sábado, 12 de marzo de 2016

Los judíos en la Edad Moderna y Contemporánea - Contextos - ARTEHISTORIA V2

Los judíos en la Edad Moderna y Contemporánea - Contextos - ARTEHISTORIA V2
















Los judíos en la Edad Moderna y Contemporánea












Saul Levi Löwenstam, de autor anónimo


Época: Judaísmo

Inicio: Año 1500

Fin: Año 2003





(C) ARTEHISTORIA











Comentario


Durante la Edad moderna, las tensiones y conflictos
provocaron el desplazamiento de numerosos judíos a Europa oriental, en
busca de una situación menos precaria. No obstante, la persecución y presión hacia los judíos fue en aumento prácticamente en todas partes. Una de las respuestas del judaísmo fue refugiarse en el misticismo
y la especulación mesiánica, buscando una salida y una esperanza a una
situación desesperada en el mundo terrenal. En este contexto hay que
situar el surgimiento de algunos falsos mesías, siendo el más famoso el
turco Shabbetai Zvi de Esmirna (1626-76).


La Ilustración, con su descomunal esfuerzo por imponer la razón sobre la
fe y las creencias, produjo un fuerte impacto tanto en el mundo judío
como en el cristiano. Por vez primera les fue concedido a los judíos en
muchos países el acceso a una igualdad de derechos civiles. En este
proceso de emancipación tuvo un gran papel el propio proceso de apertura
que experimentó el mundo judío gracias, especialmente, a la labor del
filósofo Mendelsohn. Éste se dio cuenta de que la tradicional
persecución que sufrían el judaísmo
y los judíos debería ser combatida desde el aperturismo de la propia
comunidad hebrea, superando la visión cerrada, de ghetto que, decía, no
viene sólo impuesta desde fuera, sino también desde dentro. Mendelsohn
tradujo el Pentateuco
al alemán y le añadió un comentario y una puesta al día. La traducción
al alemán tenía una repercusión de hondo calado: suponía romper con el
yiddish, la jerga propia de los judíos centroeuropeos, un factor de
apartamiento. Además, el comentario hebreo suponía llevar a las masas
una visión más moderna de los escritos antiguos. Por último, Mendelsohn
trató de poner en armonía el judaísmo con el nuevo papel otorgado a la
razón.


En la práctica, las ideas de Mendelsohn se plasmaron en el uso del
alemán en vez del yiddish en las escuelas, así como en la entrada en
éstas de disciplinas profanas.


Otro gran acontecimiento que jugó en favor de la emancipación judía fue
la Revolución Francesa, con su defensa de los derechos humanos y el
deseo de renovación y alejamiento de las cerradas estructuras medievales
y de la Edad Moderna. Hijo de la Revolución, Napoleón
impuso en todos los países conquistados la condición de la libertad
judía, lo que convertía en una realidad jurídica el ideal expresado por
la Ilustración.


Sin embargo, el camino distaba mucho de estar exento de dificultades,
tanto dentro como fuera del mundo judío. La emancipación produjo en el
seno del judaísmo una fuerte escisión interna, surgiendo el movimiento liberal, el movimiento reformado y la ortodoxia.
Tampoco fueron menores los problemas que generó la nueva situación en
el resto de la población no judía y en sus gobierno. El auge de los
nacionalismos, con su defensa generalmente acrítica de las "esencias
nacionales", la búsqueda de la uniformidad y el consiguiente rechazo a
los elementos extraños a su propia tradición histórica hacen que lo
judío sea visto con recelo y animadversión. El nuevo papel otorgado a
los judíos despreciado por el grueso de las poblaciones, especialmente
sus progresos en materia económica, política o cultural. De alguna forma
la emancipación judía, como reconocería el mismo Theodor Herzl, había
traído consigo un nuevo antisemitismo, de fondo social o nacional.


El antisemitismo, el odio hacia todo lo judío, comienza incluso a ser
justificado con argumentos presuntamente científicos, utilizando la
biología. Wilhelm Marr, creador del concepto, un agitador político
alemán, redefinió el sentimiento de odio hacia los judíos en términos
raciales, ya no sólo religiosos. Gobineau
postulaba que los judíos eran miembros de una raza inferior, posición
similar a la defendida por Dühring. Desgraciadamente, los escritos de
filósofos, científicos y pensadores son el reflejo de un sentir general,
su punta de lanza.


