BS"D
LIBRO BAMIDBAR: NUMEROSEsta semana
comienza la lectura del cuarto libro del Jumash, que lleva el
mismo nombre que la Parashá "En el desierto". En
la traducción al español se le suele nombrar como
"Números" por cuanto el Talmud denomina ese libro
como Séfer Hapikudim -Libro de las Cuentas- por el censo del
pueblo judío. Esta Parashá es leída siempre antes e
Shavuot, festividad que conmemora la entrega de la Torá por
D-os a Israel. Así como el novio en el Shabat anterior a su
boda es llamado a la Torá como parte de los preparativos de
la boda, del mismo modo se lee Bamidbar para anticipar esa
unión especial con D-os que se produjo con la entrega de la
Torá. El nombre del libro deriva del lugar en que D-os
entregó sus leyes: en el desierto, zona inhóspita y
deshabitada, para enseñarnos que la Torá no se encuentra
supeditada a las limitaciones impuestas por el espacio
geográfico o por el tiempo y que tenemos la responsabilidad
de cumplir sus preceptos en toda situación, en cualquier
lugar y circunstancia ya sea en Israel o afuera y aún en el
desierto, tierra desolada. El nacimiento del pueblo judío en
el desierto le otorgó un carácter particular -lo hace
emerger bajo la dirección única de D-os, libre de
estructuras preestablecidas y de la influencia de otras
naciones- siendo una experiencia que rompe con las
tradiciones previas. La humildad, entendida en términos
judíos como el reconocimiento de la existencia de un Ser
Superior del cual depende el hombre, es enfatizada al ser
entregada la Torá en el desierto porque así como el
desierto que no tiene nada sino arena se transformó en un
punto santo por la aparición allí de la divinidad, así el
cuerpo humano que sólo está formado de polvo accede a la
grandeza si permite que la espiritualidad domine sus
acciones. El ser humano por sí solo no tiene ningún poder
supremo, solo puede desarrollar al máximo su potencial si
cumple la voluntad divina que le proporciona una perspectiva
apropiada de la vida.
El cuarto censo
del pueblo judío fue realizado en el segundo mes -1° de
Iyar- del primer año de su recorrido por el desierto, veinte
días antes de la supuesta entrada a Israel que luego del
episodio de los espías fue demorada por 38 años más.
Según el Midrash sólo existieron nueve censos hasta el día
de hoy y el décimo y último tendrá lugar con la llegada
del Mashíaj. El censo de los judíos no constituye una mera
cuenta destinada a conocer su número sino que tiene como
finalidad revelar la esencia del alma produciendo su
elevación. Es un gesto de equiparación e igualdad que no
depende de la condición social, intelectual o económica de
la persona sino que está referida a la esencia propia del
alma. Por eso para ordenar el censo se usa la expresión:
"Elevad las cabezas de toda la congregación de los
Hijos de Israel...". Después del censo y la
clasificación por Tribus, Moshé instruye al pueblo sobre el
modo de acampar y viajar. La ubicación de las tribus en
relación al Mishcán es la misma establecida por el
patriarca Yaacov. El Santuario estaba en el centro de la
nación -Majané Shejiná- rodeado por los Levitas -Majané
Leviyá- que a su vez estaba rodeado por el resto de las
tribus, tres en cada dirección formando estas el Majané
B´nei Israel. Todos estaban envueltos en las Nubes de
Gloria.
Hashem ordenó
la ubicación de las Tribus en las cuatro direcciones. Según
la tradición cada punto cardinal es fuente de determinadas
fuerzas: la luz emana del Este; del Oeste la nieve y las
tormentas; del Sur las lluvias y el rocío; y del Norte la
oscuridad y las influencias malévolas. La ubicación
dispuesta por D-os hizo que cada grupo con su particular
mérito espiritual combatiera los agentes dañinos derivados
de las distintas direcciones.
Los blasones
utilizados en la actualidad, tienen su antecedente más
remoto en los estandartes -degalim- que identificaban a cada
Tribu en el desierto; solo que se distinguen de estos porque
aquellas fueron establecidas por D-os según el mérito de
cada tribu y con un profundo significado espiritual cuya
memoria nos hace mantenernos fieles a la Torá hasta hoy. [regreso al índice]
- NASO: Lleva la cuenta
Esta Parashá
es la más larga de toda la Torá; tiene 176 versículos. El
capítulo más largo de toda la Bíblia está en el libro de
Salmos -Tehilim- es el capítulo 119 que tiene también 176
versículos. El tratado más extenso del Talmud es el Baba
Batrá, que a su vez tiene 176 versículos. El nexo de Sinaí
a través de la entrega de la Torá se equipara al matrimonio
entre D-os y el pueblo judío; por tanto cualquier falta
cometida se considera como contraria al convenio establecido
entre D-os e Israel.
El censo de las
familias de los Levitas -Guershón, Kehot y Merarí-
determinó que 8.580 individuos entre 30 y 50 años, eran
aptos para la realización del servicio en el Tabernáculo.
La Torá tiene carácter eterno, aún los aspectos que no son
aplicables físicamente en la actualidad continúan
existiendo en el ámbito espiritual. El censo especial de los
Levitas les hizo adquirir un alto nivel espiritual: "lo
sujeto a numeración no se nulifica" y aseguró que no
serían afectados por la desolación del desierto sino que lo
transformarían en un lugar de divinidad. Esto nos enseña
que así como los judíos estuvieron en el desierto porque
D-os lo determinó, del mismo modo cada judío
individualmente tiene una misión que cumplir en el lugar
donde habita aun cuando ésta sea desolada. "D-os dirige
los pasos del hombre, cada persona se encuentra en el lugar
que está no por coincidencia sino por Providencia Divina
para que cumpla su misión de elevar el nivel de ese lugar.
D-os le garantiza a cada judío la habilidad,
independientemente del nivel espiritual en que se encuentra,
de poder alejarse del mal y acercarse al cumplimiento de
Torá y Mitzvot para lograr el mayor refinamiento de su
persona. Cuando el judío transgrede un precepto de no hacer,
o no cumple un precepto de hacer, es una mitzvá para él
hacer luego arrepentimiento -teshuvá, volver a la fuente
original. La Teshuvá tiene tres partes: el arrepentimiento
por la conducta inadecuada, la confesión oral y la firme
decisión de no volver a hacer lo mismo. En esta Parashá se
hace referencia a la parte de confesión oral que recibe el
nombre de "viduy". La plegaria Ashamnú tiene un
carácter confesional, comprende en orden alfabético 22
expresiones de culpa, pecado, o transgresión, se usa en
primera persona plural (somos culpables) para destacar la
responsabilidad en común que siente el pueblo judío por
todas las faltas cometidas por sus miembros. En el judaísmo
la confesión se hace directamente ante D-os porque El es el
único que puede perdonar nuestras acciones y dejarnos
comenzar de nuevo. El Talmud establece que una persona peca
cuando le entra una "tontera", un impulso
irracional. Un ejemplo de pecado es el adulterio que solo
puede ser cometido por una mujer casada y no por una soltera.
En el caso que un esposo sospechase de la infidelidad de su
mujer debía dirigirse al Cohén quien le hacía beber a ella
unas aguas amargas. Si la mujer era culpable inmediatamente
moría. También le sucedía lo mismo a la otra persona en
cualquier lugar en que se encontrara. En el caso de no
encontrarse culpa, era bendecida.
A través de
los Cohanim, D-os bendecía al pueblo de Israel con lo que
hasta hoy día se conoce como "Bircat HaCohanim".
Esta bendición en hebreo consta de 15 palabras, divididas en
tres versículos muy breves de tres, cinco y siete palabras.
Así dice: "Que D-os te bendiga y te guarde; que haga
resplandecer Su Rostro hacia tí y te agracie; vuelva Su
Rostro hacia tí y te conceda paz". El primer versículo
es una bendición por el éxito en la labor de cada uno y
protección en situaciones de peligro. El segundo, es el
pedido de iluminación a través del estudio de la Torá y el
tercero es una súplica a D-os para que en Su Gracia nos
escuche cuando le dirigimos nuestras oraciones. Concluye con
una plegaria por la paz en todos los sentidos. Bircat
HaCohanim es la única mitzvá cuya correspondiente
bendición estipula que debe hacerse "be´ahavá"
-con amor. Si una persona ha de impartir la bendición de
D-os a las demás debe estar imbuída de un sentimiento de
amor hacia quienes la reciben. La ceremonia de esta
bendición realizada en las festividades en la Sinagoga, es
corta, sencilla y dramática. Debidamente realizada inspira
reverencia.
La Parashá
finaliza con la descripción de las ofrendas presentadas por
las distintas tribus con motivo de la inauguración del
Tabernáculo. Todas consistían de lo mismo, lo que variaba
era el modo del servicio espiritual de cada tribu pues cada
una representaba un modo singular de servir a D-os aún
cuando todas juntas constituían la sola entidad del pueblo
judío.
[regreso al índice]
- BE´HAALOTJA: Cuando enciendas
Esta Parashá
se inicia con la mitzvá enconmendada a Aharón de encender
las luces de los siete brazos del Candelabro ubicado en el
Santuario. El término utilizado para encender es
"be´ha´alotja" que en forma literal significa
"cuando hagas subir" -cuando eleves. Aharón tenía
que encender las llamas hasta tanto estas se pudieran
mantener encendidas por sí solas. Las lámparas de la
Menorá del Santuario son el símbolo del alma: "La Luz
de D-os es el alma del hombre". La misión de Aharón
era la de elevar espiritualmente al pueblo, no sólo
encendiendo la llama del judaísmo sino engendrando en ellos
el amor a D-os que pudiera mantenerse por sí solo sin
necesidad de depender de una inspiración externa. Aharón
personifica la paz y el amor al prójimo. Tuvo el mérito de
acercar al pueblo a la Torá en vez de simplificarla para
bajarla al nivel en que ellos estaban. Elevó el nivel
espiritual de las personas para que vivieran según lo
establecido en ella. Actualmente existe la tendencia en
algunos sectores del judaísmo de simplificar el cumplimiento
de los preceptos, lo cual atenta directamente contra la
esencia y la existencia del judaísmo produciendo un ritual
sin significado y un vacío espiritual.
Aún cuando la
instrucción del encendido fue dada a Aharón, es aplicable a
todos los judíos en el ámbito espiritual porque cada uno es
miembro del "pueblo destinado al sacerdocio" y le
corresponde iluminar su camino y la de las demás personas
con la luz de la Torá. La función de la mujer judía es de
gran relevancia pues a ella fue concedido el privilegio del
encendido de las luces de Shabat y de las festividades -ella
es el soporte espiritual del hogar y por tanto posee las
fuerzas necesarias para promover la paz y la armonía,
alumbrando tanto a los suyos como al mundo exterior. Aharón
cumplió con entusiasmo la mitzvá del encendido de la
Menorá. Lo hizo personalmente con toda precisión durante
toda su vida aún cuando estaba autorizado para delegar esta
función en sus hijos, cosa que nos demuestra la importancia
de la disciplina y la constancia.
