"Con todo (alimento) realizamos "erubim" (realizar un "erub" - que en plural
es "erubim" - significa asociar por ejemplo, dos patios a través de tomar dos
alimentos y dejarlos como base de tal asociación, y de esta manera serán como
un solo patio y se podrá cargar y trasladar elementos en su interior durante el
Shabat) y asociamos (en este caso se refiere a dos pasajes o accesos), (con
todo) excepto de agua y sal (los cuales no son aceptados para esta función
de asociar o realizar un "erub").
Todo (alimento) es adquirido con dinero del (segundo) diezmo, excepto
agua y sal. Quién promete (abstenerse) de alimento, tiene permitido
agua y sal". Son temas que tienen en común agua y sal, pero su contenido es
totalmente diferente, ya que nada tienen que ver las promesas, con el diezmo o
las asociaciones.
Esto se debe a que cuando Rabí Iehuda compiló las Mishnaiot, en ocasiones
encontró a estas ordenadas, y en otras, las ordenó él según su inteligencia.
Y a aquellas que ya halló ordenadas por sabios anteriores, no las cambió, pues
rige una obligación consistente en decir lo que se aprendió de su maestro
utilizando exactamente el mismo lenguaje.
Y la Mishná que citamos contiene temas entremezclados debido a que los sabios
de antaño no estudiaban de tratados ordenados como tenemos ahora, sino que
entrelazaban temas que tenían algo en común para que sea más fácil de
recordar, ya que relacionando cosas hace más fácil su memorización.
También sucede, que en contadas ocasiones el principio de una Mishná (en el
Lenguaje talmúdico se llama al principio: "Reisha"), hallaremos una sentencia
que se contradice con la sentencia de abajo, es decir, con el final de esa misma
Mishná (en el Lenguaje talmúdico se llama al final de la Mishná: "Seifa").
Una situación de este tipo es resuelta por la Guemará (que es la explicación a la
Mishná), dando solución a una de las dos partes que se contradicen, y de esta
manera queda resuelto el problema.
O, puede también la Guemará atribuir la primera sentencia a un sabio, y la
segunda a otro, dividiendo la Mishná en dos partes. Entonces queda todo
aclarado, ya que es muy probable que haya dos sabios que no piensen igual,
pues cada uno (de ellos) recibió diferente al otro la sentencia de boca de su
maestro, y por consiguiente no estudió la otra versión que cita la Mishná.
No hay comentarios:
Publicar un comentario