sábado, 12 de marzo de 2016

AMAR A DIOS POR SOBRE TODAS LAS COSAS

AMAR A DIOS POR SOBRE TODAS LAS COSAS






LA CRUZ TAU

AMAR A DIOS

POR SOBRE

TODAS LAS COSAS


Por

Luis Bernardo

Palacio Acosta

Bodhisattwa

del


V.M. THOTH-MOISÉS

 

AMAR A DIOS

POR SOBRE

TODAS LAS COSAS

"Y Jesús le respondió [a uno de los escribas]: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. [Shemá Israel YHVH Elóhim YHVH ejad].
Amarás pues al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y
de toda tu mente, y de todas tus fuerzas; este es el principal
mandamiento. Y el segundo es semejante á Él: Amarás á tu prójimo como á
ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Entonces el escriba
le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro
fuera de Él; Y que amarle de todo corazón, y de todo entendimiento, y
de toda el alma, y de todas las fuerzas, y amar al prójimo como á sí
mismo, más es que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús entonces,
viendo que había respondido sabiamente, le dice: No estás lejos del
reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle." (El Santo Evangelio según San Marcos, 12: 29-34).
"El Señor será Uno y su Nombre Uno". (Zacarías XIV, 9.).
En este estudio nos
referimos al "Israel" interior, espiritual, individual, particular,
dentro de cada Ser Humano, que son las distintas Partes del Ser.
El Ser dentro de cada Ser
Humano, (sin distinciones de credo, raza, sexo, color, pueblo, nación,
tribu, lengua, posición social, etc.), tiene muchas y distintas Partes
del Ser.
Las distintas Partes del Ser, en cada Ser Humano, son el Israel interior, "del reino de Dios".
"Partieron
los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de
a pie, sin contar los niños..." (Éxodo 12: 37).
Esta cantidad es simbólica, kabalística, no se debe de interpretar literalmente.
Esta cifra kabalísticamente
da en síntesis: 6, que en kabaláh se corresponde con la Sexta Sephirah
Tiphéreth o Israel, del Árbol de la Vida.
Cada Iniciado que encarna
en su corazón al Israel-Tiphéreth íntimo, individual, particular,
equivale esotéricamente a "seiscientos mil"; es decir, a Israel o
Tiphéreth. Y a su vez, Israel o Tiphéreth, dentro del Iniciado que lo
tiene encarnado, emana de Él a las Doce Tribus del Pueblo del Israel
interior, íntimo, individual, particular.
El Zohar las llama "las
doce oblicuidades de Tiféret", que bajaron con Jacob o Israel acompañado
por la Sagrada Shejináh y "por multitudes de huestes celestiales", "al
exilio de Egipto", como está escrito que Dios le dijo a Jacob: "Yo
descenderé contigo a Egipto,..." (Génesis 46: 4).
El Pueblo del Israel íntimo
está sometido a la esclavitud del pecado en el "Egipto" interior,
dentro del lodo o fango de nuestros defectos psicológicos (ira, codicia,
lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula, etc.), en pensamientos,
sentimientos y acciones.
Solamente con la
desintegración de nuestros defectos psicológicos "de instante en
instante, de momento en momento", en pensamientos, sentimientos y
acciones, continuamente, durante toda la vida, logramos salir del lodo
de la inmundicia de la esclavitud del "Egipto" interior, para poder
atravesar "el mar rojo de las pasiones", y entrar en el "Camino" del
"Desierto", el Camino Esotérico, el Camino angosto, estrecho y difícil
que nos conduce a la Jerusalem Celestial, a la Luz de la Luz de nuestro
Padre que está en los Cielos, al "Ain Soph", al Sagrado "Infinito", a la
Unidad.
De esta manera podemos
llegar a integrar en una Unidad, a todas las Partes del Israel interior,
individual, particular, habiendo logrado Elevarlas y Realizarlas
completamente.
Nuestro Señor Jesús el Cristo al pronunciar las palabras "Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es…" [Shemá Israel YHVH Elóhim YHVH ejad],
nos recuerda que "El primer mandamiento de todos", comienza con el
llamado a responder para lograr la realización de todas y de cada una
de las Partes del Ser, en y dentro de cada uno de nosotros mismos, e
integrarlas completamente realizadas, cristificadas, en una Unidad.
Si así procedemos,
estaremos Amando "al Señor nuestro Dios" de todo nuestro corazón, y de
toda nuestra alma, y de toda nuestra mente, y de todas nuestras fuerzas,
"este es el principal mandamiento."
El "Señor nuestro Dios" es
nuestro Padre-Madre interior, Divinal, particular, en cada Ser, el Rey y