Los viajes que
tuvieron que hacer los judíos durante su travesía por el
desierto eran guiados por la voluntad divina por medio de las
Nubes de Gloria que indicaban su estadía en determinado
lugar o el avance a otro. A veces llegaban a lugares
desagradables como Mará o a otros con mayores recursos de
agua y árboles. Nunca durante los 40 años supieron la
duración exacta de su estadía en un determinado lugar,
demostrando así su aceptación y el deseo de seguir a D-os
independientemente del lugar en donde se encontraran. La
salida de un lugar a otro era anunciada por tres señales: la
Nube de Gloria apostada sobre el Tabernáculo se transformaba
en una columna recta. Moshé proclamaba "Kuma
Hashem" -levántate- ordenando a la Nube a partir y
finalmente los Cohanim hacían sonar las dos trompetas de
plata con el sonido correspondiente a la partida. Por
iniciativa del "airev rav" -aquellos que salieron
con los judíos de Egipto- B´nei Israel empezó a demandar
carne, además del Maná que era el único alimento que
recibían. Moshé se lo comunicó a D-os y El a pesar de su
enojo con el pueblo por haber sucumbido al deseo de comer
carne, hizo aparecer las codornices -slav- en abundancia para
que comieran de ellas hasta que se saciaran y les repugnara,
y se dieran cuenta de que aún las cosas más hermosas y
deseables se convierten en lo contrario si se tienen en
exceso.
La Torá
establece que Moshé era la persona más humilde del mundo,
aún más que los patriarcas. La humildad es la base de todas
las demás virtudes e invariablemente conduce al refinamiento
del carácter en oposición a la vanidad que produce la
degradación de la persona. La humildad no implica el
desconocimiento de los talentos, habilidades y potencial de
la persona, sino la conciencia de que todos estos beneficios
derivan de D-os y su generosidad. [regreso al índice]
- SHALAJ: Envía
En esta
Parashá se narra el episodio de los espías que fueron
enviados por Moshé para que conocieran la tierra de Canaán
a la cual estaban próximos a entrar. Se designaron doce
espías, uno por cada tribu que salieron el 29 de Siván de
2.449 en el calendario hebreo y regresaron 40 días después,
el 9 de Av -Tishá Be Av. Diez de los doce espías rindieron
un reporte negativo del país diciendo que es una tierra de
ciudades fortificadas, de personas gigantes, que sería
inconquistable y que la tierra los devoraría, lo cual causó
gran desánimo entre los judíos. Solo Caleb ben Yefuné y
Yehoshua bin Nun dieron una versión positiva diciendo que es
una tierra que mana leche y miel. El desconsuelo hizo al
pueblo llorar amargamente la noche del 9 de Av. D-os viendo
su actitud de desconfianza y poca fe decretó que por haberse
lamentado sin razón haría de ese día una ocasión de
verdadero duelo. Como se sabe la destrucción del Primer y
Segundo Templo ocurrieron en esa fecha además de muchos
otros acontecimientos trágicos para el pueblo judío.
El error de los
espías no residió en la falta de fe en D-os como se suele
explicar, sino su temor según enseña Jasidut, que estaba
fundamentado en que el ingreso a la tierra provocaría la
decadencia espiritual del pueblo que tendría que luchar por
la sobrevivencia y ocuparse de satisfacer todas las
necesidades que en el desierto eran cubiertas por D-os. Los
espías, personas de alto nivel espiritual especialmente
designados por Moshé, pensaron que la tierra devoraría a
sus habitantes en el sentido que las preocupaciones para el
logro de su manutención ocuparían todas sus energías en
detrimento del estudio de la Torá y el desarrollo de la
espiritualidad, que era más fácil de conseguir estando en
el desierto aislados, recibiendo Maná del cielo, agua de la
Fuente de Miriam y teniendo vestimentas que no se
desgastaban. Los milagros que sostenían a los judíos en el
desierto no representan el nivel máximo de la experiencia
espiritual, sólo fueron una preparación para el verdadero
objetivo de tomar posesión de la tierra de Israel y hacerla
una tierra santa y al mismo tiempo ocupándose de las cosas
comunes del mundo, impregnándolo con la luz espirital y
produciendo el verdadero milagro que ocurre cuando lo
infinito forma una unidad con lo finito. El objetivo de cada
una de las mitzvot -preceptos- es traer la divinidad a este
mundo en cada uno de los aspectos de la vida ordinaria
-conocer a D-os en todos nuestros caminos- entender que no
existe nada que queda fuera de Su dominio.
La falta de
comprensión por parte de los espías y de la mayoría del
pueblo de que todos los actos del hombre, aún los mundanos
están relacionados con la divinidad hizo que esa generación
no entrara a Eretz Israel, sólo sus hijos que fueron
educados adecuadamente merecieron entrar a la tierra y
habitarla cumpliendo los preceptos de la Torá.
En esta
Parashá se instruye sobre el precepto de Jalá que nos
demuestra que las mitzvot en el judaísmo están relacionadas
con el mundo físico, pues nada hay más material que el pan,
producto de la tierra y símbolo del sustento del hombre. Al
separar la Jalá -masa- mediante la respectiva bendición se
está reconciendo que todo el sustento deriva de D-os como
Fuente de Vida y ello transforma lo mundano y físico en algo
profundamente espiritual. Otro de los significados de la
Jalá se puede aprender del proceso de preparación de la
masa. Cuando el trigo crece cada espiga es reconocible, luego
aún en el proceso de desgranar y moler para obtener la
harina los granos son distinguibles. Sólo cuando se agrega
el agua se forma la masa y los granos individuales hacen una
unidad homogénea. Se puede separar la masa que se entrega al
Cohén (en la actualidad ese pedazo se quema). El simbolismo
de este proceso consiste en la importancia de la unidad del
pueblo judío, cada judío no es una unidad separada
independiente de los demás judíos del mundo sino que debe
estar preparado para dar de sí mismos y para compartir con
los demás. El agente unificador es la Torá que según
nuestros Sabios es comparada con el agua que unifica a los
judíos de todas las clases y los amasa en un todo.
Cumplir con la
mitzvá de jalá es privilegio de la mujer judía. Con ella
muestra a su familia lo que significa dar ánimo y ser
sensible a las necesidades de los demás. A través de su
observancia se revela la presencia de D-os en su casa y
recibe la bendición para todos los miembros de su familia. [regreso al índice]
En esta
Parashá se narra la sublevación de Coraj que junto con
doscientas cincuenta personas más, se rebelan contra la
autoridad de Moshé y Aharón alegando que si todo el pueblo
tenía la característica de ser santo, un pueblo de
sacerdotes, no había necesidad de que éste sacerdocio fuera
ejercido por Aharón sólamente y el pueblo liderizado por
Moshé. La protesta de Coraj previno de la envidia que
sentía por no poder ejercer el mismo liderazgo que sus
primos hermanos Moshé y Aharón quienes fueron designados
para tal fin por D-os por su nivel espiritual y por su
capacidad de no distorsionar la Torá. Moshé fue el más
humilde de las personas y Aharón era conocido por su
esfuerzos por lograr la paz. Sin embargo eso no frenó a
Coraj y a sus seguidores de acusarlos de arrogantes. Explican
nuestros Sabios que cuando una persona ve en otra defectos o
fallas es generalmente porque las posee y no las reconoce. La
envidia y el deseo de poder fueron los móviles de esta
acusación. Coráj y su séquito fueron castigados cuando la
tierra se abrió y se los tragó vivos confirmándose así la
autoridad dada por D-os a Moshé.
En la acción
todos los judíos se equiparan pero existen diferencias entre
ellos desde el punto de vista espiritual. El Alter Rebe
explicaba que los judíos son parte de un todo y cada uno
tiene su misión y beneficia a los demás compliendo su
función específica, del mismo modo que sucede con los
diferentes miembros del cuerpo. No se puede pensar que este
formado sólo por cabezas o sólo por manos. Si bien el
pueblo judío tiene la misión del sacerdocio que debe
impregnar lo mundano con la santidad en todos los actos de la
vida diaria como son: forma de vestirse, comer y comportarse,
también existen en su seno los sacerdotes que por su
grandeza espiritual están totalmente consagrados al servicio
sagrado.
Así como el
episodio de los espías indica la importancia de la acción
en el mundo físico para elevarlo espiritualmente, del mismo
modo lo sucedido con Coraj pone el énfasis en el componente
espiritual que también está imbuído de elementos mundanos
en el servicio sacerdotal (comer de los sacrificios, usar
vestimentas especiales). En el judaísmo la necesidad de
entrelazar la elevación espiritual con el mundo de la
acción mediante el cumplimiento de los preceptos tiene una
importancia capital. La actitud de Moshé al tomar la
iniciativa de buscar hacer las paces con los revoltosos nos
instruye sobre la importancia del "Shalom" -paz.
Aún en su posición de lider no deja que el orgullo lo
domine y va en busca de la paz. Muchas peleas son prolongadas
innecesariamente por orgullo, algunos no piden perdón aún
cuando están claramente errados en su posición, otros
porque creen tener la razón no lo hacen. Sin embargo debe
tomarse en cuenta que ningún esfuerzo por lograr la paz es
inútil. Cuando existe una pelea entre las personas el
énfasis debe ponerse en la paz y no en quien tiene o no la
razón.
Esta Parashá
demuestra la influencia que ejerce la mujer sobre su esposo.
La mujer de Coraj lo instigó para que liderizara la
rebelión, en cambio la mujer de On Benpeles aconsejó a su
esposo para que se separara de la conspiración y así lo
salvó de la muerte con que fueron castigados los demás. La
Torá define a la mujer como "ezer ke´negdó" -una
ayuda en su contra- que parece una expresión contradictoria.
Explican nuestros sabios que el hombre frecuentemente no es
capaz de juzgarse objetivamente y a veces no ve sus defectos
pero su esposa es capaz de verlo como realmente es. Si es
observante de las leyes de D-os y ayuda a su prójimo, ella
debe ayudarlo y estimularlo. Si por el contrario es
irrespetuoso y abusivo, ella debe oponerse a esa conducta,
señalarle sus errores y ayudarlo a mejorar. Bien sea como
"ayuda" o como "opositora" es innegable
la importancia de la mujer en el judaísmo en todas las
épocas.
