La Torá (del hebreo, תּוֹרָה, transl. Torah) es el texto que contiene la ley y el patrimonio identitario del pueblo israelita;[3] constituye la base y el fundamento del judaísmo.[4]
El
término proviene de la raíz hebrea .י.ר.ה (Y.R.H.), que significa
"acometer" y se halla etimológicamente ligado a las nociones de ley, enseñanza e instrucción.[5]
Para
el judaísmo, la Torá es la Ley. Según la tradición común al judaísmo y
al cristianismo, involucra la totalidad de la revelación y enseñanza
divina otorgada al pueblo de Israel.
Considerando la importancia de Moisés en este proceso, ambas
denominaciones a veces se refieren a la Torá como la Ley de Moisés, la
ley mosaica, e incluso ley escrita de Moisés: dado que en el judaísmo,
la Torá comprende tanto la ley escrita como la ley oral.[6] Ello no es arbitrario dado que su sentido estricto, el término Torá se refiere específicamente a los cinco primeros libros bíblicos, el Pentateuco, al que se conoce también como los cinco libros de Moisés.[7] En hebreo se los denomina Jamishá Jumshéy Torá
(חֲמִשָּׁה חֻמְשֵׁי תּוֹרָה—"Los Cinco Quintos de la Torá"), mas
habitualmente se emplea la forma abreviada de esa expresión y se los
llama y conoce entonces como el Jumásh (חֻמָּשׁ-"Quinto").[8]
En
su sentido más amplio, cuando el término Torá implica todos los libros
de la Biblia hebrea, los israelitas suelen denominarla "Tanaj"
(תַּנַ"ךְ). Se trata de un acrónimo para designar a los 24 libros de la
Biblia hebrea. El mencionado acrónimo es formado por tres consonantes, T-a-N-a-J, que son a su vez las iniciales de los términos hebreos que designan las tres secciones que forman la Biblia hebrea: T de Torá (Pentateuco), N de Nevi'im (Profetas) y J de Ketuvim (Escritos).[9]
Estos libros son:
Por último, los judíos utilizan la palabra Torá para referirse también a la Mishná, la ley oral, desarrollada durante siglos y compilada en el siglo II por Yehudah Hanasí.
sostiene que la totalidad de la Torá proviene directamente de la
inspiración divina, y que por lo tanto todos los detalles del texto
—desde el léxico hasta la puntuación—
son significativos. De acuerdo con esta doctrina, la escritura de los
rollos que se utilizarán a efectos de culto está sujeta a normas
sumamente estrictas; un escriba ritual, familiarizado con las prescripciones pertinentes, está a cargo de la tarea.
En
varias partes de la Biblia se encuentran citas que indican que Moisés
escribió la Torá, verbigracia: 2° de Crónicas 25:4, 1° de Reyes 2:3,
Esdras 6:18, Juan 5:46-47, Hechos 15:21. Además de lo escrito en la
Biblia, es probable que Moisés haya recibido lo que escribió en Génesis y
parte de Éxodo, mediante la tradición oral de 6 eslabones: 1. Adán: Vivió hasta los 233 años de Matusalén y hasta los 51 años de Lamec; 2. Matusalén: Vivió hasta los 98 años de Sem; 3. Sem: Vivió hasta los 50 años de Jacob; 4. Jacob: Vivió hasta los 60 años de Leví
y hasta aproximadamente los 18 ó 20 años de Cohat; 5. Leví: Vivió
aproximadamente hasta los 77 años de Amram; 6. Amram: Padre de Moisés.[13]
Toda
la doctrina religiosa del judaísmo se deriva, directa o indirectamente,
de la Torah. Las fuentes clásicas, sin embargo, ofrecen varias
versiones acerca del texto. La hipótesis maximalista indica que
la totalidad del texto de la Torah es una transcripción directa, letra
por letra, hecha por Moisés de la revelación divina recibida en el
Sinaí; esto incluiría aún los fragmentos posteriores a Deuteronomio 32:50-52,
que relata la muerte de Moisés, que le habría sido anunciada
anticipadamente por Dios. Otras fuentes consideran que la revelación
tuvo lugar gradualmente, y que si bien el texto es de origen divino, la
redacción es humana. Finalmente, otros autores consideran que tras la
muerte de Moisés, otros profetas divinamente inspirados completaron el texto.
bien la Torá constituye el núcleo de la revelación divina, ésta
contiene otros libros. Los judíos consideran de origen divino a los Nevi'im o libros de los profetas:
Los doce profetas menores:
Y los Ketuvim o libros de los escritos:
Además
de los libros enumerados, el judaísmo ortodoxo sostiene que junto con
los escritos, el pueblo de Israel recibió también la revelación oral,
que ha sido transmitida de generación en generación como parte
inalienable de la tradición judía. Es a partir de las indicaciones y
aclaraciones de la tradición oral, afirma, que deben interpretarse las
ambigüedades y dificultades del texto bíblico. La ley oral se codificó y
registró por primera vez en el siglo III, para evitar que se perdiese durante la Diáspora; el rabino Yehudah Hanasí redactó el primer comentario acerca de la interpretación de la ley, compendio al que se conoce como Mishná; lo hizo a partir de las enseñanzas de los tannaim, los estudiosos de la tradición oral.
A
su vez, el contenido de la Mishná fue objeto de debate, discusión y
comentario por parte de los estudiosos de las comunidades judías en
Israel y Babilonia; el resultado de estas discusiones dio lugar a nuevos volúmenes de comentarios, llamados Guemará. Junto con la Mishná, estos volúmenes constituyen el Talmud,
la recopilación de la tradición rabínica. Aun los judíos no ortodoxos
siguen, en numerosos puntos importantes, las interpretaciones del texto
bíblico vertidas en el Talmud; la única excepción la constituyen los caraítas, una secta clásica que se rige únicamente por el contenido literal de la Torá.
los rollos en los que están escritos estos libros son custodiados
respetuosamente en el interior de un compartimiento especial, orientado
hacia Jerusalén, llamado Arón haKodesh
(literalmente ‘Cofre Sagrado’, aunque no sea sagrado en sí, sino por lo
que contiene). En presencia de un rollo de la Torá, los judíos varones
deben llevar la cabeza cubierta.
