sábado, 20 de febrero de 2016

ctl_servlet

ctl_servlet








[ 137 ]
Acta Poetica 35
y
2
JULIO-DICIEMBRE
2014 (137-147)
El viaje como expresión del misticismo
en
Segundo sueño
de Sergio Fernández
Claudia Ramos
En este artículo se analiza la relación que puede establecerse entre los sueños
de
anábasis
del poema de sor Juana Inés de la Cruz,
Primero sueño
, y la nove-
la de Sergio Fernández,
Segundo sueño
, en una concordancia donde el alma,
durante su viaje por las esferas supra lunares, o en la transmutación de los ele-
mentos naturales —la lluvia, la nieve y el lodo—, experimenta el misterio de
su encuentro con lo divino como un proceso de iniciación.
En el poema, la búsqueda del conocimiento supremo es una trampa; en la
novela, la encrucijada se halla en el erotismo transgresor. Estos dos viajes de
anábasis
traducen el guiño que anuncia la sucesión en una caída. En ambos
casos, la desmesura del alma, máscara de un héroe trágico, derrite las alas de
Ícaro y propicia la muerte de Faetón, el auriga inexperto del carro divino.
PALABRAS
CLAVE
:
Sueños de
anábasis
, alma,
Primero sueño
,
Segundo sue-
ño
, sor Juana Inés de la Cruz, Sergio Fernández, misticismo, proceso de
iniciación,
hybris
, caída, héroe trágico.
In this article the relationship which can be established between the dreams
of Anabasis in sor Juana Inés de la Cruz’s poem,
Primero sueño
and the novel
by Sergio Fernández,
Segundo sueño
, is analized in a concordance where the
soul during its journey through the supra lunar spheres, or in the transmutation
of natural elements —rain, snow and mud—, experiences the mystery of its
encounter with the divine as a process of initiation.
In the poem, the pursuit of higher knowledge is a trap; in the novel, the
crossroads is found in the transgressive eroticism. These two trips of
anabasis,
WKH ¿UVW DQG WKH VHFRQG GUHDP WUDQVODWH WKH ZLQN DQQRXQFLQJ WKH VXFFHVVLRQ LQ
a fall. In both cases, the excess of the soul, a tragic hero mask, melts the wings
of Icarus and conduces to the death of Phaeton, the death of the inexperienced
charioteer of the divine chariot.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/02/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
138
R
AMOS
/
El viaje como expresión del misticismo en
Segundo sueño
KEYWORDS
:
Trips
of
anabasis,
soul,
Primero Sueño
,
Segundo sueño
, sor
Juana Inés de la Cruz, Sergio Fernández, mysticism, process of initia-
tion,
hybris
, fall, tragic hero.
Fecha de recepción: 17 de mayo de 2013
Fecha de aceptación: 7 de diciembre de 2013
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/02/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
[ 139 ]
Acta Poetica 35
y
2
JULIO-DICIEMBRE
2014 (137-147)
Claudia Ramos
Universidad Nacional Autónoma de México
Posgrado en Letras
El viaje como expresión del misticismo
en
Segundo sueño
de Sergio Fernández
Hic situs est Phaethon currus auriga paterni
[Aquí enterrado está Faetón, auriga del carro paterno]
O
VIDIO
,
Metamorfosis
,
II
, 328
La diversidad de personas y experiencias que se acumulan en el en-
cuentro de los días, y el someterse a las pruebas de las circunstancias
son propias del viaje. Hay distintas formas de viajar: el traslado ver-
tiginoso de un sitio a otro o la contemplación estática de las horas; se
viaja durante el sueño o la vigilia; en la claridad diáfana de la concien-
cia o en los estados alterados propicios al inconsciente; viaja el cuerpo
con el alma, también lo hacen por separado: el cuerpo inmóvil frente al
alma solitaria. Difícilmente el cuerpo se aventura solo, desalmado; si se
atiende el consejo de Platón en el
Timeo
, no mover el cuerpo sin el alma
ni el alma sin el cuerpo, sino procurar que ambos guarden un equilibrio
para mantener, así, la salud (88b), podría suponerse que la aventura del
alma solitaria supone ya un viaje distinto, el que transita por la enferme-
dad, y supone una caída.