[regreso al índice]
- JUCAT: Decretos Divinos
Las 613 mitzvot
de la Torá se subdividen en tres categorías, estas son: 1)
Edut -testimonios- como las mitzvot que están relacionadas
con eventos históricos de nuestro pueblo y la emuná -fe-
que engloba aspectos de nuestras creencias. Como ejemplos de
Edut figuran el Shabat como testimonio de la creación del
mundo y de la salida de Egipto; la celebración de fiestas
como las de Sucot, Pésaj y Shavuot, y las mitzvot de Tzitzit
y Tefilin que demuestran la fe en D-os. 2) Mishpatim -leyes-
que tienden a preservar el orden civilizado de la sociedad
tales como no matar, no robar, honrar a los padres; y 3)
Juquin -decretos- compuestos por aquellas leyes divinas cuya
explicación no está al alcance de la inteligencia y
comprensión del hombre. El origen divino de todas estas
categorías de mitzvot es lo que determina la necesidad de su
cumplimiento. El judío cumple los preceptos porque son
expresiones de la voluntad divina y no porque le parece
lógico o razonable. Al hacerlo se refina y eleva la
espiritualidad del mundo reafirmando su vínculo de
trascendencia. Los Mishpatim aún cuando coincidan con las
leyes civiles del país tienen naturaleza distinta, la ley
está basada y establecida por el hombre a diferencia de
aquella que emana de las palabras "Yo soy D-os, el
único D-os..... No matarás". Los testimonios -Edut- no
hubiesen sido conocidos por el hombre si D-os no los hubiera
revelado aún cuando son racionalmente comprensibles. Los
Juquim son la evidencia de la existencia de D-os como un ser
supremo con una lógica que va más allá de la comprensible
por la mente humana. Existen diferentes ejemplos de Juquim:
cashrut o mikvé por ejemplo, pero la Torá establece
explícitamente cuatro de ellos como tales: Yibún -la
mitzvá que hace el cuñado al casarse con la esposa viuda de
su hermano, que no haya tenido hijo; Shatnez -prohibición de
usar una prenda de vestir que tenga en su tejido mezcla de
lana con lino; Yair LaAzazel -el carnero que se mataba como
parte del servicio de Yom Kipur y que servía para expiar las
culpas del pueblo judío; Pará Adumá -vaca roja, que es
mencionada en la presente Parashá.
Una vaca roja
era sacrificada y sus cenizas eran mezcladas con agua que
purificaba a la persona que había tenido contacto con un
muerto; a la vez quien llevaba a cabo quemar a la vaca roja,
se contaminaba. Esta mitzvá que a nuestros ojos no tiene
ninguna lógica demuestra la total aceptación de la voluntad
divina como antítesis de la idolatría. La única persona a
quien se hizo comprender esta mitzvá fue Moshé porque no
participó ni activa ni pasivamente en el pecado de
idolatría del becerro de oro. El rey Salomón, considerado
el más sabio de los hombres, declaró que a pesar de sus
esfuerzos y estudios la mitzvá de Pará Adumá estaba fuera
del alcance de su comprensión. Hasta el día de hoy han sido
quemadas nueve vacas rojas -la primera por Elazar, hijo de
Aharón bajo la supervisión directa de Moshé; otra, en
tiempos de Ezra, la tercera y cuarta en vida de Shimón
Hatzadik, dos más en tiempos de Yojanan el Gran Sacerdote.
Desde la destrucción del Segundo Templo fueron quemadas tres
vacas más. La décima y última será preparada por
Mashíaj.
Después de
Matán Torá D-os elevó a los judíos por encima del poder
del Angel de la Muerte. Al no estar sujetos a la muerte -como
antes del pecado de Adán- la impureza desaparece. D-os
designó a la vaca -madre del becerro- para purificar la
impureza causada por el pecado del "becerro de
oro". El angel de la Muerte no pudo ejercer su poder
sobre seis justos -tzadikim- quienes murieron al partir su
alma por el llamado Beso Divino -mitat neshicá. Ellos
fueron: Abraham, Itzjak, Yaacov, Moshé, Aharón y Miriam.
Miriam muere el
10 de Nisán del cuadragésimo año en el desierto a la edad
de 123 años. Aharón su hermano, muere a la misma edad, el
1° de Av del año 2.487. La "Fuente de Miriam" de
la cual los judíos tomaban agua durante su estadía en el
desierto desaparece temporalmente con la muerte de Miriam
para que tomaran consciencia que existía por el mérito de
ella. Lo mismo sucede con la desaparición temporal de las
Nubes de Gloria que acompañaban a Israel por el mérito de
Aharón y que son restituidas por el mérito de Moshé. [regreso al índice]
Después de la
victoria del pueblo de Israel contra Sijón y haber vencido
al amorita Og rey de Bashan, sobreviviente de los gigantes
existentes antes de la época del diluvio, los demás pueblos
por donde tenían que pasar los judíos les tenían gran
temor. En Moab se designó un nuevo rey llamado Balak, quien
usó los servicios de Bilam para que con sus poderes
maldijera al pueblo judío. De acuerdo a la Guemará Bilam
era hijo de Laban y creyó en la calumnia de que Yaacov
había robado a su padre sus posesiones, de allí el odio que
profesaba a todos sus descendientes. En Egipto como consejero
del Faraón fue el que propuso que los recién nacidos
judíos varones fueran echados al Nilo. Tenía además
especial adversidad por Moshé porque se consideraba su igual
en sabiduría. Bilam a diferencia de Balak ocultaba su odio
hacia los judíos bajo su poder de profecía. Bilam imploró
a D-os que le permitiera maldecir a los judíos pero mientras
formulaba la maldición en su mente y corazón D-os cambiaba
su intención y le hacía pronunciar lo contrario de lo que
estaba pensando, por ello de cada bendición podemos deducir
la maldición respectiva.
Los cuatro
ayunos referidos por el profeta Zacarias 8:19 son: Tzom
Guedaliá -Ayuno de Guedaliá, Asará Betevet -10 de Tevet,
Shiva Asar Betamuz -17 de Tamuz y Tisha BeAv -9 de Av. Todos
están relacionados con la destrucción del Templo -Beit
Hamikdash- y con el exilio. El ayuno del 17 de Tamuz empieza
temprano en la mañana y culmina al anochecer. En estas
fechas ocurrieron varios acontecimientos lamentables: el
rompimiento de las Tablas de la Ley de Moisés, cuando al
bajar del Monte Sinaí vió a los judíos idolatrando al
becerro de oro. En el año 70 e.c. en ese día son derivadas
por los romanos al mando de Tito las murallas que protegen a
la ciudad de Jerusalem dando inicio así al proceso de
destrucción del Templo que ocurre el 9 de Av. También en el
mismo día los romanos queman públicamente un Sefer Torá y
construyen un ídolo en el patio del Templo. El antecedente
más remoto de esa fecha ocurre cuando por primera vez Noaj
manda a una paloma fuera del Arca para saber si las aguas
habían bajado de nivel mostrando tierra seca y esta regresa
sin ninguna señal. De allí se considera que en ese día el
pueblo judío no tendría reposo como no pudo tener la paloma
porque las aguas cubrían toda la tierra.
El período de
tres semanas que va del 17 de Tamuz al 9 de Av es un tiempo
de luto en el cual ocurrieron los hechos que dieron lugar a
la destrucción de los dos Templos, en ese lapso no se
celebran bodas ni fiestas. Ese tiempo se conoce con el nombre
de Bein HaMeitzarin -entre limitaciones, problemas. Es un
tiempo en el cual estamos llamados a la reflexión. Dice el
Talmud que el Beit Hamikdash fue destruido por el odio
gratuito existente entre los judíos -sinat jinaim- la
envidia y el egoísmo fueron la semilla de la destrucción.
Es nuestra responsabilidad revertir ese proceso de trágica
declinación practicando el amor gratuito -ahavat jinam-
cultivando un espíritu de solidaridad, apoyo, perdón y
comprensión mutua. De este modo como dice Maimónides, estos
días de luto se transformarán en días de fiestas y
alegría con la construcción del tercer y último Templo. [regreso al índice]
El fracaso de
Bilam en maldecir al pueblo de Israel (las maldiciones se
convirtieron en bendiciones) conduce a Balak y a los nobles
de Midyan a poner en acción otro plan que logra tener éxito
al hacer pecar a los judíos. Las mujeres moabitas seducen a
los hombres judíos, los embriagan, les hacen adorar a su
ídolo Ba´al Peor y cometen actos inmorales. Kozbi hija de
Balak, es llamada por Zimri, príncipe de la tribu de Shimón
a su tienda en abierto desafío a Moshé y a las leyes
imperantes. Pinjas hijo de Elazar y nieto de Aharón mata a
ambos en nombre de D-os salvando así al resto del pueblo del
castigo divino. La plaga que se había desatado
por los pecados cometidos mató a 24.000 judíos, todos de la
tribu de Shimón. Este acontecimiento de Shitim es
considerado de mayor gravedad que el del becerro de oro
cuando mueren 3.000 personas, ya que al nuevo pecado de
idolatría se suma el de inmoralidad que es castigado con
gran severidad. A lo largo de la historia cada tribu produjo
grandes líderes, con excepción de la tribu de Shimón de la
cual provenía Zimri. Nuestros sabios explican que si Pinjas
hubiese preguntado al Tribunal si se debían tomar medidas
contra los pecadores, éste hubiese respondido en forma
negativa. La acción cometida por Pinjas con sus sentimientos
de celo a D-os está calificada en la Ley judía como
"es ley pero no se instruye". El Tribunal no puede
ordenar el castigo pero la persona, como el el caso de Pinjas
que estaba presente en el acto vergonzoso, está obligada a
reclamar y a obrar contra la profanación del Nombre de D-os.
Pinjas
es premiado por D-os con un pacto de paz para sus
descendientes. Se le premia con el sacerdocio eterno por
cuanto mostró amor por su D-os y logro expiación para los
hijos de Israel. Durante la época del Primer Templo 18
Cohanim Guedolim -Grandes Sacerdotes- fueron descendientes de
Pinjas y durante el Segundo Templo, ochenta. A pesar de que
Moshé había intervenido numerosas veces para aplacar la ira
de D-os contra su pueblo, no fue premiado como Pinjas. La
actuación de ambos era diferente, Moshé lograba el perdón
por medio de la plegaria que era escuchada por D-os; Pinjas
lo hacía por medio de la acción llevando a las personas al
arrepentimiento.
La
abnegación de Moshé era de naturaleza espiritual, en cambio
la de Pinjas era física, arriesgaba su vida. Cuando el
servicio de la persona es el resultado de la iluminación
divina que impregna el mundo físico como es el mundo de
Moshé, no hay garantía de la durabilidad de su efecto -el
nivel físico no se purifica ni eleva y regresa a su estado
anterior una vez que la iluminación espiritual cesa. Cuando
la iluminación espiritual deriva del servicio del hombre
como en el caso de Pinjas quien con su acción eleva y
purifica el mundo físico llevando a las demás personas a
retornar a su esencia, entonces el efecto es duradero y el
perdón permanente.
D-os
instruye a Moshé para que se enfrente en guerra contra
Midyan por la tentativa de estos de corromper a los
israelitas moralmente y de intentar destruirlos
espiritualmente, lo que es aún más grave que la
destrucción física como la que pretendía Egipto. En la
actualidad tendríamos que reflexionar sobre las precauciones
que tomamos para la protección física y espiritual de
nosotros y de nuestros hijos. Se han hecho numerosas
racionalizaciones para justificar la exposición de los
niños a la gran cantidad de material sobre violencia en los
medios como algo normal del mundo que los rodea porque
"tienen que acostumbrarse porque no se les puede tener
en una cúpula de cristal". Sin embargo las enfermedades
contagiosas, las radiaciones y las altas velocidades también
son parte del mundo real pero ningún padre responsable
expondría a sus hijos a ello. Entonces, se hace el mismo
énfasis en la protección espiritual? La Torá así lo exige
porque según su perspectiva la espiritualidad es la vida. [regreso al índice]
Con estas dosLIBRO DEVARIM: DEUTERONOMIO
Parashot se finaliza la lectura del cuarto libro de la Torá,
Bamidbar -Números, literalmente "En el desierto".