Los rollos de la Torá son sacados
para su lectura. La lectura pública de la Torá sigue una entonación y
dicción, prescritas ritualmente, sumamente complejas; por ello, es
normalmente un cantor o jazán
profesional quien la lleva a cabo, si bien todos los varones judíos
mayores de edad tienen derecho a hacerlo. Una vez leído, el rollo vuelve
a guardarse reverentemente. La lectura semanal de la Torá se denomina parashá hashavua –sección de la semana– o sidra,
y la misma abarca todo el Pentateuco subdividido en tantas semanas como
tiene el año judío. Todos los integrantes del Pueblo de Israel estudian
en la misma semana la misma sección, lo cual debe generar un clima de
unión y afecto entre los que siguen la religión judía.
Cuando
se observan con cuidado los rollos de pergamino de la Torá es posible
comprender que los dos extremos del rollo se hallan a una especie de
mango, visible a ambos lados del texto y que funciona como un eje que
permite desenrollar, desplazar y volver a enrollar el texto con relativa
facilidad.
Dada su naturalerza asociada al Todopoderoso
y su uso frecuente, cuando no a lo largo de varios siglos, cada
comunidad judía ha desarrollado diferentes modos de preservar los rollos
de pergamino que sirven de soporte para el texto bíblico. Uno de esos
métodos incorporó una caja o estuche de madera de tipo cilíndrico (en
hebreo, tik), que no solo sirve para preservar los rollos sino
también facilita su transporte en caso de ser ello necesario. Otro
método involucra el cierre total de los rollos de la Torá, usando un
cinto para mantenerlos unidos,[22] y su ulterior cubrimiento mediante el empleo de una especie de camisa o funda de seda o terciopelo.
Las
comunidades judías orientales y aquellas oriundas de países islámicos
recurren por lo general a la mencionada caja o estuche cilíndrico. Las
comunidades asquenazíes de los países europeos suelen emplear la ya
mencionada funda. Dado que en la historia del pueblo judío
las migraciones han sido frecuentes, en algunos casos es posible que
las comunidades hayan inicialmente empleado la caja y eventualmente
recurrieran luego a la funda. Ejemplo de ello puede ser el caso de los
judíos sefarditas, quienes vivieron en territorios que fueron musulmanes
y luego cristianos, debiendo emigrar a partir de 1492 hacia otros
territorios alternativamente cristianos o musulmanes. Asimismo, en las
diversas comunidades judías diaspóricas a veces coexisten grupos asquenazíes y sefarditas
en una misma ciudad, cuando no en un mismo barrio o sector de la misma.
Hasta mediados del siglo XX, cada uno de esos grupos mantuvo con apego
sus tradiciones características. A partir de la creación del Estado de Israel,
dichos grupos tienden gradualmente a acercarse y las nuevas
generaciones a dejar de lado las diferencias otrora sumamente
importantes. Si bien esas diferencias aún persisten en el siglo XXI,
también existe una cierta apertura, y hasta flexibilidad, para con el
tema en cuestión, particularmente en Israel. Tal fenómeno es consonante
con la inicial naturaleza del Estado Judío,
hasta hace algunas décadas formado por numerosos judíos que provenían
de contextos identitarios y comunidades con tradiciones
considerablemente distintas. Con el renacimiento cultural israelí, el
mencionado cambio de actitud tiende a reflejarse principalmente en los
aspectos estilísticos y ornamentales que atañen a la Torá,[23] mas no al texto bíblico.[24]
Incluso
si de un modo no evidente, mas considerando el carácter transmigrante
del pueblo hebreo y su varias veces milenaria dispersión por el mundo,
la caja empleada para preservar la Torá puede, como objeto móvil y
transportable, ser asociada debido a estas características con el Arca de la Alianza que los hebreos construyeron en el desierto y que preservaban en el Sanctasanctórum del Tabernáculo.
Significativamente,
el embellecimiento a partir de la ornamentación ha sido casi una
permanente constante en el caso de tanto las cajas o estuches para la
Torá, así como también en lo que respecta a las ya mencionadas fundas.
Tradicionalmente, la Torá es embellecida con diferentes adornos,
generalmente de plata; ellos incluyen una corona y un escudo o pectoral,
asimismo un par de terminaciones o remates, también a menudo de plata, y
que son colocados sobre la parte superior de los mangos de la Torá, una
vez que la misma se encuentra ya cerrada y en posición vertical. Dichas
terminaciones suelen poseer pequeñas campanillas y se las conoce como "rimonim" (granadas) o "tapujim"
(manzanas). Cuando se trata de una Torá que va provista de una funda,
todos componentes mencionados también se agregan pero sólo una vez que a
la Torá se le ha colocado su funda. Un último elemento que suele
adicionársele es un puntero que suele culminar en forma de pequeña mano
con su dedo índice extendido: se lo conoce como yad, término hebreo que significa "mano". Visualmente, dicho motivo tiene referentes iconográficos en la Mano de Dios, cuya manifestación en la cultura judía se remonta a los frescos de la Sinagoga de Dura Europos y a los mosaicos de la Sinagoga de Beit Alfa, siglos III y VI E.C.[25]
Su lugar en la iconografía hebraica y sus composiciones plásticas es
por lo general prominente. En términos visuales, la Torá es
indefectiblemente asociada a la idea de Ley y tiende a ser representada
de dos motivos principales: uno de ellos es el de las dos Tablas de la
Ley con los Diez Mandamientos (en hebreo, "Tablas del Pacto", לוחות הברית);[29]
el otro recurre a la imagenería de los tradicionales rollos bíblicos
que los judíos emplean para preservar el texto bíblico hebreo y a los
que los israelitas sencillamente denominan "ha-Torá" (la Ley).
