¿Quiénes son y de dónde vienen realmente los Judíos?



El Judío Errante, por Joseph Ferdinand Keppler, 1901
El Judío Errante, por Joseph Ferdinand Keppler, 1901
El mito fundamental del sionismo es el regreso del pueblo judío a su tierra. Según
dicho mito, el pueblo soberano de Israel fue conquistado y exiliado a
lo largo y ancho del orbe pero se mantuvo marginal y unido, inspirado
por la memoria de su antigua soberanía. A finales del siglo XIX, el
pueblo judío inició su retorno, que culminó en la dramática creación del
Estado de Israel en 1948, dando cumplimiento al anhelo de dos milenios.


El historiador de la Universidad de Tel Aviv Shlomo Sand, en su notable libro La invención del pueblo judío, explora el trabajo académico pasado y presente para refutar
la historiografía sionista subrayando su carácter mitológico, y nos
cuenta en cambio la historia de una minoría religiosa y de su credo
oscilante entre el proselitismo y la conversión
, sujeta a las mismas fuerzas sociales que afectan a cualquier otra minoría religiosa.





Inspirado por el mito sionista, judíos de Israel


“Los judíos saben a ciencia cierta que una nación judía
ha existido desde que Moisés recibió las tablas de la ley en el monte
Sinaí, y que son sus descendientes directos y exclusivos (con excepción
de las diez tribus, que todavía no se han encontrado). Están convencidos
de que esta nación “salió” de Egipto, conquistó la “Tierra de Israel”
(…) También están convencidos de que esta nación fue exiliada, no una
vez sino dos, después de su periodo de gloria —tras la caída del primer
templo en el siglo VI a.C., y de nuevo tras la caída del Segundo Templo,
en el año 70 d.C. (…) “Creen que ese pueblo —su “nación”, que debe ser
la más antigua— vagó en el exilio durante casi dos mil años y, sin
embargo, a pesar de esta prolongada estancia entre los gentiles logró
evitar la integración o asimilación en el seno de éstos (…)


“Entonces —sostienen—, a finales del siglo XIX una circunstancias
excepcionales se combinaron para despertar al viejo pueblo de su largo
letargo y prepararlo para el rejuvenecimiento y para el retorno a su
antigua patria. Y, de ese modo, la nación comenzó a regresar con
alborozo (…)


“(…) Cierto, algunas personas a las que nadie había invitado se
habían instalado en esta tierra, pero dado que “durante toda su Diáspora
el pueblo se mantuvo fiel a ella” por espacio de dos milenios, la
tierra de Israel pertenecía sólo al pueblo judío y no a ese puñado de
gentes sin historia que simplemente se habían tropezado con ella. Por lo
tanto, las guerras libradas por la nación errante para conquistar el
país estaban justificadas, la violenta resistencia de la población local
fue criminal, y solo merced a la (muy bíblica) misericordia de los
judíos les fue permitido a esos extranjeros permanecer y vivir en el
seno y al lado de la nación que había regresado a su idioma bíblico y a
su tierra maravillosa”.
Sand subraya la finalidad reaccionaria a la que sirve el mito.


“Dominado por el particular concepto de nacionalidad
propio del sionismo, sesenta años después de su creación el Estado de
Israel todavía se niega a verse a sí mismo como una República al
servicio de sus ciudadanos (…) La excusa para esta grave violación de
uno de los principios de la democracia moderna, y para la preservación
de una etnocracia desbocada manifiestamente discriminatoria contra
algunos de sus ciudadanos, se basa en el mito activo de una nación
eterna que en última instancia debe congregarse en su tierra ancestral”.
De izqda a dcha: Judío Ashkenazi, Judío yemení y Judío indio.
La ausencia de pruebas de expulsión, y la preeminencia —socavadora
del mito— de la conversión y el proselitismo en la historia de la
comunidad judía, demuestran que los judíos y el judaísmo eran iguales a
cualquier otra minoría religiosa y a su credo. Los babilonios,
efectivamente, deportaron a la élite judía cuando conquistaron el reino
de Judá en el siglo VI a.C., pero ni babilonios ni asirios deportaron a
poblaciones enteras. El templo fue reconstruido y Jerusalén devastada
por los romanos cuando éstos aplastaron la revuelta zelote en el año 70
d.C., pero “en ningún lugar de la abundante documentación romana
se halla mención alguna sobre ninguna deportación de la población de
Judea”
. Tampoco la revuelta de Bar Kochba terminó en expulsión.
“Es probable que se llevaran a los combatientes cautivos, y otros
seguramente huyeron (…) pero las masas de Judea no fueron exiliadas en
el año 135 d.C.”


Los historiadores nacionalistas (Heinrich Graetz a mediados del siglo
XIX, Simon Dubnow a finales del XIX y principios del XX, Salo Baron a
mediados del siglo XX) no vincularon los conceptos de exilio y
destrucción. Graetz y Dubnow se hicieron eco del dramático relato de
Flavio Josefo sobre la destrucción de Jerusalén; Baron fue más
académico, pero buscó sobre todo “evitar una conexión entre el fin de
Judea como entidad política y la desaparición de la ‘nación étnica’
judía, que ‘nunca encajaba completamente en los patrones generales de
las divisiones nacionales’. Así pues, los judíos son un pueblo con un
pasado extraordinario diferente de cualquier otro pueblo”. Los
historiadores sionistas (Yitzhak Baer y Ben-Zion Dinur, de la
Universidad Hebrea, mediados del siglo XX) no abonaron la tesis de la
expulsión en el año 70, pero la trasladaron a una fecha posterior a la
conquista árabe del siglo VII d.C., tal como veremos más adelante.


