sábado, 12 de marzo de 2016

Mahatma Gandhi - Wikipedia, la enciclopedia libre

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Mahatma Gandhi
Gandhi smiling.jpg
Información personal
Nombre de nacimiento Mohandas Karamchand Gandhi
Otros nombres Bapu (‘papá’)

Mahatma (‘gran alma’)
.
Nacimiento 2 de octubre de 1869

British Raj Red Ensign.svg Porbandar, Raj británico
Fallecimiento 30 de enero de 1948 (78 años).

Bandera de India Nueva Delhi, Unión de la India
Causa de muerte Magnicidio
Lugar de sepultura Raj Ghat
Residencia Londres, India, Sudáfrica e India
Nacionalidad Flag of India.svg India
Ciudadanía Bandera del Reino Unido Británico(hasta 1947)

Bandera de India Indio (desde 1947).
Lengua materna Guyaratí
Etnia Vaisia
Creencias religiosas Hinduismo
Partido político Congreso Nacional Indio
Familia
Padres Putlibai Gandhi

Karamchand Gandhi
Cónyuge Kasturba Makhanji
Hijos Harilal, Manilal, Ramdas, Devdas
Educación
Alma máter University College de Londres
Información profesional
Ocupación Abogado, político, activista
Conocido por Figura central del movimiento de independencia indio y por abogar por la no violencia activa
Distinciones
Firma Gandhi signature.svg
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Mahatma Gandhi (Porbandar (India británica), 2 de octubre de 1869 - Nueva Delhi (Unión de la India), 30 de enero de 1948) fue un abogado, pensador y político hinduista indio. Recibió de Rabindranath Tagore el nombre honorífico de Mahatma (composición en sánscrito e hindi de mahā: ‘grande’ y ātmā: ‘alma’).1 En la India también se le llamaba Bāpu (બાપુ), ‘padre’ en idioma guyaratí.


Desde 1918 perteneció abiertamente al frente del movimiento nacionalista indio. Instauró métodos de lucha social novedosos como la huelga de hambre, y en sus programas rechazaba la lucha armada y realizaba una predicación de la áhimsa
(no violencia) como medio para resistir al dominio británico. Defendía y
promovía ampliamente la total fidelidad a los dictados de la
conciencia, llegando incluso a la desobediencia civil si fuese
necesario; además, bregó por el retorno a las viejas tradiciones
hinduistas. Mantuvo correspondencia con León Tolstói, quien influyó en su concepto de resistencia no violenta. Fue el inspirador de la marcha de la sal, una manifestación a través del país contra los impuestos a los que estaba sujeto este producto.


Encarcelado en varias ocasiones, pronto se convirtió en un héroe
nacional. En 1931 participó en la Conferencia de Londres, donde reclamó
la independencia de la India. Se inclinó a favor de la derecha del partido del Congreso, y tuvo conflictos con su discípulo Nehru, que representaba a la izquierda. En 1942, Londres envió como intermediario a Richard Stafford Cripps
para negociar con los nacionalistas, pero al no encontrarse una
solución satisfactoria, estos radicalizaron sus posturas. Gandhi y su
esposa Kasturba fueron privados de su libertad y puestos bajo arresto domiciliario en el Palacio del Aga Khan donde ella murió en 1944,2 en tanto que él realizaba veintiún días de ayuno.


Su influencia moral sobre el desarrollo de las conversaciones que
prepararon la independencia de la India fue considerable, pero la
separación con Pakistán lo desalentó profundamente.


Una vez conseguida la independencia, Gandhi trató de reformar la
sociedad india, empezando por integrar las castas más bajas (los shudras o ‘esclavos’, los parias o ‘intocables’ y los mlechas
o ‘bárbaros’), y por desarrollar las zonas rurales. Desaprobó los
conflictos religiosos que siguieron a la independencia de la India,
defendiendo a los musulmanes en el territorio indio, siendo asesinado por Nathuram Godse, un fanático integracionista hinduista, el 30 de enero de 1948 a la edad de 78 años. Sus cenizas fueron arrojadas al río Ganges.


Sobre economía política, pensaba que el capital no debería ser considerado más importante que el trabajo,
ni que el trabajo debería ser considerado superior al capital, juzgando
ambas ideas peligrosas; que, más bien, debería buscarse un equilibrio
sano entre estos factores, siendo que ambos eran considerados igual de
valiosos para el desarrollo material y la justicia. Fue un gran defensor
del vegetarianismo y rechazaba cualquier forma de maltrato a los animales.



Índice

Nombre y pronunciación

  • મોહનદાસ કરમચંદ ગાંધી en guyaratí
  • मोहनदास करमचंद गांधी en escritura devanagari
  • mohana-dāsa karama-chaṅda gāṅdhi en AITS (alfabeto internacional de transliteración del sánscrito).
  • en español se pronuncia /mójan das karamchánd gándi/
  • en AFI (alfabeto fonético internacional) se pronuncia /moːɦən̪d̪aːs kərəmʨən̪d̪ ɡaːn̪d̪ʱiː/

Biografía


La primera foto conocida de Mohandas Karamchand Gandhi, c. 1876 con siete años.
Gandhi nació el 2 de octubre de 1869 en Porbandar, una ciudad costera del pequeño estado principesco de Kathiawar, actualmente en el estado de Guyarat (India). Su familia era de la casta vaisia (comerciante). Fue el hijo de Karamchand Gandhi, el diwan
(primer ministro) de Porbandar. Su madre, Putlibai, la cuarta esposa de
su padre, tuvo una gran influencia en su niñez, cuando Gandhi aprendió a
muy temprana edad a no hacer daño a ningún ser viviente, a ser
vegetariano, a ayunar para purificarse, y a ser tolerante con otros
credos religiosos. Fue el menor de tres hermanos, Laksmidas y Karsandas
(hombres) y una hermana de nombre Raliatbehn.3


A sus trece años, sus padres arreglaron su matrimonio con Kasturba Makhanji, de la misma edad y casta, con quien tuvo cuatro hijos.


