viernes, 11 de marzo de 2016

Los orígenes del pueblo de Israel ~ APUNTES DE HISTORIA UNIVERSAL

Los orígenes del pueblo de Israel ~ APUNTES DE HISTORIA UNIVERSAL

ENTENDIDO
Este
sitio emplea cookies de Google para prestar sus servicios, para
personalizar anuncios y para analizar el tráfico. Google recibe
información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web,
se sobreentiende que aceptas el uso de cookies. MÁS INFORMACIÓN




Los orígenes del pueblo de Israel



Esta entrada se centra en la
génesis y nacimiento del antiguo reino de Israel. La interpretación
histórica de este hecho no es fácil pues las únicas fuentes judías a las
que poder acudir están compuestas por los libros del Antiguo Testamento
y la propia tradición judía. El problema de dichas fuentes está en que
no son necesariamente históricas pues son de naturaleza religiosa y en
lo tardío de su redacción, que no es coetánea a los hechos. Sin embargo,
sí es cierto que muchos pasajes históricos mencionados en la Biblia han
sido confirmados por fuentes externas (egipcias, mesopotámicas,...) y
por los hallazgos arqueológicos. Esto concede cierta verosimilitud a
dichos pasajes aunque deban ser vistos con cierto distanciamiento debido
a la naturaleza de los textos.





 LOS ORÍGENES  


Es una cuestión
controvertida aquella que se refiere al origen y primeros tiempos de los
pueblos de Israel. La fuente principal con que contamos es la bíblica. Según
ésta, Abraham parte de la ciudad de Ur (Mesopotamia) con su familia, animado por la
divinidad, Yahvé.
Continúa la tradición con el establecimiento en tierras de Canaán (actualmente compuesta por el estado de Israel, la Franja de Gaza y Cisjordania) por un
tiempo, hasta que el hambre impulsa a los descendientes de Abraham a entrar en
Egipto. Desde una perspectiva histórica, la migración de Abraham se enmarcaría
en los movimientos de pueblos amoritas y arameos que se producen a mediados del
segundo milenio y se encuentra descrita en el Génesis, primer libro de la Biblia.



Partida de Abraham, de József Molnár (1850)

Fuente: Wikimedia Commons


Los patriarcas darán origen, a través de sus descendientes,
al nacimiento mítico de doce tribus que componen
el pueblo de Israel. La personalidad histórica de personajes como Abraham, Jacob
o Isaac es cuestionada, optándose por admitir algunos e identificar otros con
grupos tribales (Isaac y Jacob).


El siglo XV a. c. se admite
como fecha probable de la migración inicial. Su origen, la alta Mesopotamia. El modo de vida nómada
y la ganadería trashumante descrita en la Biblia era habitual en la
época y ha sido confirmado por hallazgos arqueológicos. También hay
multitud de referencias bíblicas sobre ciertos aspectos sociales como
que se practicaba la esclavitud (el propio Abraham llega a tener
descendencia con una de las esclavas de su mujer) así como también
la poligamia (Jacob llega a tener dos esposas, ambas hermanas) y los
sacrificios rituales. Según la tradición judía, la práctica de la
circuncisión data de la época de Abraham y la practica con sus propios
hijos.




Cada vez parece más claro que la religión judía fue en sus inicios de caracter henoteísta, es decir, que practicaba la monolatría
en lugar del monoteísmo que tradicionalmente se le ha atribuido y que
hoy en día se practica. La diferencia estriba en que la monolatría
reconoce la existencia de varios dioses, aunque sólo se adore a uno,
mientras que el monoteísmo sólo reconoce la existencia de un único dios.
De hecho, no se puede asegurar la creencia monoteísta rigurosa,
heredada por el judaismo actual, hasta después de la época de Moisés.
 




 DE EGIPTO A LA TIERRA PROMETIDA. FASE FORMATIVA 


La entrada en Egipto se
explica como un movimiento característico de pueblos nómadas hacia zonas de
sedentarización en períodos de crisis. El propio relato bíblico de José
relatado en el Génesis habla de una época de hambruna que no afecta al
país del Nilo (pues disponían de excedente almacenado de años
anteriores). De hecho, en Egipto se documentan numerosas
infiltraciones en la región del delta en la época. No está clara, sin
embargo, la naturaleza de la presencia judía en esos primeros momentos
(aunque bien pudiera ser pacífica, no forzada) y si realmente acabaron
convirtiéndose en esclavos, cómo sucedió dicho proceso. Generalmente, se
admite la
entrada en Egipto hacia finales del siglo XIV y su presencia en la
actividad
constructora de Ramsés II es segura.


