Abuso sexual infantil
Como consecuencia de varios delitos de abusos o agresiones sexuales
infantiles sucedidos en nuestra Comunidad y por las múltiples preguntas
recibidas al respecto, aquí os dejamos este artículo por si es de
vuestro interés, no obstante os diremos que es importante estar formado e
informado, pero siempre desde la calma y la prudencia, sin crear alarma
social y sin obsesionarnos con los peligros a los que estamos
expuestos. Saludos a todos y todas.
Alcances jurídicos del Abuso Sexual Infantil:
Ocurre cuando un adulto o alguien mayor que un niño o niña abusa del
poder, relación de apego o autoridad que tiene sobre él o ella y/o se
aprovecha de la confianza y respeto para hacerlo participar en
actividades sexuales que los niños/as no comprenden y para lo cual son
incapaces de dar su consentimiento informado, aún cuando el niño o niña
se dé cuenta de la connotación que tiene la actividad.
El abuso sexual no se limita solamente a la penetración sexual, aunque esto ocurre en muchos casos.
Algunas personas se enteran de que un niño o niña está siendo
obligado a participar de actividades de connotación sexual por parte de
un adulto y, a pesar de que desaprueban radicalmente el hecho, no
recurren a la justicia por pensar que no se encuentran frente a un
delito sexual propiamente como tal.
Involucrar a un niño o niña en
una actividad sexualizada constituye un delito en todos los casos. Aun
cuando la víctima no haya evaluado esa experiencia como sexual y/o
abusiva.
No es necesario que exista un contacto corporal, basta con que el sujeto actúe con la finalidad de procurar su excitación sexual
(Ej. Hacer que un niño o niña vea o escuche material pornográfico entra
en la categoría de este delito o las prácticas de exhibicionismo).
Todas las situaciones que se indican a continuación, constituyen
actos sexualmente abusivos, que reciben su correspondiente penalización
en la ley:
- Incitación por parte del abusador/a a tocar sus propios genitales.
- Penetración vaginal o anal o intento de ella, ya sea con sus propios
genitales, con otras partes del cuerpo (ej. dedos) o con objetos (ej.
palos), por parte del abusador/a. - Exposición de material pornográfico a un niño o niña (ej. revistas, películas, fotos).
- Contacto bucogenital entre el abusador/a y el niño/a.
- Exhibición de sus genitales por parte del abusador/a al niño o niña.
- Utilización del niño o niña en la elaboración de material
pornográfico (ej. fotos, películas, etc.).Si un adulto involucra a un
menor de 13 años en actividades de connotación sexual, la pregunta por
la voluntad del niño no tiene lugar alguno para configurar o no el
delito.Todos estos delitos aparecen contemplados en nuestro Código Penal
en su título VIII, Libro II “delitos contra la libertad e indemnidad
sexuales” y serán perseguidos de oficio cuando son cometidos contra
menores y sus plazos de prescripción son mayores que si fueran cometidos
contra adultos.
Un menor de edad no está en las mismas condiciones que un adulto para consentir un acto sexual.
Se asume a los niños/as como incapaces de consentir conscientemente un acto sexual.
- Lo fundamental es crear en la familia un clima de confianza y
apertura para que el niño pueda hablar de lo que le ocurre, le preocupa,
le extraña. - Lo ideal sería una labor conjunta entre familia y escuela que permita al niño estar informado y protegido si sucediera.
- Evitar por todos los medios el castigo físico (cachetes,
guantazos,…), pues le hace vivir su cuerpo como algo que puede ser
agredido y sobre lo que él no tiene dominio; por tanto, queda expuesto a
las agresiones de cualquier otro. Si un niño es agredido en casa,
aprende que la agresión es normal y que por tanto, cualquier otro le
puede agredir. - Enseñarle: “Mi cuerpo es mío. Nadie debe tocarlo sin mi permiso”.
- Enseñarle a reconocer las partes íntimas, (las cubiertas por un bañador).
- Que diferencie los tipos de caricias. Las caricias buenas te hacen
sentir bien; las caricias malas te hacen sentir mal, son raras. Si no te
gustan, di NO. - Explicar que hay secretos buenos y secretos malos. Los buenos son de
cosas buenas, agradables (regalos, sorpresas,…); y los secretos malos
son de cosas que te hacen daño: tocar el cuerpo a escondidas es un
secreto malo, y hay que contarlo rápidamente. - Aclararles que no se les regañará, que les vamos a creer y que estás
para ayudarles o ayudarlas, la mayoría de los niños y niñas siente
miedo a ser regañados. - Explicar qué es el Abuso Sexual: “un adulto o niños mayores quieren tocar o jugar con las partes intimas en secreto”.