para el uso de las comunidades judías que residían en las colonias
griegas del Mediterráneo. La versión resultante, conocida como la Septuaginta,
contiene importantes variaciones y adiciones con respecto al texto
canónico de la versión hebrea. De acuerdo a la tradición crítica (ver infra), esto se debe a que la Septuaginta proviene de un canon textual distinto al que compilaron los masoretas
para producir la versión hebrea. Según la tradición rabínica, sin
embargo, éstos son añadidos posteriores. A pesar de ser la versión de
uso común en la iglesia de su día, y endosada por padres antiguos
incluyendo Agustín de Hipona, Jerónimo de Estridón no utilizó la Septuaginta para redactar la Vulgata latina, el texto canónico de la religión católica, optando más bien utilizar el texto hebreo Masorético.
En las comunidades judías de Israel y Babilonia, el texto del Tanaj se tradujo al arameo,
el idioma cotidiano de los israelitas, para propósitos de estudio y
comentario. Las versiones arameas de la Torá se conocen como targumim; el más conocido es el targum de Ónkelos el prosélito,
escrito en la comunidad de Babilonia, aún utilizado para el estudio y
la solución de cuestiones de etimología. Existe también un targum jerosolimitano (targum Ierushalmi), compilado en Israel. Los targumim contienen numerosos comentarios y glosas además de la traducción del texto bíblico.
dadas las características del idioma utilizado, de los temas tratados y
de las situaciones históricas que se ven reflejadas en el escrito.[36] Según interpretación contemporánea, los fragmentos escritos más antiguos del texto se remontarían al siglo VII a.E.C.[cita requerida]
Una teoría que intenta explicar el origen de la Torá es la llamada hipótesis documentaria. Sostiene que el texto actual es el resultado de una compilación, realizada en Israel alrededor de la época de Esdrás el escriba, a partir de no menos de cuatro fuentes distintas, cada una de las cuales relataba la historia completa de Israel.
Dos de las fuentes, los textos yavista y eloísta, provendrían de la época de la división del legado de Salomón a los reinos de Judá e Israel. Otra, el texto sacerdotal, correspondería a una primera compilación realizada por los escribas del rey Ezequías. Finalmente, el Deuteronomio y otros fragmentos habrían sido redactados por los escribas del rey Josías y por la escuela que siguió sus puntos de vista teológicos durante el exilio
y después de éste. Tras el regreso a Israel, las diferentes tradiciones
habrían sido homogeneizadas y recopiladas por los sacerdotes.
La
hipótesis documentaria se apoya en los rasgos idiomáticos distintivos de
los diversos fragmentos (en particular el nombre utilizado para
mencionar a Yahvé en el libro del Génesis,
distinción que desaparece a partir del libro del Éxodo), en las
repeticiones y contradicciones del texto, en otras variaciones
conceptuales y en las relaciones con los mitos de otras religiones
contemporáneas para establecer esta división.
En una u otra forma, esta teoría es aceptada por estudiosos laicos y creyentes, entre ellos determinados musulmanes.[37]
No obstante, la hipótesis documentaria siempre ha generado acalorado
debate, al punto de ser rechazada por creyentes monoteístas y diferentes
estudiosos, quienes recurren a otras hipótesis para explicar la
formación tardía del Pentateuco. Dentro del marco del judaísmo ortodoxo,
la hipótesis documentaria es considerada errónea y herética.[cita requerida]
El
término proviene de la raíz hebrea .י.ר.ה (Y.R.H.), que significa
"acometer" y se halla etimológicamente ligado a las nociones de ley, enseñanza e instrucción.[5]
Para
el judaísmo, la Torá es la Ley. Según la tradición común al judaísmo y
al cristianismo, involucra la totalidad de la revelación y enseñanza
divina otorgada al pueblo de Israel.
Considerando la importancia de Moisés en este proceso, ambas
denominaciones a veces se refieren a la Torá como la Ley de Moisés, la
ley mosaica, e incluso ley escrita de Moisés: dado que en el judaísmo,
la Torá comprende tanto la ley escrita como la ley oral.[6] Ello no es arbitrario dado que su sentido estricto, el término Torá se refiere específicamente a los cinco primeros libros bíblicos, el Pentateuco, al que se conoce también como los cinco libros de Moisés.[7] En hebreo se los denomina Jamishá Jumshéy Torá
(חֲמִשָּׁה חֻמְשֵׁי תּוֹרָה—"Los Cinco Quintos de la Torá"), mas
habitualmente se emplea la forma abreviada de esa expresión y se los
llama y conoce entonces como el Jumásh (חֻמָּשׁ-"Quinto").[8]
En
su sentido más amplio, cuando el término Torá implica todos los libros
de la Biblia hebrea, los israelitas suelen denominarla "Tanaj"
(תַּנַ"ךְ). Se trata de un acrónimo para designar a los 24 libros de la
Biblia hebrea. El mencionado acrónimo es formado por tres consonantes, T-a-N-a-J, que son a su vez las iniciales de los términos hebreos que designan las tres secciones que forman la Biblia hebrea: T de Torá (Pentateuco), N de Nevi'im (Profetas) y J de Ketuvim (Escritos).[9]
Estos libros son:
- Génesis — Bereshit (בְּרֵאשִׁית), "En el comienzo"
- Éxodo — Shemot (שְׁמוֹת), "Nombres"
- Levítico — Vayikrá (וַיִּקְרָא), "Y llamó"
- Números — Bemidbar (בְּמִדְבַּר), "En el desierto"
- Deuteronomio — Devarim (דְּבָרִים), "Palabras"/"Cosas"/"Leyes".[10]
Por último, los judíos utilizan la palabra Torá para referirse también a la Mishná, la ley oral, desarrollada durante siglos y compilada en el siglo II por Yehudah Hanasí.
