Imperio babilónico
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Mapa del Imperio babilónico entre 1792 a. C. y 1595 a. C. (Época de Hammurabi) |
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Capital | Babilonia | |||
Idioma principal | El amorreo, el casita y el acadio, con sus dos variantes: el asirio y el babilonio. | |||
Religión | Politeísta, siendo Marduk su dios principal. | |||
Gobierno | Monarquía | |||
Historia | ||||
• Establecido | 1792 a. C. | |||
• Disolución | 539 a. C. |
En Babilonia se hablaba el acadio (lengua semítica) y mantuvo el lenguaje escrito acadio para uso oficial (el idioma de su población nativa), a pesar de sus fundadores, los amorreos y sus sucesores los casitas, que no tenían el acadio como idioma nativo. Sin embargo, conservó la lengua sumeria
para un uso religioso, a pesar de que en el momento en que fue fundada
Babilonia, probablemente ya no era una lengua hablada. Las antiguas
tradiciones acadias y sumerias jugaron un papel importante en la cultura
babilonia (y asiria), y la región seguirá siendo un importante centro
cultural, incluso en períodos prolongados y largos de gobiernos
externos.
Índice
Etimología y referencias históricas
La etimología de Babilonia deriva del término griego Babylon, la forma griega del acadio Babilum, esto es, «La Puerta de Dios», traducido. En la Biblia es llamada Babel.Entre las fuentes históricas que se han recuperado sobre Babilonia destacan:
- Heródoto (siglo V a. C.), «Padre de la historia» que en su Historiae o Los nueve libros de historia la menciona en sus libros 1 y 3. Entre otras, narra el matrimonio sagrado de una sacerdotisa con un dios, celebradas en un zigurat,
mediante un ritual para asegurar la prosperidad del lugar. Sobre sus
murallas, decía que eran tan anchas en su superficie, que un carro
tirado por ocho caballos podía darse la vuelta - Beroso el caldeo (siglo III a. C.), sacerdote babilónico, que en su crónica en griego Babiloniaka, nos ha dejado una historia de Babilonia, aunque sólo se han conservado citas.
- El Antiguo Testamento, en donde se habla, entre otras, del relato de la construcción y derrumbe de la torre de Babel, de una de las Siete maravillas del mundo antiguo, sus Jardines colgantes o del pueblo judío en su destierro babilónico.
- Plinio el Viejo (siglo I), en su obra Naturalis Historia, hablaba de Babilonia, por su sistema de regadío como el ager totius orientis fertilissimus («la tierra más fértil de todo el Oriente»).
Historia
El Imperio amorreo o paleobabilónico
Los amorreos se establecieron entre los ríos Tigris y Éufrates,haciéndose sedentarios y mezclándose con la población sumeria, como
consecuencia subirían al poder dinastías de origen amorrita en distintas
ciudades del centro y sur de Mesopotamia.
La más importante en Babilonia, ya que el propio Hammurabi sería amorreo. A los inicios del imperio paleobabilónico la población era pues una mezcla acadio-amorrita.
Los amorreos que se mantuvieron nómadas, fueron contenidos fácilmente
al principio pero conforme el imperio de Ur III fue perdiendo su poder,
estos se fueron volviendo más peligrosos.
Con la caída de Ur III y acabada la época de dominio sumerio, empieza
una época en la que los semitas obtendrían la mayor importancia a
través de pueblos como los acadios o los amorreos. Los elamitas apenas
disfrutaron su conquista.
Los mayores ganadores de la caída de Ur fueron primero los acadios
del reino de Isín y después los amorreos, que en un siglo llenarían
Mesopotamia de reinos, quedando lo que fue el imperio de Ur fragmentado
en numerosos reinos amorreos y acadios cuyas capitales serían ciudades
que hasta ese momento habían tenido poca importancia.
En la alta Mesopotamia, la ciudad de Assur
con los reyes de origen amorreo comenzará a ganar importancia tras
vencer en una guerra por el control de las rutas comerciales a Ešnunna y Mari.