En su juventud, Gandhi fue un estudiante mediocre en Porbandar. Posteriormente en Rajkot, en 1887, logró pasar a duras penas el examen de admisión de la Universidad de Bombay, matriculándose en la Escuela de Samaldas, en Bhavnagar.
No estuvo mucho tiempo allí, porque aprovechó la oportunidad que se le
presentó de estudiar en Inglaterra, país al que consideraba como «cuna
de filósofos y poetas, el centro de la civilización». Estudió Derecho en la University College de Londres. Regresó a la India después de lograr su licenciatura para ejercer la abogacía en Inglaterra.


Trató de establecerse como abogado en Bombay,
pero no tuvo éxito, pues en aquel entonces la profesión de abogado
estaba sobresaturada y Gandhi no era una figura dinámica en los
tribunales. Regresó a Rajkot ejerciendo la modesta labor de preparar
peticiones de litigantes. Tuvo que dejar esta tarea tras un altercado
con un oficial británico, en un incidente en el que trató de abogar por
su hermano mayor.


Trabajo en Sudáfrica

En ese año 1893, aceptó un contrato de trabajo por un año con una compañía india que operaba en Natal (Sudáfrica). Se interesó por la situación de los 150 000 compatriotas que residían ahí, luchando contra las leyes que discriminaban a los indios en Sudáfrica mediante la resistencia pasiva y la desobediencia civil.


Sin embargo, el incidente que serviría como un catalizador de su
activismo político ocurrió varios años después, cuando viajando a
Pretoria, fue sacado forzosamente del tren en la estación de
Pietermaritzburg porque se negó a mudarse de la primera clase a la
tercera clase, que se destinaba a la gente negra. Más tarde, viajando en
una diligencia, fue golpeado por el conductor porque se negó a ceder su
asiento a un pasajero de piel blanca. Además, en este viaje, sufrió
otras humillaciones al serle negado alojamiento en varios hoteles debido
a su raza. Esta experiencia le puso mucho más en contacto con los
problemas que sufría cotidianamente la gente negra en Sudáfrica.
Asimismo, después de haber sufrido el racismo, prejuicio e injusticia en
Sudáfrica, comenzó a cuestionar la situación social de sus coterráneos y
de él mismo en la sociedad de ese país.


Cuando se terminó su contrato, se preparó para volver a la India. En
la fiesta de despedida en su honor en Durban, hojeando un periódico se
informó de que se estaba elaborando una ley en la Asamblea Legislativa
de Natal para negar el voto a los indios. Pospuso su regreso a la India y
se dedicó a la tarea de elaborar diversas peticiones, tanto a la
asamblea de Natal como al gobierno británico, tratando de evitar que
dicha ley fuese aprobada. Si bien no logró su objetivo, ya que la ley
fue promulgada, logró, sin embargo, llamar la atención sobre los
problemas de discriminación racial contra los indios en Sudáfrica.



Gandhi en Sudáfrica (1895).
Amplió su estancia en este país, fundando el Partido Indio del Congreso de Natal en 1894.
A través de esta organización pudo unir a la comunidad india en
Sudáfrica en una fuerza política homogénea, inundando a la prensa y al
gobierno con denuncias de violaciones de los derechos civiles de los
indios y pruebas de la discriminación por los británicos en Sudáfrica.


Gandhi regresó a la India breve tiempo para llevar a su esposa e
hijos a Sudáfrica. A su regreso, en enero de 1897, un grupo de hombres
blancos lo atacó y trató de lincharlo. Como clara indicación de los
valores que mantendría por toda su vida, rehusó denunciar ante la
justicia a sus atacantes, indicando que era uno de sus principios el no
buscar ser resarcido en los tribunales por los daños infligidos a su
persona.


Al principio de la guerra de Sudáfrica, Gandhi consideró que los
indios debían participar en dicha guerra si aspiraban legitimarse como
ciudadanos con plenos derechos. Así, organizó cuerpos de voluntarios no
combatientes que asistieran a los británicos. Sin embargo, al terminar
la guerra, la situación de los indios no mejoró; de hecho, continuó
deteriorándose.


En 1906, el gobierno de Transvaal promulgó una ley que obligaba a todos los indios a registrarse. Esto originó una protesta masiva en Johannesburgo, donde por primera vez Gandhi adoptó la plataforma llamada satia-graja (‘apego o devoción a la verdad’) que consistía en una protesta no violenta.


Gandhi insistió en que los indios desafiaran abiertamente, pero sin
violencia, la ley promulgada, sufriendo el castigo que el gobierno
quisiera imponer. Este desafío duró siete años en los que miles de
indios fueron encarcelados (incluyendo a Gandhi en varias ocasiones),
azotados e incluso fusilados por protestar, rehusar registrarse, quemar
sus tarjetas de registro y cualquier otra forma de rebeldía no violenta.
Si bien el gobierno logró reprimir la protesta de los indios, la
denuncia en el exterior de los métodos extremos utilizados por el
gobierno de Sudáfrica, finalmente obligó al general sudafricano Jan
Christian Smuts a negociar una solución con Mahatma Gandhi.


Inspiración


Gandhi y su esposa Kasturba en 1902.
Durante sus años en Sudáfrica, Gandhi se inspiró en la Bhagavad-guita y en los libros de Tolstoi, particularmente en El Reino de Dios está en Vosotros. En la década de 1880 Tolstoi se había convertido profundamente a la causa del anarquismo cristiano. Gandhi tradujo otro libro de Tolstoi llamado Carta a un indio
escrito en 1908, en respuesta a los nacionalistas indios que apoyaban
la violencia. Gandhi permaneció en contacto con Tolstoi hasta la muerte
de éste en 1910.4


La carta de Tolstoi se basa en las doctrinas hinduistas y las enseñanzas del dios Krisna en relación con el creciente nacionalismo indio. Gandhi también se inspiró en el escritor estadounidense, y también anarquista, Henry David Thoreau que escribió el famoso ensayo La desobediencia civil. El mismo Gandhi, en parte, se ha convertido en un referente muy representativo del anarquismo pacifista.


Regreso a la India

Gandhi regresó a la India en 1915. En esta época ya había cambiado
sus hábitos y estilo de vida adoptando los más tradicionales de la
India. Trató al principio de lanzar un nuevo periódico y de practicar la
abogacía, pero fue disuadido por Gopal Krisna Gokhale, quién le
convenció para que se dedicase a labores de mayor importancia nacional.


Gandhi y su esposa Kasturbá viajaron por toda la India. Mantenía una
copiosa correspondencia con diferentes personajes en este país y
continuaba experimentando con su dieta y profundizando sus conocimientos
sobre religión y filosofía, pero sobre todo, prestó principal atención a
la política.


Marcha de la sal

En 1930 protagonizó una importante protesta no violenta, conocida como marcha de la sal (salt satiagraha), que serviría de inspiración a movimientos como el del estadounidense Martin Luther King.


La Segunda Guerra Mundial


Gandhi con Nehru e Indira. Fines de los años treinta.

Gandhi ayunando junto a la joven Indira (la hija de Nehru, que más tarde sería la primera ministra de la India), en 1939.

El poeta bengalí Rabindranath Tagore con Gandhi en 1940.

Gandhi con Mahadev Desai (en 1942).

Jawaharlal Nehru bromea con Gandhi (en Bombay, el 6 de julio de 1946).
La Segunda Guerra Mundial estalló el 1 de septiembre de 1939, cuando
la Alemania nazi invadió Polonia. Inicialmente, Gandhi había favorecido
la política de indiferencia y no violencia contra los británicos, pero
la inclusión unilateral de la India en la guerra, sin la consulta de los
representantes del pueblo, ofendió a otros líderes del Congreso. Todos
los miembros del Congreso eligieron dimitir en masa.


Después de largas deliberaciones, Gandhi declaró que la India no
podría ser partidaria de una guerra que, aparentemente, era una lucha
para la libertad democrática, mientras que esa misma libertad le era
negada a la India.


Mientras progresaba la guerra, Gandhi intensificó su reclamo de
independencia, bosquejando un llamamiento para que los Británicos
abandonasen la India. La rebelión de Gandhi y la más definitiva del
Partido del Congreso tuvo como objetivo el asegurar la salida británica
de la India.


En el congreso del partido en 1942, Gandhi fue criticado por algunos
miembros del mismo y por otros grupos políticos indios, favorables a los
británicos y opuestos a la posición de Mohandas. Opinaban que el no
apoyo a Gran Bretaña en su lucha a vida o muerte contra el nazismo era
inmoral.


Para la India fue el movimiento más poderoso de la historia de su
lucha, con detenciones y violencia en una escala sin precedentes.
Millares de combatientes por la libertad murieron o cayeron heridos por
el fuego de la policía, y cientos de miles fueron arrestados.


Gandhi y sus partidarios tuvieron claro que no apoyarían el esfuerzo
de la guerra a menos que le fuera concedida la independencia inmediata a
la India. Él incluso tuvo claro que esta vez el movimiento no pararía,
aunque fueran cometidos actos individuales de violencia, y ordenó decir
que «la anarquía» alrededor de él era «peor que la anarquía verdadera».
Él invitó a todos los miembros del Congreso e indios a mantener la
disciplina vía ahimsa (no violencia), y karó ia maró (‘hecha o dada’) en la causa última de la libertad.


Los británicos arrestaron a Gandhi y a todo el comité de trabajo del
congreso en Bombay el 9 de agosto de 1942. Retuvieron a Gandhi durante
dos años en el palacio de Aga Khan en Pune.
Fue entonces cuando Gandhi sufrió dos golpes terribles en su vida
personal. Su secretaria Mahadev Desai (de 42 años) murió de un ataque al corazón
6 días después y su esposa Kasturbá murió tras 18 meses de
encarcelamiento, en febrero de 1944; Gandhi sufrió seis semanas más
adelante un ataque grave de malaria.
Lo liberaron antes de finalizar la guerra, el 6 de mayo de 1944, debido
a su débil estado de salud y a la necesidad de curarse. El Raj
británico no quería que él muriera en prisión y que eso produjera odio
en la nación.


Aunque el movimiento no violento de la India tuvo moderados éxitos en
su objetivo, la despiadada represión del movimiento trajo el orden a la
India a finales de 1943. Con el final de la guerra, el imperio
británico dio indicaciones claras de que el poder sería transferido a
manos indias. En este punto Gandhi ordenó suspender la lucha,
consiguiendo que liberaran a alrededor de 100 000 presos políticos,
incluyendo la dirección del Partido del Congreso.