la Reina en el interior "reino de Dios".
Así como el cuerpo físico
de cada Ser Humano hemos nacido de un padre y de una madre, así también
el alma de cada Ser Humano tenemos un Padre y una Madre individuales,
particulares, Divinales, Celestiales, que son a su vez desdoblamientos
del Celestial y Eterno Padre Cósmico Común.
El Padre-Madre individual,
Divinal, particular, de cada uno de nos, son "el Señor nuestro Dios". Y
es a Ellos, a nuestro Padre-Madre, a quienes hemos de Amar
verdaderamente, "de todo nuestro corazón, y de toda nuestra alma, y de
toda nuestra mente, y de todas nuestras fuerzas,…", dentro de cada uno
de nosotros mismos.
Si así lo hacemos, si así lo vivimos, entonces nos será posible también Amar a nuestro prójimo como a sí mismo.
"No hay otro mandamiento mayor que éstos…", nos dice nuestro Señor Jesús el Cristo.
Y es urgente "cumplirlo en nuestros actos, en nuestros pensamientos, en nuestros sentimientos,…"
Porque si esto no sabemos cumplir, nos "estará vedada la vigilia de la verdadera oración".
"Velad y orad, para que no entréis en tentación:…" (El Santo Evangelio según San Marcos, 14:38).
"No podréis velar sin orar, y no podréis orar sin velar".
Es urgente entender y
comprender, que para poder recibir la gracia que nos permita estar en
todo momento en Vigilia y en Oración para no entrar en tentación, hemos
de Amar verdaderamente "al Señor nuestro Dios" a nuestro Padre-Madre
íntimos, interiores, particulares, individuales, divinales, "de todo
nuestro corazón, y de toda nuestra alma, y de toda nuestra mente, y de
todas nuestras fuerzas,…", a cada instante, durante toda la vida; y a
nuestro prójimo como a sí mismo.
Procediendo así,
recibiremos de nuestro Padre-Madre, que son "el Señor nuestro Dios", la
ayuda, la asistencia, la fuerza, para estar siempre, en pensamientos,
sentimientos y acciones, "de instante en instante, de momento en
momento", en Vigilia y en Oración para no entrar en tentación.
Estar uno en "Vigilia" es
estar uno vigilándose a sí mismo, en pensamientos, sentimientos y
acciones, en todo momento; o en otras palabras, estarse uno
"Auto-Observando Psicológicamente", continuamente, en lo que estamos
pensando, en lo que estamos sintiendo, en lo que estamos haciendo.
Y, al descubrir uno, un
defecto psicológico, ya sea en un pensamiento, en un sentimiento, o en
una acción, pedir de inmediato, sin pérdida de tiempo, con fuerza y con
fe, a nuestra Madre Divina (nuestra Madre Divina Kundalini, la Madre
Divina de nuestra alma, de nuestro Ser), que nos saque y nos desintegre
ese defecto psicológico que descubrimos en ese instante. Esto es "Orar",
es decir, "Pedir" ayuda a Dios-Madre, nuestra Madre Divina Kundalini,
para que nos desintegre en el acto, ese defecto psicológico que hemos
descubierto.
Porque es Dios-Madre quien
cumple esta labor, como consta en las Sagradas Escrituras, donde Dios le
dice a la serpiente tentadora del Edén:
"Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar." (Génesis, 3:15).
"Ésta", es nuestra Madre
Divina Kundalini, la Virgen-Madre de nuestro propio Ser. Y es Ella (y Su
"Simiente", el Cristo Íntimo, Interior) la que tiene el Poder para
quebrantarle la cabeza a cada serpiente tentadora, a cada defecto
psicológico que nos quiera hacer caer en tentación.
La serpiente tentadora es
la antítesis tenebrosa, de la Serpiente Ardiente o Kundalini que Moisés
levantó en la Vara en el desierto y de la cual da testimonio nuestro
Señor Jesús el Cristo, donde dice:
"Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado;…" (El Santo Evangelio según San Juan, 3: 14).
Nuestro Señor Jesús el Cristo se refiere a lo que está escrito en el Libro de los Números, donde dice:
"Y YHVH
dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y
cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una
serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente
mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía." (Números, 21: 8-9).
La Serpiente Ardiente de
Bronce es el Fuego Sagrado del Kundalini, el Fuego del Espíritu Santo,
que Moisés levantó en la vara o asta, en el desierto de su vida
Esotérica, que permitía y permite vivir a quienes la miraban y la miran
a Ella; y es idéntica con "Ésta" o la "Mujer" que con Su Linaje o el
Cristo Íntimo, Interior, le quebranta la cabeza a la serpiente