Las Parashiot -porciones de la Torá- son leídas siempre
durante el período de las tres semanas que van del 17 de
Tamuz al 9 de Av, ambas fechas de ayuno, la primera por haber
caído las murallas que rodeaban la ciudad de Jerusalem y la
segunda, por la destrucción del Templo en el año 70 de la
era común. Si bien este es un tiempo de constricción y
tristeza por la destrución del Templo, también lo es de
esperanza por la construcción del Tercer y último Templo
con la llegada del Mashíaj.
Matot -tribus-
significa en su traducción literal palos, estacas, un pedazo
de madera seca, fuerte y firme que alude a la fortaleza del
alma y su posibilidad de sobreponerse a las limitaciones del
mundo físico, a los tiempos de exilio. Durante su travesía
por el desierto el pueblo por mandato divino hizo 42 viajes
cuyas estaciones son mencionadas en la Torá. Todos estos
viajes se consideran parte del éxodo de Egipto, no sólo el
primero cuando efectivamente salieron de Ramsés y acamparon
en Sucot. Si se entiende que Egipto -Mitzraim- no solo es un
lugar sino un estado espiritual ya que todo el tiempo que el
pueblo judío no esté en su tierra se considera que está
restringido, limitado y por tanto cada viaje representa la
salida de esta limitación. De las 42 estaciones, el primer
año antes del envío de los espías, estuvieron en 14
lugares y después de la muerte de Aharón en el
cuadragésimo año de su travesía por el desierto se
quedaron en ocho lugares. Así durante los 38 años restantes
se detuvieron en 20 estaciones. En Kadish, acamparon por 19
años. La travesía por los distintos lugares del desierto
era parte del plan divino para curar a los judíos de las
enfermedades físicas y morales que habían contraído
durante el largo exilio en Egipto, dando tiempo suficiente
para la preparación espiritual necesaria para la entrada a
Eretz Israel.
Masei -viajes-
no solo hace referencia a los viajes que acercaban cada vez
más al pueblo a la Tierra Prometida; sino también en su
acepción espiritual que alude al refinamiento y a la
elevación logrados por las personas a través del
cumplimeiento de Torá y mitzvot.
D-os instruyó
a Moshé sobre la distribución de la tierra entre las Doce
Tribus. A las de Menashé y Efrayim les correspondió doble
porción pero la Tribu de Leví no recibió ninguna. Sólo
los hijos varones tenían derechos hereditarios en la tierra
de Israel. Sin embargo es conocido el episodio de las cinco
hijas de Tzofad -un judío fallecido en el desierto- quienes
reclamaron su derecho a todos los niveles del sistema
judicial establecido hasta llegar a Moshé quien consultó a
D-os y Este respondió que ellas tenían razón en su reclamo
y debía serle asignada una porción de tierra en Israel como
herederas de su padre. Lo ocurrido demuestra una vez más el
amor de las mujeres judías por la tierra de Israel y la
tenacidad en su lucha por obtener los derechos que les
correspondían por sobre todos los obstáculos aún cuando
éstos fueran de carácter legal.
En Parashá
Matot se establecen las leyes relativas a las promesas
-néder- y juramentos -shvuá. Existen tres situaciones en
las cuales un judío, a conciencia de su compromiso, puede
hacer una promesa o voto como por ejemplo cuando ha adquirido
malos habitos que quiere dejar, hace una promesa para
reafirmar su decisión. Si a la persona se le presenta una
mitzvá, puede prometer hacerla para no perder la oportunidad
y también se acostumbra hacer promesas en tiempos de crisis,
tradición que viene del patriarca Yaacov quien prometió a
D-os donar la décima parte de sus ganancias si regresaba
sano y salvo de la persecución de su hermano Esav.
El término
néder se aplica cuando la persona promete restringirse en
relación a determinado objeto, por ejemplo, dejar de tomar
vino. Cuando la persona promete restringirse en relación a
la ejecución de determinada actividad está haciendo un
juramento -shvuá. En ambos casos las promesas son
obligaciones aún cuando no se pronuncie el nombre de D-os en
ellas. De allí la tan popular expresión "bli
néder" -sin promesa- cuando se planifica o manifiesta
alguna intención y no se tiene la seguridad de cumplirla.
Moshé ve la
tierra de Israel desde el Monte Nevó y nombra por orden de
D-os a Josué -Yehoshúa ben Nun- su sucesor en la
conducción del pueblo. Moshé es instruído sobre las
últimas mitzvot relativas a Eretz Israel en compensación a
la prohibición de su entrada al país. [regreso al índice]
- D´VARIM: Palabras
Esta Parashá
da comienzo al quinto libro de la Torá que lleva el mismo
nombre y que también es traducido como Deuteronomio.
Generalmente se le denomina "Mishne Torá" -la
repetición de la Torá- porque en él Moshé repasa
prácticamente toda la Torá con el pueblo antes de su
muerte. Se dirige a la generación que entraría a Eretz
Israel y por ello repetidamente enfatiza el mandamiento
contra la idolatría para prevenir a los judíos de las
prácticas de los pueblos que habitaban en Canaán. Cuando
Moshé se dirigía a la generación que estuvo presente en
Matán Torá -Entrega de la Torá- en Sinaí, no utilizó
nunca el término "creer" sino los verbos ver, oir
y saber, porque todos los acontecimientos fueron presenciados
por ellos o sus padres y por tanto tenían conocimiento
cierto de los hechos. Como las generaciones sucesivas
tendrían que basarse en el testimonio de sus antecesores, el
Libro D´varim enfáticamente ordena a cada padre transmitir
a sus hijos los acontecimientos de Matán Torá. Estudiar el
Libro de D´varim es una manera excelente para reafirmar la
fe -emuná- palabra que proviene del hebreo emet -verdad-
porque hace referencia a los preceptos fundamentales de amor
y temor a D-os y nos conduce a reconocer la Grandeza de D-os
y su Torá.
En este libro
se advierte sobre los futuros castigos por el olvido de la
Torá, siendo uno de ellos la dispersión de los judíos a lo
largo y ancho del mundo. Concluye con la profecía de la
Redención Final para así cerrar el ciclo iniciado con la
creación del mundo. Moshé frente a todo el pueblo reunido
en asamblea, para lo cual D-os hizo el milagro de magnificar
su voz, habla al pueblo haciendo alusión a los eventos y
experiencias negativas ocurridas durante la travesía en el
desierto. El nombramiento de los 70 jueces a los cuales se
refiere Moshé nos enseña que D-os no consideraba
beneficioso el monopolio del liderazgo y aún cuando los
jueces no podían equiparar el nivel de eminencia de Moshé,
podían desarrollar niveles de grandeza y distinción, cada
uno según su potencial.
Cada persona
tiene la misión de descubrir la mejor forma de poder
utilizar sus talentos para servir a D-os. A cada individuo se
le da ciertas habilidades las cuales debe desarrollar al
máximo y el patrón de comparación no es respecto a otra
persona, sino a sí mismo, a la posibilidad de desarrollar su
propio potencial.
En el Tratado
Talmudico "Makot" se lee el siguiente relato:
Sucedió que Raban Gamliel, Rabí Elazar ben Azaria y Rabí
Akiva, luego de la destrucción del Segundo Templo,
ascendieron a Jerusalem. Cuando arribaron al monte Tzofim
rasgaron su ropas. En el Monte del Templo vieron a una zorra
saliendo del lugar donde estuvo el Kodesh HaKodashim -Arca
Sagrada. Rompieron en llanto mientras Rabí Akiva reía. Le
preguntaron: por qué te ries? El les dijo: por qué lloráis
vosotros? Entonces ellos respondieron: Pues está escrito
sobre el Templo (Num. 8): "el ajeno que se acercare
morirá" y ahora las zorras deambulan por allí... no
hemos de llorar? Respondióles Rabí Akiva: Por eso mismo rio
yo, pues está escrito (Isaías 1): "Y pondré para Mi
por testigos fidedignos a los sacerdotes Oriá y
Zejariahu". Qué relación hay entre Oriá y Zejariahu,
si Oriá vivió durante la época del Primer Templo y
Zejariahu durante la del Segundo? ...... Han sido colocados
juntos en el versículo para hacer depender la profecía de
Zejariahu de la de Oriá. en el caso de Oriá está escrito
(Mijá 3): "Por eso, a causa de ustedes, Tzión como un
campo será arada" (profecía de la destrucción del
Templo e inicio de la Diáspora). En el caso de Zejariahu
está escrito (Zejaría 8): "Todavía volverán a
residir ancianos y ancianas en las calles de Jerusalem"
(profecía de la redención y la reconstrucción de
Jerusalem). Continúa entonces Rabí Akiva con su
explicación: Mientras no se había cumplido la profecía de
Oriá, temía yo que no habría de cumplirse tampoco con la
de Zejariahu. Ahora que se ha cumplido la profecía de Oriá,
estoy seguro de que también la profecía de Zejariahu habrá
de cumplirse. Le contestaron entonces los otros: Akiba !! nos
has consolado !!.
El Shabat que
precede a Tisha Be´Av se llama Shabat Jazón por cuanto se
lee como Haftará -porción del Libro de Profetas- la famosa
visión -Jazón- de Yeshayahu ben Amos -Isaias. Esta
profecía con la que se inicia el libro de Isaías expone las
advertencias del profeta al pueblo en sus días previos a la
destrución del Templo, instándolo a arrepentirse de sus
malas acciones y así evitar la desgracia. El pueblo no
prestó atención a sus palabras y sucedió la destrucción.
En el episodio extraído del Talmud antes relatado, leemos el
diálogo mantenido por los grandes Sabios del pueblo de
Israel poco tiempo después de la destrucción del Templo. No
cabe duda que también Rabí Akiva sentía dolor por la
destrucción del Templo pero él se alegró al ver al zorro
ya que comprendió que habría una futura redención
definitiva que llevará al pueblo a un estado sin
precedentes: florecerá lo espiritual y lo material
simultáneamente, regresará todo el pueblo a la tierra santa
y se restaurará el reinado de David como antaño. Más esa
maravillosa redención depende de la destrucción y el exilio
precedentes. Por eso Rabí Akiva al ver a Jerusalem destruida
sintió que su corazón se llenó de alegría y tuvo fé en
la segunda parte de la profecía: D-os haría regresar a los
expatriados, trayendo la redención de Israel. Si bien es
cierto que Rabí Akiva reveló el motivo de su alegría y que
su explicación fue aceptada por sus compañeros, pareciera
ser que aún hay un aspecto que exige aclaratoria. Uno de los
más profundos interrogantes que presenta la doctrina judía
consiste en el cuestionamiento del descenso del alma de su
altura celestial, al plano de lo corpóreo y material.
Definida como algo espiritual y puro el alma que procede de
mundos espirituales elevados desciende de su nivel y se
materializa en un mundo físico y material, mundo que para el
alma es algo diaspórico. Entonces para qué se envió al
alma al mundo material? La respuesta es de un descenso en
aras a un ascenso. Vale decir que después que el alma lleve
a término su misión en este plano inferior, no sólo
regresará a "su lugar" de origen sino que será
acreedora al privilegio de elevarse a un nivel superior, que
no tendrá parámetros de comparación con su nivel anterior.