Larga es la tradición de los sueños de
anábasis
, donde el alma se
aventura mientras el cuerpo duerme; viaja acompañada de un guía,
tal vez, para equilibrar la ausencia del cuerpo y recordar el vínculo.
“Cuando en el sueño, el alma se separa del cuerpo [escribe Cicerón en
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/02/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
140
R
AMOS
/
El viaje como expresión del misticismo en
Segundo sueño
Sobre la adivinación
] y no está en contacto con él, recuerda el pasado,
mira el presente, prevé el futuro [...] cuando ha abandonado el cuerpo
enteramente, el alma es mucho más divina” (
I
, 63). La cercanía del alma
con lo divino la coloca en la zona liminal del misterio, lo numénico por
antonomasia, el ámbito de lo sagrado.
Propio del viaje que realiza el alma fuera del cuerpo es, pues, la ini-
ciación en los misterios, el misticismo. Del adjetivo griego
mysticós
,
el
alma, así descrita, busca un estado de unión inefable con la divinidad;
con ese Otro que lo es en absoluto. Como todo viaje, esta iniciación im-
plica movimiento, una manera de abandonar el rutinario ser y estar en
el mundo para encontrarse con la alteridad y en la alteridad; encontrarse
con el otro siendo, uno mismo, otro.
En la novela que nos ocupa,
Segundo sueño
(1976), de Sergio Fer-
nández, el viaje del alma se anuncia como una continuidad. Si se habla
de un “segundo” tuvo que existir un “primero”. La novela no se titula el
sueño, los sueños o primero sueño. La relación que la obra del escritor
mexicano establece con sor Juana Inés de la Cruz, nos indica que el
posible antecedente de ese segundo sueño, sea el primero de la monja
jerónima:
Las referencias que [de sor Juana] se hacen en
Segundo sueño
—ad-
vierte Sergio Fernández— lo son tanto íntima y humanamente como por
una relación de otro orden, acaso metafísico, que no la descarna. Este
doble horizonte va más allá del ámbito literario pero en él encuentra su
base. Por otra parte, si he escrito esta novela es como una vinculación
reveladora para mí, ya que intenta expresar los silencios de la monja y
cristalizarlos en mi escritura. Dicho de otro modo (y aunque pueda oler a
vanidad) hay párrafos que a mi parecer, a ella le hubiera gustado decir y
no lo hizo por la mordaza de su siglo. Las cosas que se dicen en
Segundo
sueño
muy bien pueden ser atribuidas a la persona moral que le atribuyo
a sor Juana. He intentado pues llenarme de esos ecos que provienen de
ella, que son ella (Volkow y Bravo, “Conversación”, 12).
Entonces,
Segundo sueño
puede escucharse, por momentos, como
el eco de lo que sor Juana se vio en la necesidad de enmascarar. Sin
SUHWHQGHU TXH OD FRQ¿JXUDFLyQ GH OD QRYHOD VH EDVH HQ OD SUHPLVD GH
continuar la obra inconclusa de sor Juana, ha de advertirse que ambos
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/02/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Acta Poetica
35
y
2, 2014, pp. 137-147
141
viajes son concordantes, no discordantes. En ambos viajes existe una
FRQWLQXLGDG GH WLSR OLWHUDULR QR ¿ORVy¿FR R KLVWyULFR FX\D UHODFLyQ VH
encuentra en el sentido transgresor de la experiencia mística.
