martes, 16 de febrero de 2016

Ética budista - Wikipedia, la enciclopedia libre

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A diferencia de otras religiones, en el budismo los preceptos éticos
existen no como imposición sino como guías de práctica. Su importancia
es fundamental pero a la vez deben estar sometidos a la indagación
personal. Por tanto, a nivel global existe siempre un debate continuo en
referencia a cuestiones siempre de actualidad y en donde no hay una
postura unilateral.


En estas materias la comunidad budista suele intentar dilucidar los
episodios históricos que narran situaciones similares sucedidos en la
vida de Buda Gautama.
También se recuperan los comentarios de los más famosos maestros de las
diferentes tradiciones. Por último, a menudo en toda interpretación
existe cierta acomodación tanto a las circunstancias sociales y culturales,
al momento histórico o ideológico que toca vivir. Un comentarista muy
referenciado en todas las tradiciones a la hora de discutir este tema es
el erudito indio Buddhaghosa (350 d. C.).
Buddhaghosa es un autor importante por la cantidad de tópicos que
asume, aunque es muy discutido por sus posiciones en gran parte
herederas del brahmanismo hindú. Sin embargo, por su carácter más
conservador en algunos temas, es referenciado a menudo para prefigurar
esa línea conservadora en distintos debates. La obra principal de
Buddhaghosa es el Vishuddhimagga.


La comunidad budista se divide entre monjes y laicos.
Los monjes están obligados a seguir más de 250 normas de disciplina,y
en el caso de las monjas 348, cuyo quebrantamiento es penado en
diferentes grados que van desde la confesión pública hasta la expulsión
de la orden monástica. Este camino estricto de reglas se llama Vinaya y es una de las tres grandes secciones del Canon Pali.


Los laicos observan por su parte solo cinco preceptos.


Hay que notar que las escuelas y maestros budistas a menudo observan la ética
influidos por su perspectiva cultural, su propia experiencia o su
condición de monjes o laicos. Hay maestros y trabajos con comentarios
favorables y contrarios a la homosexualidad, al aborto, eutanasia y otros temas de interés para el mundo actual.


También de manera general, en todas estas cuestiones lo que se intenta dilucidar siempre es el establecimiento de la compasión.
Siendo ésta la base moral de la ética budista, se intenta siempre
buscar los últimos fundamentos de cualquier acción, y esto no siempre es
tarea fácil. Estos ejemplos pueden dar una idea de que la moralidad en
el budismo también es algo que necesita de la investigación personal.


La amplitud de temas en donde la ética es importante para el budismo
puede ser tan grande como su propia doctrina. No se dispone de una
lectura en profundidad de estos temas en castellano, pero para una
introducción detallada de los puntos abajo presentes y de algunos más,
se recomienda el libro An Introduction to Buddhist-Ethics de Peter Harvey, publicado por Cambridge University Press.



Índice

Cinco Preceptos

A diferencia de una regla impuesta por una autoridad, un precepto se
usa como base para la ética personal. Buda reconoce que no todo el mundo
podrá abandonar su vida cotidiana para formar parte del Sangha. Tambi aceptaba a los seguidores laicos (Upasaka)
que creían en sus enseñanzas pero no seguían estrictamente las reglas
del Sangha. El buda estimulaba a los laicos a seguir con una vida lo más
perfecta posible. Como guía de comportamiento de cada día, el Buda
prescribió cinco preceptos o reglas:


No quitaras ninguna vida

Este se refiere a no quitarle la vida a seres sintientes, como seres
humanos y animales. Se excluye, por ejemplo, a las plantas y los
microorganismos que, aunque se consideran formas de vida para la ciencia,
y están vivos, el budismo no los considera sintientes ó conscientes por
lo cual alimentarse de vegetales y utilizar medicamentos contra agentes
patógenos no implica la ruptura de esta norma. También es en general
admitido que es legítimo matar en defensa propia
ó de los demás e incluso existe una parábola de la vida de Buda donde
él mismo mató a un remero que pretendía asesinar a todas las personas
que transportaba1
salvando así la vida de muchos, pero matando al remero en el proceso.
Naturalmente estos son casos extremos. La participación de los budistas
en las guerras y su ejercicio como militares está sujeto a debate con argumentos a favor y en contra, y ha sido un tema muy complejo en los países budistas
(todos los cuales tienen ejércitos) cuando estos han tenido que lidiar
con conflictos bélicos y autodefensa. Si bien el budismo rechaza la
violencia y aboga en todo momento porque sea la última opción, se han
dado diversos casos de participación de budistas en guerras incluyendo
la revuelta de monjes Shao Lín en China contra los mongoles (que ayudó en su expulsión del país), el fuerte vínculo entre los guerreros samurai de Japón y el budismo, e incluso, según estudios de eruditos budistas zen, el apoyo realizado por algunas escuelas de budismo zen a los esfuerzos militares de Japón durante la guerra,2 aunque este es un caso aislado. No obstante muchos budistas han sido objetores de conciencia
y en otros casos han sido reconocidos como líderes mundiales en favor
de la paz. Varios budistas han sido galardonados con el Premio Nobel de
la Paz, como el Dalai Lama y la activista birmana Aung San Suu Kyi.
Si bien existe debate al respecto, se considera que el budismo admite
la validez de matar por defensa propia (lo que incluiría campañas
militares de autodefensa) pero siempre como último recurso, como
generalmente abogan diferentes artes marciales, muchas de ellas de filosofía budista.


No tomar lo que no ha sido dado

Este naturalmente se refiere a no cometer robos, fraudes, estafas ni cualquier otra acción deshonesta que implique apropiarse indebidamente de lo que no es propio.


No tener una mala conducta sexual

Este se refiere a evitar cualquier conducta sexual que provoque daño a uno mismo ó a cualquier otra persona involucrada, como lo sería naturalmente la violación, la pedofilia, el abuso sexual, la zoofilia y el adulterio.
En general sostener relaciones sexuales con alguien que no puede dar su
consentimiento debido a sus límites mentales o intelectuales (por
ejemplo, un niño, una persona discapacitada o bajo los efectos de drogas o alcohol, un paciente en coma, un animal, etc.) se considera incorrecto. Sobre este tema se extenderá más adelante.


No mentir

Este se refiere a mentir, hablar con rudeza o con ostentación, cotillear, o mantener charlas vanas.


No ingerir sustancias tóxicas que puedan nublar la mente

Este precepto se refiere a evitar consumir sustancias que puedan
alterar la mente o impliquen un riesgo que puedan romper con otros
preceptos. Existe debate sobre el mismo ya que algunos budistas
consideran el consumo de todas las drogas tantos legales como ilegales,
incluyendo el alcohol y en algunos casos incluso el café,
como algo que debe evitarse. Aquellos budistas cuyo nombre empiece por
C, de acuerdo a las sagradas escrituras del Budista CMM, impiden el uso
del café a estas personas. Por ejemplo, el partido budista de Sri Lanka tiene entre sus objetivos políticos la prohibición
del alcohol. Otros budistas más moderados consideran que la prohibición
se refiere al consumo de drogas que afecten la mente y el cuerpo de
manera claramente radical potenciando la ruptura de los otros preceptos
como sería el caso de la mayoría de drogas ilegales, pero no así el alcohol o la cafeína si se consumen con moderación.


Esta prohibición, naturalmente, no incluye los medicamentos ni las drogas que se consuman por prescripción médica o como parte de un tratamiento, médico, psiquiátrico, etc.


Adicionalmente a las arriba mencionadas, los monjes y monjas adoptan
más de 200 normas estrictas de disciplina que regulan sus acciones y su
vida en un código llamado Vinaya.


Sexualidad

Para los monjes budistas, tanto del theravada como del mahayana, la
actividad sexual está totalmente prohibida por el código del Vinaya. En
el mahāyāna encontramos la más moderna figura del sacerdote en China y especialmente en Japón. Estos pueden casarse y tener hijos normalmente. Del mismo modo, en el budismo Vajrayana de los himalayas, aquellos lamas que no han sido ordenados como monjes pueden casarse y tener hijos.


En cuanto a los laicos, Buddhaghosa aclara el tercer precepto para hacer hincapié en que se refiere al adulterio, la promiscuidad, la violación, la pedofilia, parafilias y en general cualquier conducta sexual que conlleve la experiencia de Duḥkha
para la persona o para terceros. No obstante, existe evidencia de la
confusión de Buddhaghosa respecto a estas materias, especialmente en la
homosexualidad al confundir por ejemplo hermafroditismo y bisexualidad.3
El precepto de evitar una conducta sexual que perjudique a otros o a
uno mismo es muy complejo. Por ejemplo, salvo que se sea un monje, la
abstinencia sexual y la represión puede ser física y psicológicamente
dañina para una persona; de igual manera que el otro extremo, como una
promiscuidad desmedida (que puede acarrear peligros para la salud física
como el contagio de enfermedades, así como posibles repercusiones
psicológicas), sería considerada dañina. El apego al sexo (como a
cualquier cosa material) y la adicción al sexo (como cualquier adicción)
son muy dañinas para las personas y el budismo recomienda evitarlas.


Hay que destacar que el budismo, como expresión también de su
procedencia asiática, no contempla el sexo como algo sucio o dañino. De
manera general en Asia se ha considerado desde tiempos antiguos al sexo
como una función necesaria para mantener el equilibrio entre el cuerpo y
la mente, idea a menudo reforzada por las medicinas tradicionales como
la india o la china. Excepto para el camino de renuncia de los monjes,
las indicaciones budistas respecto al sexo están en la misma línea de
otras actividades, evitando los extremos de adicción o represión.


Buda específicamente estableció4
como incorrecto para los laicos sostener relaciones sexuales en
condición de adulterio, con mujeres que estén “bajo el cuidado de sus
padres, hermanos, hermanas u otros encargados”, con mujeres prisioneras,
casadas ó comprometidas. Queda claro que el adulterio es dañino ya que
lastima a la persona engañada e implica mentir y engañar (no así el poliamor, lo cual estaría sujeto a debate dentro de la comunidad budista).


El sexo con mujeres prisioneras (ya sea de guerra ó en cárceles) se
entiende como una forma de prevenir la extorsión, la violación y otras
formas de abuso sexual, ya que la mujer no estaría en condiciones de
plena libertad a la hora de tomar su decisión. En cuanto a no tener sexo
con mujeres bajo el cuidado de familiares masculinos ó femeninos, es
para los parámetros modernos una prohibición de tener sexo con menores de edad que no tengan la edad legal para tomar una decisión madura sobre su vida sexual.El
texto menciona tanto a los encargados hombres como mujeres, es decir,
no implica que la mujer pertenezca a los hombres de su familia, sino
simplemente, establece el parámetro de que aún es demasiado joven para
ser independiente en general ya que el budismo establece la igualdad
entre hombres y mujeres.


En el caso del BDSM o el sadomasoquismo
se considera en general que la práctica no está prohibida siempre y
cuando se mantenga en todo momento el respeto y consenso por parte de
las personas involucradas.5


Homosexualidad

Respecto a la homosexualidad, ésta fue aceptada por el propio Buda Gautama al permitir en vida la ordenación de monjes homosexuales excepto en el caso particular de aquellas personas llamadas entonces pandakas.
Así que por tanto no existe en las fuentes ningún comentario explícito
referido al tipo de sexualidad de los laicos. En las fuentes budistas no
aparecen detalles del tipo de sexualidad sino que el sexo está referido
de manera genérica como una actividad fruto del aferramiento. Respecto a
los monjes, encontramos la excepción de evitar la ordenación de un tipo
concreto de persona vinculada a su orientación sexual mediante las
referencias a los pandakas. A diferencia del cristianismo y otras
religiones, el budismo no condena esta práctica, haciendo libre a sus
feligreses, imperando el mutuo respeto.


El término pandaka no es la traducción de la palabra homosexual sino que nos refiere a "alguien sin testículos", "eunuco"
o "hermafrodita". Puede ser tomada hacia los gays que practican de
forma libre su tendencia, sin miedo a represalias. En la doctrina
budista ésta palabra se usa para referirse también a determinado tipo
mental.