El rápido crecimiento de la población judía en todo el Mediterráneo
oriental antes del año 70 d.C. plantea otro problema para los
historiadores nacionalistas. Para explicar ese crecimiento, La
perspectiva sionista establece una lista de posibles causas que, en
orden decreciente de importancia, comprende las deportaciones, las
emigraciones para huir de la penuria, la emigración voluntaria, y, por
último, un movimiento de proselitismo y de conversión que culminó en el
siglo I d.C. Sand afirma que el último factor fue con mucho el más
importante, a pesar de la visión convencional según la cual el judaísmo
sería una religión no proselitista y aislante. En una disertación
heterodoxa impartida en la Universidad Hebrea en 1965, Uriel Rapaport
afirmó categóricamente: “Habida cuenta de su gran escala, la
expansión del judaísmo en el mundo antiguo no puede explicarse por el
crecimiento natural de la población judía, por la migración de judíos
desde su patria, o por ninguna otra explicación que no incluya la
adhesión de extranjeros al seno de la comunidad religiosa judía
“.
“Rapaport se unió a una tradición historiográfica (no judía) que
incluía a los grandes eruditos de la historia antigua”, los cuales
“afirmaban, para usar las palabras fuertes de Theodor Mommsen, que ‘el
judaísmo antiguo no era en absoluto exclusivo; al contrario, era tan
proclive a propagarse como el cristianismo y el Islam lo serían en el
futuro
’”. La tesis “fue bien recibida en la Universidad Hebrea”
en 1965, “antes de la guerra de 1967, antes del endurecimiento del
etnocentrismo en Israel, y más tarde en las comunidades judías del mundo
occidental”.





La expansión mediante la conversión fue la práctica principal de la dinastía de los Asmoneos, fundada en 165 a.C.
La historiografía sionista “presentó al judaísmo como opuesto al
helenismo y describió la helenización de las élites urbanas como una
traición”. Sin embargo, “lo que los Macabeos expulsaron de Judea no fue
el helenismo sino el politeísmo. Los asmoneos y sus estructuras de poder
eran irreductiblemente monoteístas y típicamente helenísticas”. “El
helenismo inyectó al judaísmo el elemento vital del universalismo
antitribal, que a su vez reforzó el apetito de los gobernantes por
propagar su religión (…) Los asmoneos no se proclamaban descendientes de
la Casa de David y no veían ninguna razón para emular la historia de
Josué, el mitológico conquistador de Canaán”. Los asmoneos conquistaron
Palestina central y meridional, convirtieron a sus habitantes por la
fuerza y más tarde hicieron lo mismo en Galilea. A principios del siglo
III a.C. se inició en Alejandría una traducción griega de la Biblia: el
judaísmo se estaba “convirtiendo en una religión multilingüe”. “No es
exagerado afirmar que, de no haberse producido la simbiosis entre
judaísmo y helenismo, que fue lo que más que ningún otro factor
transformó al judaísmo en una religión dinámica y de propagación durante
más de trescientos años, el número de judíos en el mundo de hoy sería
aproximadamente el mismo que el número de samaritanos.” “La Mishna, el
Talmud y numerosos comentarios rebosan de declaraciones y debates
destinados a convencer al público judío de que acepte a los prosélitos y
los trate como a iguales.” Parte de la competencia del
cristianismo con el judaísmo en el siglo I d.C. surgió de la “mitología
sobre la idea de que los judíos habían sido exiliados como castigo por
haber rechazado y crucificado a Jesús”
, que data de los escritos de Justino el Mártir en el siglo II y que reprodujeron otros escritores cristianos.


Cuando el cristianismo se convirtió en la religión del Estado
bizantino bajo Constantino I, “el estatuto jurídico de los judíos no se
alteró drásticamente”, pero los edictos represivos contribuyeron al
declive del judaísmo. Además, “los creyentes judíos comenzaron a adoptar
la noción de exilio como castigo divino”. “El concepto de exilio llegó a
moldear las definiciones del judaísmo rabínico con respecto al
creciente poder del cristianismo.” El “futuro que habría de abolir el
exilio era totalmente mesiánico y quedaba por completo fuera del poder
de los judíos humillados”. La población judía comenzó a disminuir cuando
las ganancias por proselitismo se convirtieron en pérdidas por
conversión al cristianismo.


Para los historiadores sionistas, todavía “era necesario disponer de
un exilio forzado, de lo contrario sería imposible comprender la
historia ‘orgánica’ del pueblo judío ‘errante’ (…) El comienzo del
‘exilio-sin-expulsión’ (…) comenzó sólo con la conquista árabe”. Esto
ayudó “a reducir al mínimo el tiempo de exilio para maximizar la
reclamación nacional de propiedad sobre el país”. “Según Dinur, el país
cambió de manos debido exclusivamente a ‘la incesante penetración en el
país de gentes del desierto, a su fusión con sus exóticos elementos
(sirio-arameos), a la adopción de la agricultura por parte de los nuevos
conquistadores y a su apropiación de tierras judías’”. Sin embargo,
“Dinur exhibe una “embarazosa falta de fuentes documentales en su empeño
por fundamentar su tesis” acerca de una expulsión de los judíos a
instancias de los musulmanes. La drástica disminución de la población
judía “tras la conquista musulmana del siglo VII (…) no se debió a que
los judíos fueran expulsados del país, un hecho sobre el que no existe
la más mínima evidencia en las fuentes históricas”.


La confiscación de tierras fue mínima debido a que el ejército
conquistador era relativamente pequeño y tras su victoria partió rumbo a
nuevas campañas. Además, los conquistadores tenían una “actitud
bastante liberal hacia las religiones de los pueblos derrotados, siempre
que fueran monoteístas, por supuesto”. A cristianos y judíos solo les
exigían el pago de un impuesto de capitación. A falta de otras pruebas,
“es razonable suponer que en Palestina / Tierra de Israel se inició un
lento y moderado proceso de conversión al Islam que supuso la
desaparición de la mayoría judía en el país”.


