíber reproduce en escala gigantesca las
    antiguas tumbas de la Vía Appia, pero sus proporciones mismas la
    transforman, hacen pensar en Ctesifón y Babilonia, en las terrazas y las
    torres por las cuales el hombre se aproxima a los astros. El Egipto
    funerario ordenó los obeliscos y las avenidas de esfinges del cenotafio
    que impone a una Roma vagamente hostil la memoria del amigo nunca
    bastante llorado. La Villa era la tumba de los viajes, el último
    campamento del nómada, el equivalente en mármol de las tiendas y los
    pabellones de los príncipes asiáticos. Casi todo lo que nuestro gusto
    consiente ha sido ya intentado en el mundo de las formas; pasé entonces
    al de los colores: el jaspe, verde como las profundidades marinas; el
    pórfido graneado como la carne, el basalto, la taciturna obsidiana.
    El Mausoleo
     El denso rojo
    de las tapicerías se adornaba con bordados cada vez más sutiles; los
    mosaicos de las murallas o los pavimentos no eran nunca bastante
    dorados, o blancos, o negros. Cada piedra era la extraña concreción de
    una voluntad, de un recuerdo, a veces de un desafío. Cada edificio era
    el plano de un sueño.
    Plotinópolis,
    Andrinópolis, Antínoe. Adrianoterea... He multiplicado todo lo posible
    esas colmenas de la abeja humana. El plomero y el albañil, el ingeniero y
    el arquitecto presiden esos nacimientos de ciudades; la operación exige
    asimismo ciertos dones de rabdomante. 

    Villa Adriana
    En un mundo que
    los bosques, el desierto, las llanuras incultas cubren en su mayor
    parte, resulta bello el espectáculo de una calle pavimentada, un templo
    dedicado a cualquier dios, los baños y letrinas públicos, la tienda
    donde el barbero discute con sus clientes las noticias de Roma, la del
    pastelero, la del vendedor de sandalias, la del librero, la enseña de un
    médico, un teatro donde de tiempo en tiempo representan una pieza de
    Terencio. Nuestros exquisitos se quejan de la uniformidad de nuestras
    ciudades; lamentan encontrar en todas partes la misma estatua de
    emperador y el mismo acueducto. Se equivocan: la belleza de Nimes
    difiere de la de Arles. Pero además esa uniformidad, repetida en tres
    continentes, contenta al viajero como una piedra miliar; nuestras
    ciudades más insignificantes guardan su prestigio tranquilizador de
    relevo, de posta o de abrigo. La ciudad: el marco, la construcción
    humana, monótona si se quiere pero como son monótonas las celdillas de
    cera henchidas de miel, el lugar de los intercambios y los contactos, la
    plaza a la que acuden los campesinos para venden sus productos y donde
    se quedan mirando boquiabiertos las pinturas de un pórtico... Mis
    ciudades han nacido de encuentros: mi encuentro con mi rincón de tierra,
    el de mis planes de emperador con los incidentes de mi vida de hombre.
    Plotinópolis surgió de la necesidad de establecer nuevos centros
    agrícolas en Tracia, pero también del tierno deseo de honrar a Plotina.
    Adrianoterea está destinada a servir de emporio a los madereros del Asia
    Menor; al principio fue para mi el retiro estival, las cacerías en la
    floresta, el pabellón de troncos al pie de la colina de Atis, el
    torrente coronado de espuma donde nos bañábamos por las mañanas.
    Adrianópolis, en Epiro, reabre un centro urbano en el seno de una
    provincia empobrecida, y nació de una visita al santuario de Dodona.
    Adrianópolis, ciudad campesina y militar, centro estratégico en el linde
    de las regiones bárbaras, está habitada por los veteranos de las
    guerras sármatas; conozco personalmente lo bueno y lo malo de cada uno
    de ellos, su nombre, sus años de servicio y las heridas que han
    recibido. Antínoe, la más querida, emplazada en el lugar de la
    desgracia, está ceñida de una angosta faja de tierra árida, entre el río
    y la roca. Busqué ansiosamente enriquecerla con otros recursos, el
    comercio de la India, los transportes fluviales, las sapientes gracias
    de una metrópolis griega. En la tierra entera no hay otro lugar que
    menos desee volver a ver; y hay muy pocos a los cuales haya consagrado
    más cuidados. Antínoe es un peristilo perpetuo. Mantengo correspondencia
    con su gobernador, Fido Aquila, acerca de los propileos de su templo,
    de las estatuas de su anca; he elegido los nombres de sus barrios
    urbanos y de sus demos, símbolos aparentes y secretos, catálogo completo
    de mis recuerdos. Tracé por mí mismo el plano de las columnatas
    corintias que replican, a lo largo de la ribera, la alineación regular
    de las palmeras. Mil veces he recorrido con el pensamiento ese
    cuadrilátero casi perfecto, cortado por calles regulares, escindido en
    dos por una avenida triunfal que va de un teatro griego a una tumba."

    Memorias de Adriano. Marguerite Yourcenar


    Ruinas de Antinoe, Egipto



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