aquellos permitidos por el Corán y la Sharia, y hoy llega el turno de
conocer cuales son las restricciones que impone el Judaísmo a sus fieles
en cuanto a alimentación se refiere.
Los judíos se guían por la cashrut para su alimentación, ya que designa aquello que es apropiado para ser ingerido por los practicantes del Judaísmo. Los alimentos que cumplen los preceptos de la cashrut son considerados casher o kosher. Los que no cumplen los preceptos de la religión son denominados trefá o taref.
Alimentos prohibidos por el Judaísmo
Aunque de forma simplista se considera que las prohibiciones de la Torácon respecto a la alimentación se limitan a que no está permitido
ingerir carne y lácteos al mismo tiempo (adiós entrecot con salsa a la
pimienta) ni tampoco la carne de cerdo ni ninguno de sus derivados, la
realidad es que la alimentación casher incluye muchas más restricciones,
siendo probablemente el Judaísmo la religión más estricta en este
sentido.
La Torá es bastante clara con respecto a qué animales están
permitidos y cuales no. Así, se permite el consumo de animales
terrestres que tengan pezuñas hendidas y rumien (vacas,
ovejas, cabras y ciervos son kosher) mientras que los que no cumplan
estas dos condiciones no son permitidos, lo que excluye de su dieta a
cerdos, conejos, liebres, ardillas, perros, gatos, camellos y caballos,
aunque la lista es larga, como podéis imaginar.
Estos son los animales que comeréis de entre todos losEn cuanto a las aves, la Torá también ofrece una lista de aves impuras,
animales que hay sobre la tierra. De entre los animales, todo el que
tiene pezuña hendida y que rumia, éste comeréis. Pero de los que rumian o
que tienen pezuña, no comeréis éstos: el camello, porque rumia pero no
tiene pezuña hendida, lo tendréis por inmundo. También el conejo, porque
rumia, pero no tiene pezuña, lo tendréis por inmundo. Asimismo la
liebre, porque rumia, pero no tiene pezuña, la tendréis por inmunda.
También el cerdo, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero
no rumia, lo tendréis por inmundo.
Tercer Libro de Moisés, 11.
aunque no un motivo claro para ello, si bien la mayoría son aves
carroñeras o de rapiña, por lo que las interpretaciones de los Rabinos
suelen ir en esa dirección, prohibiendo aves poco habituales en la mesa
como el buitre, el águila o el cuervo, pero también otras que no lo son
tanto, como la avestruz o el faisán. Las que sí están permitidas son el
pollo, el pato, el ganso y el pavo, aunque al ser este un animal del
nuevo mundo y no aparecer en las escrituras hay algunas discrepancias al
respecto.
Por lo que concierne a pescados y mariscos, para que
un animal marino sea kosher debe tener simultáneamente aletas y
escamas, permitiendo pues un amplio abanico de peces como son el atún,
el salmón, la carpa, el mero, la sardina... pero dejando fuera todo el
marisco (gambas, langostinos, moluscos, cangrejos, pulpo...) y también
ballenas, tiburones, delfines o peces espada.
y otro tipo de animales. Solo se permite la langosta (no el marisco,
sino el insecto) y el saltamontes, pero están prohibidos todos los demás
insectos alados, los insectos rastreros, los roedores, los reptiles y
los anfibios. Igualmente, hay algunas partes de los animales kosher que
también están prohibidas, como las grasas alrededor de los órganos
vitales o el nervio ciático.
Lógicamente también están prohibidos todos los productos derivados de estos animales, salvo una curiosa excepción: la miel de las abejas,
ya que se considera que es un producto de las flores, y las frutas,
verduras y todo tipo de vegetales sí que están permitidos, con cuidado
de lavarlos bien para no tragarse un insecto por error, eso sí.
La Shejitá
limita a prohibir una serie de alimentos, sino que además los animales
que están permitidos deben ser sacrificados de una manera concreta para poder ser consumidos.
Así, los animales muertos por causas naturales están descartados, mientras que la matanza ritual, conocida como Shejitá, deberá ser ejecutada por el matarife (shojet,
que a veces también es el rabino) con un corte limpio y profundo en la
garganta realizado con un cuchillo afilado, de forma que se garantice
que el animal sufra lo menos posible.