Sobrepasado por los flancos en el Mediterráneo, el judaísmo se expandió en los márgenes del cristianismo.
La poderosa tribu y reino de Himyar, que de hecho gobernaba Yemen, se
convirtió al judaísmo en el año 378, y una dinastía judía gobernó hasta
el primer cuarto del siglo VI d.C. Es probable que los himyaritas fueran
el origen de la tribu de los judíos falasas etíopes. En 525 el reino
Himyar fue conquistado por el reino cristiano de Aksum, situado al otro
lado del Mar Rojo, en la Etiopía moderna. En 570 la zona fue conquistada
por los persas, que paralizaron su cristianización, pero el país no se
convirtió al zoroastrismo. Cuando los ejércitos islámicos llegaron en el
año 629 se encontraron con una población cristiana y judía, y “el
profeta les advirtió en una carta que no obligaran a la población local a
convertirse al Islam”.


Los judíos Himyaritas fueron la base histórica de los judíos
yemeníes. Baron escribió “varias páginas acerca de ‘los antepasados de
la judería del Yemen’, y trató de varias maneras de justificar el duro
trato que aquellos judíos yemeníes dispensaron a los cristianos”, por
ejemplo en el caso del rey Dhu Nuwas, que masacró a 20.000 personas por
rechazar la conversión. Esta masacre fue objeto de debate en un programa
de la BBC sobre los himyaritas y provocó las protestas de la Junta de
Delegados de la judería británica, cuyo portavoz descalificó a Dhu Nuwas
tachándolo de “renegado converso”. “De todos es sabido que el judaísmo
no es una religión proselitista” sostuvo el portavoz de la Junta de
Delegados. La BBC recibió el apoyo de historiadores israelíes, uno de
los cuales afirmó: “Él el rey Dhu Nuwas masacró efectivamente a muchos
cristianos. El volumen de conocimientos sobre ese asunto es cada vez
mayor. La tribu se convirtió a finales del siglo IV, y en aquellos días
el judaísmo se consideraba misionero. Es un asunto sensible desde un
punto judío ¡sionista!”. Los himyaritas desaparecieron de la
historiografía sionista.


“La monumental compilación de Dinur titulada Israel en el
exilio se abre en el siglo VII d.C. con el pueblo judío camino al
destierro’, de manera que el anterior reino judío al sur de Arabia
desaparece. Algunos académicos israelíes cuestionaron el carácter judío
de los himyaritas, que probablemente no eran enteramente rabínicos,
mientras que otros estudiosos simplemente pasaron por alto este
problemático capítulo de la historia. Los libros de texto publicados en
Israel tras la década de 1950 no mencionaban el reino meridional
proselitizado”.
Haim Zeev Hirschberg, académico israelí especializado en los judíos
árabes, afirmó que los judíos que llegaron de la Tierra de Israel (…)
eran el alma viva de la comunidad judía del Yemen (…) decidían sobre
todos los asuntos”. Sand sostiene que “Hirschberg no tenía la menor
prueba sobre el número, caso de haber alguno, de “judíos de nacimiento”
existentes en las diferentes clases de la sociedad Himyarita, ni sobre
el origen de los que abrazaron la fe judía. Pero en Hirschberg el
imperativo etnocéntrico era más fuerte que su formación histórica, y le
exigía concluir su trabajo con la llamada de la sangre’”. Los
historiadores yemeníes, en cambio, “insisten en que los judíos del Yemen
son ‘una parte inseparable del pueblo yemenita. Estas gentes se
convirtieron y adoptaron la religión judía en su patria, que por aquel
entonces practicaba la tolerancia religiosa’”.


El norte de África constituyó otro exitoso capítulo de proselitismo
judío, probablemente a partir de los sobrevivientes fenicios del saqueo
romano de Cartago. Existen pruebas arqueológicas y epigráficas
sustanciales que dan fe de la existencia de vida religiosa judía. Los
años 115-17 fueron testigo de una “revuelta mesiánica anti-pagana a gran
escala” dirigida por un rey judeo-helenístico. Los emperadores romanos
Severos de los siglos II y III eran oriundos del norte de África y
practicaban una política filo-semita. Los escritores cristianos
norteafricanos Tertuliano y Agustín reconocieron la fuerza del judaísmo.


Una reina bereber judía llamada Dihya al-Kahina agrupó a las tribus
del este de Argelia y derrotó al general omeya Hassan ibn al-Numan en
689. Cinco años más tarde, las tropas de éste la mataron en el campo de
batalla y sus hijos se convirtieron al Islam, uniéndose a los
conquistadores. En el siglo XIV Ibn Khaldun escribió sobre el reinado de
Dihya al-Kahina y describió a las tribus bereberes judías que habitaban
el territorio comprendido entre la moderna Trípoli y Fez, en Marruecos.


“Estas áreas tribales coinciden aproximadamente con los
lugares donde las comunidades judías persistieron hasta los tiempos
modernos”. En el relato de Sand, Hirschberg excluyó esta historia, y con
ella a la reina bereber, así como las pruebas de la ascendencia bereber
judía. “Su esfuerzo constante por demostrar que los judíos eran una
nación étnica arrancada de su antigua patria (…) satisfacía el
imperativo de la historiografía sionista dominante (…) que constituía la
“fuente científica” de los “libros de texto estándar de historia del
sistema educativo israelí”.
Descartada esa historia, aún queda un “gran enigma en los textos de
historia de Israel (…) la existencia en Hispania de una comunidad judía
tan numerosa”. La evidencia lingüística sugiere que los judíos sefarditas son mayoritariamente descendientes de árabes, bereberes y europeos convertidos al judaísmo“.
Además, “el hebreo y el arameo hicieron su aparición en los textos
judíos europeos sólo en el siglo X d.C. y no fueron producto de una
evolución lingüística autóctona previa. Eso significa que los exiliados o
emigrados de Judea no se establecieron en Hispania en el siglo I ni
introdujeron su lengua original”. Los judíos ibéricos dieron la
bienvenida a sus conquistadores musulmanes por lo que suponían de
respiro respecto al cristianismo visigodo, y la afluencia bereber, junto
con un mayor proselitismo, incrementó la población judía hasta que la
conversión al Islam se impuso. Ésta se vio contrarrestada
sustancialmente por la inmigración “de judíos procedentes de todo el sur
de Europa y en mayor número aún del norte de África”, motivada por la
“admirable simbiosis entre judaísmo y arabismo tolerante en el reino de
Al-Andalus y en los principados que lo sucedieron”.