Partición de la India (1945-1947)

Gandhi recomendó al Congreso rechazar las propuestas del Plan de la Misión del Gabinete creado por los británicos en 1946.
Desconfiaba de la idea de compartir el poder con la Liga Musulmana y
las divisiones y descentralización que proponían los británicos.


Entre 1946 y 1947, más de 5000 personas murieron en enfrentamientos
entre hinduistas y musulmanes. La Liga era popular en las regiones donde
había una mayoría musulmana, como Panyab, Bengala, Sindh, NWFP y Baluchistán.


El plan de la división de la India fue aprobado por el Congreso como
una forma de evitar una guerra civil hinduista-musulmana a gran escala.
Los líderes del Congreso sabían que, si bien Gandhi era visceralmente
opuesto a la partición de la India, también era prácticamente imposible
aceptar el plan sin la aprobación de Gandhi, porque el respaldo de que
gozaba en toda la India era muy fuerte. Sadar Patel, persona de
confianza de Gandhi, fue el encargado de lograr su consentimiento al
plan de división.


Gandhi gozaba de gran influencia en las comunidades hinduistas y
musulmanas. Su mera presencia evitaba y paraba desórdenes y motines. Se
oponía vehementemente a cualquier plan que implicara la partición de la
India. Por otra parte, la Liga Musulmana
argumentaba que la superioridad numérica de los hinduistas oprimiría
sistemáticamente a la minoría musulmana en una India unida y que una
nación musulmana separada era la única solución. Sin embargo, muchos
musulmanes en la India vivían junto a hinduistas, sijes, budistas, cristianos, yainas, parsis y judíos y eran partidarios de la unidad de la India.


Pero Muhammad Ali Jinnah, líder de la Liga Musulmana tenía un amplio respaldo en Panyab Occidental, Sindh, NWFP y Bengala Oriental, es decir todo lo que forma hoy en día Pakistán y Bangladés.
El día de la transferencia del gobierno, Gandhi no lo celebró como en
el resto de la India y estuvo solo ese día en su residencia en Calcuta.


Asesinato y sus últimas palabras

El 30 de enero de 1948, cuando Gandhi se dirigía a una reunión para rezar, fue asesinado en Birla Bhavan (Birla House) en Nueva Delhi, a los 78 años de edad por Nathuram Godse, un radical hinduista
aparentemente relacionado con grupos ultraderechistas de la India, como
era el partido hinduista Hahasabha, quienes le acusaban de debilitar al
nuevo gobierno con su insistencia en que le fuera pagado a Pakistán el
dinero prometido.


Godse y su cómplice Narayan Apte fueron juzgados y condenados a muerte. Su ejecución se realizó el 15 de noviembre de 1949. Sin embargo, el que se considera como instigador del asesinato, el presidente del partido Hahasabha, Vinayak Damodar Savarkar, quedó libre sin cargo alguno por falta de pruebas.


Una prueba de la lucha de Gandhi y su búsqueda de Dios está en sus últimas palabras antes de morir exclamó: «¡Hey, Rama!».
Esto se interpreta como un signo de su espiritualidad, así como su
idealismo en la búsqueda de la paz en su país. Estas palabras están
escritas en el monumento erigido en su honor en Nueva Delhi.


Su pensamiento sobre la salud y la alimentación

Uno de los aspectos menos conocidos de Gandhi, pero más importante para él, es el de la autogestión de la salud:


Aunque he tenido dos enfermedades graves en toda mi vida, creo que el
hombre no tiene prácticamente necesidad alguna de tomar medicinas. De
mil casos, novecientos noventa y nueve pueden tratarse con una dieta
bien equilibrada, un tratamiento a base de tierra y agua y similares
tratamientos caseros. Quien acude de inmediato al médico, al vaidya
[médico ayurvédico ―el antiguo sistema hinduista de medicina―] o al
hakim [arábigo, doctor o médico, en todos los países orientales, médico
unani ―método griego de medicina―] por cualquier molestia, no sólo pone
en peligro su vida, sino que se convierte en un esclavo de su cuerpo, en
lugar de seguir siendo su amo, por lo que pierde el control de sí mismo
y deja de ser un hombre.


Mahatma Gandhi: Gandhi’s Health Guide [‘guía de Gandhi para la salud’]. California: The Crossing Press. Hay versión en español: Gandhi; sus propuestas sobre la medicina, la salud y la sexualidad (pág. 224). Barcelona: Amat, 2005.
Vale la pena analizar por qué escogemos la profesión médica. No cabe
duda de que no se escoge para servir a la humanidad. Nos convertimos en
médicos para obtener honores y riqueza. Me he empeñado en demostrar que
en esta profesión no hay un verdadero servicio a la humanidad y que es
nociva para todos los seres humanos. Los médicos hacen gala de sus
conocimientos y cobran sumas exorbitantes. Sus preparados, que tienen un
coste intrínseco de unos pocos peniques, cuestan chelines. El pueblo,
con su credulidad y su deseo de librarse de algunas enfermedades,
permite que lo estafen. ¿No son entonces mejores los curanderos, a
quienes conocemos, que los médicos que se las dan de humanitarios?