Tradición judía y Torá[editar]
Según la tradición hebrea, los cinco libros del Pentateuco fueron escritos por Moisés, quien recibió la revelación directamente de Dios en el monte Sinaí, por lo cual se define como la "instrucción dada por Dios para su pueblo, a través de Moisés". Aunque los autores rabínicos difieren en los detalles, la doctrina ortodoxa del judaísmosostiene que la totalidad de la Torá proviene directamente de la
inspiración divina, y que por lo tanto todos los detalles del texto
—desde el léxico hasta la puntuación—
son significativos. De acuerdo con esta doctrina, la escritura de los
rollos que se utilizarán a efectos de culto está sujeta a normas
sumamente estrictas; un escriba ritual, familiarizado con las prescripciones pertinentes, está a cargo de la tarea.
En
varias partes de la Biblia se encuentran citas que indican que Moisés
escribió la Torá, verbigracia: 2° de Crónicas 25:4, 1° de Reyes 2:3,
Esdras 6:18, Juan 5:46-47, Hechos 15:21. Además de lo escrito en la
Biblia, es probable que Moisés haya recibido lo que escribió en Génesis y
parte de Éxodo, mediante la tradición oral de 6 eslabones: 1. Adán: Vivió hasta los 233 años de Matusalén y hasta los 51 años de Lamec; 2. Matusalén: Vivió hasta los 98 años de Sem; 3. Sem: Vivió hasta los 50 años de Jacob; 4. Jacob: Vivió hasta los 60 años de Leví
y hasta aproximadamente los 18 ó 20 años de Cohat; 5. Leví: Vivió
aproximadamente hasta los 77 años de Amram; 6. Amram: Padre de Moisés.[13]
Toda
la doctrina religiosa del judaísmo se deriva, directa o indirectamente,
de la Torah. Las fuentes clásicas, sin embargo, ofrecen varias
versiones acerca del texto. La hipótesis maximalista indica que
la totalidad del texto de la Torah es una transcripción directa, letra
por letra, hecha por Moisés de la revelación divina recibida en el
Sinaí; esto incluiría aún los fragmentos posteriores a Deuteronomio 32:50-52,
que relata la muerte de Moisés, que le habría sido anunciada
anticipadamente por Dios. Otras fuentes consideran que la revelación
tuvo lugar gradualmente, y que si bien el texto es de origen divino, la
redacción es humana. Finalmente, otros autores consideran que tras la
muerte de Moisés, otros profetas divinamente inspirados completaron el texto.
Transporte de rollo de Torá, 1929.
Rollo de Torá. Para el creyente judío, el texto que contiene es santo.
Rollo de Torá, abierto, y con puntero de plata.
Rollos de Torá. Sinagoga de Ioannina, Grecia
Rollos de Torá. Sinagoga de la Ciudad de Luxemburgo
Rollo del Pentateuco samaritano. Monte Gerizim, 2013
Textos sagrados del judaísmo[editar]
Sibien la Torá constituye el núcleo de la revelación divina, ésta
contiene otros libros. Los judíos consideran de origen divino a los Nevi'im o libros de los profetas:
Los doce profetas menores:
Y los Ketuvim o libros de los escritos:
- Libro de los Salmos,
- Job,
- Proverbios,
- Ruth,
- Cantar de los Cantares,
- Eclesiastés,
- Lamentaciones,
- Esther,
- Daniel,
- Esdras y Nehemías y
- Crónicas (I Crónicas y II Crónicas).
Además
de los libros enumerados, el judaísmo ortodoxo sostiene que junto con
los escritos, el pueblo de Israel recibió también la revelación oral,
que ha sido transmitida de generación en generación como parte
inalienable de la tradición judía. Es a partir de las indicaciones y
aclaraciones de la tradición oral, afirma, que deben interpretarse las
ambigüedades y dificultades del texto bíblico. La ley oral se codificó y
registró por primera vez en el siglo III, para evitar que se perdiese durante la Diáspora; el rabino Yehudah Hanasí redactó el primer comentario acerca de la interpretación de la ley, compendio al que se conoce como Mishná; lo hizo a partir de las enseñanzas de los tannaim, los estudiosos de la tradición oral.
A
su vez, el contenido de la Mishná fue objeto de debate, discusión y
comentario por parte de los estudiosos de las comunidades judías en
Israel y Babilonia; el resultado de estas discusiones dio lugar a nuevos volúmenes de comentarios, llamados Guemará. Junto con la Mishná, estos volúmenes constituyen el Talmud,
la recopilación de la tradición rabínica. Aun los judíos no ortodoxos
siguen, en numerosos puntos importantes, las interpretaciones del texto
bíblico vertidas en el Talmud; la única excepción la constituyen los caraítas, una secta clásica que se rige únicamente por el contenido literal de la Torá.
Niveles de interpretación[editar]
Los judíos se comparan a un diamante en bruto que se puede mejorar con el trabajo[16]A nivel religioso, dentro del judaísmo, la Torá tiene cuatro niveles o maneras de ser interpretada, las cuales se llaman: Peshát, Rémez, Derásh y Sod. Con las iniciales de estas cuatro palabras se forma la palabra Pardés, literalmente, "huerto de árboles frutales" (el paraíso, para los cabalistas).[17]
- Peshát: el nivel de interpretación que atiende al sentido
literal del texto, tal como las palabras son entendidas en la vida
diaria de la gente.[17] - Rémez: atiende al sentido alegórico del texto bíblico, las cuales hacen alusiones a cosas que las personas pueden comprender.[17]
- Derásh: es el nivel de interpretación que atiende al sentido
interpretativo de la escritura sagrada, de la cual se derivan las
reglamentaciones y leyes de la tradición judía. Para conseguir este
objetivo, se utilizan métodos como por ejemplo las referencias, las
comparaciones entre palabras y versículos bíblicos, e incluso las
analogías.[17] - Sod: es el método místico de interpretación, del cual deriva la cábala,
y que busca un sentido oculto en el texto sagrado, el cual sólo podría
encontrarse con el estudio de los textos originales en sus lenguas
originales.[17]
Uso ritual de la Torá[editar]
Las lecturas de la Torá son una parte importante de la mayoría de las ceremonias religiosas del judaísmo. En la sinagoga,los rollos en los que están escritos estos libros son custodiados
respetuosamente en el interior de un compartimiento especial, orientado
hacia Jerusalén, llamado Arón haKodesh
(literalmente ‘Cofre Sagrado’, aunque no sea sagrado en sí, sino por lo
que contiene). En presencia de un rollo de la Torá, los judíos varones
deben llevar la cabeza cubierta.