Los prosélitos Himyaritas y bereberes palidecen ante los jázaros, que gobernaron desde el siglo IV a lo largo del Volga y al este de Ucrania en la península de Crimea y en la Georgia moderna. La
Ruta de la Seda y el Don y el Volga dieron al reino un comercio rico y
floreciente, así como los medios para mantener un poderoso ejército.
Aunque el “lenguaje jázaro consistía en dialectos huno-búlgáricos más
otros dialectos de la familia turca”, “no hay duda (…) de que la lengua
sagrada de los jázaros y su lengua de comunicación escrita era el
hebreo”. Los jázaros se convirtieron gradualmente al judaísmo entre mediados del siglo VIII y mediados del siglo IX,
y lo hicieron por la misma razón “que explica la conversión de Himyar
(…) a saber, el deseo de seguir siendo independientes frente a poderosos
imperios expansivos (…) Si los jázaros hubieran abrazado el Islam (…)
se habrían convertido en súbditos del califa. Si hubieran permanecido
paganos, los musulmanes los habrían marcado para la aniquilación (…) El
cristianismo, por supuesto, los habría convertido en tributarios del
Imperio Oriental”. La conversión al judaísmo se inició con la
élite, y con el tiempo abarcó a la mayor parte de la población. El
judaísmo jázaro era sustancialmente rabínico, aunque también es posible
que floreciera el judaísmo Kairate, una secta similar al protestantismo
que considera a la Biblia hebrea como la única autoridad.



Los ancestros de los Judíos sefardíes se remontan a los bereberes, según las investigaciones de Paul Wexler.
A semejanza de Al-Andalus, “el poder jázaro protegió a judíos, musulmanes, cristianos y paganos”. A
finales del siglo X y principios del XI, Kiev, hasta entonces
territorio vasallo del poder jázaro, se alió con Bizancio y derrotó el
reino jázaro.
 El judaísmo pervivió en las ciudades, las estepas
y las montañas para ser barrido por la conquista mongol del siglo XIII,
exceptuando algunos vestigios que pervivieron en las montañas. El
imperio jázaro estaba demasiado bien atestiguado “por fuentes árabes,
persas, bizantinas, rusas, armenias, hebreas, e incluso por fuentes
chinas” como para ser ignorado, pero Graetz, Dubnow, Baron y Dinur lo
rechazaron por considerarlo un fenómeno pasajero, un rompecabezas, o el
resultado de una migración masiva de la “Tierra de Israel”. El único
estudio israelí de los jázaros, realizado por Abraham Polak y publicado
por última vez en 1951, aseguraba a sus lectores que una gran comunidad
judía creció allí, de la cual los jázaros prosélitos eran sólo una
parte’”. Sand sugiere que en los años 1950 y 1960 “los mercaderes
israelíes de memoria” temían “por la legitimidad del proyecto sionista
en caso de que se llegara a saber de forma amplia que las masas judías
de colonos que se estaban asentando en Palestina no eran descendientes
directos de los ‘Hijos de Israel’”. “La conquista de la ‘Ciudad de
David’ en 1967 debía ser obra de los descendientes directos de la Casa
de David y no, Dios nos libre, de descendientes de los curtidos jinetes
de las estepas del Volga y del Don, de los desiertos del sur de Arabia o
de la costa del norte de África.”


Sand también tiene en cuenta el argumento popularizado por Arthur Koestler en La treceava tribu según el cual la migración de los jázaros habría sido el origen de los judíos de Europa oriental,
en contra de la opinión sionista estándar según la cual esos judíos
emigraron de Alemania occidental (vía Roma y la “Tierra de Israel”).
“Jazaria se derrumbó poco antes de la llegada de los judíos a Europa del
Este, y es difícil no relacionar ambos sucesos”. Desde
principios del siglo XIX los jázaros fueron estudiados a fondo por
acreditados estudiosos rusos, polacos y soviéticos, tanto judíos como
gentiles, y fueron comúnmente considerados como el origen de los judíos
de Europa del Este.
 Polak, y después de él Baron y Dinur
reconocieron a los jázaros como el origen de los judíos orientales,
aunque todos ellos fustigaron los orígenes proselitizados de los
jázaros.


Quizás la fuente más persuasiva citada por Sand sobre los orígenes
proselitizados de los judíos ashkenazis sea el lingüista de la
Universidad de Tel Aviv Paul Wexler, autor de Los judíos ashkenazis: un pueblo eslavo-turco en busca de una identidad judía (y autor asimismo de Los orígenes no judíos de la judíos sefarditas). Wexler afirma que “el
lenguaje conocido como yiddish (…) se desarrolló en el siglo IX en
tierras bilingües germano-eslavas como una forma judaizada del sorabo
“.
El sorabo es un idioma eslavo hablado hoy por unas 50.000 personas en
Brandenburgo, al sureste de Alemania. “El yiddish no es una ‘forma de
alemán’”. Las “pequeñas comunidades judías en los territorios
monolingües del oeste de Alemania” no pueden haber sido el origen de los
millones de judíos de la Europea oriental. “El judeo-sorabo sufrió una
relexification” (…) a partir de los siglos IX y X y, como más tarde, a
principios del siglo XIII”. “El resultado fue (…) el injerto de
vocabulario del alto alemán oriental (…) a la sintaxis, fonología,
fonotaxis y, en cierta medida, morfología del judeo-sorabo. Así, a pesar
de su ‘aire alemán’, el yiddish sigue siendo un idioma eslavo
occidental”. El hebreo moderno es también una lengua eslavano un “renacimiento” del antiguo hebreo semita,
algo “imposible (…) porque no existen hablantes nativos que puedan
proporcionar una norma nativa”. “El hebreo moderno simplemente incorpora
la sintaxis y el sistema fonético de la lengua yiddish oriental hablada
por los primeros planificadores modernos del idioma hebreo en la
Palestina Otomana, mientras que su léxico (…) fue sistemáticamente
sustituido por vocabulario hebreo tomado de la Biblia y de la Mishná”.