En tanto el alma permanece en un nivel original, antes de
descender al mundo, carece de la posibilidad de cambio que la
hiciera acreedora al privilegio de elevación. En las esferas
espirituales el alma no se enfrenta con pruebas que la
inciten, y no precisa luchar para mantenerse en el camino
correcto.
La
constricción y el luto que caracterizan las tres semanas y
en especial los nueve primeros días de Av son interrumpidos
en Shabat, porque en ese día debe prevalecer la alegría. En
el Shabat anterior a Tisha Be´Av debe incrementarse aún
más la alegría, más de lo usual para que no quede ninguna
sombra de tristeza pues se le compara con la época de la
Redención por venir que será definitiva en perfección
espiritual. Desde el Shabat despues deTisha Be´Av hasta el
de antes de Rosh Hashaná siguen una serie de siete Haftarot
con profecías de consuelo y salvación que tendrá el pueblo
judío y que se conocen con el nombre de Shivá de Nehamatá
-siete de consuelo. [regreso al índice]
- VA´ETJANAN: Rogué
Esta Parashá
comienza con el ruego de Moshé a D-os para que lo deje
entrar a la Tierra Prometida. Aún cuando Moshé sirvió
durante toda su vida a D-os, no hace esta petición como
recompensa sino en todo de súplica. Sabiendo que tenía
escaza oportunidad de que su ruego fuera concedido siguió
rezando hasta el final, lo que nos demuestra que ningún rezo
es en vano aún cuando no se obtengan resultados tangibles e
inmediatos.
Moshé exhorta
al pueblo para que se mantenga siempre fiel a la Torá
cumpliendo sus leyes y preceptos como la única forma de
vivir plenamente y cumplir su misión en el mundo. Sin
embargo, profetiza que luego de la llegada del pueblo a Eretz
Israel y después de vivir allí por varias generaciones
pecará, se volverá idólatra y será exilado, dispersado
entre todas las naciones del mundo. Ocho siglos y 52 años
después del éxodo de Egipto el pueblo fue expulsado de
Eretz Israel cumpliéndose la profecía de Moshé.
Durante su
permanencia en el exilio Moshé advierte al pueblo que debe
hacer Teshuvá, retornar a su esencia judía y a sus raíces.
Dicen nuestros Sabios que aún en los casos más extremos de
alejamiento de D-os siempre existe la posibilidad de
establecer relación con El. Dice el pasuk "buscarás a
D-os y lo encontrarás" ya que en este caso buscar ya es
encontrar. A diferencia de la búsqueda de un tesoro que de
no ser encontrado resulta en vano. En este caso la misma
búsqueda, el proceso de acercarse a D-os y la disposición a
mejorar, ya constituye un encuentro.
En esta
Parashá Moshé repite los Diez Mandamientos que aparecen por
primera vez en Parashá Yitró, pues esta generación pronta
a entrar a Israel no los había oído directamente la vez
anterior, aún cuando sus padres se lo relataron
vívidamente. Los Diez Mandamientos están escritos en
singular para que cada persona entienda que tiene la
obligación de cumplirlos. Además los últimos cuatro
mandamientos empiezan con la palara "y" : "y
no robarás..... y no cometerás adulterio...." lo que
nos enseña que el trasgredir uno, inevitablemente nos lleva
a incumplir los demás. El mandamiento "no
matarás" implícitamente comprende otras prohibiciones
como las siguientes: dar testimonio que pueda provocar la
muerte de alguien o negarse a revelar un secreto que pueda
salvar a una persona de la destrucción -matar a alguien
hablando mal de él- o avergonzar´públicamente al prójimo,
acortar la vida a quien está cercano a la muerte
(eutanasia), practicar abortos, y para un juez, condenar a
muerte a un inocente.
Moshé enseña
al pueblo la mitzvá de reconocer y creer en la unidad y
unicidad de D-os por medio del precepto de Shemá Israel que
debe ser recitado dos veces al día, en la mañana y en la
noche, antes de dormir. Cuando se ve el Shemá escrito en
hebreo se pueden distinguir dos letras que sobresalen por su
tamaño; la Ayin, última de la palabra Shemá -oye- y la
Dalet, última de la palabra Ejad -uno; estas dor letras
forman la palabra "ed" que significa testigo. Los
judíos testimonian la verdad de la unicidad de D-os que
proclaman dos veces al día. El Shemá consta de tres
párrafos: 1) "Veahavta" -y amarás a D-os, que
establece el amor a D-os como mitzvá, se ama a D-os porque
El lo ordena y además, con todo el ser, tanto con "la
inclinación al bien" como con la "inclinación al
mal" por eso se utiliza la palabra levavja (en plural:
corazones). 2) "Vehaya im shamoá tishmeú et
mitzvotai", que exhorta al cumplimiento de las mitzvot,
está expresada en plural para denotar la importancia de su
cumplimiento por todo el pueblo judío y 3)
"Vayomer", que hace referencia al éxodo de Egipto.
Cuando se dice el Shemá se cubren los ojos porque se
considera que está presente en ese momento la Providencia
Divina.
T´u Be Av -15
de Av, es una fecha festiva que se conmemora porque en ese
día en el año cuadragésimo de la travesía por el desierto
cesó la muerte de aquellos que formaban la generación que
hizo caso al informe negativo de los espías que habían
entrado a Eretz Israel. También fue el día en que se
permitió los casamientos entre los jóvenes de las
diferentes tribus, que antes habían estado prohibidos. Ese
día se equipara al de Yom Kipur porque en él D-os perdonó
el pecado de lo espías y en Yom Kipur, el del becerro de
oro; con la diferencia que en T´u Be Av no se ayuna. [regreso al índice]
- EKEV: Por cuanto
La mitzvá de
la lectura del Shemá que debe hacerse dos veces al día
incluye tres preceptos fundamentales: Creer en la unidad de
D-os y su poder sobre todo el universo; amor a D-os como una
condición necesaria para el cumplimiento de su voluntad y
estudiar Torá. El precepto de fijar la Mezuzá en las
puertas de las casas es para recordar la unidad de D-os y la
vinculación con El, al salir y entrar a la casa. La
recompensa de larga vida para la persona y sus hijos, es
expresada enseguida después de su enunciado, tal como sucede
con la mitzvá de honrar a los padres. Nuestros sabios dicen
que cuando una persona fija una Mezuzá a la entrada de su
casa D-os protege ese hogar. Esa protección no es una
recompensa por haber cumplido el precepto sino que es parte
integral de la mitzvá y resultado de la misma. La parte más
importante de la Mezuzá no es la del estuche exterior que
puede tener cualquier forma sino el pergamino que está en su
interior sobre el cual se escriben a mano por un escriba
especializado los párrafos de Shemá Israel y Vehayá. El
pergamino debe derivar de la piel de un animal casher y no se
pueden hacer correcciones ni tachaduras. Cada palabra debe
ser escrita con la misma frecuencia en que aparece en la
Torá. Existen 4.649 leyes que deben seguirse para la
escritura de cada Mezuzá. Cada Mezuzá contiene 22 líneas y
713 letras que deben estar perfectas para que la misma sea
considerada casher. Su escritura demora de dos a cinco horas
dependiendo del escriba. Cada letra posee las
especificaciones de cómo debe ser escrita y la parte más
difícil es la de escribir con finas líneas las coronas que
llevan algunas letras.
El equivalente
hebreo de la palabra "mezuzá" es de -65- que es el
valor numérico de uno de los nombres de D-os:
"Adonai", cuya acepcióin es la de Amo del
Universo. Al cumplir la mitzvá Lo reconocemos como tal. Las
letras que forman la palabra Mezuzá arregladas en forma
diferente forman las palabras "zoz mavet" que
significa "la muerte se fue". La Mezuzá aleja la
muerte, la tristeza y la depresión. En el reverso del
pergamino aparece el nombre divino "Shaday" que
también es acróstico de las palabras en hebreo "Shomer
Dlatot Israel" que significa: Guardian de las Puertas de
Israel. Las Mezuzot deben ser revisadas por lo menos dos
veces en un período de siete años. Se acostumbra hacerlo en
el mes de Elul -septiembre- para mostrarle a D-os la
diligencia que tenemos en el cumplimiento de Sus preceptos
antes de las festividades solemnes.
En esta
Parashá Moshé transmite al pueblo las bendiciones que
tendrá en este mundo si cumple las ordenanzas y los
preceptos que les ordenó. Entre ellas se pueden mencionar:
la bendición al fruto del vientre y al fruto de la tierra,
al trigo, al mosto y al aceite así como la eliminación de
las enfermedades, de la esterilidad y del dominio de los
países que los adversen. También les explica que la
recompensa mayor por el cumplimiento de mitzvot no se da en
este mundo que es tan sólo la antesala del Mundo Venidero
donde se da el máximo de deleite espiritual. Nuestros sabios
describen nuestro paso por el mundo diciendo: "Este
mundo se asemeja a una antesala. El Mundo Venidero se compara
a un palacio, prepárate bien en la antesala para ingresar al
palacio". El descenso del alma a este mundo material
tiene una misión. Ese descenso, cuyo propósito es una
maravillosa elevación en el mundo venidero después de
concretar su objetivo, está sujeto a numerosas pruebas que
se le imponen. En general, las pruebas por las que atraviesa
la persona en su vida son de dos categorías: abundancia y/o
dolores y problemas. Como ejemplo de pruebas podemos
considerar la conocida historia de la vida de Job.
El pueblo
judío deambuló por el desierto durante 40 años antes de
entrar a Eretz Israel. El propósito de este deambular lo
atestigua la Torá en Deut. 8:2 "Hacerte sufrir para
probarte, para saber qué hay en tu corazón -si cuidarás
mis preceptos o no". para merecer el regalo de la tierra
de Israel el pueblo judío está obligado a demostrar que es
digna de recibirla.
La Torá ordena
recitar Bircat Hamazón -la mitzvá de bendecir a D-os
después de haber comido pan. Esta bendición está compuesta
por cuatro partes: Bircat Hazán -la bendición a Quien
alimenta a todos los seres, instituída por Moshé cuando fue
recibido el Maná. Bircat Haáretz -bendición a la Tierra,
introducida por Josué cuando tuvo el mérito junto con el
pueblo de entrar a la Eretz Israel. Bircat Yerushalaim -la
bendición por la paz en Jerusalem, establecida por los Reyes
David y Salomón, donde también se pide por la pronta
reconstrucción del Templo. Hatov Vehametiv -la bendición
por Quien es Bondadoso, añadida por los Sabios para
conmemorar el milagro ocurrido en relación a la revuelta de
Bar Kojba después de la destrucción del Segundo Templo.