Mahatma Gandhi, ibídem, pág. 30
Hemos adquirido el hábito de llamar al médico por la más trivial de
las enfermedades y, donde no hay médicos, se busca el consejo de simples
curanderos. Vivimos con la fatal ilusión de que ninguna enfermedad
puede curarse sin medicamentos. Esta creencia ha hecho más daño a la
humanidad que cualquier otro mal. No cabe duda de que tenemos que
curarnos las enfermedades, pero no son los medicamentos los que las
curan. Y no sólo son estos sencillamente inútiles, sino que a veces son
decididamente nocivos. El hecho de que un hombre enfermo tome pócimas y
medicamentos es tan tonto como intentar cubrir la mugre que se ha
acumulado en el interior de una casa. Cuanto más se la cubre, más rápido
será el proceso de putrefacción. Y lo mismo sucede con el cuerpo
humano. La enfermedad o el malestar es sólo la advertencia que nos hace
la Naturaleza acerca de que hemos acumulado inmundicias en alguna parte
del cuerpo: sin duda, sería sabio dejar que la Naturaleza la removiera,
en lugar de cubrirla con la ayuda de medicamentos.


Mahatma Gandhi, ibídem, pág. 30
Gandhi era un experimentador y promotor del crudiveganismo:


Del examen del cuerpo humano se deduce que el hombre está
condicionado por la Naturaleza para alimentarse sólo de vegetales.
Existe la mayor afinidad entre los órganos del cuerpo humano y los de
los animales que se alimentan de frutos. El mono, por ejemplo, es muy
similar al hombre en cuanto a forma y estructura, y es un animal que se
alimenta de frutos.


Mahatma Gandhi: Gandhi’s Health Guide [‘guía de Gandhi para la salud’]. California: The Crossing Press.

Hay versión en español: Gandhi; sus propuestas sobre la medicina, la salud y la sexualidad (pág. 141). Barcelona: Amat, 2005.
Yo siempre he propiciado la dieta puramente vegetariana, pero la
experiencia me ha enseñado que, a fin de mantenerme en perfecta forma,
esa dieta debe incluir leche y ciertos productos lácteos, como la
cuajada, la mantequilla y la ghee. Esto significa un desvío de mi idea
original. […] Pero estoy convencido de que en el vasto reino vegetal
debe haber alguno que, a la vez que sustituya las sustancias necesarias
que extraemos de la leche y de la carne, no tenga los inconvenientes de
estas, ni éticos ni de ninguna otra clase.


Mahatma Gandhi, ibídem. pág. 143.
No considero necesario que el hombre coma carne en ningún lugar y en
ningún clima en los que pueda vivir de ordinario un ser humano. Sostengo
que comer carne es inadecuado para nuestra especie.


Mahatma Gandhi, ibídem, pág. 144.
La dieta vegetariana no tiene precio para mí. Siento que el progreso
espiritual demanda en algún momento que dejemos de matar a nuestros
prójimos para satisfacer nuestros deseos corporales.


Mahatma Gandhi, ibídem, pág. 146.
Por tanto, la única base para tener una población vegetariana y proclamar el principio vegetariano es y debe ser la moral.


Mahatma Gandhi, ibídem, pág. 148.
El valor ético de los alimentos crudos no tiene parangón. Desde el
punto de vista económico, estos alimentos tienen posibilidades que no
ofrece ningún alimento cocido. En consecuencia, procuro obtener la
generosa ayuda de todos los médicos y los legos interesados en reformar
dietas.


Mahatma Gandhi, ibídem, pág. 161.
Como investigador de la Verdad, considero necesario encontrar la
alimentación perfecta para que el hombre pueda mantener en buen estado
el cuerpo, la mente y el alma. Creo que la búsqueda sólo puede tener
éxito con una alimentación cruda, y que en el reino vegetal hay un
sustituto efectivo de la leche que, como todo médico reconoce, tiene sus
desventajas, y que la Naturaleza no ha destinado para el hombre, sino
para los bebés y los cachorros animales. No creo que ningún precio sea
demasiado caro para seguir buscando lo que, a mi juicio, es tan
necesario desde más de un punto de vista. Por tanto, buscaré que almas
afines me den información y orientación.


Mahatma Gandhi, ibídem, pág. 176.
En Inglaterra hay muchos hombres que han hecho una dieta
exclusivamente a base de frutas y que han dejado constancia de los
resultados de sus experiencias respectivas. Hubo quienes la adoptaron no
por cuestiones religiosas, sino de salud. Un médico alemán, llamado
Just, ha escrito un tomo voluminoso al respecto, estableciendo el valor
de una dieta a base de frutas con muchos argumentos y pruebas. El
médico, que ha curado muchas enfermedades con esa dieta, combinándola
con la vida al aire libre, llega a decir que los habitantes de cualquier
país pueden encontrar los elementos de nutrición en los frutos de sus
propios territorios. En este sentido, quizá corresponda que cite aquí mi
propia experiencia. En los últimos seis meses he comido sólo frutas -he
rechazado tanto la leche como la cuajada-. Mi dieta actual consiste en
plátanos, cacahuetes, dátiles y aceite de oliva, con algún que otro
fruto cítrico, como la lima. Aunque no puedo decir que mi dieta sea un
éxito total, un período de seis meses es demasiado corto para alcanzar
conclusiones definitivas sobre un tema tan vital como el cambio total de
dieta. No obstante, sí puedo decir que durante ese período he podido
mantenerme sano, mientras que otros eran atacados por distintas
enfermedades, y que mi fuerza física y mental es mayor que antes. Tal
vez no pueda levantar cosas muy pesadas, pero puedo trabajar durante más
tiempo sin fatigarme. También puedo hacer más tareas mentales y con
mayor persistencia y decisión. He probado la dieta de frutas y frutos en
muchos enfermos e invariablemente les ha hecho bien. Mi propia
experiencia, así como los estudios que he hecho del tema, me han
confirmado la creencia de que es la mejor dieta para nosotros, los
humanos.


Mahatma Gandhi, ibídem, pág. 181.
La dieta de frutas resultó de lo más conveniente. Prácticamente no
cocinábamos nada, puesto que lo que comíamos, por lo general, eran
cacahuetes, plátanos, dátiles, limas y aceite de oliva. En los cinco
años que hice esa dieta nunca me sentí débil y nunca enfermé. También
durante ese período mi cuerpo funcionó a su máxima capacidad, tanto que
un día caminé más de 80 kilómetros, cuando lo habitual en mí eran
60 kilómetros en un día.5


Mahatma Gandhi, ibídem, pág. 232.
Gandhi llevó una vida sencilla. Confeccionaba sus propias piezas de ropa y se oponía radicalmente al maltrato de los animales:6


Siento que el progreso espiritual nos demanda que dejemos de matar y
comer a nuestros hermanos, criaturas de Dios, y solo para satisfacer
nuestros pervertidos y sensuales apetitos. La supremacía del hombre
sobre el animal debería demostrarse no sólo avergonzándonos de la
bárbara costumbre de matarlos y devorarlos sino cuidándolos,
protegiéndolos y amándolos. No comer carne constituye sin la menor duda,
una gran ayuda para la evolución y paz de nuestro espíritu.


Gandhi
Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.


Gandhi

Críticas sobre Mahatma Gandhi

Varios historiadores han criticado la posición de Gandhi en cuanto al surgimiento de Hitler y Mussolini,
incluyendo su declaración de que los judíos ganarían el amor de Dios al
ir voluntariamente hacia sus muertes. En concreto, escribió:


Si fuera un judío nacido en Alemania y me ganara la vida allí,
reclamaría a Alemania como mi hogar tanto como el más alto gentil
alemán, y le retaría a dispararme o a arrojarme a una mazmorra;
rechazaría ser expulsado o someterme a un tratamiento discriminatorio. Y
para hacer esto no esperaría a que los otros judíos me acompañaran en
mi resistencia pasiva, sino que tendría confianza en que el resto
habrían de seguir mi ejemplo. Si un judío, o todos los judíos aceptaran
esta receta, él o ellos no estarían peor de lo que están ahora. Y sufrir
voluntariamente les traerá una fuerza y alegría interior... la
violencia calculada de Hitler puede resultar en una masacre general de
los judíos en respuesta a esta declaración de hostilidades. Pero si la
mente judía pudiera estar preparada para el sufrimiento voluntario,
incluso la masacre que he imaginado podría convertirse en un día de
acción de gracias y de alegría de que Jehová ha acogido a la raza,
incluso a través de las manos de un tirano. Para el temeroso de Dios, la
muerte no conlleva terror.


Gandhi7
Su oposición a la violencia llegó a extremos en 1940, cuando —después de la invasión de los nazis de las Islas del Canal de la Mancha— mandó un mensaje al pueblo británico indicando:8


Dejen las armas, por cuanto estas no van a servir para salvarles a
ustedes ni a la humanidad. Deben invitar a Hitler y Mussolini a que
tomen todo lo que quieran de sus países. Si ellos quieren ocupar sus
casas, vayánse de ellas. Si no les permiten salir sacrifíquense a ellos,
pero siempre rehúsen rendirles obediencia.


Mahatma Gandhi
Merece recordar que estas acciones están enmarcadas en una compleja filosofía, valor o comprensión de la humanidad (ahimsa,
no violencia). Para entender semejantes mensajes, algunas de las frases
célebres que se le atribuyen a Gandhi permiten contextualizar los
posibles motivos de estas declaraciones:

«Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego».
«La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia».
«La verdad es el objetivo, el amor el medio para llegar a ella».
«La vida y la muerte no son sino caras de una misma moneda».
«Hay suficiente agua para la vida humana pero no para la codicia humana».
En 2011 una polémica producción cinematográfica india, Dear Friend Hitler,9 evoca un contacto epistolar de Mahatma Gandhi con Hitler, en donde procura apaciguarlo.


Violencia y racismo


Gandhi México
Otros historiadores fueron más allá y atacaron a Gandhi de hipócrita, debido a lo que percibían como incoherencia entre su posición de no violencia
y un supuesto maltrato a las mujeres y también supuestas declaraciones
racistas contra los africanos durante su estadía en Sudáfrica.10 En su etapa de juventud Gandhi fue influido por las ideas segregacionistas
prevalente en la década de 1890. Al mismo tiempo, las experiencias de
Gandhi en la cárcel parecían hacerle más sensible a los problemas que
tenían en común los africanos y los indios, así que luego con el paso de
los años vemos a un Gandhi suavizado, menos categórico en su expresión
de prejuicios contra los africanos, y mucho más abierto a ver los puntos
de la causa común.[cita requerida]


Las críticas se extienden hasta el comité del Premio Nobel, donde el asesor del comité, el profesor Jacob Worm-Müller,
escribió un informe en el que expresa su comprensión en la admiración
hacia la persona de Gandhi: «Indudablemente es una persona buena, noble y
ascética, un hombre prominente merecidamente honrado y amado por las
masas en India». Pero el informe continúa en la consideración de Gandhi
como político y representante del pueblo: «Presenta violentos cambios en
sus políticas, que difícilmente pueden ser explicadas por sus
seguidores [...] Es un luchador por la libertad y un dictador, un
idealista y un nacionalista. Es frecuentemente un “Cristo” pero entonces, de pronto, se convierte en un político vulgar».[cita requerida]


Durante el conflicto indio-pakistaní, Gandhi hizo públicas sus ideas
acerca de que —en caso de hostilidades— habría que obviar las políticas
de paz y no violencia contra Pakistán, muy en oposición a sus opiniones acerca del conflicto bélico entre Gran Bretaña y la Alemania nazi (mencionados arriba).[cita requerida]


Posteriormente otro informe emitido por Worm-Müller indica:


Se podría decir que su bien conocida lucha por África del Sur es en
beneficio de los indios residentes allí, y no de los negros, que viven
en condiciones peores.[cita requerida]


Por otro lado, Gandhi también es acusado por numerosos historiadores
de financiar grupos guerrilleros de parias que luchaban contra los
ejércitos de la reina en el sur de la India.11


El 26 de septiembre de 1896, Gandhi se dirigió a las masas para
expresar su disgusto por el trato que los ingleses daban a los indios en
los siguientes términos:


La nuestra es una continua lucha en contra de la degradación
infligida sobre nosotros por los europeos, quienes desean degradarnos al
nivel de vulgares kafires, cuya ocupación es cazar y su única ambición es recolectar ganado para comprar una esposa, y luego morir en indolencia.10


Celibato

Cuando Gandhi tenía 16 años de edad, su padre cayó gravemente
enfermo. Como Gandhi era muy devoto de sus padres (como es lo usual en
India), atendió a su padre a todas horas durante su enfermedad. Sin
embargo, una noche, un tío de Gandhi vino a relevarlo durante unas
horas. Gandhi se retiró a su dormitorio y se acostó con su esposa.
Mientras mantenía relaciones sexuales entró un sirviente que le avisó de
que su padre acababa de morir. Gandhi sintió una tremenda culpa y nunca
se pudo perdonar. Llamaba a este suceso «la doble culpa». El incidente
tuvo una influencia significativa en su decisión de convertirse en
célibe veinte años después, a los 36 años de edad, mientras aún estaba
casado.12


Esta decisión estuvo profundamente influenciada por la doctrina del brahmacharia (el celibato, considerado «pureza» espiritual y práctica). En su autobiografía él habla sobre su batalla contra la lujuria y sobre los ataques de celos hacia su esposa de la infancia Kasturba.13


Experimentos con la brahmacharia


La caricatura de Mahatma Gandhi, diseñada por Józef Gosławski (1932)

Gandhi, São Paulo Brasil obra de Gautam Pal
Finalmente se hizo de público conocimiento que Gandhi había estado compartiendo su cama durante unos cuantos años con niñas.14 15
Él explicó que lo hacía para probar su autocontrol como célibe, y para
sentir calor en las noches de invierno. Rotulaba sus actividades como
«una cura natural». En su carta a Ghanshyam Das Birla
(en abril de 1945) se refiere a las «mujeres o niñas que han estado
desnudas conmigo», indicando que habían sido varias las personas que
formaron parte de sus experimentos.16 El sexo se convirtió en el tema más importante de que hablaba Gandhi en sus largos monólogos, luego de la áhimsa (la no violencia), y aumentó en las últimas décadas de su vida. En Harijan dedicó cinco editoriales completos a explicar la práctica del celibato estricto (que él pretendía que practicaran todos sus seguidores).17
Como parte de esos experimentos, empezó durmiendo con todas sus
discípulas (que no cobraban un sueldo por asistirlo, sino que vivían y
trabajaban para él debido a sus convicciones), una por una, en la misma
habitación, pero en colchonetas separadas por una distancia. Después
empezó a dormir en la misma colchoneta. Y finalmente dormían ambos
desnudos.18
De acuerdo con Gandhi, el celibato activo significaba el autocontrol
perfecto incluso en presencia del sexo opuesto. Gandhi condujo sus
experimentos con un gran número de jóvenes. Entre ellas estuvo Abha, la
esposa de 16 años de su sobrino nieto Kanu Gandhi. Gandhi reconocía sin
embargo que «este experimento es realmente muy peligroso», pero decía
que «podía producir resultados muy grandes».19
Su sobrina nieta de 19 años de edad, Manu Gandhi, también fue parte de
los expermientos sexuales. Gandhi le había escrito a su sobrino (el
padre de Manu) Jaisukhlal Gandhi, que Manu había empezado a compartir su
cama durante muchas noches porque él tenía que «corregirle la postura
al dormir».20 Según Gandhi sus experimentos de dormir desnudos con su nieta Manu en Noakhali
le ayudaban a contemplar la unidad entre hinduistas y musulmanes en la
India antes de la partición, y liberaría las tensiones comunales. Gandhi
les decía a las demás personas que él era como una madre para esas
niñas, y se refería a Abha y Manu como «mis bastones».


Gandhi llamaba a Sarladevi (una devota seguidora, casada y con hijos)
su «esposa espiritual». Más tarde diría que había llegado a casi tener
relaciones sexuales con ella.21
En marzo de 1945 escribió una carta a un amigo acerca de que «[con
SarlaDevi] empezamos a dormir juntos en la época en que tomé el voto de brahmacharia, o incluso antes». Dijo que había experimentado esto mismo con su esposa, «pero que no era suficiente».22
Gandhi se sintió satisfecho con sus experimentos y le escribió a Manu:
«He practicado exitosamente los once votos que tomé. Esta es la
culminación de mi lucha en los últimos 36 años. En este iagñá [‘sacrificio’, generalmente de fuego] he obtenido un vislumbre del ideal de pureza y verdad por el que he estado luchando».