tentadora del Edén y a su simiente que son los múltiples defectos
psicológicos (ira, codicia, lujuria, envidia, pereza, orgullo, gula,
etc.,) que llevamos en nuestro interior.
La "Mujer-Serpiente" o
nuestra Madre Divina Kundalini y Su "Linaje" o el Cristo Íntimo,
Interior, son nuestra única Tabla de Salvación, para no sucumbir y
"Vivir" en el Desierto del Camino Esotérico, si es que aspiramos a
formar parte de los "ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel." (Apocalipsis 7: 5).
Este número es también kabalístico, y da en síntesis "nueve", que en
Kabaláh es "la Novena Esfera", o la Novena Sephirah llamada "Yesod" o
"Fundamento" que en el Kabalístico Árbol de la Vida está localizada en
el Sexo, en los órganos de la generación.
El número "ciento cuarenta y cuatro mil", o kabalísticamente "nueve" (9),
es la verdadera Castidad en pensamientos, sentimientos y acciones, por
medio de la práctica del "Arcano" o Transmutación de nuestras propias
energías creadoras con "Los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia".
Solamente quienes reciben "el Sello del Dios Vivo", o
la Señal del Cordero en sus frentes, por su verdadera Castidad lograda
con su trabajo con "Los Tres Factores", pasan a formar parte de "las
Doce Tribus de Israel":
"Después
de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la
tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no
soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún
árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía
el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a
quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los
árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de
nuestro Dios. Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro
mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel
." (Apocalipsis 7: 1-5).
"Y EL
quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo en
la tierra; y le fué dada la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo
del abismo, y subió humo del pozo como el humo de un gran horno; y
oscurecióse el sol y el aire por el humo del pozo. Y del humo salieron
langostas sobre la tierra; y fueles dada potestad, como tienen potestad
los escorpiones de la tierra. Y les fué mandado que no hiciesen daño á
la hierba de la tierra, ni á ninguna cosa verde, ni á ningún árbol, sino
solamente á los hombres que no tienen la señal de Dios en sus frentes."
(Apocalipsis, 9: 1-4).
"El Quinto Ángel" es Samael, nuestro Venerable y Amado Maestro Samael Aun Weor.
"El Sello del Dios Vivo" tiene las formas de: "El Sello de Salomón", "La Cruz Tau", y "el Signo del Infinito" o "El Santo Ocho".
Para el Hermano Francisco de Asís,
"... el signo del "tau" era más
familiar que cualquier otro signo y con ese símbolo firmaba cartas y
pintaba todas las paredes de las celdas." (Tommaso Celano, "Vida de San Francisco de Asís…")
Los Primitivos Cristianos, solían representar la Cruz con una "T" (Cruz Tau), en las catacumbas.
"… Y en realidad el Santo (San
Francisco) tenía gran veneración y afecto por el signo del Tau, siempre
lo aconsejaba en cuanto hablaba y lo escribía directamente en las cartas
que despachaba como si su misión fuera, según lo que dijo el profeta
mismo, la de signar el Tau en la frente de los hombres que gimen y
lloran, convirtiéndose sinceramente al Cristo... " (San Buenaventura, "Vida de San Francisco de Asís, Leyenda Mayor...")
San Francisco de Asís usó un bastón, cuya punta tenía la forma de "T" o de Cruz Tau.
"... vemos a Ezequiel marcando la
frente de los hombres de Judá que temían al Señor con el signum Thau,
según está traducido en la Vulgata...":
"4 Y díjole YHVH: Pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusalem, y pon una señal en la frente á los hombres que gimen y que claman á causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella." (Ezequiel 9, 4.)
"4 et dixit Dominus ad eum transi per mediam civitatem in medio Hierusalem et signa thau super frontes virorum gementium et dolentium super cunctis abominationibus quae fiunt in medio eius" (Ezequiel, Chapter 9, 4. Jerome's Latin Vulgate (405 A.D. Biblia Vulgata Latina.)
San Antonio de Egipto (251-356) es representado como
un anciano, cargando una Cruz Tau… llamada también "Cruz de San
Antonio", o "Crux Commissa". Usada muchos siglos después por el Hermano
Francisco de Asís, como hemos visto.
"... Es indudable que al hablar