Los amorreos, también semitas, se adaptaron fácilmente a la lengua acadia, propiciando el declive del sumerio. También se amoldaron con facilidad al panteón mixto sumerio-acadio, rindiendo culto a Marduk, deidad protectora de la ciudad.1
En torno al 1782 a. C. llegó al trono el sexto miembro de esta dinastía, Hammurabi. En este tiempo al norte y sur de la ciudad se encontraban los territorios de las ciudades de Assur (que dará nombre a Asiria) y Larsa, más poderosas pero con monarcas envejecidos.1 En 1763 AdC Hammurabi venció a Rim-Sin de Larsa,
apoderándose de la parte sur de Mesopotamia. En 1755 a. C. tomó
igualmente Asus, haciéndose con el poder de todo el valle de los ríos
Tigris y Éufrates.1
Con el triunfo de Babilonia sobre el resto de Mesopotamia, también su
dios principal, Marduk, fue alzado a la cabeza del panteón de dioses
locales.
Hacia el 1800 a. C. comenzaron a producirse una serie de invasiones nómadas provenientes del norte del Cáucaso y de Escitia. El ataque por parte de nómadas a la región había sido una constante durante los siglos anteriores, pero con la domesticación del caballo y su utilización para el tiro de carros de guerra, los nómadas consiguieron una ventaja militar que les permitió penetrar en la zona.1
Uno de estos grupos fueron los hurritas, que ocuparon gran parte del territorio que Asiria había conquistado durante el reinado de Šamši-Adad I, fundando el reino de Mitani hacia el 1500 a. C. y haciendo a los asirios subsidiarios suyos. También se extendieron por Canaán, donde fundaron algunos reinos, llegando hasta el Antiguo Egipto, donde conquistaron la parte norte y fueron conocidos como hicsos.1
Otro de estos grupos fueron los hititas, que se establecieron en la parte oriental de Anatolia a partir del 1700 a. C. fundando el conocido como Antiguo Reino. La lengua hitita era de origen indoeuropeo, lo cual no les impidió adoptar la escritura cuneiforme de los acadios.1
Durante los años siguientes, hititas y hurritas se enfrentaron en el norte de Mesopotamia. En torno al 1600 a. C., durante el reinado del rey Mursili I
los hititas derrotaron a los hurritas, dominando Asiria y haciendo
incursiones en Babilonia, a la cual redujeron hasta las dimensiones
anteriores a la conquistas de Hammurabi.1 Este periodo coincidió con la entrada de los nómadas casitas provenientes de los montes Zagros, quienes aprovecharon el debilitamiento de Babilonia para atacarla. Finalmente tomaron la ciudad en 1595 a. C.1
La Babilonia de los casitas
Mientras, los antiguos invasores nómadas siguieron siendo expulsados del resto de los territorios. Así, hacia 1580 a. C. los nativos egipcios derrotaron a los hicsos del bajo Egipto y continuaron su avance más allá del Sinaí, derrotando durante el reinado de Tutmosis III a una confederación de ciudades cananeas en la batalla de Megido, en 1479 a. C. Posteriormente siguieron hacia el norte, derrotando al reino de Mitanni, al cual obligaron a rendir tributo. Tras la muerte de Tutmosis III, Egipto perdió fuerza en el norte, resurgiendo los hititas, que formarían hacia 1375 a. C. el llamado Nuevo Reino.
En Asiria, Ashur-uballit I llegó al trono en 1365 a. C. y emprendió una serie de reformas hasta constituir el llamado Primer imperio asirio. Su sucesor atacó Mitani, saqueando su capital en el siglo XVI a. C. y conquistando el resto del territorio en los 30 años siguientes. En 1274 a. C. subió al trono asirio Salmanasar I, quien emprendió una serie de conquistas hacia el oeste, llegando hasta la frontera del reino hitita. Su sucesor Tukulti-Ninurta I amplió las fronteras por el norte, penetrando en el Cáucaso y por el este, hacia los montes Zagros.
Finalmente, el monarca asirio se dirigió hacia el sur, hacia los territorios administrados por los casitas, entre los que se encontraba Babilonia. Los casitas fueron vencidos, siendo obligados a pagar tributos al rey de Asiria.
Hacia 1200 a. C. comenzaron a llegar oleadas de unos nuevos invasores provenientes del Mediterráneo. Fueron conocidos como Pueblos del Mar
y su presencia se sintió prácticamente en todas las regiones del
Mediterráneo oriental. El pueblo que más afectado se vio por estas
invasiones fueron los hititas, cuyo imperio, previamente debilitado por
la expansión asiria, fue completamente destruido por ellas. Los Pueblos
del Mar también dañaron tanto a Egipto como a Asiria, por lo que
Babilonia y especialmente el reino de Elam –en el extremo oriental de Mesopotamia– se vieron beneficiados.
Los elamitas aprovecharon la situación marchando hacia el oeste, tomando Babilonia y las ciudades vecinas. En 1174 a. C. se llevaron de la ciudad las tablillas que contenían el código de Hammurabi y la estela de Naram-Sin.
1124 a. C. fue el año que vio el fin de la dinastía casita, con la toma del poder por un nativo babilonio, que será llamado Nabucodonosor I. El nuevo rey derrotó a los elamitas, iniciando un breve período de independencia para la región.
El dominio asirio
Hacia el 1300 a. C. en las montañas del Cáucaso se desarrolló un nuevo tipo de metalurgia, la del hierro. Durante ese período la región había sido controlada por los hititas, pero con su caída, el manejo del nuevo metal pasa a los asirios.Es posible que el dominio de esta nueva técnica contribuyese a las
posteriores victorias militares de los asirios, al dotarles de armas más
resistentes que sus pueblos vecinos y proporcionarles un bien valioso
con el que comerciar.5 Siendo o no así, en 1115 a. C. llegó al trono asirio Teglatfalasar I, quien emprendió una campaña de conquistas hasta recuperar el territorio poseído durante el reinado de Tukulti-Ninurta I. En 1103 a. C. atacó y venció a Nabucodonosor I de Babilonia.
Hacia el siglo XII a. C. un nuevo pueblo semita emergió del desierto de Arabia, fueron los arameos. Durante el reinado de Teglatfalasar I, Asiria
consiguió mantenerlos fuera de sus fronteras, pero tras su muerte, los
arameos comienzan a penetrar en el país, debilitándolo durante el siglo y
medio siguiente. Esta situación fue aprovechada por los pueblos
cercanos para fortalecerse. Es el período de auge de los reinos de Israel –reinado del rey David– y del reino de Damasco.5
El 911 a. C. Adad-nirari II
ascendió al trono de Asiria, quien tras reorganizar el ejército
consiguió derrotar a los principados que los arameos habían fundado. A
este rey le sucedió Tukulti-Ninurta II, quien sólo reinó cinco años.5
Durante este período se incrementó la explotación y los suministros de
hierro disponibles, lo cual permitió equipar completamente al ejército
con armas de este metal.5 Otro factor decisivo fue el desarrollo de maquinaria de asedio, como el ariete, que permitió el derribo de murallas y por tanto acabó con la necesidad de organizar largos asedios para tomar las ciudades.5
Todos estos avances los aprovechó Asurnasirpal II quien consiguió derrotar definitivamente a los principados arameos, llegando hasta el Mediterráneo. Su sucesor, Salmanasar III,
también contó con esta ventaja, pero sus fuerzas estuvieron divididas
en tantos frentes que no consiguió infligir ninguna derrota definitiva a
sus enemigos.5 Sus principales oponentes fueron el reino de Urartu –situado al norte del Imperio asirio, en torno a la actual Armenia–, la tribu semítica de los caldeos –proveniente de Arabia– y los medos, de origen indoeuropeo.
Estos últimos introdujeron en la región un tipo de caballo,
posiblemente conseguido mediante crianza, de mayor tamaño y fuerza, de
forma que podían ser cabalgados por una persona. Este avance se expandió
rápidamente, llegando a Asiria al tiempo que los nuevos pueblos.5
Antes de la muerte de Salmanasar III
su hijo mayor se rebeló tratando de tomar el trono, llegando esta
revuelta hasta la muerte del rey, tras la cual será su hijo menor –Shamshi-Adad V– el que hereda el trono y derrota a su hermano. Tras su muerte su hijo Adadnarari III, aún un niño, recibe el título, pero debido a su edad será la mujer del rey, Semíramis, la que gobierne como regente.5
Este fue un período de estancamiento para Asiria y de reforzamiento
para los reinos que la rodeaban. Así, Urartu alcanzó su apogeo en el
reinado de Argishti I (778 a. C. - 750 a. C.) y el reino de Israel vivió un nuevo período de prosperidad con el reinado de Jeroboam II.5
Está situación se extendió por los reinados de Salmanasar IV, Ashurdan III y Ashur-nirari V, terminando al producirse un levantamiento militar que culminará con el nombramiento de una nueva dinastía y un nuevo rey, Tiglath-Pileser III,5
quien tras reorganizar el ejército se dispuso a conquistar los reinos
vecinos. Derrotó a los medos en el este, obligándoles a rendir tributo a
Asiria. En el oeste, terminó con el período de independencia de los
reinos locales, haciendo vasallo a Israel y conquistando el reino arameo
de Damasco. En el norte conquistó la mitad meridional de Urartu. Y en el Sur, en Babilonia, aprovechando una disputa dinástica de la dinastía caldea, se hizo con el título de rey.5
A Tiglath-Pileser III le sucedió Salmanasar V, quien aparte del trono de Asiria heredó también el de Babilonia. El nuevo rey duró cinco años pues en 722 a. C. fue depuesto en una revuelta que terminó con la joven dinastía.5 El nuevo rey, tal vez un general, se dio el nombre de Sargón II (en acadio rey legítimo) por lo que él y sus sucesores fueron llamados Sargónidas.
Con los Sargónidas Asiria vivió una etapa de esplendor militar, pero
las continuas guerras y rebeliones, pese a ser sofocadas, iban socavando
la economía de la región.5
Este período correspondió con la entrada de los cimerios en la región, provenientes de Escitia, al norte del mar Negro. Atacaron lo que quedaba de Urartu, lo que fue aprovechado por Sargón II
para invadir el país. Ante esto, Urartu tuvo que aceptar rendir
vasallaje a Asiria, junto a la cual consiguió derrotar a los nómadas.5
En Babilonia, un noble local aprovecho la guerra en el norte para autoproclamarse rey, haciéndose llamar Marduk-apal-iddina II (llamado en la Biblia Merodac-Baladán).
Conservó el título durante diez años, hasta que los asirios pudieron
marchar hacia el sur y deponerlo, siendo enviado al exilio en 711 a. C. y recuperando Sargón II el título.5
Tras la muerte de éste, su sucesor, Senaquerib, tuvo que enfrentarse a una nueva rebelión en Babilonia, esta vez auspiciada por los elamitas.5
Para derrotarlos ideó una ingeniosa campaña. En vez de atravesar
Babilonia hasta llegar a Elam, mandó construir una flota en la parte
superior del Éufrates, y la dirigió río abajo, hacia su desembocadura en
el golfo Pérsico. Una vez allí, navegó y desembarcó directamente en Elam.
Pero los elamitas idearon un contraataque igual de ingenioso. En vez de
combatir contra el ejército asirio se dirigieron hacia el territorio de
estos, pasando por Babilonia, y dejando sus tierras defendidas por unos
pocos hombres. Ante esta situación, el ejército asirio no podía más que
volverse.5 Senaquerib entonces se dirigió a Babilonia, la conquistó y la destruyó en 689 a. C. La destrucción fue prácticamente completa y sólo los esfuerzos de su sucesor, Asarhaddón, permitieron su reconstrucción.5
Durante el reinado de éste el Imperio asirio se mantuvo y llegó a su
máxima extensión. Se emprendieron una serie de campañas, principalmente
hacia Egipto, logrando los asirios saquear la ciudad de Memphis.5 Tras la muerte de Asarhaddón le sucedió su hijo menor, Asurbanipal y su reinado estuvo marcado tanto por las guerras contra cimerios y elamitas –a quienes derrotó completamente destruyendo Susa en 639 a. C.5 –, como por la construcción de la biblioteca de Nínive.5 Durante el final de su reinado, llegó al trono de Babilonia Nabopolasar, aún como vasallo, pero tras la muerte del rey Babilonia declaró su independencia.5
El Imperio caldeo o neobabilónico
La independencia de Babilonia supuso de inmediato la guerra entreésta y Asiria. Coincidiendo con la rebelión en el sur, al noroeste, un
jefe medo llamado Ciáxares consiguió unificar bajo su mando un grupo de tribus medas y escitas.6 Ciáxares firmó una alianza con Nabopolasar, sellándola con el matrimonio entre su hija y el hijo del rey babilonio en el 616 a. C.
De esta forma, medos desde el norte y caldeos desde el sur, atacaron
conjuntamente Asiria, quien, viéndose rodeada, firmó una alianza con sus
antiguos enemigos de Egipto.6 La ayuda egipcia no llegó a tiempo. En 614 a. C. cayó la ciudad de Assur y, finalmente, en 612 a. C. medos y caldeos tomaron la capital asiria, Nínive,
la cual fue saqueada de tal forma que no quedaron más que ruinas. La
caída asiria fue celebrada por los reinos anteriormente sometidos. Así
la Biblia lo relata:
Se han abierto las puertas de los ríos, y el templo ha sido arrasado.
Ha sido llevada cautiva su reina y las mujeres conducidas a la
esclavitud [...] Y Nínive con las aguas ha quedado hecha una laguna
[...] Devastada ha quedado ella, y desgarrada y despedazada [...] ¡Ay de
ti, ciudad sanguinaria, llena toda de fraudes y extorsiones, y de
continuas rapiñas!
El ejército egipcio, entretenido en una campaña contra los judíos, no
llegó a tiempo de rescatar la ciudad, que cayó finalmente en 605 a. C.6
Tras la derrota asiria, el ejército babilonio, marchó a por el egipcio.
Al mando ya no estaba Nabopolasar, quien había enfermado, si no su
hijo, que sería conocido como Nabucodonosor II. Se enfrentó a los egipcios en la Batalla de Karkemiš, derrotándoles completamente. Esta batalla supuso que toda la región de Canaán quedase bajo control caldeo.6
A partir de este momento nace el llamado Imperio babilónico o caldeo,
que dominará una extensión de terreno tan importante como su predecesor,
el Imperio asirio.
El dominio de Canaán no estuvo exento de problemas. Los egipcios
alentaron las revueltas locales y se sucedieron los levantamientos de
los reinos y ciudades-estado de la región. Así, en el 598 a. C. el reino de Israel se rebela. Es derrotado y algunos líderes de la rebelión son enviados al exilio, llegando al trono un nuevo rey, Sedecías. Esto no impidió que se produjeran nuevas rebeliones, y en 587 a. C.
el pueblo de Israel, cuyo rey estaba siendo alentado por los egipcios,
vuelve a levantarse en armas. Este periodo coincide con la actividad del
profeta Jeremías,
que según dice la Biblia pidió al rey judío la rendición ante los
caldeos, profetizando en caso contrario la destrucción de Jerusalén:
Dijo, pues, Jeremías a Sedecías: Esto dice el señor de los ejércitos,Fueron de nuevo derrotados, y en esta ocasión la represión fue más
el Dios de Israel: Si te sales y te pones en manos de los oficiales del
rey de Babilonia, salvarás tu vida, y esta ciudad no será entregada a
las llamas, y te pondrás en salvo tú y tu familia. Pero si no vas a
encontrar a los oficiales del rey de Babilonia, será entregada la ciudad
en poder de los caldeos, los cuales la abrasarán y tú no escaparás de
sus manos
dura: según el mismo Jeremías, los babilonios, a su entrada a la ciudad,
mataron a la familia de Sedecías y a él le sacaron los ojos y le
condujeron al exilio a la ciudad de Babilonia.
También al exilio fue enviada el resto de la población, tanto nobles
como plebeyos. Sin embargo a los pobres se les mantuvo en libertad,
concediéndoles tierras.10 La ciudad de Jerusalén fue arrasada y el palacio real, las viviendas y las murallas destruidas.6 10
Otro foco de insurrección en el oeste fue la ciudad de Tiro, situada entonces en una isla –hoy península– a orillas del Mediterráneo, en el actual Líbano. Nabucodonosor II
envió allí su ejército, que se situó en la costa, frente a la isla, y
levantó un asedio. Sin embargo, la superioridad naval tiria hizo inútil
el sitio, que duró trece años, tiempo tras el cual se firmó una paz,
consistente en el vasallaje de la ciudad.6
Durante la segunda mitad de su reinado, Nabucodonosor II se dedicó a embellecer la ciudad de Babilonia, convirtiéndola en la mayor metrópoli de su época.6 Así la describió Heródoto un siglo después:
La Asiria tiene muchas y grandes ciudades, pero de todas ellas la másDe esta etapa datan algunos de los monumentos más célebres de la ciudad mesopotámica. Es el caso de la Puerta de Istar, o de los Jardines colgantes de Babilonia.
famosa y fuerte era Babilonia, donde existía la corte y los palacios
reales después que Nino [Nínive] fue destruida. Situada en una gran
llanura, viene a formar un cuadro, cuyos lados tienen cada uno de frente
ciento veinte estadios, de suerte que el ámbito de toda ella es de
cuatrocientos ochenta. Sus obras de fortificación y ornato son las más
perfectas de cuantas ciudades conocemos. Primeramente la rodea un foso
profundo, ancho y lleno de agua. Después la ciñen unas murallas que
tienen de ancho cincuenta codos reales, y de alto hasta doscientos,
siendo el codo real tres dedos mayor del codo común y ordinario.
Nabucodonosor muere en el 562 a. C., siendo sucedido por su hijo Evilmerodac (Amel-Marduk) quien a los dos años fue víctima de una conspiración siendo depuesto por su cuñado, que se hizo llamar Neriglisar (Nergal-sharusur). Cuatro años después moría el nuevo rey, siendo sucedido por su hijo Labashi-Marduk, cuyo reinado acabó ese mismo año al ser víctima de una conspiración, acabando así la dinastía iniciada por Nabopolasar.6
Tras esto fue puesto el trono Nabu-naid, más conocido como Nabónido, quien relegó las tareas militares en su hijo Balâtsu-usur (en acadio: Baal protege al rey), más conocido como Baltasar o Belsasar. Mientras tanto, el monarca se dedicó a tareas culturales, recopilando y estudiando antiguas escrituras.6
El fin del Imperio babilónico: la conquista persa
Durante el reinado de Nabónido, en la vecina Media se sucedió la inestabilidad. Un nuevo jefe llegó al principado de Anshan, vasallo del reino medo. Se hizo llamar Ciro II de Anshan, más conocido como Ciro el Grande.12 En 559 a. C.el nuevo rey se declaró independiente de Media, lo que supuso la
guerra. No sólo consiguió mantener la independencia del principado, sino
que en 550 a. C. tomó la capital meda, Ecbatana, convirtiéndose así en el nuevo monarca de toda la región. A continuación Ciro se lanzó a la conquista del reino de Lidia, en Asia menor, cuya conquista completó en el 547 a. C.12
Durante estas campañas Nabónido de babilonia se mantuvo inactivo. Sin embargo, tras la caída de Lidia, buscó la alianza de Egipto contra el posible invasor. Ésta resultó inútil y en 539 a. C. Ciro se encontraba atacando la capital babilonia. La caída de la ciudad fue narrada posteriormente por el historiador griego Heródoto:
En medio de su apuro, ya fuese que alguno se lo aconsejase, o que élCon la conquista persa terminó la historia de Babilonia como reino
mismo lo discurriese, [Ciro] tomó esta resolución. Dividiendo sus
tropas, formó las unas cerca del río en la parte por donde entra en la
ciudad, y las otras en la parte opuesta, dándoles orden de que luego que
viesen disminuirse la corriente en términos de permitir el paso,
entrasen por el río en la ciudad. Después de estas disposiciones, se
marchó con la gente menos útil de su ejército a la famosa laguna, y en
ella hizo con el río lo mismo que había hecho la reina Nitocris. Abrió
una acequia o introdujo por ella el agua en la laguna, que a la sazón
estaba convertida en un pantano, logrando de este modo desviar la
corriente del río y hacer vadeable la madre. Cuando los persas,
apostados a las orillas del Éufrates, le vieron menguado de manera que
el agua no les llegaba más que a la mitad del muslo, se fueron entrando
por él en Babilonia. Si en aquella ocasión los babilonios hubiesen
presentido lo que Ciro iba a practicar o no hubiesen estado nimiamente
confiados de que los persas no podrían entrar en la ciudad, hubieran
acabado malamente con ellos. Porque sólo con cerrar todas las puertas
que miran al río, y subirse sobre las cercas que corren por sus
márgenes, los hubieran podido coger como a los peces en la nasa. Pero
entonces fueron sorprendidos por los persas; y según dicen los
habitantes de aquella ciudad, estaban ya prisioneros los que moraban en
los extremos de ella, y los que vivían en el centro ignoraban
absolutamente lo que pasaba, con motivo de la gran extensión del pueblo,
y porque siendo además un día de fiesta, se hallaban bailando y
divirtiendo en sus convites y festines, en los cuales continuaron hasta
que del todo se vieron en poder del enemigo. De este modo fue tomada
Babilonia la primera vez.
independiente. Otros rebeldes y jefes locales posteriores tomarían el
título de Rey de Babilonia, pero no se trató más que de actos ceremoniales o de rebeldía frente al poder central.
Babilonia en los textos bíblicos
Según la Biblia, Babilonia fue fundada por Nemrod, quien también construyó el zigurat conocido como la famosa Torre de Babel. Así se cita:Cus engendró también a Nemrod: éste comenzó a ser prepotente en laEn este periodo la lengua predominante en la región era el acadio, que había sido llevado a la región en las invasiones semíticas que se produjeron en torno al 3000 a. C. Poco a poco fue sustituyendo al idioma sumerio durante los siglos siguientes, especialmente durante las conquistas de Sargón I de Asiria siete siglos después.14
tierra. Era un cazador forzudo delante del Señor. De ahí vino el
proverbio: Como Nemrod, forzudo cazador ante el Señor. Y el principio de
su reino fue Babilonia, Arac, Acar y Calanne, en la tierra de Sennaar.
De este país salió Assur, el que fundó a Nínive, Rejobot-Ir y Kalah
Tecnología babilónica
Los babilonios heredaron los logros técnicos de los sumeriosen riego y agricultura. El mantenimiento del sistema de canales,
diques, presas y depósitos construidos por sus predecesores necesitaba
de un considerable conocimiento y habilidad de ingeniería. La
preparación de mapas, informes y proyectos implicaban la utilización de
instrumentos de nivelación y jalones de medición. La matemática asirio-babilónica utilizaba el sistema de numeración sexagesimal sumeria que, al ser un sistema de notación posicional (muy parecido al actual sistema decimal, pero en base 60),
facilitó el desarrollo de un álgebra y aritmética tempranas; de aquí se
derivan por ejemplo la división del círculo en 360 grados, o la de una
hora en 60 minutos. Continuaron utilizándose las medidas de longitud,
área, capacidad y peso normalizadas anteriormente por los sumerios. La
agricultura era una ocupación complicada y metódica que necesitaba
previsión, diligencia y destreza. Un documento escrito en sumerio,
aunque utilizado como libro de texto en las escuelas babilónicas,
resulta ser un verdadero almanaque del agricultor, y registra una serie
de instrucciones y direcciones para guiar las actividades de la granja,
desde el riego de los campos hasta el aventamiento de los cultivos
cosechados.
Los artesanos babilonios eran diestros en metalurgia, en los procesos
de abatanado, blanqueo y tinte, y en la preparación de pinturas,
pigmentos, cosméticos y perfumes. En el campo de la medicina, se conocía
bien la cirugía y se practicaba frecuentemente, a juzgar por el Código de Hammurabi, que le dedica varios párrafos. También se desarrolló la farmacopea,
aunque la única prueba importante de ello procede de una tablilla
sumeria escrita algunos siglos antes del reinado de Hammurabi.
Predecesor: Tercera Dinastía de Ur |
Imperio paleobabilónico o amorreo 1792 a. C.–1595 a. C. |
Sucesor: Invasión Casita |
Predecesor: Imperio asirio |
Imperio neobabilónico o caldeo 626 a. C.–539 a. C. |
Sucesor: Imperio persa |
Véase también
- Babilonia (ciudad)
- Reyes de Babilonia
- Babel
- Torre de Babel
- La Reina de la Noche (relieve)
- Astronomía babilónica
Referencias
- Asimov, Isaac (1986). «Los acadios». El Cercano Oriente. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-3745-7.
Enlaces externos
- Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre babilonia.
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Imperio babilónico.
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