Gandhi recibió muchas críticas por estos «experimentos», por parte de
sus seguidores y oponentes. Su estenógrafo, R. P. Parasuram, renunció
el primer día que sorprendió a Gandhi acostado desnudo con su sobrina
nieta Manu. Gandhi insistió en que él no sentía ninguna excitación al
acostarse con estas niñas Manu, Suhila o Abha. «Discúlpame, estás en
libertad de abandonarme».23


Nirmal Kumar Bose, otro asistente íntimo de Gandhi, lo abandonó en
abril de 1947, después de la gira de Gandhi a Noakhali, donde había
tenido lugar algún altercado entre Gandhi y Sushila Nayar en el
dormitorio de él a medianoche, en el que Gandhi le dio un golpe de palma
en la frente. Bose había declarado que la naturaleza de los
experimentos de Gandhi sobre la brahmacharya aún permanecen
desconocidos.24 25
Bose, quien estuvo cerca de Gandhi durante esta gira, testificó que «no
había inmoralidad por parte de Gandhi. Además Gandhi trataba de
conquistar el sentimiento de sexo mediante un esfuerzo consciente de
convertirse en madre de aquellos que estuvieran bajo su cuidado, fueran
hombres o mujeres». Dattatreya Balkrisna Kalelkar, un revolucionario que
se convirtió en discípulo de Gandhi, decía que las «relaciones [de
Gandhi] con mujeres eran, de principio a fin, tan puras como la leche de
una madre».26


Reconocimientos

Gandhi nunca llegó a recibir el Premio Nobel de la Paz,
aunque fue nominado cinco veces entre 1937 y 1948. Décadas después, sin
embargo, el Comité que administra el premio Nobel declaró la injusticia
de tal omisión, que atribuyó a los sentimientos nacionalistas divididos
que negaron tal premio a Gandhi.


El Gobierno de la India otorga un premio al que denominan el Premio de la Paz de Mahatma Gandhi. Uno de los que recibió dicho premio es el dirigente sudafricano Nelson Mandela.


En la India, cada 2 de octubre se celebra el día de Gandhi Yaianti.


El 30 de enero se celebra el Día Escolar de la No Violencia y la Paz (DENIP) en recuerdo de Gandhi. En los países con calendarios escolares propios del hemisferio sur esta jornada se conmemora el 30 de marzo.


En Montevideo, una importante avenida costera lleva el nombre de rambla Mahatma Gandhi.


Véase también

Referencias


  • Sabiasachi BHATTACHARIA: The mahatma and the poet. Nueva Delhi (India): National Book Trust, 1997.

    1. Sankar GHOSE: Mahatma Gandhi (pág. 356). Allied Publishers, 1991. ISBN 81-7023-205-8.

    Enlaces externos


    Otros proyectos



  • Gandhi in Mumbai and Poona. Jan Oberg



  • «Gandhi». Consultado el 21 de noviembre de 2011.



  • «Tolstói, el maestro de Gandhi», artículo en el diario Público (Madrid), 6 de febrero de 2010.



  • Probablemente
    esta distancia sea falsa, ya que un hombre camina a 4 km/h (5 km/h, si
    camina rápido), por lo que tardaría 20 horas (sin contar los numerosos
    descansos) en caminar 80 km.



  • «Gandhi - And The Launching Of Veganism» (en inglés). Consultado el 5 de diciembre de 2012.



  • Homer Jack: The Gandhi Reader, págs. 319–320.



  • Mahatma Gandhi (1972). Non-violence in peace and war, 1942-1949 (en inglés). Garland Pub. ISBN 0-8240-0375-6.



  • Bollywood y su mirada ingenua del dictador nazi



  • El Gandhi que muy pocos conocen



  • Patrick French (31 de enero de 2013). «The truth about Mahatma Gandhi: he was a wily operator, not India’s smiling saint» (en inglés). Consultado el 3 de noviembre de 2014.



  • «Personas del siglo», artículo en la revista Time (Nueva York).



  • The Story of My Experiments with Truth — An Autobiography, pág. 176.



  • Dea Birkett, Susanne Hoeber Rudolph y Lloyd I Rudolph: Gandhi: The Traditional Roots of Charisma (Gandhi: las raíces tradicionales del carisma). Orient Longman, ISBN 0002160056, pág. 56.



  • Pat Caplan y Patricia Caplan: The cultural construction of sexuality (la construcción cultural de la sexualidad), pág. 278. Routledge, 1987. ISBN 0415040132.



  • Bhikhu C. PAREKH: Colonialism, Tradition and Reform: An Analysis of Gandhi's Political Discourse (colonialismo, tradición y reforma: análisis del discurso político de Gandhi. Sage, 1999. ISBN 0761993835.



  • Girja KUMAR: The Book on Trial: Fundamentalism and Censorship in India. Har-Anand Publications, 1997. ISBN:8124105251.



  • Según PAREKH



  • Kathryn TIDRICK: Gandhi: a political and spiritual life (Gandhi: una vida política y espiritual), pág. 302-304. I. B. Tauris, 2007. ISBN 1845111664.



  • Según TIDRICK



  • Según TIDRICK



  • Según TIDRICK



  • Stanley WOLPERT: Gandhi’s Passion: The Life and Legacy of Mahatma Gandhi (la pasión de Gandhi: la vida y el legado de Majatma Gandhi), pág. 226-227. Oxford University Press, 2001. ISBN 019515634X.



  • Según WOLPERT



  • Girja KUMAR: The Book on Trial: Fundamentalism and Censorship in India (págs. 73-107). Har-Anand Publishers, 1997. ISBN 81-241-0525-1.



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