La Parashá
finaliza con el enunciado de dos mitzvot: la mitzvá de amar
al guer tzédek -converso al judaísmo por justas razones y
desinteresadamente- y el precepto de rezar, que es
considerado como el servicio del corazón, la forma de
acercarse a D-os y elevarse espiritualmente. [regreso al índice]
- RE´E: Mira
Cada Shabat
después de la Parashá correspondiente se lee una parte
seleccionada de los profetas. Esta lectura recibe el nombre
de Haftará y generalmente está relacionada con el contenido
de la Parashá con excepción de los tres sábados anteriores
a Tishá Be´Av, cuando las Haftarot se refieren a la
destrucción del Templo y a la diáspora. Después del 9 de
Av, D-os consuela al pueblo judío por intermedio de sus
profetas diciéndoles que serán redimidos. Estas palabras de
consuelo son las leídas durante las seis semanas siguientes
y reciben el nombre de "Siete de Consuelo". El
sábado que es el tercer "Shabat de consuelo" se
lee por tercera vez profecías que vaticinan un destino
prometedor para el pueblo judío. De acuerdo a la ley judía
una cosa que se repite tres veces cobra fuerza y enfatiza el
tema. Como ejemplo se puede usar el derecho de propiedad. Si
una persona habita en una casa por tres años sin que nadie
proteste, adquiere un derecho de dominio sobre ella aún
cuando no exista un documento que lo confirme o verifique. En
términos generales la propiedad se afirma a pesar de que se
debiera cumplir con otros requisitos. Esta regla recibe el
nombre de Jazaká porque no solo se trata de repetición sino
de reafirmación, una categoría diferente decisiva que
sobresale cuando se leen por tercera vez las profecías de
redención.
La Parashá
comienza con las palabras: "Mira que pongo delante de
ustedes hoy bendición si cumplen los preceptos y maldición
si se apartan del camino de D-os; y luego aconseja a que se
escoja la bendición cumpliendo todas las leyes y preceptos.
Esta es una de las formulaciones del Libre Albedrío o
libertad de elección que tiene la persona entre el bien y el
mal.
El bien y el
mal no dependen de la persona, de su juicio u opinión, estos
están previamente determinados en la Torá, lo único que
una persona puede hacer es elegir entre ambos. La elección
acertada conducirá a una vida de bendición y refinamiento a
partir del cumplimiento de las mitzvot destinadas a tal fin,
que reafirman además el carácter espiritual trascendente
que tiene el hombre en contraposición a todos los demás
seres creados.
Cuando la Torá
se refiere a la ciudad de Jerusalem usa la expresión:
"el lugar que D-os escogió". Traducido
literalmente el nombre Yerushalaim significa "total
reverencia". Eso no sólo se refiere a la localización
geográfica sino que incluye todo lugar en el cual el judío
cumpla su servicio espiritual. Se considera que "una
persona se encuentra donde está su voluntad". Esta es
la razón que explica por qué los judíos rezan en
dirección al Este teniendo en mente a Israel, Jerusalem, el
Templo y el Arca donde se encuentran las Tablas de la Ley.
Rosh Jodesh
Elul es el comienzo del último mes del año que es
considerado como mes de balance y reflexión, un tiempo para
analizar nuestro comportamiento en el año que está por
finalizar y de preparación espiritual para el comienzo del
año que entra con la celebración de los Días Solemnes de
Rosh Hashaná y Yom Kipur. En el mes de Elul se toca el
Shofar todos los días después del rezo matutino con
excepción de Shabat y el día anterior a Rosh Hashaná. Al
rezo matutino y verpertino se añade el Salmo 27 que expresa
la absoluta fe en D-os. Se da Tzedaká adicional cada día.
Se reza Slijot que son plegarias especiales en las cuales se
pide perdón a D-os y se bendice el año venidero. Los
ashkenazíes en la semana anterior a Rosh Hashaná y los
sefaradíes durante todo el mes. Ese período tiene su origen
en los tiempos de Moshé quien después del éxodo subió
tres veces al Monte Horev en el Sinaí. La primera vez el 7
de Siván al día siguiente de la entrega de la Torá, la
segunda el 18 de Tamuz cuando pide a D-os que perdone al
pueblo por el pecado del becerro de oro y la tercera vez en
el 1° de Elul -ocasión en la cual se toca el Shofar- cuando
Moshé permanecío allí hasta diez días después -Yom
Kipur- día en el cual D-os perdona al pueblo de Israel. Los
cuarenta días desde Rosh Jodesh Elul hasta Yom Kipur son
considerados desde entonces como expresión de bondad y
perdón por parte de D-os y de arrepentimiento y retorno por
parte del pueblo. [regreso al índice]
- SHOFETIM: Jueces
En esta
Parashá se tratan las leyes relacionadas con el sistema
judicial del pueblo judío y el establecimiento de
tribunales. En todas las ciudades donde residían menos de
120 personas establecieron los Beit Din -tribunal de tres
rabinos, competente para decidir sobre casos de índole
económica, pero no de vida o muerte. En las ciudades de más
de 120 habitantes establecieron el "Pequeño
Sanhedrín" compuesto de 23 rabinos que tenían el
derecho de juzgar todo caso, hasta los de vida o muerte.
Cerca del Monte del Templo habian tres cortes: un Bet Din de
23 jueces en su entrada; un Tribunal de 23 jueces en su
antesala y el Gran Sanhedrín de 71 jueces, inclusive su
máximo representante, que se reunían a diario en el Templo
Sagrado. Para ser juez el candidato era examinado en su
conocimiento de Torá, inteligencia y capacidad de juzgar,
esas y las otras cualidades enumeradas anteriormente en
Parashá Devarim, aprobaban su derecho a ser nombrado juez y
ordenado como tal por un Jajam -sabio. La Torá advierte al
juez que no acepte soborno ni de plata ni de honores, ni
cualquier consideración personal que pueda influir aún en
lo más mínimo en su forma de decidir en el caso.
En esta
Parashá también se otorga el precepto de coronar a un rey
sobre el pueblo judío. El rey tenía que ser escogido por un
profeta de D-os y por el Sanedrín. Su rol como monarca era
fortificar y elevar el estudio de la Torá, difundir justicia
y bondad en el mundo entero, subyugar a los malvados,
conquistar las naciones enemigas y emitir juicios para su
pueblo. Para que no abusara de sus poderes el rey tenía tres
prohibiciones fundamentales: No tener más caballos de lo
necesario, no tener más esposas de lo permitido y no amasar
más riquezas que las que necesita para manterner sus fuerzas
armadas. El rey tenía la obligación de escribir un Séfer
Torá especial y leer partes específicas en público en
momentos de asambleas nacionales en el año de Hakel. La
Torá prohibe arrogancia y vanidad y el orgullo se considera
como idolatría ya que no permite la presencia de D-os en la
vida de la persona. Aún el rey de Israel con todos sus
honores y riquezas tenía leyes que lo protegían de
sobrepasarse.
La tribu
escogida para reinar eternamente fue la de Yehudá. Mientras
dure el exilio no hay reyes, la promesa es que serán
restablecidos en el futuro a través del Mashíaj
descendiente de Yehudá. Por qué fue elegida la tribu de
Yehudá para reinar sobre Israel? 1) Porque Yehudá hijo de
Yaacov declaró su culpabilidad públicamente en el caso de
Tamar; 2) Yehudá previno la muerte de Yosef cuando los
demás hermanos querían matarlo y él los convenció de
venderlo a los filisteos; 3) Por santificar el nombre de D-os
al llegar al Mar Rojo y no temer cruzarlo; 3) Por su cualidad
de humildad, su nombre Ye-hu-dá contiene las mismas letras
del nombre de D-os cuyos atributos ellos emulan, y en la
dalet de su nombre presentimos al rey David, escogido entre
los reyes.
En esa época
de la historia los pueblos paganos utilizaron muchas formas
de idolatría y artes mágicas tanto para adivinar el futuro
como para cambiar los destinos de las personas. Estas
prácticas fueron prohibidas al pueblo judío y bajo ninguna
circunstancia se permitió ni se permite usarlos. La Torá en
esta Parashá enumera los siguientes tipos: pasar los niños
por el fuego de Molej como sacrificio para cambiar destinos,
consultar objetos como palos u otros elementos para adivinar
el futuro, declarar ciertos momentos como propicios o no para
llevar a cabo diferentes misiones, adivinaciones, especular
sobre el futuro por interpretación de hechos y actuar de
acuerdo a los mismos, todo tipo de magia negra, atraer
reptiles y otros tipos de animales para usarlos en rituales
de magia, consultar a los muertos con la ayuda de mediums o
de otras formas. La Torá nos asegura que el pueblo judío no
debe usar estas prácticas y formas de hechizos o magia ya
que tiene que confiar en una protección especial de D-os al
cumplir con las mitzvot, y que puede cambiar su destino
sólamente a través de éstas.
En esta
Parashá se trata también lo relacionado con las ciudades
refugio adonde podía ir la persona que había matado a otra
accidentalmente y allí vivir el resto de su vida. También
se aclara los grados de transgresión y se hace énfasis en
que al transgredir una ley "liviana" como es el
amor al prójimo, se termina infringiendo la de "no
odiarás a tu hermano... no tomarás venganza...." y
finalmente "no matarás". Tanto como "aveirá
goréret aveirá" -una transgresión trae consigo otra
más grave aún, también "mitzvá goréret
mitzvá" -un precepto cumplido lleva al cumplimiento de
otros más. D-os no quiere que dependamos de milagros, por
eso es que tenemos la ordenanza de formar una fuerza armada
para protegernos. Durante la batalla, el soldado no deberá
afligirse ni ser cobarde ya que tiene que pensar que el
Todopoderoso está a su lado. Los eximidos de pelear en la
batalla son: el que se comprometió para casarse y aún no lo
ha hecho, el que construyó una casa y aún no ha vivido en
ella ni le ha puesto sus Mezuzot, el que senbró una viña
sin derivar beneficios de sus frutos. Estos y las personas
con miedo a la confrontación, quedarán atrás para ayudar
con lo necesario para el buen funcionamiento de las fuerzas. [regreso al índice]
- KI TEITZE: Cuando salgas
Esta Parashá
comienza con describir una situación en la que Israel sale
en guerra contra una nación enemiga. Al estar en el
territorio enemigo había la posibilidad de mucho contacto
con las mujeres de la nación ajena, las cuales eran llevadas
al frente para distraer a los soldados. Para que un soldado
pudiera llevar una mujer de otra nación con él a Israel
tenía que somerterse a un mes de luto para que ella también
tuvierse la oporutnidad de acostumbrarse a su nuevo país,
nueva casa y nueva religión. Si no se acostumbraba y
decidía no convertirse, el judío debía dejarla en libertad
y no tenía derecho a esclavizarla ni venderla a otro.
La Torá tratá
en esta porción el problema del "hijo rebelde" y
da ciertas pautas a seguir en la educación de los hijos. Los
padres no pueden dejar pasar las pequeñas rebeldías de un
niño porque terminarán agravándose. El énfasis es que la
educación no empiece a la eda que el niño ya pueda razonar
sino aún antes de su nacimiento. La madre se prepara para
recibir al niño con las leyes de Taharat HaMishpajá -pureza
familiar. Al nacer el niño se le da un nombre judío. La
decoración de su cuarto y los objetos que ve deben ser aptos
para un niño judío. Desde la cuna sus primeras palabras
deberán ser el Shemá Israel y el Modé Aní y así
sucesivamente el niño va llevando un tesoro de conocimientos
y sentimientos adecuados para él, un respaldo que en toda su
vida le ayuda a identificarse como miembro del pueblo de
Israel.