Más
del 90% de los Judíos actuales son de origen Ashkenazi (europeo). Y no
Israelita. De hecho, los auténticos descendientes de los Judíos podría
decirse que son los Palestinos.
Wexler argumenta a partir de la evidencias lingüísticas y de otro tipo “que los
judíos ashkenazis han debido de consistir en una mezcla de griegos,
romaníes balcánicos, eslavos balcánicos, germano-eslavos y turcos
(jázaros, avares) convertidos al judaísmo y sus descendientes, junto con
una exigua minoría de judíos étnicos, éstos últimos con toda
probabilidad oriundos de otras partes de Europa más que de la propia
Palestina
”. Por razones lingüísticas, Wexler rechaza la
hipótesis de la migración masiva de jázaros, argumentando que hubo más
conversión sobre el terreno que migración. “Por lo tanto, el
judaísmo contemporáneo se define mejor no como la continuación del
judaísmo que sirvió como antecedente del cristianismo y del Islam, sino
como una nueva variante judaizada del paganismo europeo
 (principalmente
eslavo) y del cristianismo (…) la mayoría de las características del
antiguo judaísmo palestino y del hebreo semita que se hallan en el
‘judaísmo’ ashkenazi y en el ‘hebreo’ ashkenazi medieval/israelí moderno
fueron préstamos posteriores y no herencia original subrayado en el
original”. Esta tesis ha sido oscurecida por el chovinismo filo-alemán y
anti-eslávico de estudiosos de ascendencia ashkenazi, tanto judíos como
gentiles, debido a sus anteojeras disciplinarias y también a la
inercia.


Sand estudia también el racismo sionista, desde el proto-sionista
Moses Hess, que “necesitaba una buena dosis de teoría racial para
elaborar su ensoñación del pueblo judío”, hasta las ideas del padrino de
los kibutz Arthur Ruppin “sobre la lucha darwinista de la ‘raza
judía’”, incluyendo consultas con “expertos” de la Alemania nazi, hasta
el discreto intento de los genetistas israelíes tras 1948 “para
descubrir una homogeneidad biológica entre los judíos del mundo”
mientras investigaban enfermedades de judíos reveladas por portadores de
Tay-Sachs oriundos de Europa del Este, pero también por portadores de
favismo yemenitas e irakíes. “El control israelí desde 1967 sobre una
población no judía cada vez mayor”, y la consiguiente necesidad de
“encontrar una frontera etnobiológica” que subraye “las similitudes
genéticas básicas (…) y la pequeña proporción de genes ‘extranjeros’ en
el paquete genético de los judíos” condujo a “nuevos hallazgos” que
“corroboraron la literatura acerca de la dispersión y el vagabundeo de
los judíos desde la antigüedad hasta el presente. Por fin, la biología
confirmó la historia” en la actual pseudo-ciencia de la “genética
judía”.


Israel “se convirtió en líder mundial en la ‘investigación de los
orígenes de las poblaciones’”, aunque “los investigadores israelíes (…)
mezclaban regularmente mitologías históricas con presunciones
sociológicas y con dudosos y escasos hallazgos genéticos”. Entre estos
se cuentan el ADN mitocondrial que supuestamente demostraría que “el 40%
de todos los ashkenazis del mundo descienden de cuatro matriarcas (como
en la Biblia)”, y un haplotipo presente en el 50% ciento de los varones
llamados Cohen, que “demostraba” que “la casta sacerdotal judía fue
realmente fundada por un antepasado común hace treinta y tres siglos”.
Esta basura apareció impresa en publicaciones como Nature y el American
Journal of Human Genetics, y fue respetuosamente reproducida en Haaretz y
en otras publicaciones, pero pocas veces se publicaron opiniones
escépticas o hallazgos sensu contrario. “Sin embargo, hasta ahora,
ninguna investigación ha encontrado características únicas y
unificadoras de herencia judía basadas en un muestreo aleatorio de
material genético cuyo origen étnico no sea conocido de antemano (…) a
pesar de todos los costosos esfuerzos ‘científicos’ realizados, un
individuo judío no puede ser definido de ninguna manera por criterios
biológicos”.


El relato del judaísmo que realiza Sand desde la exclusiva genealogía
israelita hasta el proselitismo helénico pasando por el proselitismo y
la conversión en los márgenes de la Cristianidad, en Arabia, Norte de
África, Hispania y entre los jázaros y eslavos, junto con la
introversión defensiva posterior al triunfo final del cristianismo,
constituye la interesante y convincente historia de una minoría
religiosa sometida a fuerzas históricas comunes.