- Si a él o a otro niño le dicen que debe guardar un secreto malo, hay
que buscar rápidamente una persona adulta y de confianza a quien poder
contárselo. - Asegurarse de que el niño sabe decir NO si alguien intenta tocarlo de manera que se sienta incomodo, con caricias malas.
- Explicarle que aunque la mayoría de los adultos son buenos, no
siempre es así; y a veces, personas conocidas, o desconocidas, pueden
querer hacer caricias malas. Decir siempre NO, sea quien sea.
Los indicios no son señales inequívocas, sino
indicadores de que algo va mal a nivel general, y más concretamente en
la sexualidad. Es importante tenerlos en cuenta, pues cuanto antes se
detecte el problema subyacente, antes se podrán buscar las ayudas
necesarias.
- Sin causa aparente, aparecen cambios repentinos en el apetito, control de esfínteres.
- Dificultades para caminar o sentarse: sangrados, secreciones intensas, infecciones frecuentes. .
- Dificultades de atención, concentración, memoria.
- Estado de hipervigilancia y alerta.
- Fuerte nerviosismo cuando aparece una persona concreta, aunque sea de la familia.
- Tristeza, depresión, ansiedad elevada.
- Dificultades y miedos al ir a dormir. Pesadillas intensas.
- Retraimiento social. Desconfianza.
- En el área de la sexualidad es donde más indicios suele haber:
- De repente no quieren cambiarse de ropa ante otros, en el gimnasio…
- Erotización elevada, masturbación compulsiva.
- Conocimiento de la sexualidad inapropiado para su edad. Palabras de significado sexual compartidas con otros niños, jugando…
- Actitud seductora, actitud exhibicionista, comportamientos muy sexualizados para la edad del niño o niña.
- Rechazo del propio cuerpo.
La importancia del tratamiento
Es importante hacer una terapia con un psicoterapeuta especializado
en abusos, para que pueda detectar el significado de lo vivido y
ayudarle a superarlo.
Lo fundamental es romper ese silencio que ahoga, desenterrar y gritar
los sentimientos, emociones y vivencias silenciados durante tanto
tiempo. Cuando está disociado o negado, poder conectarse y comprender el
impacto que ello causó. A partir de ahí, aprender a distinguir víctima
de agresor: por mucho sentimiento de culpa que se tenga, la víctima es
siempre la víctima. Aprender a liberarse de todas esas ideas y
sentimientos distorsionados sobre sí misma, (suciedad, puta, maricón…);
reconocer, expresar y canalizar su sentimiento de rabia (contra sí y/o
contra todo el sexo agresor, o contra los órganos genitales…); aprender a
detectar situaciones engañosas y aprender a decir NO; aprender a
confiar en los demás, e ir creando una red de apoyo, de confianza;
perder el miedo al agresor.
Olvidemos el varios mitos tales como:Son cosas privadas y deben quedar en el ámbito privado
Son niños o niñas y lo olvidan o no se acuerdan
Si un niño o niña nos verbaliza que ha sufrido algún tipo de abuso,
hay que mostrar que se les cree, no mostrar alarma, ni reprochar por qué
no se contó antes, sería recomendable consultar con un profesional que
nos oriente.
Materiales
- “La Regla de Kiko” es una guía sencilla para ayudar a los padres,
madres y educadores a explicar a los niños y niñas dónde otras personas
no pueden tratar de tocarles, cómo reaccionar y a quién dirigirse para
pedir ayuda. ¿Cuál es “La Regla de Kiko”? Es sencilla: los niños no
deberían permitir que otros niños o adultos toquen partes de su cuerpo
que suelen ir cubiertas por su ropa interior. Y no deberían tocar a
otros niños, niñas y/o adultos en esas zonas. También ayuda a explicar a
los niños que su cuerpo les pertenece, que existen secretos buenos y
malos, y formas de tocar buenas y malas. Recomendación a la
Regla de Kiko; Nombrar a cada parte del cuerpo por su nombre, no
ocultarlo con “lo que hay bajo la ropa interior” - Múltiples actividades que podéis hacer con vuestros hijos o hijas en
casa, frente al espejo, con dibujos, con sus muñecos, para que aprendan
a diferenciar que zonas de su cuerpo son privadas. - Libro o cuento “ni un besito a la fuerza”
¿Hablamos?
Marta Archilla. Psicóloga
Marta Nogales. Abogada
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