A mediados del siglo XIII se
inicia la búsqueda de marcos territoriales por parte de grupos étnicos
conscientes de constituir entes nacionales, así se crean los reinos de Edom,
Amón y Moab, de origen cananeo. El pueblo de Israel, conducido por una figura
de connotaciones míticas, Moisés, se dirige a Canaán,
instalándose en Palestina. Esta instalación se presume parte de un lento
proceso de infiltración pacífica, culminada por una fase violenta. La estrategia
principal se basaba en que cada tribu ocupó una parcela territorial,
preferentemente montañosa en principio, desde la cual ocupar los valles, en
confrontación con la población preexistente.


Moisés hace manar agua de la roca, por Tintoretto (1577)

Fuente: Wikimedia Commons


La existencia histórica de Moisés
es muy discutida. No existen documentos históricos extrabíblicos que la
apoyen, ni siquiera entre las fuentes egipcias de la época. Los que la
defienden, en cambio, deben acudir siempre al texto bíblico donde su
presencia juega un papel fundamental en la configuración del pueblo
israelita y suelen justificar la ausencia de noticias ajenas a la
tradición judía debido a la época convulsiva que supuso la presencia hicsa en Egipto. Por otro lado, la
realización del Éxodo, bajo la dirección de Moisés, engloba un período
histórico crucial en la formación de la cultura israelí porque en él se
conforman algunos rasgos culturales básicos, entre ellos la adopción del dios
nacional y el establecimiento de la Alianza.




 EL DIOS DE ISRAEL 


El origen del culto a Yahvé
es oscuro. Parece que recibe su definición característica a través de Moisés.
Su contacto en el Monte Sinaí refleja la revelación divina: la divinidad hace
conocer su nombre a Moisés (un hecho extraordinario, pues el nombre de la
divinidad, el Tetragrammaton
es un término secreto, cargado de contenido mágico). También se establecen unas
normas de conducta, los diez mandamientos, que definen la alianza entre Israel
y la divinidad. Por lo tanto, el culto a Yahvé no es sólo religión sino también fuente de derecho y justicia.


Yahvé exige ser el único
dios de su pueblo. Sin embargo, esto parece expresar más que una situación de
monoteísmo, una exigencia
de
monolatr
ía. La historia bíblica de Moisés y el becerro de oro parece concordar con este aspecto en particular. Yahvé aparece en los primeros textos bíblicos
con carácter guerrero, relacionado con el rayo y la tempestad. También es un
dios que origina la vida y la muerte, riqueza y pobreza, bondad y maldad.




Es
posible que si la entrada en Canaán tras el éxodo hubiera sido
pacífica, el pueblo judío hubiera asimilado algunos caracteres
religiosos locales. Sin embargo, es probable que el hecho de que la
llegada a la "tierra prometida" fuera violenta acentuara el particularismo
de la religión judía y su individualidad frente a los cultos con los
que entraba en contacto (en la Biblia las referencias a la existencia de
religiones foráneas son constantes).


El punto de partida para un monoteísmo a ultranza hay que buscarlo en la época de los profetas y los jueces.
En esta época se practica una intolerancia religiosa que no tenía
antecedentes en la Antigüedad. La conciencia isrelí de una nacionalidad
distinta se amparaba en su diferente religión y se intensifica con las
guerras por el territorio.






 LA MONARQUÍA. JUECES PROFETAS Y EVOLUCIÓN MONÁRQUICA 


La conquista de Canaán por
los israelitas se realiza a costa de los pueblos moabitas, arameos y filisteos.
La coyuntural debilidad egipcia les facilitó el camino. La conquista de Canaán
y el nacimiento de Israel como nación son procesos inseparables. En este
período, Israel aparece dirigido por los Shophets, sufetes o Jueces.
Personaje de peso en el ámbito tribal, son dirigentes que cobran importancia en
las crisis bélicas del período de conquista de Canaán. Sus hechos más
destacados están vinculados a estas luchas.


Expansión de Israel en época de los Reyes


Los Jueces son hombres
dotados de un particular prestigio en su comunidad. El término se explica en
sentido más amplio, caudillaje
carismático, jefes locales sobre los que desciende el
espíritu divino. Durante el período de los Jueces, se está gestando la futura
monarquía israelita, aunque primero llegan a formarse alianzas o coaliciones
tribales. Así, en líneas generales, se acepta que esta fase cubre desde el
1.200 al 1.000 a. c. aproximadamente.