La Torá también prohibe el consumo de sangre, por lo
que los animales terrestres y las aves deben de ser desangrados
completamente antes de ser consumidos, salándolos. De esta prohibición
están exentos los peces, pero no otros alimentos, por lo que una mancha
de sangre en un huevo, por ejemplo, lo convierte en taref.
La separación de la carne y los lácteos
reforma de una casa para una familia judía, y me llamó la atención que
en la cocina necesitaran dos fregaderos completamente separados. Esto es
porque la Torá establece que no solo no se deben consumir productos lácteos y cárnicos al mismo tiempo, sino que se deben utilizar utensilios diferentes para que no haya contaminación cruzada.
Así, en una casa kosher ideal, debería haber dos cocinas,
una para lácteos y otra para cárnicos, aunque como en la práctica eso
es complicado, se debe tener mucho cuidado en utilizar unos utensilios
(ollas, cubiertos, tablas de cortar...) para los lácteos y otros para
las carnes, extremando las precauciones para no usar los de unos con los
otros, pues ese utensilio dejaría de ser kosher y no apto para la
cocina. Incluso existe una compleja normativa sobre en qué
circunstancias se pueden cocinar alimentos de los dos grupos en un mismo
horno o microondas, siendo de nuevo lo más recomendable tener uno de
cada.
Tanto la carne (que incluye también a las aves) como los lácteos se
pueden consumir con alimentos neutros (el pescado y las verduras). Para
consumir carne después de haber consumido lácteos bastará con cambiar el
mantel y los cubiertos de la mesa, limpiarse la boca y comer algo
sólido como pan (aunque en algunas corrientes también es necesario
esperar un poco), mientras que para consumir lácteos después de comer carne es necesario dejar transcurrir varias horas.
alimenticios que quieran recibir alguno de los símbolos que los
identifican como kosher (normalmente una U encerrada en un círculo)
deban someterse a la inspección rabínica para su aprobación.
Creo que ha quedado bastante claro el nivel de precisión con el que en el Judaísmo se regula la alimentación,
y eso que solo he pasado por encima de las restricciones principales,
sin entrar en diferentes interpretaciones y corrientes o en el sinfín de
detalles que deben tenerse en cuenta a la hora de cocinar si queremos
que se trate de una receta kosher.
Imágenes | Matt, Daniel Maleck
En Directo al Paladar | Alimentos prohibidos en cada religión: El Islamismo
12 comentarios
Vamos, que casi hay que hacer un máster para poder comer,...qué cantidad de reglas...
Por cierto, que esto me lleva a pensar que entonces los judios no comerán jamas fuera de casa por temor a contaminarse..
Cerrar respuestas
La prohibición de consumir carnes al mismo tiempo que
lácteos proviene del versículo: "No cocerás al cabrito en la leche de su
madre", una costumbre cananea (y por lo tanto, pagana a los ojos de los
antiguos hebreos), relacionada con rituales de fertilidad. La
prohibición se hizo extensiva al resto de los productos cárnicos
permitidos y terminó convirtiéndose en la estricta separación de las
preparaciones.
Cerrar respuestas
Muy interesante. Ya conocía las normas pero aún así me
has sacado de un error... mira, pensaba que lo que no podían comer era
el marisco univalvo, pero sí el bivalvo.
Lo que también me ha llamado siempre la atención es lo de la sal kosher,
que se usa mucho en recetas de USA. Tú sabes por qué también la sal ha
de pasar la inspección kosher?
Un saludo!
Cerrar respuestas
Cerrar respuestas
Conocía estas reglas, además cerca de mi casa hay una
sinagoga y por ende dos tiendas Kosher ahora bien, tengo amigos judios
que disfrutan con un buen plato de croquetas de jamón, no le hacen
ningun asco a una buena gamba roja y se han comido mis perdices
estofadas con todo el gusto del mundo. Como en todo, hay excepciones e
interpretaciones
Cerrar respuestas
Muy muy interesante esta serie de artículos.
Me ha llamado la atención el tema de cárnicos y lácteos y utensilios diferenciados O_O
¿Alguien sabe si los judíos menos ortodoxos esta norma se la saltan?
Cerrar respuestas
Qué divertido!!! Han conseguido hacer de algo tan
elemental como alimentarse toda una aventura, tipo gymkana... Los padres
dedicarán muchísimo tiempo preparando a sus hijos para la complicada
tarea de comer que les espera. Con todo mi respeto, no lo entiendo.