También se
trata lo relativo a la mitzvá de no dejar un cuerpo sin
enterrar más tiempo de lo absolutamente necesario. En Israel
la mitzvá es que no pase la noche sin su entierro. Se
considera una falta de respeto al Todopoderoso dejar al
cuerpo sin sepultar más tiempo de lo imprescindible.
El primer
"departamento de objetos perdidos" fue descrito en
la Torá ya que se considera una mitzvá especial la
devolución de la propiedad perdida. El Templo tenía un
lugar específico donde se podía ir a reclamar o buscar los
objetos perdidos.
La Torá pide
respetar la distinción entre los sexos. Al hombre no le es
permitido verstirse con ropas que usan las mujeres y ellas
deben observar vestimenta adecuada y recatada. Ninguna
persona debe buscar maneras que le hagan ver como miembros
del otro sexo.
El judío que
encuentra un nido de ave no puede quitar los huevos ni
pichones sin primero alejar a la madre. Maimónides explica
que este precepto nos enseña a ser más comprensivos y
misericordiosos y por consiguiente podemos esperar la
comprensión y misericordia de D-os.
Elul es en el
calendario judío el mes dedicado al análisis y
autoevaluación de nuestros sentimientos, modo de vida y
conducta en la relación con D-os y con el prójimo. Es el
tiempo propicio para conectarnos con nuestra esencia judía y
acercarnos a D-os quien en este mes más que en en ningún
otro, está a la disposición de todos aquellos que lo
buscan. Ese período especial tiene sus orígenes en el
tiempo de Moshé Rabeinu, después de la salida de Egipto. [regreso al índice]
- KI TAVO: Y cuando llegues
La mitzvá de
Bikurim es tratada en esta Parashá. Es un ejemplo del
esfuerzo que hace el pueblo judío para embellecer los
mandamientos. Al ser mandado a traer sus primeros frutos al
Templo como ofrenda la nación la llevó a cabo con una
procesión festiva y con músicos acompañantes, cestas
decoradas y actos especiales. Todo el proceso era un ejemplo
vivificante del amor del pueblo a D-os.
Moshé resume
las enseñanzas de la Torá y exhorta al pueblo que aún
cuando han pasado muchos años desde que recibieron la Ley,
ésta tiene que estar "fresca" en sus mentes y en
su quehacer diario como si la hubiesen recibido ese mismo
día. A la vez le explica que la forma de lograr eso es a
través del estudio y el cumplimiento de sus preceptos. En
esta Parashá también se enumera las bendiciones y los
peligros relacionados con los actos del pueblo judío tanto
en su totalidad como individualmente. Ya en Parashiot
Bejukotai fueron pronunciadas bendiciones y maldiciones pero
en esta Parashá hay varias diferencias ya que en Bejukotai
se trata sobre la destrucción del Primer Templo y el exilio
a Babilonia, y en esta Parashá la segunda destrucción.
Los espías que
mandó Moshé Rabeinu a la Tierra Santa fallecieron el día
17 de Elul. Ellos pecaron el 8 de Av al hablar mal de la
Tierra Santa, pero D-os les concedió 40 días hasta el 17 de
Elul en recompensa a los 40 días que recorrieron Israel. Al
notar la severidad de la penalidad los rabinos recalcan:
"Hay que tener en cuenta lo negativo de la habladuría,
por difamar piedra y madera fueron castigados severamente,
cuanto más castigo para aquél que blasfema a su
prójimo".
El 25 de Elul
es el día en que fue creado el mundo. Adam fue creado en el
sexto día que coincide con el día de Rosh Hashaná. Hay
algunas comunidades que leen la porción de Bereshit que
describe la creación de cada día en particular. El mensaje
de Teshuvá adquiere en este mes de Elul un carácter
especial. Como muestra de su amor hacia su pueblo, D-os en su
magnífica bondad acepta la Teshuvá -arrepentimiento- del
judío en cualquier oportunidad en que éste decidiera
abandonar la senda del pecado. Apesar de que la Teshuvá es
oportuna en cualquier ocasión, los días del mes de Elul que
son los últimos del año se hacen más propicios. A tal
efecto Rabí Shneur Zalman de Liadi -fundador de Jabad
Lubavitch- da un ejemplo muy esclarecedor al respecto: Todo
el año, aquel que desea ser recibido en una audiencia
especial con el Rey debe primero pasar por guardias,
secretarios, jefes de cámara, consejeros.... en fin, toda
una maquinaria burocrática que reglamenta la conducta dentro
del palacio real. Cada uno de los funcionarios del palacio
deberá entender la causa del especial pedido de audiencia y
autorizarla como válida, así dificultando a cada paso la
posibilidad de llegar a tan ansiada audiencia real. Sin
embargo el rey en su afán de hacer el bien a su pueblo, en
una época del año sale de su palacio hacia el campo y se
aventura cara a cara con su pueblo concediéndoles sus
pedidos. Del mismo modo -dice Rabí Shneur Zalman- eligió
D-os al mes de Elul como mes dedicado especialmente a este
fín, apesar de que la Teshuvá es aceptada todo el año. El
poder de la Teshuvá es tan grande que aún cuando se hace
por temor al castigo transforma los pecados en actos
benignos, y cuando se hace por amor a D-os los convierte en
actos de bien. La Teshuvá puede cambiar el destino del
hombre. Es también uno de los 613 preceptos de la Torá:
"y retornarás a D-os, tu D-os, y le obedecerás".
La verdadera Teshuvá se prueba cuando al penitente se le
presenta la ocasión de cometer el mismo pecado en las mismas
condiciones y tiene todas las posibilidades de hacerlo pero
se abstiene. Todos los años en Rosh Hashaná se lleva a cabo
el recuento de las buenas y malas acciones de cada persona.
Al justo se le inscribe en el Libro de la Vida, al impío se
le decreta lo contrario y al hombre intermedio se le otorga
un plazo hasta Yom Kipur, cuando al hacer Teshuvá se le
considera entonces justo. El sentido fundamental de la
palabra Teshuvá es retornar a D-os con todo el corazón y el
alma para servirle y observar Sus preceptos. [regreso al índice]
Estas dos
Parashiot se leen en Shabat antes de Rosh Hashaná. Hacen el
recuento de las actividades de Moshé en el día de su muerte
a los 120 años, antes de la entrada del pueblo a la tierra
de Israel. El mensaje de estas dos secciones semanales,
Nitzavim que significa "parados fírmemente" y
Vayélej en lo contrario "y caminó" enseña la
necesidad de ser estables, de tener una postura firme en
cuanto a los principios y acciones judáicas pero al mismo
tiempo nos compele al avance permanente en el proceso de
nuestro desarrollo espiritual y humano.
Moshé se
dirige a todo el pueblo reunido en asamblea para formalizar
el nuevo convenio de D-os con el pueblo de Israel, en el cual
quedan incluídos todos los presentes sin distinción de
clases sociales, riqueza, o conocimientos, y además todos
aquellos judíos que nacerían en el futuro y cuyas almas
estaban presentes en aquel momento, del mismo modo que en el
Sinaí cuando fue entregada la Torá. El convenio confirma el
compromiso del pueblo judío y el potencial que tiene cada
uno de sus miembros, cualquiera sea su condición, para
elevarse espiritualmente. A la vez advierte de nuevo sobre
las consecuencias que tendrá que sufrir de no cumplir con
los preceptos indicados en la Torá, sea a nivel individual o
general. A continuación Moshé habla sobre el futuro cuando
el pueblo judío se aleje de la Torá y les promete que D-os
aceptará su Teshuvá -retorno- y los reunirá entre todas
las naciones donde estén dispersos dando por terminado el
exilio con la redención final y la llegada del Mashíaj.
También hace alusión al tiempo de "Hester Panim"
-ocultamiento del Rostro de D-os- que corresponde a la
situación del exilio actual. Moshé finaliza al explicar que
la vía del retorno es a través del estudio de la Torá, que
está al alcance de toda persona y puede ser practicada en
todas las facetas de su vida cotidiana, en pensamiento,
palabra y acción pues la Torá es fuente de vida.
El día de su
muerte el 7 de Adar del año 2.488, Moshé además de renovar
el convenio de D-os con el pueblo de Israel bendijo a cada
una de las Tribus. Transcribió trece veces la Torá desde
Bereshit hasta las últimas palabras "ante los ojos de
todo Israel" distribuyendo a cada tribu un Séfer Torá
colocando el décimotercero en el Aron HaKodesh -arca
sagrada- custodiada por los Leviim -levitas. Aún cuando el
comienzo de cada mes es anunciado y bendecido en la sinagoga
-Shabat Mevarjim- este sábado que precede a la luna nueva de
Tishrei es el único mes que no es bendecido por nosotros
sino directamente por D-os, lo que nos da fuerzas para poder
bendecir el resto de los meses del año. El signo zodiacal
del mes de Tishrei es la balanza -moznaim- que alude al
tiempo en que D-os sopesa las buenas y las malas acciones del
hombre. Tishrei es el mes que encabeza al año y así como la
cabeza dirige todos los miembros y aloja nuestros sentidos,
así sus días influencian y dirigen el curso del año que
entra. En el mes de Tishrei es decretado todo lo que va a
acontecer a las personas durante el año. El mayor número de
mitzvot están concentradas en el mes de Tishrei y
representan de alguna manera todos los matices de la vida
judía que sirven de orientación para todo el año.
En cada año en
Rosh Hashaná declaramos y coronamos a D-os como nuestro Rey,
Soberano Absoluto del Universo en general y de cada individuo
en particular, tal como lo hizo Adam el mismo día en que fue
creado. En Rosh Hashaná nacieron Caín y Abel cada uno con
una hermana gemela. De acuerdo a algunos opiniones las aguas
del diluvio se secaron en Rosh Hashaná. También nacieron en
esta fecha Abraham, Itzjak y Yaacov. La Akeidá -sacrificio
de Isaac- fue en el segundo día de Rosh Hashaná y las
matriarcas Sara y Rivka fueron bendecidas con hijos en
respuesta a sus plegarias también en Rosh Hashaná. [regreso al índice]
- HAAZINU: Escuchen
La presente
Parashá se lee el sábado entre Rosh Hashaná y Yom Kipur
que recibe el nombre de Shabat Shuvá, porque en él se lee
la Haftará -párrafo de los profetas- a continuación de la
lectura de la Torá y que comienza con las palabras Shuvá
Israel -retorna Israel- del Profeta Hoshea -Oseas- y que hace
alusión al significado especial de estos días. También se
le llama Shabat Teshuvá -sábado de retorno- pues es el
Shabat de los "10 días de retorno" -Aséret Yemei
Teshuvá.
En los diez
días que van de Rosh Hashaná a Yom Kipur y que incluyen a
ambas festividades, se acostumbra a dar más Tzedaká
-caridad, la persona se dedica a la plegaria con mayor
devoción y se cumplen de manera más escrupulosa con Torá y
mitzvot.
