Los Pactos de Familia (1733-1789) fueron tres acuerdos en distintas fechas del siglo XVIII entre las monarquías del Reino de España y el Reino de Francia contra el Reino de Gran Bretaña.
Deben su nombre a la relación de parentesco existente entre los reyes
firmantes de los pactos, todos ellos pertenecientes a la Casa de Borbón. Dos de ellos se firmaron en la época de Felipe V y el tercero en la de Carlos III.
Deben su nombre a la relación de parentesco existente entre los reyes
firmantes de los pactos, todos ellos pertenecientes a la Casa de Borbón. Dos de ellos se firmaron en la época de Felipe V y el tercero en la de Carlos III.
Índice
Primer pacto de familia
Felipe V, además es nieto de Luis XIV de Francia, ascendió al trono español en 1700, siendo el primer monarca borbónico de España tras la extinción de la rama de los Habsburgo o de los Austria con la muerte de Carlos II de España
en 1700. Fue reconocido como rey por las principales potencias europeas
a condición de que los tronos de España y Francia nunca estuvieran
unidos. Su ascensión al trono fue seguida de la guerra de sucesión española, que terminaría con la firma del Tratado de Rastatt y la Paz de Utrecht
en los que España perdió sus territorios hispánicos de los Países Bajos
e Italia (adquiridos por Austria), Menorca, Gibraltar y Terranova
(adquiridos por Reino Unido).1 Luis XV, sobrino de Felipe V, estaba casado con la princesa polaca María Leszczynska (hija del rey Estanislao), lo que provocó la entrada de Francia en la guerra de sucesión de Polonia (1733 - 1738).
Ambos monarcas, Felipe y Luis, se aliaron en el primer pacto de familia, haciendo un frente común contra Austria:
Felipe con la intención de recuperar las antiguas posesiones españolas
en Italia, y Luis buscando refuerzos en su apoyo a Estanislao de
Polonia. Luis XV no conseguiría restaurar a su suegro Esi en el trono de
Polonia, pero Felipe V sí recuperaría Nápoles y Sicilia, donde entronizó como rey a su hijo el infante Carlos (el futuro Carlos III de España).
Segundo pacto de familia
Tras la muerte de Felipe V en 1746, el nuevo rey Fernando VI de España llevó a cabo una política de neutralidad activa entre Reino Unido y Reino de Francia. Fortaleció la flota para evitar verse arrastrado a la guerra y liquidó el segundo pacto de familia, lo que lo desligó de apoyar a Francia en sus guerras. A cambio, el Reino Unido aceptó la supresión del asiento de negros y del navío de permiso.
Gracias a esta alianza España ganó Milán y los ducados de Parma, Plasencia y Guastalla para el infante Felipe, quien tomó posesión de ellos en 1748.
Tercer pacto de familia
Contenidos del acuerdo
Jerónimo Grimaldi por la parte española, y el duque de Choiseul por la parte francesa, firmaron el pacto en nombre de sus monarcas el 15 de agosto de 1761 en París. Según los términos del acuerdo, los dos países harían causa común:-
- Quien ataca a una corona, ataca también a la otra.
- Cada una de las Coronas mirará como propios los intereses de la otra su aliada.
- En caso de que alguno de los países firmantes del pacto entrase en
guerra con un tercero, podría requerir el apoyo militar del país aliado
en las condiciones siguientes:
- Antes de tres meses a contar desde el requerimiento de apoyo por uno
de los dos países firmantes, el otro debería haber enviado 12 navíos de línea y 6 fragatas, puestas a disposición del solicitante; - Si fuera España el país que recibiera el requerimiento, debería
poner a disposición de Francia (además de la flota mencionada) 10.000
soldados de infantería y 2.000 de caballería.
Si el país requerido fuera Francia, debería enviar 18.000 hombres de
infantería y 6.000 de caballería (esta diferencia en el número de tropas
se hizo de acuerdo al tamaño del ejército de cada país); - Estas tropas estarían a las órdenes del país demandante de ayuda,
durante todo el tiempo que fuese necesario, a costa del país requerido; - Para hacer efectivo el envío de estas fuerzas no serían necesarias
mayores explicaciones por parte del país demandante: bastaría la
solicitud de ayuda; - Las guerras en las que Francia pudiera verse involucrada como consecuencia de los acuerdos establecidos en la paz de Westfalia
o en otras alianzas estarían exceptuadas de los puntos anteriores,
salvo en el caso de que Francia fuese atacada por tierra, en cuyo caso
sí sería socorrida por España; - Los acuerdos de paz con enemigos comunes deberían tomarse de común acuerdo:
- Antes de tres meses a contar desde el requerimiento de apoyo por uno
-
- Tanto sobre las condiciones de la paz, como sobre las operaciones de la guerra, las dos monarquías de España y Francia, en toda la extensión de sus dominios, han de ser consideradas y han de obrar como si no formasen más que una sola y misma potencia.
- Felipe I de Parma, dado su parentesco con ambas partes firmantes, quedaba incluido en el pacto por la parte española.
- No podrían adherirse a este pacto terceros países cuyos monarcas no perteneciesen a la Casa de Borbón;
- Los ciudadanos españoles en territorio francés quedarían exentos de
la aplicación de la ley de extranjería francesa y de las cargas fiscales
aplicables al comercio y a las herencias; también tendrían derecho al
uso de sus banderas; el mismo trato recibirían los ciudadanos franceses
en territorio español y los parmesanos en ambos países; - El tratado seguiría en vigor mientras las coronas española y
francesa siguieran ocupadas por monarcas de la familia de los Borbones.
Renovación
Como consecuencia de las guerras de Carlos III, vuelve la crisis de la Hacienda, aumentada en la época de Carlos IV.
Fin de los pactos, Revolución Francesa y recuperación de la alianza
El estallido de la Revolución francesa en 1789 deriva en la decapitación del rey francés Luis XVI, el borbón francés, y la proclamación de la Primera República Francesa. Se forma entonces una Primera Coalición entre las principales monarquías europeas, entre ellas España, para luchar contra la Convención Nacional francesa. Esto pone fin a las relaciones amistosas entre Francia y España.La coalición monárquica fue derrotada por y se firmó la Paz de Basilea.
Las disputas territoriales y coloniales con los británicos propiciaron
la ocasión para recuperar las tradicionales relaciones entre los
Estados, esta vez sin que pueda considerarse un nuevo tratado de familia
al haber sido depuestos los borbones franceses. El segundo tratado de San Ildefonso, firmado por Manuel Godoy en 1796, acordaría con el Directorio francés una alianza militar contra el Imperio Británico
cuyas desastrosas consecuencias contribuirán al debilitamiento político
de la monarquía española y a su creciente dependencia de Francia. Entre
otras causas, la actitud seguidista de España con respecto a Francia en
este nuevo periodo, así como la reconversión de la República Francesa
en una dictadura impuesta por Napoleón, darán lugar a la invasión francesa de España y al prolongado conflicto de la Guerra de la Independencia Española.
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