El viaje en
Segundo sueño
se da en varios sentidos: el cuerpo del
narrador viaja de México a Alemania para dar un curso de arte y escri-
be (otro modo de viajar) la biografía de un pintor renacentista, Lucius
Altner (una alteridad absoluta) y su propio libro de memorias (otra al-
teridad confrontante). Además, a pesar de la rebeldía que le inspira, va
siguiendo la voz de su madre, que, a modo de guía, como en un sueño
de
anábasis
, tira las cartas del tarot egipcio para indicar los escollos y
DXJXUDU VLHPSUH HO SHRU GH ORV ¿QDOHV
Sergio Fernández prologa su novela para explicar el sentido hermé-
tico que la fundamenta, el misticismo de su estructura onírica: “Este
libro [dice] está construido sobre varias leyes mágicas, una de las cuales
acaso sea necesario explicar: todo hombre ignora, claro, lo que habrá
de pasar (en su encuentro con circunstancias y personas), pero de algún
modo lo sabe, pues ha nacido para que suceda” (
Segundo sueño
, 7).
No sólo el tarot egipcio; entre los registros que fundamentan el mis-
ticismo del viaje onírico se encuentran, en el índice capitular, la alusión
a la Cábala, la Astrología y el
Libro de los muertos.
En la concepción
religiosa del antiguo Egipto, la muerte era una forma de viaje al más
allá.
El libro de los muertos
es un compendio de fórmulas mágicas e
invocaciones a las divinidades que debía pronunciar el difunto para ob-
tener ayuda en las pruebas y trabajos de su paso por las regiones de la
PXHUWH ²OD PRUDGD GH 2VLULV² \ ORJUDU ¿QDOPHQWH OD UHVXUUHFFL
yQ XQ
nuevo nacimiento.
(VWH QXHYR QDFLPLHQWR OD XQLyQ ¿QDO FRQ OR GLYLQR RFXUUH WUDV
XQ
proceso donde el sueño, el erotismo, la creación y la escritura llevan al
narrador al encuentro con un espejo alquímico que lo enfrentará, una y
otra vez, con el misterio que es el conocimiento de sí mismo, la alteri-
dad simbolizada en su propio desvelo.
La disposición estructural divide a la novela en dos registros dis-
tintos. La primera parte —
La lluvia, la nieve y el lodo
— corresponde
al sueño y a la confusa somnolencia que se presenta al momento de
despertar. La segunda parte —
Una reiteración
:
la lluvia, la nieve y el
lodo
² VH LGHQWL¿FD FRQ OD FRPSOHWD YLJLOLD FXDQGR HO QDUUDGRU HV FDSD]
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/02/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
142
R
AMOS
/
El viaje como expresión del misticismo en
Segundo sueño
de contar a su madre los sucesos del sueño recreando a favor de su de-
seo las imágenes oníricas.
Este viaje iniciático da cabal cumplimiento a una acción oculta que
pronunciada por la madre como sentencia se convierte para el narrador
en mandato: “En Alemania te encontrarás con el demonio” (Volkow y
Bravo, “Conversación”, 11). Sirena de cantos fúnebres, esta madre guía
el alma de su hijo hacia el retorno de su amantísimo y bivalente seno.
6HUJLR )HUQiQGH] D¿UPD TXH IXH 0DUtD =DPEUDQR TXLHQ LQVSLUy HO
personaje de esta madre terrible que conduce a su hijo al encuentro con
el mal:
$ 0DUtD =DPEUDQR OD FRQRFt HQ 5RPD > @ 0H GLMR TXH QR IXHUD D $OH
-
mania (donde intentaba dar un curso) pues me iba a encontrar con el
demonio. Ésta fue la fórmula que desató
Segundo sueño
[...]. María se
convirtió en una madre monstruosa, me señalaba el mal pero, al propio
tiempo, no tenía o no quería tener la fuerza para que yo —ingenuo— no
fuera hasta sus brazos [...]. Podría decirse en términos románticos, que
María es la fuente de inspiración del personaje en cuanto tal, por más que
tenga rasgos de las madres que todos padecemos (11).