El relato contrario, que nos habla de un pueblo judío
unitario expulsado de su patria y errante en el aislamiento de su exilio
durante dos mil años hasta que comienza a regresar a finales del siglo
XIX d.C., es un mito reaccionario que el sionismo ha desplegado para
conquistar Palestina y recabar apoyo para esa conquista.
 Hoy en
día el mito pervive incuestionado tanto en Israel como en el resto del
mundo. Nada “ha desafiado a los conceptos fundamentales que se
elaboraron a finales del siglo XIX y principios del XX”. Los avances en
el estudio de las naciones y del nacionalismo no “afectaron a los
departamentos de ‘Historia del Pueblo de Israel’ (también conocido como
de historia judía) de las universidades israelíes. Ni,
sorprendentemente, han dejado huella alguna en la amplia producción de
los departamentos de estudios judaicos de las universidades americanas o
europeas”. El mito sionista expresa una conciencia judía virulentamente racista. Desde
el punto de vista canónico liberal, “cualquier persona que argumentara
que todos los judíos pertenecen a una nación de origen extranjero habría
sido catalogado automáticamente como antisemita. Hoy en día,
quienquiera que se atreva a sugerir que la gente conocida en el mundo
como judíos (a diferencia de los actuales israelíes judíos) nunca han
sido, y siguen sin serlo, un pueblo o una nación, es denunciado
inmediatamente como alguien que odia a los judíos”.


Artículo original


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31 pensamientos en “¿Quiénes son y de dónde vienen realmente los Judíos?


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    (XII): Los JUDÍOS como un mito antes de SU PROPIA CREACIÓN ASHKENAZI.
    ¿JUDEA?, BABILONIA, KHAZARIA, SIÓN Y ORIENTE MEDIO. O como dominar el
    mundo mediante cuentos BÍBLICOS. | Quién está detrás






  2. MANUEL MATALLEDO




    NO PUEDO CREER , QUE LOS AUTÉNTICOS JUDÍOS SEAN “LOS PALESTINOS” Y
    ESOS OTROS QUE SON…”SIONISTAS” HACIENDO REALIDAD AQUELLO DE ” LOS
    PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION”…


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  3. Guiverno Hispánico




    Ya leí esta información en el libro “Los lobbies sionistas en
    España”, de Manuel Galiana Ros, que por cierto, recomiendo a todo el que
    tenga oportunidad de comprarlo.


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  4. aupa segovia




    Entonces, para entendernos, por ejemplo Los Rothschild (los que
    cortan el bacalao), ¿Qué genética tienen? Si son Ashkenazis, ¿la misma
    que la nuestra como europeos solo que adoptando el judaísmo?


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  5. EinHeri




    Creo que estas un poco desactualizado sobre los últimos
    descubrimientos genéticos relacionados con los judíos. Los Ashkenazis de
    acuerdo a UNA TEORÍA son descendientes de kázaros del caucaso
    convertidos al judaísmo. Según los exámenes genéticos practicados por
    ellos mismos, no es así, y los linajes genéticos de los ashkenazi se
    conectan directamente con sus ancestros de medio oriente. Te dejo unos
    enlaces:


    http://www.the-scientist.com/?articles.view/articleNo/37821/title/Genetic-Roots-of-the-Ashkenazi-Jews/


    http://rationalwiki.org/wiki/Khazar_myth


    En israel hoy en día si quieres ocupar un alto cargo religioso, te revisan tu árbol genealógico por varias generaciones.


    http://www.elministerio.org.mx/blog/2014/01/israel-adn-racismo-fronteras/





    http://forward.com/articles/155742/jews-are-a-race-genes-reveal/?p=all


    En el caso de la casta sacerdotal kohanim, ellos guardan leyes de
    pureza y se dice que pueden trazar su genealogía hasta Aarón, el hermano
    del Moisés bíblico:

    http://www.es.chabad.org/library/article_cdo/aid/1506486/jewish/El-gen-del-Cohen.htm


    Nuevo estudio concluye que todos los judíos europeos descienden de una “tribu” de 350 personas de hace unos 800 años atrás.

    http://www.timesofisrael.com/ashkenazi-jews-descend-from-350-people-study-finds/#ixzz3PW1s85Sd


    El mismo David Duke ya se cuestiona la teoría de los khazaros

    http://davidduke.com/rethinking-khazar-theory/


    Una entidad biológica bién definida, distinta, particular y sobretodo
    cohesionada, fanática, solapada, infiltrada y conciente de sí misma.


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    1. AJudiada Autor de la entrada




      Tengo que repasar este artículo. Como dices, los ashkenazis son
      los antiguos israelitas, pero mezclados con lo mejor de Europa. La
      aristocracia siempre ha practicado la eugenesia, esto no es nada nuevo.
      Mientras tanto, para el pueblo promueven el mestizaje y la
      multiculturalidad. Es la mejor forma de mantener el poder.


      Pero la élite judía no es exclusivamente ashkenazi. Existen elementos
      sefardíes, y también jázaros, dentro de las más altas esferas del
      Sistema, como la familia Khan en EEUU. Que por cierto fue protagonista
      en la creación del bulo de las armas de “destrucción masiva” en Iraq.
      Ahora andan intentando iniciar una guerra con Irán.


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      1. valhallarisen




        Esa charla en Uk Londres la vi hace ya 2 años y medio, fue
        interesante aunque muy plagada de ataques personales por un jodido
        fanático, pero hubo algo que no estuve de acuerdo con el señor este de
        que los primeros prusianos y franceses fueron judios, de que dijo eso me
        lo encontré un poco disparatado, en fin muy bueno el aporte.


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    2. valhallarisen




      Acabo de leer el articulo de DAVID DUKE y me parece la mas
      convincente, y razonable ya que he visto a muchos hablar naderías de que
      los judios sionistas de la elite mundial o de Israel no son judíos en
      si sino Jazaros, algo que no encaja mucho, a mi siempre me ha parecido
      una justificacion judia de limpiarse el culo y de no vincularsele a su
      extrema e innata naturaleza de opresion y perversion.