Se describen unos cinco distintos tipos de pandakas, de los cuales a
tres de ellos no se les permite la ordenación como monjes. Éstos están
caracterizados6
como personas poseídas en alto grado por pasiones sexuales
(ussanakilesa), por una lujuria irrefenable (avapasantaparilaha),
esencialmente dominados por su libido (parilahavegabhibhuta,) por el
deseo de conseguir prostitutas (vesiya) o parejas muy jóvenes
(thulakumarika). Todo ello hacía muy difícil su pertenencia a la
comunidad de monjes por su dificultad fuera de lo normal para
tranquilizar sus pasiones. Aunque el significado de pandaka no parece
incluir directamente a los travestidos y transexuales, así sucedió en un
episodio de la vida de Buda con un monje. Por esta asociación, en la
mayoría de comunidades budistas como por ejemplo en la Tailandesa,
tradicionalmente se ha vetado el acceso al monacato a transexuales y
travestidos, si bien recientemente en el caso tailandés algunos abades
ya han dado su consentimiento a la ordenación de éstos como monjes al
hacer énfasis en subrayar la descripción de un estado mental pero no del
aspecto exterior de la persona.


Hay que tener en cuenta que ninguna escuela budista anterior al siglo
XVII, el siglo de la expansión europea, trató a la homosexualidad como
"conducta sexual incorrecta". Hay no obstante un número de comentadores y
maestros que se van adecuando a su cultura, sociedad y poderes
sociales. Y así encontramos posiciones en contra o a favor de la
homosexualidad e incluso de determinadas prácticas sexuales. También
actualmente algunos maestros varían algo su discurso, dependiendo de si
lo dirigen a su comunidad de origen o si están de visita en otros
países. Aunque de nuevo hay que recordar aquí la influencia occidental
de los últimos siglos, ya que las legislaciones de países de mayoría
budista como Tailandia, Birmania o Sri Lanka, no contenían disposiciones
legales contra la homosexualidad entre adultos hasta la llegada de la
época colonial,7 y en cambio este tipo de disposición legal ha sido tradicional durante siglos en muchos países occidentales.


Tantrismo en el budismo

La influencia del tantrismo indio causó el surgir del budismo Vajrayāna, desarrollado a partir del siglo VII sobre todo en los himalayas.
El Tantrismo en el budismo es un conjunto de enseñanzas en las que se
incluye el transmutar el impulso sexual para la realización del Nirvana.8
Si bien en la antigüedad el tantrismo se practicaba tanto con parejas
como sin ellas, actualmente el budismo tántrico utiliza principalmente
la meditación y visualización9


Hay que notar también que el budismo tántrico no tiene nada que ver
con rodear la vida de placer sexual, y no tiene nada que ver con otro
tipo de "tantrismos" presentes en nuestra sociedad de consumo. Aunque
ésta práctica budista sigue aún siendo poco comprendida e incluso
rechazada por muchos budistas de otras tradiciones y escuelas, lo cierto
es que contiene una larga tradición de maestros eminentes.
Desafortundamente, este terreno ha sido a veces presa fácil para
manipulaciones y escándalos de gente sin escrúpulos.10
Actualmente, todo buen centro y maestro de budismo Vajrayana enseña
prácticas en donde el contacto físico no es en absoluto necesario.


Prostitución

El budismo no discrimina a las prostitutas,
por el contrario, se les acepta como personas igual de dignas y
respetables que cualquier persona. En una parábola de Buda él recibió
una invitación para almorzar de Ambapali, una cortesana, la cual aceptó. Cuando el príncipe
local le invitó posteriormente a almorzar a la misma hora, Buda declinó
la invitación del príncipe para cumplir su compromiso con la
prostituta.


Algunos eruditos como Shravasti Dhammika consideran que la persona que ejerce la prostitución
para sobrevivir y salir de la pobreza es diferente que aquella que la
ejerce por codicia y porque es una forma fácil de ganar dinero sin tener
necesidad de ser prostituta y teniendo acceso a otras profesiones,
aunque estas sean más difíciles y menos remuneradas de realizar. En este
sentido, según Dhammika, la segunda estaría acumulando karma negativo.11 Sin embargo Dhammika mismo aclara que las prostitutas no deben ser mal vistas, humilladas o tratadas mal en el budismo.


Naturalmente todo esto se refiere exclusivamente a las personas que
ejercen la prostitución voluntariamente, no así a las personas forzadas a
la prostitución ó víctimas de explotación sexual.


En general existe un debate sobre la prostitución
per se, algunos budistas consideran que como actividad acarrea muchos
males y vicios y que no debe ser aceptada, otros eruditos y pensadores
budistas consideran que el trabajo sexual no es pernicioso mientras no
se perjudique a nadie (por ejemplo, mientras se tomen las precauciones
como el sexo seguro para no contagiarse a si mismo/a o a otros/as de enfermedades venéreas)12
pero todos coinciden en que las prostitutas son personas igual de
dignas y respetables y bienvenidas dentro de la comunidad budista.


Esto aplica, lógicamente, igual para los hombres que ejerzan la prostitución.


Género

El Buda llevo a cabo una nueva ruptura con la tradición hindu al permitir que las mujeres ingresaran en el Sangha (Comunidad de monjes/monjas) del Budismo, Los miembros del Sangha son conocidos Bhikkus.
De hecho, la primera monja budista fue Mahaprajapati, la tía del Buda,
la mujer que había cuidado de él después de la temprana muerte de su
madre.


Hay que señalar aquí que el sistema patriarcal del hinduismo del año
2500 a. C. era enormemente rígido. En él se consideraba que solo los
varones y brahmanes
(religiosos) podían encarar la búsqueda de la iluminación, así que esa
posición era totalmente impensable. Por lo tanto, la decisión de Buda
fue totalmente arriesgada para su tiempo. Aunque no se toma como una
consecuencia a largo plazo de la disminución del Budismo en la India.


Aunque la orden de monjas siempre ha sido de menor número que la de
los hombres, el papel de las mujeres en el budismo ha sido importante.


Actualmente, podemos decir que la organización religiosa del budismo
en sus comunidades desde el cambio de el Buda, se prosiguió con el ideal
de igualdad, tanto de sexo como de posición jerárquica.


Matrimonio

El budismo en origen no observa ceremonias religiosas para la unión
en matrimonio de dos personas. A pesar de eso, con el paso del tiempo en
casi todos los países se empezó a invitar a algún monje a estas
celebraciones para dar alguna bendición, ocupando socialmente el lugar
de invitado distinguido. En Japón
las bodas se suelen celebrar por el rito sintoísta, mientras que el
budismo ocupa el lugar principal en la ceremonias de funeral. Esta
situación se repite en casi todos los países en donde el budismo
coexiste con otras religiones. Últimamente han aparecido ceremonias de
casamiento celebradas por algún sacerdote perteneciente a escuelas
japonesas y en donde esta costumbre ha sido absorbida por influencia
cristiana en ciertos lugares, como ocurre en las islas Hawaii.


Los matrimonios entre personas del mismo sexo ha sido un tema
debatido en los países con mayoría budista como ha venido ocurriendo en
el resto del mundo. Buda conocía en su tiempo de la existencia de la
homosexualidad así como de hermafroditas y no se encuentra objeción
alguna en el Canon Pali (Tipitika) para este tipo de unión, ni
Buda se expresó a favor ni en contra. Así lo han señalado los propios
monjes en el debate público en estos países,13
si bien las resistencias de la tradición social pueden aparecer también
con formas religiosas. En los budistas occidentales existe un consenso
aparentemente total tanto en monjes como en laicos a favor de este
asunto, e incluso algunos nombres de importancia han dado apoyo
explícito para que sea aprobado por las legislaciones civiles.14


Aborto

El budismo no mantiene una opinión única respecto al aborto.15
En un episodio de su vida Buda desaconsejó a una mujer la interrupción
de su embarazo, si bien es difícil de saber en qué punto de gestación
estaba esa mujer. Al no existir indicaciones más claras, algunos
maestros y comentaristas hacen hincapié en la necesidad de cierta
evolución de la gestación para que sea algo relevante al precepto,
mientras que otros se muestran muy claros respecto a evitar el aborto en
cualquier punto de la gestación.


Buddhaghosa en sus comentarios establece que la gravedad de la acción
de quitar la vida a otro ser vivo es proporcional al grado de evolución
del ser que muere, si bien en otros textos se subraya la gravedad del
hecho de acabar con un posible nacimiento, ya que en el budismo es
considerado algo raro y muy valioso por la posibilidad de todo ser
humano en alcanzar el Nirvana. Una solución frecuente y un tanto
conciliadora es defender el aborto en ciertos casos (peligro para la
madre, malformaciones, etc.).


El conocimiento actual de la bioética respecto al comienzo del
desarrollo neurológico en el ser humano es usado por las posiciones más
progresistas, y así no se habla en contra hasta el tercer o el cuarto
mes de embarazo. Las posiciones más tradicionales hablan directamente de
evitar el aborto a toda costa. En el budismo, buena parte de este
debate16
descansa a menudo en interpretaciones sobre la mente y la
reencarnación, lo cual se hace ineludible para entender los distintos
puntos de vista. Aunque en este debate a veces los monjes son parte
activa para justificaciones doctrinales a favor o en contra, el código
del Vinaya prohíbe a los monjes sugerir el aborto a una mujer.


En la práctica, algunas comunidades budistas como la japonesa
celebran ceremonias rituales (Mizuko kuyo) de reparación para aquellas
mujeres que han experimentado un aborto y así lo solicitan. En la
obligada investigación de causas que expliquen cualquier acción, en
general se observa la situación que puede empujar a una mujer a esta
decisión, de manera que el aborto, siendo considerado una situación muy
poco afortunada, que puede ser producto del aferramiento al deseo
sensual, etc. no llega a tener la misma consideración de gravedad que
otras acciones. Por ejemplo, encontramos numerosos ejemplos sobre la
gravedad de acabar con la vida de un animal adulto como un perro, un
elefante o un caballo. Pero ninguno respecto a un aborto de cinco o seis
semanas. No aparece pues una norma general17
en el budismo que enseñe una prohibición o aprobación en cualquier
situación, sino que se tiende a observar cada caso y sus circunstancias.


Métodos anticonceptivos

En el budismo no se encuentran voces que se opongan al uso de
anticonceptivos. El uso de los mismos es tan antiguo como difundido en
las sociedades en donde históricamente ha sido religión mayoritaria.


Suicidio

En el caso del suicidio, Buddha permitió el suicidio a uno de sus discípulos quien ya era un Arhat,
es decir alguien que había experimentado el Nirvana. Pero lo
desaconsejó con toda claridad para el resto de personas. En una ocasión
expulsó para siempre de la orden a varios monjes que decidieron animar a
unos compañeros suyos a acabar con su vida.18


Eutanasia

Respecto a la eutanasia o a ayudar a ocasionar la muerte a algún
enfermo terminal, hay algunos episodios de la vida de Buda así como
otros comentarios que siguen siendo discutidos actualmente. Hay
artículos, maestros y personalidades tanto a favor como en contra
dependiendo de los tipos de eutanasia, etc. En el caso de enfermedades
terminales, generalmente no se recomienda acelerar el proceso de muerte
más de lo que la propia enfermedad lo haría. Alargar este tiempo tampoco
es comentado de manera favorable.19


Pena de muerte

El budismo realiza una gran defensa filosófica y doctrinal de todos
los seres que llama "sintientes", así como del entorno que existe de
manera interdependiente con ellos. Con "sintiente" se quiere denominar
aquellas formas de vida capaces de tener un objeto de conocimiento.


El primer precepto de los laicos se dirige directamente a abstenerse
de acabar con la vida de otro ser, así que la pena de muerte contra
personas se contempla como un grave error. El budismo ha sido una fuerza
muy importante en Asia para la abolición de la pena de muerte en muchos países.


Animales

Respecto a matar a otros seres, Buda rechazó incluir el vegetarianismo estricto para los monjes. Para los laicos, en cambio, no deben participar en la violencia contra ningún animal.