El peligro que representaban
los enemigos tradicionales aceleró el proceso de unificación tribal. La
monarquía representaba una mayor capacidad de coordinación y defensa, y por
tanto, mayores posibilidades de triunfo en la conquista territorial. El modelo en
el que inspirarse se encontraba cerca, en los estados transjordanos de Edom,
Moab, Amón y Aram.


Por designación divina y proclamación del profeta Samuel, Saúl fue elegido rey en un momento de
máxima amenaza
filistea. Con
él se sentaron las bases de la monarquía en un momento no exento de tensiones
internas.



David y Saúl, por Julius Kronberg (1885)

Fuente: Wikimedia Commons


Por su parte, David
(1.010-970) sucedió a Saúl y fue elegido rey y refrendado por las dos entidades
territoriales que reunían el conjunto de las tribus: Israel al Norte, y Judá al
Sur. Instaló la capital en Jerusalén, situada entre ambas regiones. Tanto Israel
como Judá mantenían su propio ejército y su propia administración. David amplió
el reino a costa de los estados transjordanos.


Sin embargo, sería Salomón (970-931) quien marcara el
esplendor de la monarquía. Sus relaciones con la ciudad de Tiro y su casa real
dotaron al reino de una proverbial riqueza. De hecho serían la riqueza
económica y la transformación de las estructuras las que marcaron su reinado. El
poderío militar y las empresas comerciales influyeron en la creación de una
dinámica que acabó por afectar a las tradicionales estructuras del estado
israelita, provocando un aumento de la fiscalidad e intentos de reorganización
administrativa.


Juicio de Salomón, por José Ribera (1610)

Fuente: Wikimedia Commons 


A su muerte, con la presión
aún mayor ejercida por su sucesor Rehoboam (también Roboam),
se produjo el cisma que dividió a Israel y Judá. Israel eligió otro rey, Jeroboam. La división de la monarquía
influyó en el aumento de poder social de los profetas, los nabi.
Los profetas aparecen como llamados por la divinidad, y como campeones de la
tradición. Reformadores sociales, visionarios del futuro y anunciadores de
mesías, son funciones que aún no han sido suficientemente explicadas en el
contexto social del momento ya que el movimiento
profètico estaba llamado a tener un
importante peso durante los siglos siguientes.
 


Como se ha comentado, Israel
inició una dinastía con Jeroboam, anterior funcionario de Salomón, que se
caracterizó por su inestabilidad. En el 876, el general Omrí tomó el poder. La
boda de su hijo con una princesa fenicia, introduciendo el culto a Baal, unido
a los problemas sociales y la acción de los profetas (Elías y
Eliseo) provocó el nombramiento de un nuevo rey,
Jehú, y la persecución de los adoradores del
dios fenicio. El reinado de éste fue problemático pero la situación mejoró con
Jeroboam II (786-746), tanto económica como territorialmente, sin embargo, el
distanciamiento entre una clase social poderosa y una desfavorecida fue en
aumento.



Canaán en el siglo IX a. c., modificado por Niqueco 

Fuente: Wikimedia Commons / Briangotts / CC-BY-SA 3.0 


Por su parte, Judá continuó
gobernada por la dinastía de David, Azarías (783-742) marcó al igual que estaba
ocurriendo en Israel, un período brillante.




 EL DOMINIO EXTRANJERO 


Los años siguientes vienen
definidos por una fase de enfrentamientos bélicos, con arameos y asirios,
provocando finalmente una intervención en el reino por parte del asirio Sargón II. Ezequías, rey de Judá entre el 715 y 687,
solicitó el apoyo egipcio a su causa, sin embargo el poderío asirio afectaba
incluso al país del Nilo.


Del dominio asirio, Judá
pasó al dominio neobabilónico. Fue el momento de los llamados grandes profetas: Oseas, Isaías, Miqueas, Jeremías y Ezequiel. En el juego de
alianzas, los israelitas se alinearon con Egipto frente a Babilonia. Estos
últimos tomaron la ciudad de Jerusalén en el 587, deportando a Babilonia a un
gran número de notables judíos. Es lo que se conoce como la cautividad babilónica.


Sobre la vuelta del pueblo judío a Canaán, sabemos, históricamente hablando, poco más que las referencias bíblicas. El llamado
Deutero- Isaías, un
profeta desconocido cuya obra se añadió al Libro de Isaías, profetizó la caída
de Babilonia a manos del persa Ciro. Al cumplimiento del hecho, los israelitas
deportados regresaron a Canaán.



El judaísmo, 

subido por artehistoria.com a https://www.youtube.com





 

No hay comentarios:

Publicar un comentario