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  6. Isaac




    Hola , yo soy judío , me llamo Isaac Goltszmann , pero lo que me
    gustaría discutir con ustedes , ya que este es una pagina web que habla
    sobre el judaísmo , es ¿Porque los judíos el pueblo al que pertenezco
    es tan segregacionista ?

    me refiero a que no nos integramos con la sociedad , a diferencia de
    las otras colectividades nosotros seguimos casándonos entre nosotros ,
    sin dejar que entren en nuestro circulo personas no judías y en muchos
    casos discriminandolos , diciéndoles goy , gentiles , ganado , etc. El
    pueblo judío a sufrido a lo largo de la historia , las mayores ofensas y
    castigos , ha sido obligado a vagar por la tierra sin un lugar fijo
    como un nomade , se lo ha perseguido y torturado , entonces un pueblo
    que ha sufrido tanto como es el nuestro , ¿Porque hace el mal en el
    cuerpo de los otros ? , porque matamos a miles de Palestinos , un pueblo
    como el nuestro que ha sufrido tanto no debería practicar el mal en el
    mal en el cuerpo de los otros .Creo que existe un gran resentimiento y
    odio en gran parte del pueblo judío , y estoy seguro que te esta forma
    nada bueno podrá salir .Solo con la integración , la comprensión , la
    solidaridad , la paz y el dialogo se tendrá un futuro .


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    1. EDUARDO




      isaac gracias por compartir tu punto de vista y estar
      predispuesto al dialogo ,pareces una persona razonable y por eso , con
      un halo de esperanza, creo q no estas bien informado,y como el tema es
      demasiado largo de explicar t invito a q investigues y veras q nosotros
      los gentiles tenemos motivos para rechazar la influencia judia dond sea y
      de la forma q esta se manifieste pues solo traen destruccion, dolor y miseria.en sintesis los judios no tienen perdon por lo q vienen haciendo desde el origen de la historia, saludos


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    2. Briggith




      No todos los judíos marchan en pro de la “destrucción” como
      muchos denotan, de igual forma no todos los blancos son racistas o todos
      los presidentes son gentiles como se pintan.

      Es realmente interesante encontrar el real origen de todo este lío
      entre judíos que reclaman un estado propio y palestinos que desean
      defender lo que les pertenece. Porque hay muchos supuestos, y aún la
      versión o postura que creamos real no es preciso verificar, que los hoy
      palestinos, israelíes y judios son los mismos que peleaban por sus
      ideales hace años atrás a los que hoy están en guerra.

      Felicitaciones a aquellos que se sientan a cuestionar las acciones
      injustas de los humanos, y que no están a favor de dichas acciones
      refugiados en el simple hecho de ser descendientes a estas culturas que
      se han mantenido en conflicto. Todos tenemos derecho a poseer un forma
      propia de pensar.


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    3. Skorzeny




      Pues va a ser cierto que eres judío porque tu comentario tiene
      mucho de victimismo y mentiras disfrazadas con palabras bonitas …


      Por cierto, la respuesta a tu pregunta es: Talmud.


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    4. JRM




      Hola Sr. Isaac, deseo consederle el buen motivo de su corazón,
      respecto a sus expresiones, denotando incertidumbre respecto a las
      razones de porque los judios han estado actuando como lo han estado
      haciendo…. Parece ser que le preocupa y le duele el hermetismo
      segregacional con que actuan los que pertenecen a su raza, la cual en
      lo personal no discrmino.

      La verdad yo desconozco muchos detalles historicos respecto al judaismo,
      si bien he leido la Torah, y conozco aspectos sobre algunas cosas, creo
      que el cumulo de dogmas y tradiciones humanas, que han venido
      preservando sagradamente a traves de los siglos, los cuales se han
      alejado de la sana Torah, han invalidado la escencia misma de lo que
      deberia unir a todos los pueblos de la tierra, a saber : EL AMOR.


      Por otra parte, parece ser, por todo lo expuesto en siglos recientes,
      por historiadores, y demás estudiosos en la materia, que la elite de
      poder, la cual se adjudica geneticamente pertenecer a la casta judia,
      esta enferma de poder…un poder maligno que sobrepasa toda conciencia
      ajena,, y que no les importa el sufrimiento de sus semejantes.


      Si el Talmud, es la “guia” por excelencia de los actos que el pueblo
      Judio (sionista, o aliado al sionismo), podemos entender porque existe
      tanta destrucción donde quiera que ponen un pie.

      Por otra parte parece ser, que los realmente responsables es estos
      siglos recientes, de la mayoria de los males en estos siglos recientes,
      es el Sionismo Judio Talmudico Ritualista, que usan la cabala, y
      efectuan rituales de sangre en sus fiestas de Purim y en la pascua.


      A nivel personal muy probablemente usted no tenga participación directa en las atrocidades que se llevan a cao hoy dia.


      En definitiva…. Cada uno rendirá cuenta de sí mismo a Elohim.


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  7. Anthia




    por un momento me lo había creido lo de la integración.

    No se integran los gitanos que llevan tiempo en España y se van a integrar los judios.


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  8. Miguel Ixmata.




    Para evitar conflictos deberíamos sentarnos a dar nuestras
    opiniones porque hay muchas cosas que analiza, porque lo que se busca es
    vivir en paz, no importando de donde somos, somos imagen y semejanza de
    Dios.

    Solo es un comentario sencillo.


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    1. yomteruah




      Muy cierto… El amor racional, abre la mente y la posibilidad a
      una intregracion basada en el respeto mutuo, concediendo a la misma vez
      la individualidad que por derechp pertenece a cada persona…. Otro mundo
      seria!!!!


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  9. Mario




    Siento los conflictos espirituales de nosotros los humanos vanos
    y faltos de Soluciones creativas, la propiedad privada debería ser un
    concepto primitivo pues somos cristianos, judios, catolicos, hombres,
    mujeres, adultos, niños, arios o negros formando una humanidad, no dos,
    no tres, viviendo en un planeta, en un sistema solar, el espacio privado
    debería ser el respeto y el único conflicto por solucionar debería ser
    el bien común entre nosotros. Nuestras energías deberían centrarse en
    eso y no en el egoísmo y soberbia de nuestros propios intereses mas
    bajos.