Parashá
Haazinu está dedicada a la canción profética -shirá- que
enseña Moshé al pueblo judío en el día que fallece. En la
misma se refiere a las bondades de D-os con el pueblo de
Israel, vaticina el alejamiento del pueblo de la Torá y del
cumplimiento de la voluntad divina y alude al castigo que
recibirá por ello, situación que será caracteristica de la
era premesiánica. Describe el final del exilio y del
sufrimiento con la Redención Final y el castigo a los
opresores de los pueblos.
Existen diez
shirot -canciones proféticas- que son: "Mizmor Shir
Leyom HaShabat" compuesta por Adam en Gan Eden en honor
al Shabat; "Shirat Yam Suf" cantada por Bnei Israel
en alabanza a D-os por haberlos sacado de Egipto; la
"Shirá" cantada en la Fuente de Miriam por todo el
pueblo; la canción de "Haazinu" enseñada por
Moshé; la canción entonada por Yehoshúa, cuando venció a
los Amorreos en Givón al detenerse milagrosamente el sol; la
canción de Dévora y Barak por la victoria alcanzada contra
los Canaaneos, la "Shirá de Janá" cuando tuvo a
su hijo Shmuel -Samuel- después de muchos años de
esterilidad; la canción que compuso el Rey David en los
últimos años de su vida agradeciendo a D-os por haberlo
salvado de sus enemigos; y "Shir HaShirim" el
Cantar de los Cantares compuesta por el Rey Salomón. La
décima y última canción será entonada por el pueblo
judío cuando D-os los redima del presente exilio. A
diferencia de las demás tiene género masculino -Shir- en
vez de shirá y está mencionada en Isaías 26:1, marcará el
final de todos los exilios y no será seguida por ningún
sufrimiento, ni desventura como las anteriores que fueron
redenciones parciales. En una de las partes de Haazinu,
Moshé le reclama al pueblo diciéndole que D-os le ha dado
al hombre la capacidad de olvidar y éste la ha usado en su
contra olvidando a D-os. Las diferentes habilidades pueden
ser usadas por las personas de modo constructivo o
destructivo según su elección. La posibilidad de olvidar es
un regalo de Hashem dado a los humanos para que puedan seguir
viviendo a pesar de los problemas y contrariedades que les ha
correspondido vivir, pero a veces es utilizada de mala
manera, al olvidar las cosas positivas, los favores, las
salvaciones y hasta a D-os que los creó y les dió la
posibilidad de olvidar.
El día 3 de
Tishrei es el Ayuno de Guedaliá. En ese día se recuerda el
asesinato de Guedaliá Ben Ajikma, último gobernante judío
en la tierra de Israel después de la destrucción del Primer
Templo y el exilio babilónico. Con la desaparición de
Guedaliá se borró el último vestigio judío en Israel
completándose totalmente el exilio del pueblo. Este ayuno
empieza con el amanecer -se puede desayunar- pero muy
temprano, y finaliza una hora después del ocaso.
El Tashlij es
la oración que se dice parados a la orilla de un lago, río
o manantial preferiblemente donde haya peces. Cuando no se ha
hecho Tashlij en Rosh Hashaná se puede hacer en los días
siguientes antes de Yom Kipur. Esta costumbre deriva de las
palabras del Profeta Mijá -Miqueas (7:18-20): "y Tu
arrojarás -Tashlij- todos los pecados a los abismos del
mar". Esta oración tiene diferentes significados
cabalísticos pues en este versículo se mencionan los Trece
Atributos de Misericordia Divina.
Desde Rosh
Hashaná hasta Yom Kipur inclusive, en la oración de Shmoné
Esré -Amidá- se suplantan las palabras "el D-os
Santo" por "el Rey Santo" y "Rey que ama
la justicia y el Juicio" por "el Rey del
juicio". Ello se debe a que en estos días D-os juzga a
todo el universo. La expresión hebrea con la que se desea un
buen año nuevo "LeShaná Tová Tikatevú
Vetejatemú" significa: "escritos y sellados en el
Libro de Vida". [regreso al índice]
- VE´ZOT HABRAJA: Y esta es la bendición
Con estaFUENTES:
Parashá concluye la lectura de la Torá en el día de Simjat
Torá, ocasión en la cual también se comienza a leer de
nuevo con Parashá Bereshit: Desde el principio...
El pueblo de
Israel, tribu por tribu, recibe la bendición de Moshé quien
luego de haberlos amonestado en tantas ocasiones, desde el
comienzo del Libro de D´varim -Deuteronomio- y en la
canción de Haazinu, decide bendecirlos en esta ocasión. De
allí la enseñanza para los profetas posteriores de terminar
sus sermones con bendiciones y palabras reconfortantes. Al
bendecir al pueblo Moshé recibe el nombre de "Hombre de
D-os" pues su vida es la demostración de la posibilidad
que tiene el ser humano de parecerse al Creador. La Torá
establece: "Torá Tzivá lanu Moshé, morashá kehilat
Yaacov" -Moshé nos encomendó la Torá, herencia de la
Congregación de Yaacov. El Talmud dice que tan pronto un
niño empieza a hablar sus padres tienen la obligación de
enseñarle ese versículo. Es la prioridad antes que el
alfabeto, que los Diez Mandamientos y que el Shemá Israel.
La herencia de la Torá transmitida al pueblo de Israel por
Moshé es un modo de vida que debe ser enseñado a todo niño
judío con la particularidad en este versículo que cada vez
que los padres lo enseñan a sus hijos les recuerda su
obligación de compartir con ellos esa herencia y
vivenciarla. El elemento de pluralidad expresado en el
término congregación indica el deber que tienen todos los
judíos de cumplir con la Torá, no sólo un selecto número
de personas o Rabinos. La llamada religiosidad -cumplimiento
de la Torá y mitzvot, vida según los estatutos- compete en
el judaísmo a todos los miembros.
Antes de su
muerte en el Monte Nevó, Moshé visualizó toda la historia
del pueblo judío hasta la llegada del Mashíaj. También
adquirió el máximo nivel de sabiduría posible que según
la Cábala es el cincuenta. Su nivel de profecía fue
superior al de todos los demás profetas y por tanto ningún
tribunal o ley puede cambiar ni tan siquiera una letra de la
Torá. Sólo Moshé tuvo la capacidad de hablar con D-os en
cualquier momento sin preparación. Al morir a los 120 años
estaba totalmente lúcido y conservaba la vitalidad física,
espiritual e intelectual. Después de su muerte su cuerpo no
decayó por el nivel de su santidad, el pueblo lo lloró en
el valle de Moab por treinta días, tiempo en el cual las
Nubes de Gloria permanecieron por sobre el Tabernáculo.
La primera
letra de la Torá es Bet de Bereshit, la última es la Lamed
de Israel, ambas forman la palabra "lev" que en
hebreo significa corazón. La Torá indica que el mundo fue
creado para que el pueblo de Israel llevara a cabo su
misión, tal como está dicho en Jeremías 2:3 "Israel
es santo para D-os, el primero de sus productos". Hashem
concibió al universo para que Israel estudiara y observara
Su Ley a fin de concederle a la humanidad un patrón ético y
moral que la oriente, como Maimónides escribió: "la
Torá fue dada para consolidar la paz en el mundo". [regreso al índice]
LECTURA DE LA
PARASHÁ Y HAFTARÁ CORRESPONDIENTE
PARASHÁ HAFTARÁ (Sección de la Torá) (Selección de textos
históricos o proféticos)
1. Bereshit,
Génesis
1,1 - 6, 8
2. Noah,
Génesis
6,9 - 11,
323. Lej
Lejá,Génesis
12,1 - 17,
274. Vayerá, Génesis
18,1 - 22,
245. Jayé
Sara,Génesis
23,1 - 25,
186. Toledot, Génesis
25,19 - 28,
97. Vayetsé, Génesis
28,10 - 32,
38. Vayishlaj, Génesis
32,4 - 36,
439. Vayesheb, Génesis
37,1 - 40,
2310. Mikets, Génesis
41,1 - 44,
1711. Vayigash, Génesis
44,18 - 47,
2712. Vayjí, Génesis
47,28 -
final13. Shemot, Exodo 1, 1 - 6, 1 14. Vaerá, Exodo 6, 2 - 9,
3515. Bo, Exodo
10,1 - 13,
1616. Beshalá, Exodo
13,17 - 17,
1617. Yitró, Exodo
13,1 - 20,
2318. Mishpatim, Exodo
18,1 - 24,
1819. Terumá, Exodo
25,1 - 27,
1920. Tetsavé, Exodo
27,20 - 30,
1021. Ki
Tisá,Exodo
30,11 - 34,
3522. Vayakjel, Exodo
35,1 - 38,
2023. Pekudé, Exodo
38,21 -
final24. Vayikrá, Levítico
1,1 - 5,
2625. Tsav, Levítico
6,1 - 8,
3626. Sheminí, Levítico
9,1 - 11,
4727. Tazriá, Levítico
12,1 - 13,
5928. Metsorá, Levítico
14,1 - 15,
3329. Ajaré
Mot,Levítico
16,1 - 18,
3030. Kedoshin, Levítico
19,1 - 20,
2731. Emor, Levítico
21,1 - 24,
2332. Bejar, Levítico
25,1 - 26,
233. Bejukotai, Levítico
26,3 -
final34. Bamidbar, Números
1,1 - 4,
2035. Nasó, Números
4,21 - 7,
8936. Bejahaloteja, Números
8,1 - 12,
1637. Shelá Lejá, Números
13,1
- 15, 4138. Koraj, Números
16,1
- 18, 3239. Jukat, Números
19,1
- 22, 140. Balak, Números
22,2
- 25, 941. Pinjas, Números
25,10
- 30, 142. Matot, Números
30,2
- 32, 4243. Masé, Números
33,1
- final44. Devarim, Deuteronomio
1,1
- 3, 2245. Vaetjanán, Deuteronomio
3,23
- 7, 1146. Ekev, Deuteronomio
7,12
- 11, 2547. Reé, Deuteronomio
11,26
- 16, 1748. Shofetim, Deuteronomio
16,18
- 21, 949. Ki Tetsé, Deuteronomio
21,10
- 25, 1950. Ki Tabó, Deuteronomio
26,1
- 29, 851. Nitzavim, Deuteronomio
299
- 30, 2052. Vayelé, Deuteronomio
31,1
- 3053. Haazinu, Deuteronomio
32,1
- 5254. (Leida en
Simjá Torá)Deuteronomio
33,1
- finala ) Rosh Jodesh, Números
28,9
- 15b ) Día anterior a
Rosh Jodesh,c ) Januká, d ) Januká, segundo
Shabat,e ) Shekalim, Exodo
30,11
- 16f ) Zajor, Deuteronomio
25,17
- 19g ) Pará, Números
19,1
- 22h ) Hajodesh, Exodo
12,1
- 20i ) Hagadol
(antes de Pesaj)
- Mati Jakubowicz y
Jaya Perman: "Al Compás del Tiempo...".
Organización Jabad Lubavitch de Venezuela. Caracas,
1.991 - Publicación
"Le´Jaim". Organización Jabad Lubavitch de
Venezuela. Caracas 1.993 - Notas personales
Regreso
a mi Homepage F
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