Los rollos de la Torá son sacados
para su lectura. La lectura pública de la Torá sigue una entonación y
dicción, prescritas ritualmente, sumamente complejas; por ello, es
normalmente un cantor o jazán
profesional quien la lleva a cabo, si bien todos los varones judíos
mayores de edad tienen derecho a hacerlo. Una vez leído, el rollo vuelve
a guardarse reverentemente. La lectura semanal de la Torá se denomina parashá hashavua –sección de la semana– o sidra,
y la misma abarca todo el Pentateuco subdividido en tantas semanas como
tiene el año judío. Todos los integrantes del Pueblo de Israel estudian
en la misma semana la misma sección, lo cual debe generar un clima de
unión y afecto entre los que siguen la religión judía.
Cuatro rollos de Torá pertenecientes a la Sinagoga Saint-Avold, Francia.
Apertura de uno de los rollos de la Torá.
Aspecto de la Torá una vez ya abierta y lista para ser leída.
Este ejemplar del siglo XVIII, pertenece a la Biblioteca Nacional de
Bielorrusia.
Lectura de la Torá durante el shabat en la Sinagoga Brit Brajá.
Lectura de la Torá según el rito asquenazí. Sinagoga Aish, Tel Aviv
Lectura de la Torá según el rito sefardí. Sinagoga en Askelón, Israel
Sumo sacerdote samaritano con milenario rollo del Pentateuco, Nablus, 1905.
Joven de trece años de edad leyendo la Torá durante su Bar-Mitzvá en una sinagoga estadounidense, 2008
Bendición con presentación de la Torá.
Objeto litúrgico, preservación y embellecimiento[editar]
La Torá es para el judaísmo un objeto sagrado porque contiene la Palabra de Dios.Cuando
se observan con cuidado los rollos de pergamino de la Torá es posible
comprender que los dos extremos del rollo se hallan a una especie de
mango, visible a ambos lados del texto y que funciona como un eje que
permite desenrollar, desplazar y volver a enrollar el texto con relativa
facilidad.
Dada su naturalerza asociada al Todopoderoso
y su uso frecuente, cuando no a lo largo de varios siglos, cada
comunidad judía ha desarrollado diferentes modos de preservar los rollos
de pergamino que sirven de soporte para el texto bíblico. Uno de esos
métodos incorporó una caja o estuche de madera de tipo cilíndrico (en
hebreo, tik), que no solo sirve para preservar los rollos sino
también facilita su transporte en caso de ser ello necesario. Otro
método involucra el cierre total de los rollos de la Torá, usando un
cinto para mantenerlos unidos,[22] y su ulterior cubrimiento mediante el empleo de una especie de camisa o funda de seda o terciopelo.
Las
comunidades judías orientales y aquellas oriundas de países islámicos
recurren por lo general a la mencionada caja o estuche cilíndrico. Las
comunidades asquenazíes de los países europeos suelen emplear la ya
mencionada funda. Dado que en la historia del pueblo judío
las migraciones han sido frecuentes, en algunos casos es posible que
las comunidades hayan inicialmente empleado la caja y eventualmente
recurrieran luego a la funda. Ejemplo de ello puede ser el caso de los
judíos sefarditas, quienes vivieron en territorios que fueron musulmanes
y luego cristianos, debiendo emigrar a partir de 1492 hacia otros
territorios alternativamente cristianos o musulmanes. Asimismo, en las
diversas comunidades judías diaspóricas a veces coexisten grupos asquenazíes y sefarditas
en una misma ciudad, cuando no en un mismo barrio o sector de la misma.
Hasta mediados del siglo XX, cada uno de esos grupos mantuvo con apego
sus tradiciones características. A partir de la creación del Estado de Israel,
dichos grupos tienden gradualmente a acercarse y las nuevas
generaciones a dejar de lado las diferencias otrora sumamente
importantes. Si bien esas diferencias aún persisten en el siglo XXI,
también existe una cierta apertura, y hasta flexibilidad, para con el
tema en cuestión, particularmente en Israel. Tal fenómeno es consonante
con la inicial naturaleza del Estado Judío,
hasta hace algunas décadas formado por numerosos judíos que provenían
de contextos identitarios y comunidades con tradiciones
considerablemente distintas. Con el renacimiento cultural israelí, el
mencionado cambio de actitud tiende a reflejarse principalmente en los
aspectos estilísticos y ornamentales que atañen a la Torá,[23] mas no al texto bíblico.[24]
Incluso
si de un modo no evidente, mas considerando el carácter transmigrante
del pueblo hebreo y su varias veces milenaria dispersión por el mundo,
la caja empleada para preservar la Torá puede, como objeto móvil y
transportable, ser asociada debido a estas características con el Arca de la Alianza que los hebreos construyeron en el desierto y que preservaban en el Sanctasanctórum del Tabernáculo.
Significativamente,
el embellecimiento a partir de la ornamentación ha sido casi una
permanente constante en el caso de tanto las cajas o estuches para la
Torá, así como también en lo que respecta a las ya mencionadas fundas.
