sábado, 12 de marzo de 2016

VAYETZE.PDF - vaietze.pdf

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Parashat
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9 de Kislev 5759
28 de noviembrre 1998
¡Judaísmo!
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Esta publicación contiene palabras de Torá. Favor tratarla con respeto. No permita que caiga a un basurero.
Pero se trata de un diálogo muy raro: si el padre de
una persona le dice que coma una hamburguesa en
McTreife, ¿acaso sería penalizado por no cumplir con
la mitzvá de honrar a sus padres?
Dicha mitzvá termina en el momento en que ellos te
piden que quebrantes la voluntad de D-os. Entonces,
¿por qué Elifaz buscó el consejo de Yaakov sobre
cómo honrar a su padre? Es evidente que Elifaz no
estaba obligado a cumplir con ninguna mitzvá.
Pero a partir de esto vemos cuán grande era el amor
de aquellas primeras generaciones por las mitzvot de
Hashem. Tanto, que Yaakov estuvo dispuesto a
quedarse sin un centavo para que Elifaz pudiera
cumplir con la mitzvá de “
kibud Av
” (honrar al padre).
El
tzadik
es consciente de que hasta el regalo más
insignificante que nos hace Hashem es igual de
importante que el más grande. No se lo puede
malgastar ni rechazar. Si bien Esav quería la muerte de
Yaakov, y no su empobrecimiento, no obstante
Yaakov Avinu renunció a toda su fortuna para que
pudiera cumplirse una
mitzvá
.
Los
Avot
(patriarcas) conocían, como nadie lo ha
sabido desde entonces, el valor de los “diamantes de
la caja”. Ellos no hubieran pensado dos veces en si dar
o no de regalo la caja, renunciando a toda su fortuna,
porque la caja no es más que el envase de los
diamantes. Ellos sabían que este mundo y todas sus
riquezas no son más que una caja de terciopelo rojo.
Maianá shel Torá
“Y he aquí una escalera con sus pies fijos en
la tierra, y su cabeza lllega al cielo; y he aquí
que ángeles de D-os suben y bajan por ella”
(28:12)
El hombre es como una escalera.
Necesariamente, los pies del Hombre están “fijos en la
tierra”, en el mundo físico. El tiene la obligación de
ocuparse de la existencia material. No obstante, si
aquello que hace es por amor al Cielo, entonces “su
cabeza llega al cielo”.
Nuestros actos en este mundo influyen en forma
directa en el modo en que el reino espiritual
interactúa con la Creación. Nosotros podemos inclinar
la balanza hacia lo positivo o hacia lo negativo:
“ángeles de D-os suben y bajan por ella”
Hasta los ángeles dependen de la escalera que crea el
hombre por medio de sus acciones en este mundo. El
Hombre es la fuerza dominante y el foco de toda la
creación. Hasta tiene el poder de hacer bajar a los
ángeles, o elevarlos.
Kojav mi Iaakov, en Maianá shel Torá
Haftará: Hoshea
Ashkenazim: 12:13 - 14:10
Sefaradim: 11:7 - 12:2 (y hay quienes continuan hasta 13:5)
“Te corrompiste, Israel, pues tu ayuda es
únicamente a través Mío” (13:9)
Una vez, un gran rey le preguntó a uno de los sabios
de Israel por qué, en el momento de la destrucción del
Beit ha Mikdash
, fueron muertos tantos miles de
judíos.
El sabio respondió que el pueblo judío siempre había
confiado que Hashem los salvaría, y El siempre los
había protegido. Ellos nunca se dedicaron a aprender
la estrategia de la guerra, sino que siempre volcaron
sus corazones en plegarias y ofrendas.
Por eso, cuando el pueblo judío pecó y
consecuentemente perdió la protección de Hashem, se
vio privado de defensas. Y cayeron ante sus enemigos
como cae la cosecha erguida ante la guadaña, como
corderos a los que el pastor ha abandonado,
devorados por los lobos.
El pueblo judío es el cordero rodeado de setenta
naciones. El cordero no está protegido por los F16 ni
por el poderío militar, ni por ninguna potencia del
mundo, por más anchos hombros que tenga. El pueblo
judío tiene un solo Amigo: pero es el Unico Amigo
que necesitamos.
“Porque los caminos de Hashem son justos;
los rectos transitan por ellos, pero los
malvados se caen en ellos” (14:10)
Había una vez un hombre de una generosidad
increíble, que no escatimaba esfuerzos ni dinero en
recibir invitados en su casa. Una vez, preparó un gran
banquete para todo el que quisiera asistir, y sirvió los
manjares más exquisitos y exclusivos.
Uno de los invitados era de físico débil. No obstante,
se deleitó con toda clase de exquisiteces, con el
resultado de que se enfermó gravemente.
El hombre se puso furioso, acusando el dueño de casa
de echar a perder la salud de la gente.
El dueño de casa respondió: “Por favor, pregúntele a
los demás invitados si la comida también les cayó mal.
Lo que ocurre es que, desgraciadamente, Ud es de
salud frágil; por eso la comida le cayó mal. Este
banquete estaba dirigido únicamente a personas que
gozan de buena salud”.
Las personas ciegas en un sentido espiritual dicen que
Hashem odia a la gente, aplastándolos con el
pesadísimo yugo de las
mitzvot
; que El crea
únicamente obstáculos a una vida de libertad.
¡Qué error colosal! El
tzadik
no solamente se siente
enriquecido y ennoblecido por las
mitzvot
, sino que
su mismísimo sustento y fuerza vital los obtiene de
ellas.
Por eso el profeta nos dice: “Los caminos de Hashem
son justos” y “los rectos transitan por ellos”, vale decir,
que los rectos prosperan en esos caminos. Pero para
los que piensan que los caminos de Hashem son una

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