Frente a estas posturas el mundo judío encuentra respuesta en la
búsqueda de las esencias, afirmándose en el nacionalismo. Herzl, Pinsker
o Hess opinan que el problema judío es un problema como nación,
defendiendo la creación de un centro nacional judío Pinsker postula que
los judíos deben tener su propio territorio, no necesariamente en
Palestina, proponiendo países o regiones como Turquía o América. Al
movimiento nacionalista judío que defiende la creación de un estado
hebreo lo bautiza Natán Birnbaum con el nombre de sionismo, pues
pretendía la reconstrucción del futuro estado judío en Sión, es decir,
el monte santo de Jerusalén.


Entretanto, el nuevo antisemitismo basado en las ideas raciales tiene su
máxima y más desgraciada expresión en la Europa de la primera mitad del
siglo XX y, más concretamente, en la Alemania nazi. El régimen de
terror instaurado por Hitler
(1933-45) y sus numerosos seguidores fue el responsable de una tragedia
sin precedentes en la Historia de la Humanidad, por su carácter
programado y calculado. Durante el llamado Holocausto
(1941-45), nombre dado al exterminio masivo, indiscriminado y
sistemático de la población judía llevado a cabo en la Alemania nazi,
fueron asesinados dos tercios de los judíos europeos, es decir, una
tercera parte de la población judía mundial.


En 1945 sin duda la cuestión judía había llegado a su punto álgido. La
aspiración a poseer un patria judía ya había venido cristalizando desde
hacía tiempo. Los dirigentes sionistas ya habían venido actuando desde
primeros del siglo XX en un doble sentido: por un lado, favoreciendo una
emigración masiva a Palestina; por otro, presionando en medios
diplomáticos para ganarse el favor de la comunidad de naciones. En este
sentido, el mayor éxito se consiguió con la llamada declaración Balfour,
en la que el secretario de estado Británico de Asuntos Exteriores, Balfour, propugnaba el establecimiento (1917) en Palestina del pueblo judío.


Los esfuerzos sionistas de crear un estado judío en Palestina contaron
desde el principio con la oposición de los países árabes y, en menor
medida, dada su debilidad, de Turquía, de hecho potencia dominante de la
Palestina en aquel momento. Por el contrario, Gran Bretaña, desde su
asentamiento como potencia mandataria en Palestina, favorecerá la
llegada de emigrantes si bien más tarde, constatando la oposición árabe y
jugando en beneficio propio, pondrá numerosas trabas al establecimiento
de judíos en Palestina.


El asentamiento hebreo en Palestina provocará desde el primer momento la
reacción contraria de los países árabes. Las relaciones entre las dos
comunidades religiosas serán de total enfrentamiento, en especial en los
momentos puntuales en que la llegada de nuevos emigrantes judíos es
mayor. La conflictividad de la zona dará lugar a la creación de una
comisión especial de Naciones Unidas para estudiar una solución. Esta
comisión dictaminará, el 29 de noviembre de 1947, la partición de
Palestina y la creación de un estado judío al lado de otro árabe.
Finalmente, el 14 de mayo de 1948, Ben Gurión,
en nombre del Consejo Nacional judío, proclamará la creación del estado
de Israel, el mismo día en que el comisario británico abandonaba Haifa.
Apenas unas horas después, tropas árabes invadían Palestina, dando
comienzo la primera guerra árabe-israelí. La solución al problema judío
había provocado el surgimiento del problema palestino. A partir de
entonces Palestina se convertirá en uno de los mayores focos de tensión
del mundo actual, un problema todavía en busca de solución.





Imágenes



Lavater y Lessing visitando a Moses Mendelssohn El ghetto de Florencia Arca sagrada de la sinagoga de Vittorio Veneto (Italia) Declaración del Estado de Israel Combatientes de la legión judía durante la I Guerra Degania, el primer kibbutz creado en Palestina Ejecución de judíos en un campo de concentración nazi Adolescentes judíos liberados de un campo de concentración Niños judíos camino de Palestina después de ser liberados de Buchenwald

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