Tradicionalmente, la Torá es embellecida con diferentes adornos,
generalmente de plata; ellos incluyen una corona y un escudo o pectoral,
asimismo un par de terminaciones o remates, también a menudo de plata, y
que son colocados sobre la parte superior de los mangos de la Torá, una
vez que la misma se encuentra ya cerrada y en posición vertical. Dichas
terminaciones suelen poseer pequeñas campanillas y se las conoce como "rimonim" (granadas) o "tapujim"
(manzanas). Cuando se trata de una Torá que va provista de una funda,
todos componentes mencionados también se agregan pero sólo una vez que a
la Torá se le ha colocado su funda. Un último elemento que suele
adicionársele es un puntero que suele culminar en forma de pequeña mano
con su dedo índice extendido: se lo conoce como yad, término hebreo que significa "mano". Visualmente, dicho motivo tiene referentes iconográficos en la Mano de Dios, cuya manifestación en la cultura judía se remonta a los frescos de la Sinagoga de Dura Europos y a los mosaicos de la Sinagoga de Beit Alfa, siglos III y VI E.C.[25]
Torá, Italia, siglo XVIII. Museo de Israel, Jerusalén
Rollo del Mar Muerto: Profecía de Habacuc, Qumran, c. 75 a.E.C.
Tapujim o remates ornamentales para la Torá, Marruecos, siglo XIX. Museo de Israel, Jerusalén.
Par de leones heráldicos de Judá custodia la Corona de la Ley en una parojet,[26] Sinagoga Ehemalige en Bad Neuenahr-Ahrweiler, Toravorhang, Alemania, siglo XVIII.
Yad o puntero de plata para asistir la lectura de la Torá, Francia, siglo XIX.
Detalle de pectoral para Torá. Sinagoga sefardí, Praga, siglo XVII-XVIII
Detalle de pectoral para Torá con las Tablas de la Ley y los Diez Mandamientos en hebreo. Sinagoga sefardí, Praga, c. siglo XVIII-XIX
Pectoral para Torá, con corona soportada por leones de Judá, menorá, Tablas de la Ley y campanillas, 1788. Center for Jewish History, Nueva York.
Punteros y medallón para la Torá. Sinagoga de Ámsterdam, 1912.
Componentes y ornamentos de la Torá, incluyendo coronas y
pectorales, exhibidos como "Judaica" en el Museo de la Religión en Lviv
(Lwow), Ucrania, 2010.
Rollo de Pentateuco samaritano cerrado en su arca propia, llamada "tebá".
Remate ornamental de rollo de Pentateuco samaritano
En las artes visuales[editar]
En el marco del arte judío, la Torá, junto con el candelabro de siete brazos y la estrella de David, constituye uno de los principales símbolos identitarios del pueblo de Israel.Su lugar en la iconografía hebraica y sus composiciones plásticas es
por lo general prominente. En términos visuales, la Torá es
indefectiblemente asociada a la idea de Ley y tiende a ser representada
de dos motivos principales: uno de ellos es el de las dos Tablas de la
Ley con los Diez Mandamientos (en hebreo, "Tablas del Pacto", לוחות הברית);[29]
el otro recurre a la imagenería de los tradicionales rollos bíblicos
que los judíos emplean para preservar el texto bíblico hebreo y a los
que los israelitas sencillamente denominan "ha-Torá" (la Ley).
Ambos motivos figuran en esta pintura. Moritz Daniel Oppenheim, Shavuot (Conmemoración del Recibimiento de la Ley y Fiesta de las Primicias), 1873.[30] The Jewish Museum, Nueva York.
Tablas de la Ley, custodiadas por rampantes leones Judá. Cementerio judío de Thiais, Francia
Torá en una estampilla israelí de 1951.[32]
James Tissot, El anciano Simeón leyendo la Torá, 1886-94. Museo de Brooklyn
Torá rodeada por sus cuatro coronas soportadas por pequeños
grifos ornamentales. Fresco del cielorraso de la Sinagoga Dabrowa
Tarnowska, Polonia
Willy Gordon, El vuelo con la Torá, 1945.[34] Escultura junto a la Sinagoga de Estocolmo.
Traducciones y versiones cristianas de la Torá[editar]
Alrededor del siglo III a. C., el texto de Tanaj se tradujo al griegopara el uso de las comunidades judías que residían en las colonias
griegas del Mediterráneo. La versión resultante, conocida como la Septuaginta,
contiene importantes variaciones y adiciones con respecto al texto
canónico de la versión hebrea. De acuerdo a la tradición crítica (ver infra), esto se debe a que la Septuaginta proviene de un canon textual distinto al que compilaron los masoretas
para producir la versión hebrea. Según la tradición rabínica, sin
embargo, éstos son añadidos posteriores. A pesar de ser la versión de
uso común en la iglesia de su día, y endosada por padres antiguos
incluyendo Agustín de Hipona, Jerónimo de Estridón no utilizó la Septuaginta para redactar la Vulgata latina, el texto canónico de la religión católica, optando más bien utilizar el texto hebreo Masorético.
En las comunidades judías de Israel y Babilonia, el texto del Tanaj se tradujo al arameo,
el idioma cotidiano de los israelitas, para propósitos de estudio y
comentario. Las versiones arameas de la Torá se conocen como targumim; el más conocido es el targum de Ónkelos el prosélito,
escrito en la comunidad de Babilonia, aún utilizado para el estudio y
la solución de cuestiones de etimología. Existe también un targum jerosolimitano (targum Ierushalmi), compilado en Israel. Los targumim contienen numerosos comentarios y glosas además de la traducción del texto bíblico.
Intentos de datación de la Torá[editar]
La datación de la Torá es tema de debate. Difícil es sostener que el texto bíblico de redacción mosaica pueda corresponderse con el siglo XIV a.E.C.,[cita requerida]dadas las características del idioma utilizado, de los temas tratados y
de las situaciones históricas que se ven reflejadas en el escrito.[36] Según interpretación contemporánea, los fragmentos escritos más antiguos del texto se remontarían al siglo VII a.E.C.[cita requerida]
Una teoría que intenta explicar el origen de la Torá es la llamada hipótesis documentaria. Sostiene que el texto actual es el resultado de una compilación, realizada en Israel alrededor de la época de Esdrás el escriba, a partir de no menos de cuatro fuentes distintas, cada una de las cuales relataba la historia completa de Israel.