San Juan del "Sello del Dios Vivo", ... se refería... a la mística Tau,
el Tetragrammatón (o Nombre Potente), que en los más antiguos talismanes
Kabalísticos estaba representado por las Cuatro Letras Hebreas de la
Palabra Sagrada."
Las Cuatro Letras Sagradas del Santo Tetragrammatón,
son las Cuatro Letras Hebreas YHVH (Iod, Hei, Vav, Hei), cuya
pronunciación secreta es IAO, el Nombre del Dios Verdadero, nuestro Dios Verdadero.
Quienes son Signados, Sellados o Señalados en sus
frentes con la Señal del Cordero (la Cruz Tau, el Sello de Salomón, o el
Signo del Infinito), son Signados también en sus frentes con el Nombre
de Dios IAO..., nuestro Dios Verdadero.
Estos hechos fueron anunciados para "el final de los
tiempos" en la "Noche de Pascua" a la "Medianoche" anterior al Éxodo del
Pueblo de Israel en Egipto, como está escrito en el capítulo 12 del
Libro del Éxodo, donde Dios le ordena a Moisés decirle a los Hijos de
Israel que colocaran la Señal con la Sangre del Cordero "en el dintel y
en los dos postes," de sus "casas". Aquí "casa" es cada verdadero
Israelita, y el "dintel" es la frente de cada Israelita. En este "final
de los tiempos", estamos ya en la "última Noche de Pascua", y
acercándonos a su "Medianoche"... Y quien recibe la Señal del Cordero y
el Nombre de Dios (IAO) en su frente, pasa a formar parte de los Doce
Mil señalados de cada una de las Doce Tribus de Israel, como está
escrito en el Libro del Apocalipsis de San Juan.
En el Libro del Génesis, cuando se relata la caída de
la Humanidad Edénica representada por "Adán y Eva", la única puerta de
redención que Dios señaló fue la "Mujer" y Su "Simiente" o "Linaje". Es
obvio que ésta "Mujer" es Dios-Madre, y Su "Linaje" es Dios-Hijo, el
Cristo.
No olvidarnos de Ella, que
es el Aspecto Femenino de nuestra "Íntima Divinidad", del "Señor nuestro
Dios", de nuestro Padre-Madre, es la clave y el método para no caer en
tentación y poder Morir a cada uno de nuestros "yoes-diablos" o
defectos psicológicos, "de instante en instante, de momento en momento",
en pensamientos, sentimientos y acciones.
Con este método practicado a
cada instante, continuamente, equilibramos "Los Cinco Centros de la
Máquina Humana" (intelectual, emocional, motor, instintivo, sexual), y
cada uno de estos Cinco Centros trabaja entonces con sus propias
energías, y tendremos también energías Creadoras ahorradas para entrar
en el Camino Esotérico de Las Tres Montañas y poder realizar la Gran
Obra del Padre, la Cristificación total, la Liberación total, cada uno
dentro de sí mismo.
Este es el verdadero
comienzo, y la base sólida y firme que nos prepara para luchar durante
toda la vida por la realización de todas y de cada una de las Partes del
Ser, del Israel interior, individual, particular, integrado todo en una
Unidad.
Entonces, "El Señor será Uno y su Nombre Uno". (Zacarías XIV, 9.).
¡Estamos "en el final de los tiempos"!
Es urgente practicar todos
los días en la intimidad del Hogar de cada uno, las enseñanzas gnósticas
de la concentración, la meditación, el desdoblamiento astral, y Orar mucho al Señor nuestro Dios, a nuestro Padre-Madre Interior, Divinal, particular, en nuestro corazón.
El método práctico para
poder llegar a realizar la Integración y la Unidad de todas las Partes
del Ser, dentro de sí mismo, está en "Los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia",
como nos han sido enseñados por nuestro Venerable y Amado Maestro
Samael Aun Weor y por nuestro Venerable y Amado Maestro Rabolú, y a
quienes todo se lo debemos, con la base sólida y firme de la Vigilia y
la Oración para no entrar en tentación, y estar siempre "en el recuerdo
de la Íntima Divinidad", Amando verdaderamente "al Señor nuestro Dios",
a nuestro Padre-Madre Divinal, íntimo, individual, particular, de todo
nuestro corazón, y de toda nuestra alma, y de toda nuestra mente, y de
todas nuestras fuerzas, por sobre todas las cosas, y al prójimo como a
sí mismo.
17-18 de Mayo del Año 2012

Amamos a todos los Seres, a toda la Humanidad.

Cada Ser Humano es también la Humanidad.
"¡Que todos los Seres sean Felices!"

"¡Que todos los Seres sean Dichosos!"

"¡Que todos los Seres sean en Paz!"



De todo Corazón,

Para toda la Pobre Humanidad Doliente,

Luis Bernardo Palacio Acosta

Bodhisattwa del V.M. Thoth-Moisés




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