Cuando la educación en Asia no ha tenido buenos niveles en todas
partes, el budismo es un baluarte tradicional en la conciencia social
por el respeto a la vida animal y a la ecología en general. Muchas
organizaciones y especialmente comunidades monásticas en contacto con la
naturaleza se han integrado en programas internacionales para ayudar a
la conservación del medio ambiente. Actualmente, muchos budistas optan
personalmente por el vegetarianismo para contribuir al respeto a la vida
animal.


En el esquema filosófico budista,20
los animales también tienen mente según entiende el budismo este
concepto, y forman parte del mismo proceso dinámico por el que los seres
humanos acaban experimentando el conocimiento racional. Esto quiere
decir que para el budismo, los animales sienten y padecen. La diferencia
entre su existencia y la nuestra es finalmente producto del karma,
por lo que tienen la misma esencia sagrada que tenemos los seres
humanos y que nos lleva a respetarnos la vida los unos a los otros. La
literatura budista da innumerables historias de seres humanos que en
vidas previas fueron animales, relacionándonos así con ellos de una
manera mucho más directa de lo que culturalmente conocemos en occidente.


En el budismo, los animales pueden recibir el refugio en el Buda y pueden tener funerales como tenemos los seres humanos.


Bibliografía

  • —Peter Harvey (2000). An Introduction to Buddhist Ethics. Cambridge Universisty Press. ISBN 978-0-521-55394-0. Texto «de Peter Harvey
» ignorado (ayuda)


  • —Jose Ignacio Cabezon (1992). Buddhism, Sexuality, and Gender. Delhi: Satguru 1992. ISBN 81-7030-342-7. Texto «de Jose Ignacio Cabezon
» ignorado (ayuda)


  • Madhu Bazaz Wangu. (1993) Budismo. Religiones del mundo. Ed. 1998

Referencias


  • http://www.berzinarchives.com/web/es/archives/sutra/level2_lamrim/advanced_scope/voidness_emptyness/intro_voidness.html

    1. An Introduction to Buddhist Ethics. Harvey, Peter. Cambridge Press. Cap 4 Attitude and treatment of the natural world.

    Véase también

    Enlaces externos


  • http://www.bbc.co.uk/religion/religions/buddhism/buddhistethics/war.shtml


  • An Introduction to Buddhist Ethics. Harvey, Peter. Cambridge Press. pp 413


  • http://www.buddhanet.net/homosexu.htm


  • http://www.buddhanet.net/e-learning/history/wbq27.htm


  • An Introduction to Buddhist Ethics. Harvey, Peter. Cambridge Press. pp 416


  • Homosexuality and Theravada Buddhism., A. L. De Silva. http://www.buddhanet.net/homosexu.htm


  • Tantra in Practice, David Gordon White. Princeton University Press, 2000.


  • Tantric Ethics: An Explanation of the Precepts for Buddhist Vajrayana Practice. Tsongkhapa. Wisomd Pub.


  • Tantra: Sex, secrecy, politics and Power in the Sutdy of Religion, Hugh B. Urban. University of California Press.


  • http://dharmafolk.wordpress.com/2009/04/01/sex-work-through-the-buddhist-lens/


  • http://www.berzinarchives.com/web/en/archives/approaching_buddhism/world_today/issues_buddhist_sexual_ethics.html


  • 'Religion and same-sex marriage, Mettanando Bhikkhu. The Bangkok Post, 13 de julio de 2005


  • A Zen Buddhist perspective on same-gender marriage Ramsey, T. (January 6, 1996). http://www.qrd.org/qrd/religion/zen.buddhist.perspective.on.same.sex.marriage


  • Buddhist approaches to abortion, R. E. Florida. Asian Philosophy, Vol. 1 No. 1.1991 http://ccbs.ntu.edu.tw/FULLTEXT/JR-ADM/florida.htm


  • Buddhism and the Morality of Abortion. Michael G. Barnhart. Journal of Buddhist Ethics. http://www.buddhistethics.org/5/barnh981.html


  • Cuando la vida comienza. Bhikkhu Sujato. http://www.budismo.net/t3.php


  • An Introduction to Buddhist Ethics. Harvey, Peter. Cambridge Press. pp. 287 y sig.


  • An Introduction to Buddhist Ethics. Harvey, Peter. Cambridge Press. pp 292 y sig.


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