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  10. valhallarisen




    No creo mucho en el judío infiltrado, me parece un SAYANIM en
    cooperación con sus SHINIGAMI del MOSSAD hebreo para cofraternizar
    haciéndose la victima y el buen chico, recuerden lo que dijo
    SCHOPENHAUER ”el judio es el maestro de la mentira” a los judios les
    pican el culo cuando hay paginas como esta que sin tapujos pone al
    descubierto sus perversiones y cochinadas por ello buscan la mejor
    manera de eliminarlas como elemento de peligrosidad a su jodido estado
    de IsraHELL, AJ y a los otros no caigan en el gancho,saludos.


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  11. LUCIA




    Buena tarde¡…. no entiendo a ciencia cierta todo con respecto a
    los judios, la cosa es que llevaba un matrimonio bueno 8 años de conocer
    a mi pareja, de un día para otro su ^santísimo^en este caso parece ser
    de puebla, vino a cambiar todo, por mas que yo trataba de explicar que
    para mi ser judio es una basura, al igual que ser judio lo que tengo
    entendido viene de nacimiento y no se puede ser de un dia para otro, al
    final de cuentas uno queda como el malo al que debe de odiar, mi
    matrimonio se termino dejando a dos hijos, no se supone que en cualquier
    religión que sea lo primordial es LA FAMILIA????…..no se que les dara
    esa religion judia pero lo que si se esq yo no cambiare por alguien que
    ni si siquiera sabe hablar bien el castellano y ya quieren hablar otros
    idiomas¡¡¡….. o diganme ustedes que puedo hacer?….. como hacerle
    entender a unos niños que al principio fueron criados bajo una religion y
    que esta persona porque quiere cambiar o quiera liberarse quiera
    obligar a cambiar todo…… con todo el respeto que se merece cada
    religion, pero judia nunca serè mucho menos mis hijos¡…… y que si se va a
    acabar el mundo que se acabe al final de cuentas cuando llegue nuestro
    dìa solo a uno le tendremos que dar cuentas de nuestros actos….
    gracias¡


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  12. Andrés




    Buenas noches ,soy adventista del séptimo día y al igual que los
    judío guardamos el sábado, con la diferencia que creemos en jesus el
    hijo de Dios quien vino a morir por nuestros pecados , y fielmente
    creemos en el nuevo testamento al igual que en el antiguo.

    No soy un experto en el tema pero con todo el respeto daré mi opinión .
    Una de las sencillas razones por las cuales creo en Jesucristo nuestro
    salvador ,es por que vino a enseñarnos el amor por nuestro prójimo y el
    amor que el padre ( Dios ) tiene por la humanidad. Es cierto que en el
    antiguo testamento Dios se ve como un Dios de gerra y de venganza y en
    el nuevo como un Dios de paz y perdón la diferencia es muy grande entre
    ambos y no alcanzaría a explicar ,pero en toda la historia de la biblia
    Dios siempre demostró perdon y amor por el hombre.

    así que cada vez que elijo perdonar a mi prójimo creo más en jesus ,cada
    que elijo incluir más a prójimo creo más en jesus ,cada que vez que
    pienso que todos somos iguales creo más en jesus ,que todos somos
    Israel que todos somos descendientes de ABRAHAM , que la gerra sólo trae
    más gerra ,Creo más en jesus ,y sólo por eso creo que mis hermanos
    judíos están equivocados pues Dios es amor y te ama tanto a mi como a ti
    pues y lo que nos hace hermanos es que tenemos al mismo creador.Que Dios los bendiga


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  13. FedericoGarciaLorca




    Judios, Catolicos, etc


    Las religiones son un instrumento de control sutil de masas.


    Los gobiernos son sistemas de control de esclavos y generadores de terrorismo literal.


    Lo unico que es digno de veneración es la naturaleza, el planeta, el
    respeto al mismo y sobre todo, el respeto a nosotros mismo y a los demas
    como si de nosotros se tratase.


    Como decia un famoso fisico, lo único que no tiene fin es el universo y la estupidez humana, y de lo primero no estoy seguro.


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  14. Mariana




    excelentes videos e informes, los felicito, en innumerables
    ocasiones hable sobre el genocidio blanco por las redes sociales y
    tambien en otros ambitos y me genero muchos problemas. Me encantaria que
    hablen tambien un poco del genocidio blanco en los paises blancos fuera
    de Europa, yo soy argentina y ahi tambien sufrimos un genocidio racial
    promovido por la ex presidente que es de origen judio, Saludos Mariana


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  15. Mariana Otero




    Hola, excelentes videos, en muchas ocasiones tambien hable sobre
    el genocidio blanco en redes sociales y otros ambitos y eso me genero
    muchos problemas. Los felicito por informar a la gente lo que los medios
    manejados por judios ocultan. Me encantaria que hablen un poco sobre el
    genocidio blanco en las naciones blancas fuera de Europa ya que tambien
    sufrimos un genocidio racial. En Argentina, la ex presidenta que es de
    origen judio , Cristina Kichner, puso planes sociales para promover la
    migracion de amerindios, negros y mestizos de otros paises latinos,
    tambien hay asiaticos y africanos aunque en menor medida. Saludos.


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  16. Un viaje sin fin




    Decir que los planes sociales en Argentina fueron puestos para
    promover la migración… me parece en el mejor de los casos de un
    simplismo rayano a la ignorancia o mal intencionado. Creo que hay muchas
    mas aristas y que realmente no se promociona la migracion en lo
    absoluto pues no incide realmente en ese sentido. Saludos


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  17. Un viaje sin fin




    La “invasion” producida por las personas de los paises vecinos
    hacia la Argentina se debio mas que nada a la miseria creada en ellos
    por la sinarquia sionista y masona en todo el continente Americano. La
    gente solo huye de la miseria como sucede ahora en Europa. Solo eso
    señores. Lo de Cristina es secundario en el analisis, es hora de ir al
    punto… me parece. O no saben que Macri trabaja para EEUU, CIA, sionismo,
    etc


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