Dos de las fuentes, los textos yavista y eloísta, provendrían de la época de la división del legado de Salomón a los reinos de Judá e Israel. Otra, el texto sacerdotal, correspondería a una primera compilación realizada por los escribas del rey Ezequías. Finalmente, el Deuteronomio y otros fragmentos habrían sido redactados por los escribas del rey Josías y por la escuela que siguió sus puntos de vista teológicos durante el exilio
y después de éste. Tras el regreso a Israel, las diferentes tradiciones
habrían sido homogeneizadas y recopiladas por los sacerdotes.
La
hipótesis documentaria se apoya en los rasgos idiomáticos distintivos de
los diversos fragmentos (en particular el nombre utilizado para
mencionar a Yahvé en el libro del Génesis,
distinción que desaparece a partir del libro del Éxodo), en las
repeticiones y contradicciones del texto, en otras variaciones
conceptuales y en las relaciones con los mitos de otras religiones
contemporáneas para establecer esta división.
En una u otra forma, esta teoría es aceptada por estudiosos laicos y creyentes, entre ellos determinados musulmanes.[37]
No obstante, la hipótesis documentaria siempre ha generado acalorado
debate, al punto de ser rechazada por creyentes monoteístas y diferentes
estudiosos, quienes recurren a otras hipótesis para explicar la
formación tardía del Pentateuco. Dentro del marco del judaísmo ortodoxo,
la hipótesis documentaria es considerada errónea y herética.[cita requerida]
Véase también[editar]
- Libros históricos
- Biblia
- Libros de la Biblia
- Tanaj
- Moisés
- Pentateuco
- Ketuvim
- Nevi'im
- Mishná
- Antiguo Testamento
Referencias[editar]
- Volver arriba ↑ Preservado en el Jewish Museum de Nueva York.
- Volver arriba ↑ The University of Chicago Chronicle, Vol. 21, № 2, 4 de octubre de 2001: October Highlights; consultado 1 de noviembre de 2014.
- Volver arriba ↑ "Scroll of the Law" y "Torah", Jewish Encyclopedia, Nueva York, 1906.
- Volver arriba ↑ Es el rollo hecho de pergaminos unidos que contiene la ley y memoria colectiva de los hijos de Israel (בני ישראל); "Libro de la ley de los judíos" según la definición provista por la Real Academia Española (tora 1.1), consultada 24 de agosto de 2014.
- Volver arriba ↑ Ser judío: Torá, consultado 24 de agosto de 2014.
- Volver arriba ↑ Catholic.net: ecumenismo y diálogo interreligioso, Verdades de la fe católica: la religión en el hombre, Apologética católica: hermenéutica protestante aplicada a la doctrina de la Sola Fides, Ministerio Mesiánico Pacto de Paz, Volvemos sobre la imagen de Pablo en los Hechos de los Apóstoles; consultados 24 de agosto de 2014.
- Volver arriba ↑ El conjunto de los cinco libros se conoce como Pentateuco (del griego πεντα, penta, ‘cinco’, y τευχος, teujós, ‘funda para libros’, por hacer referencia a las fundas en las que se conservaban los rollos de pergamino).
- Volver arriba ↑ Ser judío: Torá, consultado 24 de agosto de 2014.
- Volver arriba ↑ En hebreo, como es sabido se escribe y lee de de derecha a izquierda; la inicial de Ketuvim (כְּתוּבִים) es la letra kaf (כְּ), mas al final de una palabra, ella adquiere la forma de una kaf final o culminante (ךְ), que se pronuncia de modo suave, como una letra "J", y no como una "K": de ahí que el término es Tanaj (y no Tanak).
- Volver arriba ↑ «Bereshit». Consultado el 17 de abril de 2012.
- Volver arriba ↑ La primera parte de las biblias empleadas por los cristianos incluye los siete textos deuterocanónicos, cuyo origen se halla no en la Biblia hebrea sino en la Septuaginta (Religions, Francia: Encyclopedia Universalis, 1990, pp. 226-228).
- Volver arriba ↑ La imagen se halla reproducida en el catálogo de la exposición "La vida judía en Sefarad". Toledo, Sinagoga del Tránsito, La vida judía en Sefarad,
noviembre de 1991 - enero de 1992, p. 201. Realizado por el Ministerio
de Cultura en colaboración con el Centro Nacional de Exposiciones de
España, el catálogo posee 335 páginas e incluye una extensa
bibliografía, un vocabulario de términos hebreos y numerosas ilustraciones en color. - Volver arriba ↑ Oscar Mata Sosa, En 7 Días, C. I, puede ser descargado de [1]
- Volver arriba ↑ La Torá en cuestión es testimonio de la historia de los judíos en Cataluña, España. Fotografía tomada en 2009.
- Volver arriba ↑ Ser judío: Torá, consultado 24 de agosto de 2014.
- Volver arriba ↑ (en italiano)Il Cielo in Terra per 365 giorni, Mamash ISBN 88-86674-36-8 El trabajo es las comparacion que en nivel religioso es el estudio de las Torá y las palabras de la fe
- ↑ Saltar a: a b c d e Sidur ha-mercaz, pp. 27 y 28.
- Volver arriba ↑ Fotografía preservada en los Archivos Nacionales de College Park.
- Volver arriba ↑ Posiblemente procedente de Persia o bien India.
- Volver arriba ↑ Preservada en el Old Yishuv Court Museum, Barrio Judío de la Ciudad Vieja, Jerusalén.
- Volver arriba ↑ Torá de la Sinagoga Beith Shalom, Speyer, Alemania.
- Volver arriba ↑ El cinto suele ser de lino o algodón. En hebreo se lo conoce como mapáh y su empleo es típico de las comunidades judías asquenazíes, principalmente de Alemania, que en ídish lo denominan "wimpel"
(ווימפל). Tradicionalmente, el cinto en cuestión se elabora a partir
del pañal o batas con los que se cubre al recién nacido el día de su
circuncisión; luego de realizada la misma, el mencionado material es
lavado, cortado, pintado, bordado y donado a la sinagoga comunitaria. El
Museo Magnes en Berkeley posee una importante colección de cintos para la Torá; Ruth Eis, Torah Binders of the Judah L. Magnes Museum, 1979; Magnes Museum: Wimpel (Torah Binder) Collection; consultado 25 de agosto de 2014.
Mapáh o wimpel para la Torá, pintado a mano. Basilea, 1899. The Jewish Museum, Nueva York
Mapáh, pintado y bordado. Museo Alsaciano de Estrasburgo, Francia
Mapá, con inscripción hebrea, 1888. Sinagoga de Niederzissen, Renania-Palatinado, Alemania
- Volver arriba ↑ Ejemplo de ellos son los tikim o contenedores para rollos de la Torá diseñados por Hadad Judaica, Jerusalén, consultado 25 de agosto de 2014.
Tik para Torá, Israel, 2010. Posee corona y remates de plata. Hadad Judaica, Jerusalén.
- Volver arriba ↑ El texto de la Biblia hebrea
permanece inalterable. En el marco del judaísmo, el debate rabínico
sobre los textos bíblicos es frecuente y tanto debate como exégesis son
registrados separadamente a través de verdaderas colecciones de textos,
tal como es el caso del Talmud, que llega a involucrar una considerable cantidad de volúmenes. - Volver arriba ↑ Según
la inscripción en lengua aramea que figura en la sinagoga de Dura
Europos, 244 C.E. es el año registrado como el último en el que se llevó
a cabo el ciclo narrativo de los frescos (Gabrielle Sed-Rajna, Abcedaire du Judaïsme,
París: Frammarion, 2000, p. 26). Los mosaicos de la Sinagoga de Beit
Alfa fueron realizados por Marianos y Janina (Elisheva Revel Neher,
"Omanut Iehudit", Universidad Hebrea de Jerusalén, 1997-98). - Volver arriba ↑ Cortinado que en una sinagoga cubre el Arca donde se preservan los rollos de la Biblia hebrea.
- Volver arriba ↑ Se
trata de un cinto decorado y empleado para mantener los rollos de la
Torá juntos cuando ella se encuentra cerrada (evitando así que puedan
dañarse). - Volver arriba ↑ La inscripción reza: "Esta es la Torá, que nos fue entregada por Moisés."
- Volver arriba ↑ Según
expresión hebrea aún vigente y por consiguiente también empleada, con
el otorgamiento de la Ley en el monte Sinaí, Moisés recibió no meramente
tablas con letras grabadas en ellas, sino la Torá (משה קיבל את התורה),
entendida en este caso como la Ley. - Volver arriba ↑ Durante
años, Oppenheim realizó todo un ciclo dedicado a las festividades y
ceremonias judías, el mismo fue publicado en 1882 como Bilder aus dem altjüdischen Familienleben. - Volver arriba ↑ En este manuscrito preservado en el Museo de Israel
en Jerusalén, las figuras con cabeza de ave también bendicen el vino,
se lavan las manos antes de comer vegetales y recitan poemas litúrgicos
llamados en hebreo paytanim (Elie Kedourie, Le monde du judaïsme,
Londres y París: Thames & Hudson, 2003, pp. 117-118, 259). Para una
posible interpretación de la relación entre texto e imagen en este
manuscrito, véase Marc Michael Epstein, The Medieval Haggadah: Art, Narrative & Religious Imagination, New Haven and London: Yale University Press, 2011; y Richard McBee, "Bird’s Head Haggadah Revealed", The Jewish Press, 29 de marzo de 2012 (consultado 21 de noviembre de 2014). - Volver arriba ↑ Diseño realizado por Wind-Struski.
- Volver arriba ↑ Inscripción hebrea transliterada: "Le-Metim 'al kidush ha-shem be-Kishinov". Imagen publicada en Ost und West, diciembre de 1904, 848-850.
- Volver arriba ↑ La fotografía presenta una versión de 1986 basada en la escultura original de Gordon, inicialmente realizada en 1945.
- Volver arriba ↑ Los términos latinos "Synagoga" y "Ecclesia" retoman la expresión "Ecclesia et Synagoga"
(Iglesia y Sinagoga), empleada en Europa durante el medioevo para
designar a las alegorías de la Fe, católica y judía, respectivamente.
Aquí las figuras portan sus respectivos textos sagrados (Torá y Evangelio). El Papa Francisco
bendijo la imagen en la Universidad de San José en Pensilvania en
septiembre de 2015. La obra responde a los enunciados de la Declaración Nostra Aetate, que propulsa el acercamiento y diálogo entre cristianismo y judaísmo. - Volver arriba ↑ Por ejemplo, la referencia al hierro en Génesis 4:22.
- Volver arriba ↑ Basados en la tradición coránica, los musulmanes están de acuerdo en que la Torá fue revelada directamente por Dios a Moisés;
sin embargo, también afirman que la Torá original fue luego modificada y
adulterada. Pero, a diferencia de lo que ocurre con el cristianismo,
que ha incluido dentro de su canon bíblico
toda la Torá, el texto sagrado central de los musulmanes no es bíblico,
sino coránico. Con todo, los musulmanes consideran a la Torá entre sus libros sagrados.
Bibliografía[editar]
- Melamed, Meir Matzliah (comentarios y notas) (1983). Sidur ha-mercaz. Jerusalem: Centro Educativo Sefaradí Jerusalem.
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