En
Segundo sueño
, el viaje del alma como expresión del misticismo
es el personaje principal. Entendido como destino, este viaje se traduce
en un sentido de “libre albedrío negativo”. El narrador escoge la fatali-
dad que se anuncia en los arcanos, entrega
a priori
la trama y se dedica
a recrearse, una y otra vez, en los elementos que, a modo de máscara,
darán forma a su mito personal: el desafío en oposición a la obediencia;
el desconcierto del alma que sólo encuentra en el obstinado recorrido el
ofuscamiento del desamor y la vuelta a la vigilia materna.
¿Será que la advertencia de Platón en el
Timeo,
“no mover el cuerpo
sin el alma y el alma sin el cuerpo”, tendría que considerarse con más
atención, y los viajes del alma con más cautela? La cercanía con lo divi-
no, si bien coloca al alma en un estado de revelación privilegiada, tam-
bién trae consigo la
hybris
, esa soberbia que lleva a todo héroe a caer en
hamartía
, el error trágico que desencadena la fatalidad.
En el posible antecedente de este
Segundo sueño
, el
Primero sueño
de sor Juana, el alma se despeña, también, desde una
hybris
donde pre-
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/02/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Acta Poetica
35
y
2, 2014, pp. 137-147
143
valece el empeño por abarcar el conocimiento del mundo. Siguiendo la
interpretación de Octavio Paz, esta caída se trata de la “confesión que
termina en un acto de fe: no en el saber, sino en el afán de saber” (
Sor
Juana Inés de la Cruz
, 499), pero ¿no es esta épica del conocimiento un
acto en sí mismo transgresor frente a la divinidad? El alma que confía
en los medios de su entendimiento deja de entregarse a la revelación y
se despeña en una vigilia de vértigo conceptual: la revelación de la no-
revelación (cfr. Paz,
México en la obra
, 500).
Sor Juana se inicia en el misterio del mundo también por medio de
XQ YLDMH SODVPDGR HQ ³XQ SDSHOLOOR TXH OODPDQ HO VXHxR ́ DVt VH UH¿HUH
en la
Respuesta a Sor Filotea de la Cruz
al texto que, en una edición
posterior, llamará
Primero sueño
,
que así intituló y compuso la madre
Juana
,
imitando a Góngora.
En opinión de Paz, el adjetivo “primero”
despierta la sospecha de que sor Juana pensaba escribir un s
egundo
sueño
, de ahí la alusión a Góngora, autor de dos
Soledades
, la primera
y la segunda. Sin embargo, dadas las diferencias con el poeta barroco,
Octavio Paz se inclina por el viaje inconcluso, el desafío que no ceja y
se homologa a la actitud de los dos héroes que despeñan, igual que el
DOPD UHEHOGH \ GHVD¿DQWH ËFDUR \ )DHWyQ
Propio del héroe trágico es la caída, el error, la
hamartía
, porque en
su condición de semi-dios, que no es hombre propiamente y no termina
de ser dios, busca ser y tener más. Épico por excelencia, quiere tras-
cenderse, transgredir, ir más allá de los límites. Esta actitud soberbia lo
convierte en
hybristes
, es decir, la fuerza que inicia el desequilibrio en
el estado natural de las cosas. Tal es el caso de Ícaro y Faetón, alegorías
del alma de sor Juana.
La altura propicia la caída. Los versos 466-468 de
Primero sue-
ño
hacen alusión a Ícaro y a su padre Dédalo, quienes atrapados en
el laberinto de Minos que el propio Dédalo construyó, escaparán de
HVWH DUWL¿FLR FRQ RWUR OD FRQVWUXFFLyQ GH XQDV DODV FRQ FHUD \ SOXPDV
SDUD VDOLU YRODQGR 'pGDOR GHVFXLGy ORV FRQVHMRV GH VX SDGUH ʊQ
R YRODU
demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado
EDMR SRUTXH OD HVSXPD GHO PDU PRMDUtD ODV DODVʊ VH DFHUFy GXUD
QWH VX
vuelo peligrosamente al sol. Las alas funcionaban perfectamente a una
distancia mesurada, como lo aconseja el oráculo de Delfos, “nada en
demasía”. La juventud, tan proclive al exceso, llevó a Ícaro al peligroso
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/02/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario