domingo, 24 de abril de 2016

calatayud1497222

calatayud1497222

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.. BS"D
LA
PARASHA DE LA SEMANA
- Porcion Semanal de la Torá -
INDICE:


Ir a "Libro Bereshit" BERESHIT: GENESIS
Ir a "Libro Shmot" SHMOT: EXODO
Ir a "Libro Vayikra VAYIKRA: LEVITICO
Ir a "Libro Bamidbar" BAMIDBAR: NUMEROS
Ir a "Libro Devarim" DEVARIM: DEUTERONOMIO

  • BERESHIT:
    Al
    principio..............
    .Ir a Bereshit
  • NOAJ: Noé...........Ir a Noaj
  • LEJ-LEJA:
    Vaya
    hacia......................
    Ir a Lej-Leja
  • VAYERA: Y él vióIr a Vayerá
  • JAYEI
    SARA:

    La vida de Sara.........
    Ir a Jayei Sara
  • TOLDOT: Generaciones......Ir a Toldot
  • VAYETZE:Y salióIr a Vayetze
  • VAISHLAJ: Y
    mandó...................
    Ir a Vaishlaj
  • VAYESHEV:
    Y
    residió....................
    Ir a Vayeshev
  • MIKETZ: Al cabo.Ir a Miketz
  • VAYIGASH: Y se
    acercó..................
    Ir a Vayigash
  • VAYEJI: Y vivió...Ir a Vayeji
  • SHEMOT: Nombres..............Ir a Shemot
  • VAERA:

    Y aparecí..............
    Ir a Vaera
  • BO: Ve.................Ir a Bo
  • BESHALAJ: Al
    enviar.....................
    Ir a Beshalaj
  • YITRO: Jetro.........Ir a Yitro
  • MISHPATIM: Leyes.....................Ir a Mishpatim
  • TERUMA: Ofrendas...............Ir a Teruma
  • TETZAVE:
    Ordenarás............Ir a Tetzave
  • KI
    TISA:

    Censo...
    Ir a Ki Tisa
  • VAYAHEKEL:
    Reunió,
    PIKUDEI: Cuentas..............Ir a Vayahekel y Pikudei
  • VAYIKRA: Y
    llamó.....................
    Ir a Vayikra
  • TZAV: Ordena......Ir a Tzav
  • TZARIA,Concibiere, METZORA: Leproso................Ir a Metzora
  • SHMINI: Octavo..Ir a Shmini
  • AJREI
    MOT:

    Des- pués de la muerte
    Ir a Ajrei Mot
  • KEDOSHIM: Santos...................Ir a Kedoshim
  • EMOR: HablarásIr a Emor
  • BEHAR: En la
    montaña................
    Ir a Behar
  • BEJUKOTAI: Según mis
    Estatutos..........
    Ir a Bejukotai
  • BAMIDBAR: En el
    desierto................
    Ir a Bamidbar
  • NASO: Lleva la
    cuenta....................
    Ir a Naso
  • BE´HAALOTJA: Cuando enciendas...Ir a Be´Haalotja
  • SHALAJ: Envía...Ir a Shalaj
  • CORAJ:.................Ir a Coraj
  • JUCAT: Decretos
    Divinos.................
    Ir a Jucat
  • BALAK:.................Ir a Balak
  • PINJAS:................Ir a Pinjas
  • MATOT: Tribus, MASEI: Viajes......Ir a Matot y Masei
  • D´VARIM: Palabras...............Ir a D´varim
  • VA´ETJANAN: Rogué....................Ir a Va´etjanan
  • EKEV:Por cuantoIr a Ekev
  • RE´E: Mira............Ir a Re´e
  • SHOFETIM: Jueces...................Ir a Shofetim
  • KI
    TEITZE:

    Cuando salgas....................
    Ir a Ki Teitze
  • KI
    TAVO:

    Y cuando llegues...................
    Ir a Ki Tavo
  • NITZAVIM:Presentes, VAYELEJ: Y fue...Ir a Vayelej
  • HAAZINU: Escuchen..............Ir a Haazinu
  • VE´ZOT
    HABRAJA:

    Y esta es la bendición..............
    Ir a Ve´zot Habrajá
Tabla Parashá y Haftará LECTURA DE LA PARASHÁ Y HAFTARÁ
CORRESPONDIENTE
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LIBRO BERESHIT: GENESIS



Como es sabido a los judíos
les corresponde cumplir 613 Preceptos (Tariag Mitzvot) de los
cuales, 248 son de hacer y 365 son de no hacer. Estas
acciones tienen como objetivo procurar tanto el desarrollo y
perfeccionamiento del individuo en particular como del mundo
en general. Las 613 mitzvot están distribuidas en los cinco
libros del Jumash de esta manera: BERESHIT (Génesis) - 3
mitzvot; SHMOT (Exodo) - 111 mitzvot; VAYIKRA (Levítico) -
247 mitzvot; BAMIDBAR (Números) - 52 mitzvot; y en D´VARIM
(Deuteronomio) - 200 mitzvot.



La primera Parashá del Jumash
(Pentateuco) que lleva el mismo nombre del primer libro de la
Torá -Bereshit- es una de las porciones más largas no sólo
en su extensión, sino en el período de tiempo que abarca ya
que va desde la Creación del mundo hasta Noé, lo cual
incluye 1.600 años -10 generaciones. En esta Parashá
encontramos la primera mitzvá: "creced y
multiplicaos".



El Judaísmo afirma la
creación del mundo por D-os en seis días; creación que es
ex-nihilo, pues deriva de la nada. Así mismo considera que
sólo existe un D-os único, que no hay nada aparte de D-os y
que éste es un mundo de propósito donde el hombre tiene el
rol central de ser socio de D-os en la Creación. El hombre y
la mujer fueron creados como una unidad andrógena, que
posteriormente fue separada por D-os haciendo del hombre y de
la mujer dos personas independientes. Así, el hombre y la
mujer empezaron siendo una sola entidad y la unión su estado
natural. El amor entre ambos es el resultado de su tendencia
a ser uno; a diferencia del resto de la especie animal en la
cual macho y hembra fueron creaciones separadas y por tanto
no existe entre ellos el nexo de amor ni puede sentirse la
unidad de la pareja como en la raza humana.



Cuando el hombre fue creado la
Torá dice que: "D-os creó al hombre a Su imagen;
-macho y hembra los creó-" lo cual implica que ni el
hombre, ni la mujer solos constituyen la imagen de D-os,
sólo los dos juntos en perfecta armonía, forman la imagen
de D-os.



Adam vivió 930 años. Los
setenta años que le faltaron para completar los 1.000 años
de vida fueron los que regaló al Rey David. Adam y Eva
fueron creados el mismo día sexto de la Creación en el cual
también pecaron, se arrepintieron -teshuvá-, fueron
juzgados y perdonados. Adam y Eva tuvieron siete hijos en
total, entre los cuales se incluyen Abel y su hermana gemela
y Caín con su hermana gemela. Adam fue creado como un ser
adulto, no como un bebé. De la misma forma como fue creado
el mundo en estado completo, maduro. El nombre Adam está
conformado por las siglas de
ADAM
-
DAVID - MASHIAJ,
período de evolución de la humanidad que abarca desde la
creación del mundo hasta la Redención final.



El concepto del hombre para el
Judaísmo es el de Adam, palabra compuesta de la letra Alef y
la palabra Dam -sangre. La tradición enseña que la Alef
representa al Aluf o Amo del Universo, y que Dam es la
estructura física de carne y sangre del hombre. La
definición del hombre como la que afirman los biólogos
-Homo Sapiens- es para el Judaísmo más bien -Homo Spiritus,
un ser cuyo ser físico está sujeto al dominio del
espíritu. El intelecto es la capacidad para adquirir
conocimientos, comprender lo que se ha aprendido y saber como
aplicarlo. Una persona puede tener todas esas cualidades y
continuar permaneciendo bajo el dominio de sus impulsos
internos. La espiritualidad consiste en el desarrollo del
control sobre uno mismo para poder utilizar el cuerpo como un
medio encaminado hacia objetivos trascendentales. Es la
capacidad de ser dueño de los propios impulsos en lugar de
ser esclavo de los mismos.
[regreso al índice]


De Adam hasta
Noaj transcurrieron diez generaciones que abarcan del año 1
de la Creación al año 1.056 en el calendario judío, lo que
corresponde al período entre 3.760 y 2.205 antes de la Era
Común (a.e.c.) en el calendario gregoriano. Noaj vivió 950
años (1.056 - 2.006) de los cuales dedicó 120 años a la
construcción del Arca que le fuera encomendada por D-os. Las
generaciones anteriores al diluvio -Mabul- tenían una enorme
fortaleza física que no decrecía con la edad, además las
personas vivían miles de años, condiciones que cambiaron ya
que por el pecado y la decadencia moral, D-os estableció
como máximo de vida los 120 años. La construcción del Arca
duró tanto tiempo para darle la oportunidad a las personas
de hacer teshuvá: arrepentirse de su conducta inmoral
(idolatría, asesinato). Noaj es considerado como Tzadik
-Justo- de su generación, pero se le reclama no haber rezado
para la salvación de toda la humanidad. El diluvio comenzó
el 17 de Jeshván de 1.656; las lluvias se prolongaron por
cuarenta días y cuarenta noches, pero Noaj y el resto de los
pasajeros permanecieron en el Arca durante un año. D-os
prohibió a todas las especies convivir mientras estuvieran
dentro del arca, cosa que fue transgredida sólo por el
cuervo, el perro y por Jam, uno de los hijos de Noaj.



El Arco Iris es
el símbolo de la promesa que le hace D-os a Noaj, de que no
destruirá nuevamente al mundo por un diluvio.
Periódicamente aparece el Arco Iris para señalarnos que a
pesar de nuestra conducta no seremos destruídos y a la vez
recuerda que si no fuera por ese convenio, pudiéramos ser
juzgados como la generación de Noaj. Noaj murió cuando
Abraham tenía 58 años de edad.



Noaj fue la
primera persona autorizada a comer carne; antes del diluvio
toda la alimentación era vegetariana. El permiso para comer
carne fue limitado por la prohibición de cortar partes de un
animal mientras aún estuviera vivo e ingerirla. Este
precepto se constituyó en el séptimo mandamiento de Noaj,
añadido a los seis que le fueron encomendados a Adam. Los
siete Preceptos de Noaj tienen carácter universal y deben
ser cumplidos por toda la humanidad para garantizar un orden
moral, una base mínima para el funcionamiento civilizado.
Los Siete Preceptos de Noaj son eternos, no tienen límites
geográficos y no pueden ser alterados. Ellos son: 1) Creer
en un D-os único; 2) No blasfemar; 3) No robar; 4) No matar;
5) No cometer actos inmorales; 6) No ser cruel con los
animales; 7) Vivir en países con sistemas jurídicos y
tribunales de justicia. Los Siete Preceptos de Noaj son
eternos, no tienen límites geográficos y no pueden ser
alterados. El pueblo judío además de estos Preceptos, debe
cumplir los 613 Mitzvot estipuladas en la Torá que les fue
entregada en el Monte Sinaí.



Noaj tuvo tres
hijos: SHEM, JAM y YAFET por medio de los cuales se repobló
el mundo después del diluvio dando origen a las setenta
naciones. Los semitas son descendientes de Shem. En Parashá
Noaj encontramos dos generaciones de pecadores; la
generación del Diluvio -Dor Hamabul, y la generación de la
división -Dor Haflagah, que es la de la Torre de Babel. Si
vemos los castigos que recibieron, notamos que la generación
del diluvio fue totalmente borrada de la faz de la tierra,
mientras que la de la Torre de Babel fue dispersada y no
eliminada y eso por la sola diferencia de que apesar de que
ambas se rebelaron e incumplieron los mandamientos divinos,
en la generación de Babel existía paz y armonía entre las
personas; en cambio en la generación del diluvio las faltas
eran entre el individuo y su prójimo, lo que hizo mucho más
severo el castigo. En la Torá sólo hay dos casos en los
cuales se produjo la destrucción total de una población por
decreto divino: la del diluvio y la de Sodoma y Gomorra. La
destrucción de una población sólo ocurre cuando su
condición es tal que no existe ninguna posibilidad de
corrección ya que cuando no se tiene conciencia de las
acciones incorrectas no hay posibilidad de enmienda.
[regreso
al índice]



En esta Parashá encontramos la
segunda mitzvá que es la de Brit Milá -Circuncisión.
Generalmente se utiliza el vocablo "brit" como
equivalente a circuncisión cuando en realidad es
"milá" el término que lo identifica. Brit Milá
en hebreo es circuncisión pero resulta interesante observar
que la palabra usada por los judíos en todo el mundo no es
"milá" sino "brit" -convenio, pacto-
"Brit Milá" es entonces el convenio por medio del
cual D-os acepta ser nuestro D-os y nosotros somos destinados
a cumplir Su Ley. El Brit Milá es el lazo que une para
siempre a un niño judío con el Creador. Es la señal
física con la cual D-os ha querido identificar al pueblo
judío entre las naciones, desde que el Patriarca Abraham
hace aproximadamente 3.800 años se circuncidó a los 99
años de edad por orden divina. La circuncisión es un acto
de profunda significación espiritual, es la vía más
efectiva de conexión con D-os y tiene carácter permanente e
irreversible. Está relacionado con la perfección que no
puede ser lograda de otro modo. D-os intencionalmente no
creó al hombre circuncidado para enseñarle que así como la
perfección física está dentro de sus posibilidades, así
también tiene la habilidad de desarrollarse espiritualmente
a través de sus acciones. El valor numérico de la palabra
"brit" es 612, lo que implica según nuestros
sabios que la mitzvá de "brit milá" es
equivalente en importancia al resto de las 612 mitzvot,
además su omisión acarrea la más severa de las penas
-Caret. Todo judío tiene la obligación de circuncidar a su
hijo al octavo día después del nacimiento y esta ceremonia
es celebrada aún cuando coincida con Shabat o Yom Tov
incluyendo Yom Kipur. El número ocho -según la cábala-
representa el infinito, el mundo más allá del tiempo y del
espacio, el mundo de D-os. En cambio el número siete alude a
la perfección en este mundo, el de la naturaleza
perceptible. D-os creó el mundo en siete días y en el
séptimo coronó su Creación con el Shabat. Se dice que un
bebé debe pasar primero por un ciclo normal de siete días
vivenciando un Shabat antes de ser presentado a D-os para ser
circuncidado. El Brit Milá realizado a tan temprana edad
señala la ausencia de raciocinio o comprensión lo cual
evidencia la trascendencia sobre el raciocinio y la lógica
que tiene el nexo perpetuo que a través del pacto se
establece entre D-os y cada persona del pueblo judío.



En esta Parashá entra al
escenario de la historia nuestro Patriarca Abraham
(1.948-2.123 después de la Creación) siendo el primero de
su generación en reconocer y proclamar a D-os como Creador
del Universo. Desde Noaj hasta Abraham transcurrieron 10
generaciones (1.056-1.948) que abarcan desde el año 2705 al
1.813 a.e.c. en el calendario gregoriano. Abraham vivió 175
años y tuvo dos hijos: Ishmael e Itzjak. D-os le ordenó a
Abraham que se circuncidara a los 99 años, antes del
nacimiento de Itzjak que ocurre cuando Abraham tiene 100
años de edad.



Abraham fue sometido por D-os a
diez pruebas: 1) Vivió 13 años en una cueva, escondiéndose
de Nimrod; 2) Salió ileso del horno de Ur Kasidim donde fue
arrojado; 3) Dejó su país de origen; 4) Pasó la hambruna
en Eretz Canaan sin quejarse; 5) Sara fue llevada al palacio
del Faraón; 6) Hizo la guerra contra los cuatro reyes que
capturaron a Lot; 7) "Brit Bain HaBesaim" en el
cual Abraham visualiza los cuatro exilios a los que serán
sometidos sus descendientes; 8) La mitzvá de circuncidarse;
9) La expulsión de Ishmael y su madre; y 10) La
"akedá": orden de sacrificar a su hijo Itzjak.
Abraham se hizo judío por las 10 pruebas a las que fue
sometido. En cada una de ellas tuvo que apartar sus deseos
personales y hacer la voluntad de D-os. Para ser forjado como
judío no alcanzó elegir entre el bien y el mal sino además
tuvo que apartar la propia voluntad, el ego a favor de lo que
parece correcto a D-os, patrón que deben seguir todos los
judíos.



Abraham se casó con su sobrina
Sara, hija de su hermano Harán y hermana a su vez de Lot.
Sara además de ser igual de piadosa que su esposo
posteriormente lo superó en el nivel de profecía.
Existieron cuatro mujeres excepcionales: Sara, Rajav,
Avigayil y Esther. Abraham recibió la orden de establecerse
en Eretz Canaan a la edad de 75 años. Abraham sabía por sus
conocimientos astrológicos que no podía tener hijos pero
D-os le indica que su descendencia estará por encima de la
influencia de los astros y por tanto el "mazal" del
pueblo de Israel puede ser cambiado por medio de la plegaria
-Tefilá, los actos de caridad -Tzedaká- y el
arrepentimiento -Teshuvá. Algunos sabios agregan el cambio
de nombre y el cambio de lugar de residencia.



D-os le prometió a Abraham que
sus descendientes serán tan numerosos como las estrellas del
cielo y como las arenas de los mares. Al circuncidarse, D-os
le hizo cambiar el nombre de ABRAM (padre de la tierra natal
Aram) a ABRAHAM (padre de muchas naciones). El valor
numérico de Abraham en hebreo es 248 y señala que después
del Brit Milá, Abraham alcanzó el control sobre los 248
miembros de su cuerpo, incluyendo aquellos que por su
naturaleza no pueden ser controlados como son los ojos y los
oídos.

[regreso al índice]


Abraham en un
sentido espiritual personifica la cualidad de jesed -bondad-
que no sólo se refiere a las acciones benevolentes hacia las
demás personas sino también a la capacidad de aceptar a
D-os como la verdad absoluta y hacer su voluntad expresada en
Torá y mitzvot. Por medio del rasgo de la hospitalidad
Abraham logró que miles de personas se acercaran a D-os. Los
tres ángeles que visitan a Abraham después de la
circuncisión cumplen con un doble propósito; visitar al
enfermo (origen de la mitzvá de "bikur jolim") y
darle la oportunidad a Abraham de practicar su hospitalidad.
Abraham es sometido por D-os a diez pruebas, pero la más
dificil de todas ellas fue la de Akeidat Itzjak, ofrecer a su
hijo en sacrificio por petición divina.



Itzjak fue la
primera persona circuncidada a los ocho días de nacido. Al
contrario de lo que se afirma con frecuencia, Itzjak tenía
37 años al ser llevado por su padre Abraham para ser
sacrificado, lo cual implica el consentimiento y la
aceptación del mandato Divino también por parte de Itzjak.
El sacrificio de Itzjak sería llevado a cabo en el Monte
Moría, el mismo lugar en el que años más tarde sería
construído el Beit Hamikdash -Templo.



Además de
Sodoma y Gomorra, fueron destruídas tres ciudades más:
Adma, Tzvoyim y Tzoar. Los habitantes de Sodoma y Gomorra se
rebelaron contra D-os, se volvieron asesinos y adúlteros. Su
corrupción derivó del exceso de riqueza y de su manejo
inadecuado. En vez de agradecer a D-os por la tierra fértil
y las minas de piedras preciosas que tenían, empezaron a
creer en su propio poder y por proteger la riqueza perdieron
la noción de decencia y moralidad. Maltrataban y robaban a
los extranjeros, además los jueces se aseguraban que no se
llevaran nada de la ciudad. Su crueldad era tan grande que
mataban a aquel que le daba de comer a un pobre. Hasta los
árboles fueron podados para que los viajeros no tuvieran
gozo de ellos.
El
que no tiene temor a Di-s, no tiene la capacidad para
sobreponerse a su instinto el cual determina su conciencia.
Se habla de que hay temor a Di-s sólo si se cree en una
providencia particular, en la que Di-s mira, conoce y
supervisa todos los actos de los pasos del hombre.
Sólo el temor al cielo aleja al hombre
del pecado y lo lleva por el buen camino, como dicen nuestros
sabios (Maséjet Avot 2:1): "Ten en cuenta estos
conceptos y no caerás en las manos del pecado; conoce lo que
hay arriba de ti: Un Ojo que ve, un oído que escucha y tus
actos que en el Libro son registrados."
[regreso
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Sara, la
primera de las cuatro matriarcas (Sara, Rivka, Rajel y Lea),
vivió ciento veintisiete años (1.958-2.085 desde la
Creación). El nombre de la Parashá se refiere a la vida de
Sara pero curiosamente comienza con la descripción de su
muerte. Fue hija de Harán, hermana de Lot, sobrina y esposa
de Abraham y madre del segundo de los patriarcas: Itzjak. A
la edad de 89 años, D-os cambió su nombre de Sarai a Sara,
para indicar su carácter de madre del pueblo judío. Sara
fue una de las siete profetisas del pueblo judío pero fué
la única a quien D-os habló directamente. Las otras seis
fueron Miriam, Dévora, Janá, Avigail, Juldá y Esther.
Itzjak nació el 15 de Nisán, el mismo día en que
posteriormente se celebraría el éxodo de Egipto -Pésaj.
Itzjak era muy parecido a su padre Abraham y aún cuando
éste era viejo, se veía joven pues hasta el tiempo de
Abraham la gente no tenía signos externos de vejez y se
veían jóvenes hasta su muerte.



El valor
numérico de las letras del nombre de Itzjak en hebreo son:
YUD -10- porque la nación que descendería de él recibiría
los Diez Mandamientos; TZADIK -90- porque Sara lo tuvo
milagrosamente a los noventa años; JET -8- porque fue
circuncidado a los ocho días de nacido; y KUF -100- porque
Abraham tuvo a su hijo a los cien años. Para el momento del
sacrificio de Itzjak -akeidá, Abraham tenía 137 años.
Abraham e Itzjak demoraron tres días en llegar al Monte
Moría, lugar donde debía celebrarse la "Akeidá"
en el día correspondiente a Yom Kipur. Abraham visualizó
que el lugar donde iba a ser sacrificado Itzjak sería el
corazón de la Ciudad Santa donde se construiría el Templo,
por tanto llamó al lugar "Hashem yireh" que
significa: "D-os mirará hacia abajo desde este lugar y
dará bondad al mundo". Shem, hijo de Noé, le dió al
lugar otro nombre "Shalem" -perfecto. La unión de
ambos nombres da origen al nombre de Yerushalaim -Jerusalem,
la ciudad cuya bondad y santidad sería una prueba para las
personas a fin de perfeccionarse.



Cuando el Rey
Salomón compuso la canción "Eshet Jayil" que se
entona todas las noches de viernes en honor a la mujer, para
recibir al Shabat, describió las características de la
mujer virtuosa aludiendo a Sara. Todos los versos de la
canción de "alef a tav" se aplican a ella ya que
cumplió la Torá de principio a fin. Mientras Sara estuvo
viva las velas de Shabat se mantenían prendidas de viernes a
viernes, el pan fue bendecido y la Shejiná -Providencia
Divina- se mantenía sobre su tienda en forma de una Nube de
Gloria. Esto ocurría porque Sara era meticulosa en el
cumplimiento de las mitzvot específicas enconmendadas a las
mujeres que son: prender las velas de Shabat, separar Jalá y
cumplir con las leyes de pureza familiar -mikve.



A la muerte de
Sara todas estas señales desaparecieron hasta la llegada de
Rebeca (Rivka) ya que ésta observaba las mitzvot con la
misma precisión que lo hacía Sara. Cada niña de nuestro
pueblo es llamada hija de "Sara, Rivka, Rajel y
Lea" y por tanto tiene por herencia el privilegio de
iluminar su casa por toda la semana al prender las velas de
Shabat tal como lo hizo Rebeca, la esposa de Itzjak, desde
los tres años de edad. Sara fue enterrada en la Cueva de
Machpelá que Abraham le compró a Efron, Rey de los Hititas.
En el mismo lugar están enterrados Adam y Eva.



En esta
Parashá se describe por primera vez un arreglo matrimonial
-shidej- cuando Eleazar por orden de Abraham le busca esposa
a Itzjak y escoge a Rivka, hermana de Labán y pariente de
Abraham. Para asegurarse de que Eleazar cumpliera la misión,
Abraham lo hizo jurar de antemano, como dice el versículo:
"Puso el siervo su mano debajo el muslo de Abraham, su
señor, y juró sobre esta cosa". Cuando una persona
hace un juramento está obligada a sostener un objeto sagrado
sobre el cual recaiga el juramento. Por qué escogió Abraham
precisamente el muslo? Acaso no tenía otro objeto sagrado en
que basar el juramento? Según el Talmud Abraham Avinu
cumplió toda la Torá aún antes que fuese entregada.
Entonces por qué el Brit Milá fué la única mitzvá que
esperó hasta que D-os le ordenó ejecutarla? La filosofía
Jasídica explica que existe una gran diferencia entre el
cumplimiento de las mitzvot antes de la entrega de la Torá y
después de la misma. Antes de la Revelación de D-os en el
Monte de Sinaí, las mitzvot no tenían la fuerza de atraer
la divinidad a este mundo. La materia física era incambiable
y el objeto permanecía en su estado anterior. El reino
espiritual y material eran incompatibles. La posibilidad de
unir lo espiritual y lo físico fue dada al pueblo judío con
la entrega de la Torá en el Monte Sinaí, a partir del gran
evento de "Matán Torá". La ordenanza atrae
consigo la fuerza divina que transforma al objeto con el cual
se realiza la mitzvá para que sea sagrado -jefetz kadosh. La
única mitzvá que Abraham cumplió como una ordenanza de
D-os fue la del Brit Milá, la cual poseía el mismo valor de
todos los preceptos dados en la entrega de la Torá. Esto
explica por qué Abraham esperó tanto para circuncidarse. El
quiso realizar la mitzvá de tal manera que su cuerpo
adquiriera divinidad. Por eso, esta mitzvá era la única que
Abraham podía pedir a Eliezer que jure por ella, ya que los
objetos que utilizó para las otras mitzvot no lograban
adquirir la misma santidad.



También es la
primera vez que en el Jumash se describe detalladamente un
matrimonio: el de Itzjak y Rivka. Abraham se casa de nuevo
después de la muerte de Sara. Al morir él, es enterrado por
sus hijos Itzjak e Ishmael. Sara y Abraham representaron una
unidad biológica y espiritual que dió nacimiento al pueblo
judío a través de su hijo Itzjak.



Los nombres en
hebreo tienen un significado profundo y hacen referencia a la
esencia de las personas o cosas que se nombran, especialmente
los utilizados en la Torá. Es por ello que enseguida surge
la pregunta sobre cómo se pueden reconciliar el nombre de
esta Parashá y su contenido aparentemente contradictorio, el
cual en seguida se aclara: El Talmud nos dice que Yaacov, el
tercero de los patriarcas, no murío en el sentido de
desaparecer por completo "Así como su simiente está
viva, así también él continúa viviendo" lo que
implica que una vida unida a D-os y a la Torá es eterna y la
prueba de esa naturaleza perpetua está en la
"simiente" que deja. Es en este sentido que esta
Parashá es la que nos describe la forma como los temas
centrales de su vida continuaron después de su muerte.



La vida de Sara
se diferencia de la de Abraham en que ella sólo fue madre de
Itzjak, mientras que Abraham también fue padre de Ishmael.
Sara fue entonces exclusivamente la madre del pueblo judío.
El mensaje central que nos trae esta Parashá es que el
tiempo en esta vida se nos da para que alcancemos a hacer el
bien y que el tiempo debe ser satificado por nuestras
acciones. Realizar acciones que influenciarán nuestro futuro
y el de nuestros hijos para que éllos mismos continúen
haciéndolas es lograr la continuación y perfeccón de
nuestros propios años y de nuestra propia vida. Si podemos
lograrlo nosotros, también seremos como Sara cuya vida ha
tenido una influencia espiritual que persiste aún después
de su muerte.



[regreso
al índice]



Yaacov,
hijo e Itzjak y Rivka, hermano gemelo de Esav, y tercer
patriarca del pueblo judío, nace en el año 2.108 desde la
Creación y vive 147 años. Sus doce hijos forman las Doce
Tribus del pueblo de Israel. Rivka estuvo casada por veinte
años sin tener hijos. Otras mujeres que tuvieron que esperar
muchos años antes de tener hijos fueron: Sara, por Itzjak
-75 años- ; Rajel -14 años- ; y Janá -19 años- hasta el
nacimiento de Shmuel. Rivka tuvo un embarazo muy molesto,
cuando consultó a Shem, hijo de Noé y Tzadik de la época
sobre el particular, éste le comunicó que tenía en su
vientre gemelos que darían origen a dos naciones: Yaacov a
Israel y Esav a Roma. Estas dos naciones tendrían objetivos
diferentes. Una estaría orgullosa de su Torá, la otra de su
riqueza. Ambas generarían grandes emperadores. Israel -el
Rey Salomón- quién construiría el Templo -Beit Hamikdash-
y Roma a Adrián, quien lo destruiría. Esav es nombrado por
sus padres, en cambio Yaacov es nombrado directamente por
D-os. Hasta los trece años de edad no existieron diferencias
entre Esav y Yaacov, estas se hicieron evidentes luego de
esta edad, al Yaacov dedicarse al estudio de la Torá y Esav
a ser cazador. Esav hacía creer que observaba las mitzvot,
cuando en realidad no las cumplía. El único precepto que
cumplía era el de Honrar a su Padre. Esav le vende su
progenitura a Yaacov por un plato de lentejas ya que éste no
le daba ninguna importancia al privilegio que tenía el
primogénito de cada familia de ser honrado como sacerdote
-Cohén- y de continuar la tradición de Abraham e Itzjak,
como sin embargo lo hace Yaacov. Esav prefirió el placer
temporal a los valores eternos de la Torá.



Itzjak
bendice a Yaacov creyendo que es Esav por su ceguera y por
las pieles que Rivka había puesto en el cuerpo de Yaacov,
siendo esto parte del plan divino. La bendición de Yaacov de
que prevalecerá sobre las naciones opresoras está
condicionada al cumplimiento y al estudio de la Torá. Sólo
si violan la Torá son los descendientes de Esav los que
dominarán. El odio de Esav a Yaacov es una halajá -ley- de
la Torá en donde se encuentran los orígenes más remotos
del antisemitismo. Ello nos enseña que no es la emulación
de la conducta de los demás pueblos, ni la asimilación, ni
la adulación lo que determina las buenas relaciones con
ellos. Sólo existe un método para combatir el antisemitismo
y relacionarse con los demás y es tal como está expresado
en la bendición de Itzjak: el cumplimiento de la Torá.
Un Acuerdo de Paz puede llegar a
funcionar siempre y cuando el pueblo de Israel no olvide su
rol espiritual en la tierra y su compromiso con el Creador.
Sólo si cumple Israel su compromiso con D-os, sus vecinos
cumplirán su compromiso de no agresión. Nunca hay que
depositar la confianza de seguridad y paz en una promesa,
sino en las manos de D-os.



Según
la Cábala, Abraham representa la bondad. Itzjak es la
personificación de la severidad, de la fortaleza, también
él tuvo dos hijos, Yaacov quien representa el equilibrio
entre bondad, severidad y fortaleza y Esav, quien representa
el orgullo y el egoísmo. Yaacov expresa la combinación
armoniosa de los razgos humanos del líder que a través de
sus doce hijos logra dar nacimiento a las doce tribus de
Israel.



En el
mundo actual debemos poner especial atención en la
educación de los hijos, tenemos que dedicarles tiempo,
guiarlos, enseñarles el camino de la Torá para que sigan
adelante con una vida buena en los caminos de nuestra
tradición milenaria.
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Yaacov, padre
de las Doce Tribus sale de Israel partiendo de la ciudad de
Beer Sheva camino a Aram (Haran) para escapar de su hermano
Esav según el consejo de su madre, y para buscar esposa
según las instrucciones de su padre Itzjak. La localidad de
Beer Sheva representaba la paz y la seguridad, el rezo y el
estudio de la Torá, sin embargo Yaacov tuvo que dejarla para
enfrentarse al mundo de las tentaciones (Olam: cuya raíz es
helem, ocultamiento -donde D-os está oculto-) superarlas
para luego ser el padre de la casa de Israel; lo que nos
enseña que D-os quiere que los judíos vivan una vida
espiritual en un mundo terrenal. Yaacov estudió catorce
años en la Yeshivá de Eber antes de ir a Harán. Además de
dedicarse a estudiar la cultura y el idioma del lugar al cual
iba, se dedicó principalmente a rezar, lo cual demuestra que
antes de formar un hogar judío la prioridad es no perder la
propia identidad en el proceso de integración a la sociedad
a la cual se llega, por la vía de la simple imitación de
las costumbres de los otros, sino conocer nuestros
fundamentos de la vida indicados en la Torá y no olvidarlos.



Antes de llegar
a Harán Yaacov se detuvo en el Monte Moría en el mismo
lugar donde Abraham construyó el altar para el sacrificio de
Itzjak y donde posteriormente fue construído el Bet
Hamikdash -Templo. Allí tuvo el famoso sueño de la escalera
y recibió de D-os la promesa de que esa tierra le
pertenecería a su descendencia que sería tan numerosa como
las arenas de los mares. En el sueño de Yaacov, la escalera
estaba apoyada en la tierra pero llegaba hasta el cielo.
Sobre la escalera habían ángeles que subían y bajaban.
Estos representaban a los cuatro imperios que dominarían a
nuestro pueblo: Babilonia, Persia, Grecia y Roma (Edom):
nuestro exilio actual. En cada uno de los casos Yaacov vió
su subida, apogeo y caída, menos en el caso de Edom cuyo
angel subía continuamente. Al pregutarle a D-os cuándo
bajaría, este le respondió que El mismo lo hará bajar, lo
que indica que la finalización del actual exilio se
producirá por medios sobrenaturales. La vida y las
experiencias de los patriarcas sirven de modelos para nuestra
conducta, así el sueño del patriarca nos señala que aun
cuando nuestra existenia física es terrenal, tenemos todos
el potencial de alcanzar altos niveles espirituales y por
tanto debemos poner todo el empeño en lograrlo.



Yaacov llegó a
la casa de Laván su tío y luego de trabajar siete años
para casarse con Rajel, tiene que casarse con su hermana
mayor Lea, porque Laván lo engaña. Trabaja siete años más
para conseguir casarse con Rajel. Yaacov pasó 20 años en
total trabajando para Laván sin perder su nivel espiritual.
La raíz de la palabra "arameo" en hebreo
"arami", significa engaño. Ese era el nombre con
que se conocía a Laván; "maestro del engaño" -
arami. Cuando se narra el amor de Yaacov por Rajel, se dice
que aún cuando tuvo que esperar siete años para casarse con
ella, estos se le pasaron como si fueran pocos días por el
amor que le tenía. Esto nos explica el verdadero tipo de
amor. Para las personas que se aman principalmetne a sí
mismas y necesitan la compañía de la otra persona para
gratificarse, cada día de ausencia es una eternidad. En
cambio Yaacov amaba a Rajel por lo que ella era más que por
lo que podía darle. Se trataba de un amor incondicional
donde cualquier sacrificio valía la pena. El verdadero amor
es permanente, prevalece, y muchos años pueden parecer pocos
días.
Yaakov es
un "Ish Tam", un hombre íntegro. A Yaakov se le
relaciona con "la Verdad" (Yalkut Shimoni Bamidbar
13), como está escrito: "Conceded Verdad de
Yaakov" (Mijá7:20). Y no sólo era íntegro en el
cumplimiento de su palabra, sino que también era devoto y
honesto en su forma de trabajar, como explican Rabenu Bejayé
y Seforno, Yaakov respondía tanto por las pérdidas que
recaen sobre la responsabilidad del cuidador, como aquellas
pérdidas que no recaen sobre el cuidador y su
responsabilidad. Su entrega en lo que hacía era admirable.



Yaacov tuvo 12
hijos en sus cuatro esposas: Lea, Rajel, Bilhá y Zilpá, las
cuatro eran hermanas por parte de su padre Laván; Bilhá y
Zilpá eran hijas de una concubina de Laván. Lea tuvo los
primeros cuatro hijos de Yaacov: Rubén, Shimón, Leví y
Yehudá. Dan y Naftalí fueron hijos de Bilhá. Gad y Asher,
hijos de Zilpá. Posteriormente Lea tuvo dos hijos más:
Yisajar y Zevulún y una hija, Dina. Finalmente Rajel, luego
de catorce años de espera tuvo a Yosef y más tarde a
Binyamin. El nombre judío -Yehudí- derivado de Yehudá,
cuarto hijo de Lea y Yaacov, proviene de "hodaá"
-agradecimiento- por tanto nuestro nombre -judío- significa
dar gracias a D-os, pues el papel del yehudí es alabar a
D-os, agracecerle por todo y reconocer que El es el Creador y
Soberano de todo lo que existe.



Luego de la
larga estadía en Aram Yaacov tiene el privilegio de regresar
a su tierra Israel a la casa de su padre, además cargado de
dinero y ganado y lo que es más importante, con hijos que a
pesar de haber sido criados en un ambiente de idolatría,
pudieron ser educados dentro del judaísmo constituyéndose
en el futuro en las Doce Tribus que le dan nacimiento al
pueblo judío.



Mientras Yaacov
estuvo con Laván cumplió con los 613 Preceptos. Esto se
confirma en la expresión que se utiliza en el Jumash cuando
dice "Garti" con Laván. "Garti"
significa en hebreo: "viví", y tiene un valor
numérico de 613, equivalente a las 613 mitzvot de la Torá.
Cada persona puede realizar dos tipos de acciones en una
escalera; subir o bajar; cada día tiene nuevos desafíos y
por tanto debemos usar nuestras acciones y experiencias,
fallas y aciertos para que nos sirvan de aliciente para subir
en nuestro crecimiento espiritual. La palabra escalera en
hebreo "sulam" tiene el mismo valor numérico que
la palabra dinero "mamón". Esto nos enseña que el
dinero es como una escalera, puede se usado para ascender y
acercarse al cielo o para descender hasta lo más bajo. Todo
depende para qué propósito lo usamos.
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Después de su
regreso a Israel, Yaacov quién representa la perfección
espiritual adquirida luego de haber pasado 20 años
trabajando en Jarán para Laván (en un mundo de idolatría),
manda mensajeros a su hermano Esav para hacer las paces con
él. Sin embargo éste lo enfrenta con cuatrocientos
guerreros señalando su intención de seguir peleando. Para
encontrarse con Esav, Yaacov se protege con tres cosas: la
plegaria -tefilá, mandándole regalos a Esav, y
preparándose estratégicamente para la confrontación
(divide a su gente en dos bandos, de tal modo que si Esav
liquida a uno, sobrevive el otro). En el momento en que
Yaacov se encuentra con Esav se inclina frente a él, pero
realmente lo hace es frente a la Shejiná -Providencia
Divina- que lo salva cuando Esav pretende matarlo.



Yaacov pelea
posteriormente contra el ángel protector de Esav durante
toda la noche y gana en la lucha pero es lesionado en su
muslo, por ello la Torá prohibe comer el "Guid
Hanashé" tendón del muslo cercano al nervio ciático.
La mitzvá de "Guid Hanashé" es la tercera mitzvá
de la Torá y la primera de carácter prohibitivo. Hay dos
partes que no pueden ser ingeridas en un animal casher y son
el nervio ciático (ley de la Torá) y el nervio perineo
(prohibición rabínica). En nuestros hábitos diarios de
comida somos forzados a recordarnos de la lesión infringida
a Yaacov por el ángel de Esav en su punto débil "yozai
yerjó". Por lo tanto debemos reforzar las generaciones
futuras mediante la educación en Torá para no ser heridos
por otros pueblos. El nombre de Yaacov luego de la pelea con
el ángel es cambiado por el de Israel que significa:
"has peleado con cuerpos celestiales (ángel de Esav) y
con cuerpos terrenales (Laván y Esav) y has vencido"
demostrando Yaacov una conducta noble en todo momento en un
enfrentamiento directo lo que le trajo bendición, a
diferencia de la situación con su previo nombre, con el que
obtuvo la bendición de su padre a través de la astucia.



Rivka muere y
es enterrada en la Cueva de Majpelá a diferencia de Rajel
que lo es en Beit Lejem -Belén- que es el lugar donde los
judíos posteriormente pasan cuando son exilados a Babilonia
y el alma de ella pide por ellos a D-os. Rajel muere al dar a
luz trillizos. Al morir Itzjak a la edad de 180 años, Esav
decide quedarse con los bienes de su padre y Yaacov con la
tierra de Canaán y la Cueva de Majpelá.
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En esta
Parashá se narra la historia de Yosef -José- hijo de
Yaacov. Yosef es un personaje de gran importancia ya que
representa el puente entre dos estadios de la historia
judía: el paso de una familia de pastores a una nación, a
un pueblo forjado en Egipto y en el desierto del Sinaí.
Yosef fue el hijo favorito de Yaacov porque era hijo de
Rajel, su principal esposa, por la cual accedió a trabajar
con Laván más años. Aún cuando todos los hijos de Yaacov
eran "tzadikim" -justos- fue en Yosef que Yaacov
vió a su continuador y por lo tanto le reveló secretos de
la Torá y le transmitió todas las leyes que había
estudiado en la Yeshivá de Shem y Ever. Además del parecido
físico entre Yaacov y Yosef, existe semejanza en la historia
de sus vidas entre las cuales se pueden mencionar las
siguientes: ambos nacieron circuncidados, sus madres habían
tenido dificultad en concebir, fueron odiados por sus
hermanos quienes hasta trataron de matarlos, se casaron y
tuvieron hijos fuera de Israel, ambos fueron acompañados por
ángeles y bendecidos a través de un sueño: Yaacov en el
sueño de la escalera y Yosef que obtuvo su grandeza a
través de la interpretación del sueño del Faraón sobre
las vacas gordas y las vacas flacas. Ambos vivieron y
murieron en Egipto y pidieron que sus restos fueran llevados
a Israel.



Los hemanos de
Yosef estaban enojados con él no sólo porque era el
favorito de su padre, sino también por los dos sueños que
Yosef había tenido y les había relatado. En el primero,
todos estaban juntos en el campo atando fardos de cereal y de
repente el fardo de cereal de Yosef se levantaba y los fardos
de los demás se inclinaban ante él -cosa que señala que
los gobernaría, tal como sucedió muchos años después
cuando se inclinaron ante él en Egipto, adonde fueron a
comprar cereal. En el segundo sueño, Yosef estaba rodeado
por el sol, la luna y once estrellas, y todos se inclinaban
ante él. Yaacov su padre comprendió que esa era una
profecía que se vió cumplida con posterioridad.



Rubén fue el
hermano de Yosef que convenció al resto de sus hermanos que
no lo mataran. Yosef fue vendido varias veces; primero los
hermanos lo vendieron a una caravana de Ishmaelitas por
veinte monedas de plata, luego estos lo vendieron a los
Midianitas y por último fue vendido en Egipto a Potifar, un
oficial del Faraón. Nuestros sabios explican que tal como
Yosef tuvo que sufrir y ser vendido antes de convertirse en
poderoso gobernador en Egipto, así Israel sobrevivirá sus
exilios y finalmente será libre.



Los hermanos
hicieron creer a su padre Yaacov que su hijo Yosef había
sido devorado por un animal feroz. Yaacov lamentó la
supuesta muerte de Yosef por 22 años. Itzjak, padre de
Yaacov sabía que Yosef estaba vivo pero no se lo reveló.
Yosef fue el primer judío en resistir la asimiliación a
otra cultura al no sucumbir a la seducción de la esposa de
Potifar, aún cuando para aquel momento era un joven que
sólo contaba 17 años. De esta manera Yosef es un ejemplo
del judio que a pesar de vivir en un mundo secular rodeado de
tentaciones conserva un alto nivel de moralidad, no olvida a
D-os, cumple los preceptos y no niega su identidad. Yosef
pasó doce años preso por la falsa acusación de la esposas
de Potifar. Una vez que interepreta correctamente los sueños
del Faraón, éste lo nombra Virrey a la edad de 30 años y
le otorga grandes riquezas y mucho poder.
[regreso
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Al cabo de 12 años de prisión
Yosef es llamado para interpretar los dos extraños sueños
que había tenido el Faraón. Uno es el conocido sueño de
las siete vacas gordas que salían del río Nilo y que eran
seguidas por siete vacas flacas que las devoraban, pero no
engordaban. En el segundo sueño aparecían siete espigas de
trigo grandes y hermosas que crecían de un solo tallo con
granos gordos y sanos. Después brotaban siete espigas que
crecían de distintos tallos, cada uno de los cuales era
delgado y seco. D-os le dió a Yosef "Ruaj
HaKodesh" -poder de profecía- para que pudiera
comprender el verdadero significado de los sueños. El le
explicó al Faraón que ambos predecían siete años de
abundancia a los cuales seguirían siete años de hambre y
escasez que serían tan terribles que las personas
olvidarían los años buenos. Después que el Faraón
nombrara a Yosef como Virrey de Egipto le cambió su nombre
con el de "Tzofnat Paneaj" que significa: "el
revelador de secretos" porque había podido explicar el
secreto de los sueños. La mayor contribución de Yosef a la
historia de Egipto consistió en haber salvado al pueblo
egipcio de la muerte durante la hambruna de los siete años
ya que en los años de abundancia se dedicó al
almacenamiento de inmensas cantidades de alimentos que fueron
distribuídas posteriormente.



La hambruna se extiende y llega
a Canaán. La misma hace que Yaacov y sus hijos viajen a
Egipto donde son recibidos por Yosef quien hace que se
establezcan en Goshen. Cuando los hemanos de Yosef llegaron a
Egipto no lo reconocieron pero él si sabía que se trataba
de sus hermanos. La explicación más sencilla dice que se
debía al cambio de su aspecto físico por los años que
habían pasado sin verse, la razón más profunda explica que
era difícil creer que viviendo tantos años en un país
extraño como era Egipto, pudiera conservarse como judío y
fiel a D-os. En este sentido Yosef es considerado superior a
sus hermanos porque aún ocupando el cargo más alto en la
nación más poderosa en aquel momento, tuvo la rectitud y la
fortaleza de carácter que correspondía a un hijo de Yaacov.
Yosef se casó con Osnat, hija de Dina y nieta de Yaacov, y
tuvo dos hijos: Menashé y Efraín, quienes fueron los dos
primeros niños judíos nacidos y criados en Egipto. Cada
Shabat bendecimos a los hijos varones pidiéndole a D-os que
sean como Efraín y Menashé quienes a pesar de vivir en una
tierra de idolatría conservaron intacto su judaísmo
transmitiendo la tradición. Fueron bendecidos por Yaacov
antes de su muerte al igual que el resto de sus doce hijos,
que formaron juntos las doce tribus de Israel.



Menashé es nombrado por Yosef
en recuerdo a su pasado y de él desciende el Juez Guideón.
El nombre de Efraín está relacionado con el agradecimiento
a D-os por haberle dado honor y grandeza en tierra extraña y
de él desciende Yeoshúa -Josué, quien conduce al pueblo en
su entrada a Eretz Israel.



Yosef no le guardaba rencor a
sus hermanos, a pesar de que ellos quisieron hacerle daño al
tirarlo al pozo y venderlo posteriormente como esclavo. D-os
hizo que todo eso fuera para el bien, pués de ese modo Yosef
pudo salvar al mundo de la hambruna.



La historia de Yosef muestra
que además de las cualidades naturales que predisponen a la
persona a desempeñar un papel dominante en la vida, la
condición necesaria para alcanzar la verdadera elevación es
el poder de superación personal, el dominio de sí mismo,
después de una ardua labor para liberarse de las exigencias
y conveniencias esclavizantes de la sociedad que le rodea,
para poder aceptar y cumplir la voluntad Divina.
[regreso
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Yosef, aún
desde su estado de esclavo se tornó en gobernador de Egipto
y usó sus cualidades humanas para el bien de la humanidad, a
fin de sacar el mundo del hambre. A pesar de la separación y
aislamiento conservó intacta su identidad. Yosef logró que
sus hermanos trajeran a Binyamin a Egipto en contra de la
resistencia inicial de Yaacov, reteniéndolo luego como
rehén. Sus hermanos intercedieron por él y Yehudá hasta
ofreció quedarse preso en lugar de Binyamín. En ese momento
Yosef revela su identidad. Binyamín era el hermano favorito
de Yosef, eran hijos de la misma madre Rajel y además
Binyamín no había nacido cuando los demás hermanos
vendieron a Yosef como esclavo. El perdón es una virtud pero
con frecuencia la persona que perdona queda como la
magnánima y la que es perdonada se siente humillada y a
veces hasta con sentimientos de culpa. Yosef fácilmente
hubiera podido perdonar a sus hermanos porque no les guardaba
rencor. Sin embargo en vez de eso les proporciona la
oportunidad de reivindicarse, poniéndolos en la misma
situación en la que podrían repetir lo mismo que habían
hecho con él en el pasado, sólo que en el presente momento
era Binyamín el que ocupaba el lugar del favoritismo de su
padre Yaacov. La disposición de los hermanos de sacrificar
su vida para devolver a Binyamín a su padre indicó que
habían superado su envidia logrando eliminar así el defecto
de los celos. De este modo no sólo eran perdonados sino que
podían estar orgullosos de su logro, de su superación sin
sentirse humillados. Si Yosef hubiera avisado a su padre con
anterioridad que estaba vivo, le hubiera negado a sus
hermanos la oportunidad de resarcir el mal que habían hecho.



El poder de
profecía de Yosef le permitió saber que los dos Templos
serían construídos en la porción de tierra que
correspondería a su hermano Binyamín y además que de él
descendería Mordejai, quién se enfrentó al Rey Ajashverosh
en los eventos que dieron lugar a la festividad de Purim
muchos años despúes.



La ley
-halajá- sobre "eglá arufá": persona que se
encuentra asesinada en el campo y no se conoce el homicida,
fue la señal que Yosef le dió a sus hermanos para que
Yaacov su padre tuviera la certeza de que se trataba de él,
ya que esa fué la última ley que su padre le enseñó antes
de que se fuera. Yaacov no estaba seguro si debía o no ir a
Egipto, pero D-os se le apareció en sueños y le dijo que
sí, que la "Shejiná" -Providencia Divina- los
acompañaría en el exilio, que no duraría para siempre, que
serían redimidos y que sus restos serían traídos y
enterrados en Eretz Israel. Yaacov con toda su familia,
setenta personas en total viajaron a Egipto. Cuando salieron
eran más de dos millones de personas, de las cuales 600.000
eran varones mayores de 20 años. Al llegar Yaacov a Egipto
fue recibido con grandes honores por toda la población. Los
judíos fueron ubicados en la región de Goshen, que era una
tierra fértil apta para el pastoreo, y le correspondía en
propiedad a Bnei Israel porque había sido regalada por el
Faraón a Sara.



La hambruna
cesó en el segundo año de cumplirse la profecía, cuando
Yaacov bendijo al Faraón. Los años que Yaacov permaneció
en Egipto fueron realmente de felicidad pues la Providencia
Divina estaba con él.
[regreso al índice]


Con esta Parashá finaliza al
lectura del Primer Libro del Jumash-Pentateuco: Bereshit
(Génesis), que está compuesto por doce Parashiot. Al
terminar un libro de la Torá se dice "Jazak, Jazak,
Venitjazek" que significa: fuerza, más fuerza, juntos
nos fortaleceremos! lo que implica que nos sentimos contentos
por lo aprendido pero deseamos aprender aún más.



Yaacov fue la primera persona
que sufrió de una enfermedad antes de morir porque así se
lo pidió a D-os, por cuanto de este modo las personas
podrían dar instrucciones a sus hijos y arreglar sus asuntos
antes de morirse. Abraham fue la primera persona con señales
externas de vejez tales como arrugas y cabello canoso, para
que las personas pudieran distinguir y honrar a la gente
mayor. Itzjak fue la primera persona en experimentar dolor y
sufrimiento ya que así se lo pidió a D-os, para aminorar el
sufrimiento en el mundo venidero. Yaacov vivió en la tierra
de Egipto durante diecisiete años y la Parashá dice:
"y los ´dias de su vida fueron ciento cuarenta y siete
años". Los días y los años de Yaacov fueron plenos,
de verdadero contenido. Mucho fue lo conseguido en cada hora
y minuto de aquellos días pues Yaacov disfrutó del
aprovechamiento del tiempo. Dicen nuestros sabios que el
secreto de aprovechar el tiempo en la forma más intensa
posible es el entrenamiento para actuar de tal manera que
cuando se está ocupado en determinada actividad, todas las
cosas que se estaban haciendo antes y aquellas que ocuparán
la atención después deben desaparecer de nuestra atención.
Así la mente está libre de toda distracción, pasada o
futura, y puede ocuparse plenamente en lo que está haciendo.



Yaacov pidió a Yosef que le
prometiera que lo enterraría en Eretz Israel. Quería ser
sepultado en la Tierra Santa, en la Cueva de Majpelá junto
con sus antepasados Abraham e Itzjak. Yaacov no deseaba ser
sepultado en Egipto por varias razones: temía que los
egipcios consideraran que su cuerpo era santo y pudieran así
convertirlo en uno de sus ídolos. Además quería que sus
descendientes tuvieran siempre presente que su patria era
Israel y tenían que volver a ella y no quedarse en el
exilio. Otra razón era que aquellos sepultados en Israel
serían los primeros en revivir en la etapa de Resurrección
de los Muertos. Antes de morir, Yaacov bendijo a cada uno de
sus hijos y algunos de sus nietos. Yaacov es considerado el
primero de los patriarcas en reconocer individualmente el
carácter y la mentalidad de cada uno de sus doce hijos.
Yaacov murió en el año 2.255 después de la creación y su
muerte fue lamentada por su familia y por todo el pueblo
egipcio. El Faraón le dió permiso a Yosef para que fuera a
enterrar a su padre en la Cueva de Majpelá. Esav trató de
impedirlo alegando que esa cueva era de su propiedad.
Mientras Naftali buscaba los documentos, Jushin hijo de Dan,
que era sordo y no entendía por qué se demoraba el entierro
de su abuelo, levantó su bastón y de un golpe mató a Esav.
Su cabeza rodó y fue enterrada junto a Yaacov. El cuerpo de
Esav fue llevado por sus hijos a su tierra.



Yosef ejerció el cargo de
Virrey durante cuarenta años y sucedió al Faraón después
de su muerte. Fue rey de Egipto por cuarenta años más y
falleció a la edad de 110 años
. Sus huesos serían enterrados
en la tierra de Israel aproximadamente 190 años después.
Los restos de Yosef fueron transportados durante 40 años por
el desierto, y finalmente enterrados en Shejem
. [regreso al índice]


LIBRO SHMOT: EXODO



En la presente
semana se comienza la lectura del segundo libro de la Torá
que recibe el mismo nombre de la Parashá: "Shemot"
que en su traducción literal significa "nombres".
Son los nombres de los hijos de Israel (Yaacov) que con él
bajaron a Egipto y configura el segundo libro del Pentateuco
en el cual se forja el destino y la identidad judía. Alude a
la formación del pueblo judío desde el punto de vista
sociológico, con la formación y mantenimiento de una
identidad común, y con la habilidad de trascender al medio
ambiente. Este libro también recibe el nombre de Exodo y
trata algunos de los acontecimientos más cruciales de la
historia judía como son el exilio en Egipto y el éxodo que
marca el nacimiento del pueblo judío como tal con la entrega
de la Torá, y la construcción del Santuario que representa
la presencia divina en el mundo físico. La figura central de
todos estos eventos es Moshé -Moisés- escogido por D-os por
su alto nivel espiritual para ser el redentor y conductor del
pueblo judío. De Abraham a Moshé transcurren siete
generaciones. Moshé es la generación número 26 contanda a
partir de Adam. Nació el 7 de Adar de 2.368 y murío en la
misma fecha 120 años después. Es a la edad de ochenta años
cuando ocurren los acontecimientos de la salida de Egipto y
la entrega de la Torá. Nuestro Sabios nos señalan que en
cada generación existe una persona análoga a Moisés. Son
los llamados Nesiim o Guedolel Hadorot: los líderes de cada
generación.



Los tres
elementos que mantuvieron la identidad judía durante la
estadía en Egipto fueron: los nombres judíos; el idioma y
la vestimenta. Elementos estos que aún hoy en día deben ser
conservados porque constituyen el carácter distintivo del
pueblo de Israel frente a los integrantes de los países
donde viven. Después de la muerte de los hijos de Yaacov los
judíos salieron de Goshen donde vivían y empezaron a
mezclarse con los egipcios relajando sus tradiciones y modo
de vida. El rápido crecimiento de la población judía
atemorizó al Faraón y por tanto uno de los planes fue el de
separar a los maridos de sus esposas por los trabajos de
construcción de las ciudades de Pitom y Ramsés. El segundo
paso fue el de ordenar a las comadronas Yojevet y Miriam
(madre y hermana de Moshé) para que mataran a los recién
nacidos judíos, cosa que ellas no cumplieron. Como ninguno
de los planes dió resultado el Faraón ordenó que todo
recién nacido varón fuera echado al Nilo.



Hasta el
nacimiento de Moshé los judíos habían perdido la esperanza
de ser redimidos, incluso Amram padre de Moshé y líder de
su generación, se separó de su mujer Yojevet para no traer
hijos a un mundo de esclavitud. Fué Miriam su hija, quien
hizo que depusiera esa actitud al explicarle que ese decreto
era peor que el de Faraón quien sólo había ordenado la
muerte de los varones ya que Amram estaba decretando el de
las hembras también al no traerlas al mundo. Amram entonces
volvió con su esposa y tuvieron a Moshé quien también fue
salvado por su hermana cuando lo dejó en el Nilo. La mujer
que amamanta a Moshé durante 24 meses en el Palacio del
Faraón después que la Princesa lo recogió fue su propia
madre Yojevet. El 6 de Siván, fecha en que Moshé es dejado
por su hermana en el río, es la misma en que será dada la
Torá posteriormente.



[regreso
al índice]



La política
del Faraón de Egipto cambió luego de la muerte de los hijos
de Yaacov. Los judíos se fueron asimilando al medio ambiente
egipcio, perdiendo el respeto por sí mismos y a la vez su
identidad. La única tribu que no se asimiló, siguió
circuncidando a sus hijos y no obedeció el decreto de
trabajos forzados fue la tribu de Leví que además
permaneció en la región de Goshen donde vivían los hebreos
en tiempos de Yosef. Amram y Yojevet ambos de la tribu de
Leví tuvieron tres hijos: Aharón, Miriam y Moshé. Amram es
uno de los cuatro Tzadikim -justos- que muere sin haber
pecado. Los otros tres fueron Binyamín hijo de Yaacov,
Yishai padre de David, y Kilav hijo de David con Avigail.



Moshé al igual
que Yaacov y Yosef nace circuncidado, característica ésta
propia de los Tzadikim. El nombre que recibe Moshé de sus
padres es el de Yekutiel. Sin embargo en la Torá se le
nombra con el de Moshé, este es el nombre que le puso la
hija del Faraón por sugerencia de Yojevet. Después que
Moshé es dejado en el Nilo cesa el edicto de matar a los
recién nacidos judíos por cuanto los astrólogos avisan al
Faraón que el Redentor de Israel había sido echado al río.
Moshé se destacó por su alto sentido de justicia, su
humildad y la empatía que tenía con su pueblo. Fue uno de
los cuarenta y ocho profetas más destacados y poseyó el
nivel más alto de profecía pues D-os le habló "cara a
cara". D-os se le apareció por primera vez para decirle
que hablara con el Faraón para que dejara salir al pueblo
hebreo de Egipto, por intermedio de la zarza ardiente
-arbusto que ardía y no se consumía por el fuego. En ese
momento Moshé estaba ubicado en el Monte Sinai. La zarza
ardiente nos enseña que la Presencia Divina está en todas
partes, aún en las cosas más insignificantes. En Midián,
Moisés se casa a los setenta y siete años de edad con
Zipora hija de Yitró, y tiene con ella dos hijos: Guershon,
que deriva de "guer" (extraño fui en tierra de
idólatras) y Eliézer.



En esta
Parashá cuando los judíos eran esclavos en Egipto, D-os le
ordena a Moshé que le dijera al faraón: "deja ir a mi
gente". cuando Moshe inicialmente anunció la redención
de los judíos al faraón las condiciones al principio
empeoraron para los esclavos. La comunicación entre D-os y
Moshé continúa luego del incidente en que a los judíos se
les negó la entrega de paja necesaria para construir
ladrillos. Moshé le comunica a D-os la nueva situación de
los esclavos y El le responde recordándole la historia de
los patriarcas. D-os le dice que los patriarcas no sabían Su
nombre de "Havaya". El uso previo del nombre
"Elohim" fue el nombre de D-os en el lenguaje de
"guevurá" y limitación, por ejemplo, la creación
de un mundo con las leyes de la Naturaleza se lleva a cabo
bajo el nombre Elohim. El nombre sagrado de
"Havaya" es el lenguaje de "jesed" y es
ilimitado. Como se ve en la Parashá Shemot, las mujeres
judías estaban dando a luz a muchos niños y la población
estaba aumentando de tal manera que el mundo estaba cercano a
presenciar maravillas y milagros como ellos nunca antes
habían visto. D-os recuerda a Moshé Su Pacto que hizo con
cada uno de los patriarcas de darles la tierra de Canaán.
D-os también le hace saber que está conciente del
sufrimiento del pueblo. Moshe le comunica todo este mensaje a
las gentes pero ellos están molestos con el aumento del
sufrimiento y no quieren oir.



D-os le ordena
nuevamente a Moshé: "Anda, dile al faraón que debe
dejar ir a los hebreos", pero Moshé responde que si el
pueblo no quiere oirle, cómo entonces va a oirle el faraón?
Moshé aclara que él es "incircunciso de labios"
significando que él se siente limitado para hablar. D-os
dice "Yo soy D-os", el comentarista Rashí explica
que D-os está diciéndole aquí a Moshé que El es
competente de enviarlo, también puede interpretarse como:
"cuando haces lo que D-os quiere, tienes infinito
poder". Posteriormente sin embargo D-os designa a
Aarón, hermano de Moshé, como vocero y mediador y les dió
a ambos la tarea de sacar a los judíos de Egipto. Se le
advierte a Moshé que D-os va a endurecer el corazón del
faraón con el fin de multiplicar las maravillas que
ocurrirán en Egipto para que los egipcios sepan que D-os es
el Señor. Moshe, de 80 años y Aarón de 83 años, hacen lo
que D-os les manda.



En el resto de
la Parashá se describen las siete primeras plagas que mandó
D-os a Egipto para que el Faraón dejara salir a los judíos.
Estas plagas fueron: sangre, ranas, piojos, bestias feroces,
pestes, sarna, granizo. Estas invadían a todo el país menos
a la región de Goshen. Las tres primeras plagas fueron
ejecutadas por Aharón y no por Moshé ya que éste sentía
especial gratitud por las aguas del Nilo que habían
participado en su salvación; lo que nos demuestra la
importancia de la gratitud como uno de los pilares de la
sociedad, gratitud que debemos conservar aún al pasar el
tiempo y las circunstancias. La primera plaga -sangre- estuvo
dirigida contra una de las características reinantes en
Egipto que era la frialdad e indiferencia frente a D-os
simbolizadas en las frías aguas del Nilo que los egipcios
adoraban como un dios. El primer paso hacia la libertad fue
atacar a "las aguas del rio" la frialdad mortal, y
convertirlas en sangre que representa la calidez, la
vitalidad y la santidad.
[regreso al índice]


El valor
numérico de la palabra Bo en hebreo es 3 y en la Parashá
que lleva este nombre se describen las tres últimas plagas
en Egipto: langosta, oscuridad y muerte de los primogénitos.
D-os le dice a Moshé que vaya a anunciar al Faraón la
próxima plaga, la de langosta, luego de la cual el país
queda desvastado ya que las langostas eran insaciables. El
castigo de los egipcios se prolongó por un período total de
doce meses aún cuando cada una de las plagas duraba una
semana, la generación del diluvio también fue castigada por
doce meses. Cada una de las plagas fue dirigida contra una de
las deidades que los egipcios adoraban como el Nilo, las
ranas -simbolo de fertilidad, y el carnero sagrado, siendo la
expresión del poder de D-os como único Creador que dirige
todas las esferas y astros y puede producir milagros aún
contra la naturaleza. Sirve para demostrar la divinidad de
D-os por encima de la brujería y magia negra que tiene su
máxima expresión en Egipto.



Las tres
primeras plagas fueron traídas por Aharón; sin embargo el
corazón del faraón continuaba endurecido. El granizo, la
langosta y la oscuridad, por Moshé; las bestias salvajes, la
peste y la muerte de los primogénitos directamente por
Hashem (D-os) y la de sarna por asociación de los tres. D-os
mandó 10 plagas a Egipto para castigar al Faraón quien
negaba la existencia del Creador del Universo el cual fue
creado a través de 10 Ordenes o Pronunciamientos. Las plagas
emergieron de todos los elementos existentes: agua, tierra,
aire y fuego, para demostrar que todos derivan y son
manejados por D-os.



El primero de
Nisán, D-os le dice a Moshé y Aharón que saldrán de
Egipto y ese mes debe ser contado como el primero del año.
Esto nos señala la importancia del evento del éxodo ya que
todos los meses se cuentan en relación a éste; en vez de
darles nombres específicos se les enumera en relación a la
salida de Egipto, tal como sucede con los días en hebreo,
que son enumerados en relación al Shabat: Yom Rishón
(primer día), y así sucesivamente cumpliéndose cada ciclo
respecto al Shabat. Desde la creación del mundo hasta la
salida de Egipto, D-os fijaba el comienzo de cada mes. Al
crearse B´nei Israel como pueblo les instruye con la mitzvá
-precepto- de Rosh Jodesh -Bendición del Mes- que sería
determinado por el Bet Din -Tribunal- a partir del reporte de
dos testigos que observaran la Luna Nueva. En la actualidad,
nos seguimos por un calendario fijo establecido por Hilel
Hanasí en el cual está indicado el comienzo de cada mes que
bendecimos. Nuestro calendario es lunar con los ajustes al
calendario solar porque Pesaj debe ocurrir según la Torá
siempre en Primavera. Los judíos son comparados a la luna
cuya luz va disminuyendo hasta que desaparece, pero es
precisamente en este instante que renace la luna nueva,
creciendo en forma constante. La historia judía a través de
las épocas refleja el ciclo lunar en el exilio de Egipto,
después de llegar al máximo de la opresión comenzaba la
renovación de la esperanza. En nuestra vida personal
también a veces ocurre lo mismo. Cuando estamos en un punto
donde parece no haber esperanza, debemos recordar que la
parte más oscura de la noche es precisamente aquella que se
produce antes del amanecer.



En la décima
plaga los judíos tuvieron que poner una marca de
identificación en sus casas para no ser afectados. Se les
ordenó colocar sangre del sacrificio pascual en el umbrar de
sus puertas, también simbolizando la sangre del pacto de la
circuncisión. Se les advirtió permanecer en sus casas hasta
la mañana. El Midrash ofrece una explicación al porqué
eran necesarias estas precauciones: "Una vez que al
destructor se le da libertad de acción, éste no puede
distinguir entre el bien y el mal", esta señal especial
era necesaria para desviar al Angel de la Muerte. Acaso este
Angel no tenía libertad de accón en las nueve plagas
precedentes? Por qué no tomaron los judíos medidas para
protegerse antes? La respuesta está en el hecho que el
sacrificio de los primogénitos era esencialmente diferente
de las plagas que le precedieron. Las primeras nueve plagas
traían un tipo específico y limitdo de daño y
desvastación. El Angel de la Muerte no tenía permiso de
destruir indiscriminadamente, ni hacerlo de la manera que el
escogiese. Durante la décima plaga los primogénitos
egipcios murieron en múltiples formas. Aún más fundamental
es el hecho de que las primeras nueve plagas tenían com
própósito demostrar la existencia y el poder de D-os. La
plaga final fue enviada con el único objetivo de castigar y
matar. En este punto el atributo "justicia" se
quejó ante D-os y pidió que al exterminador le fuera
permitido dañar a los judíos. En qué se diferenciaban los
judíos de los egipcios? Ambas naciones habían servido a
ídolos y ambas naciones han descendido a las 49 puertas de
impureza !. Debido a ésto D-os le ordenó a los judíos
identificarse con una señal especial para que ningún mal
les causara daño.



Antes de salir
de Egipto cada familia judía tenía que sacrificar una oveja
-Korbán Pésaj- que era una deidad para los egipcios y
además debían hacerse el Brit Milá -circuncisión- quienes
no la tuvieran. Después de la décima plaga, la muerte de
los primogénitos, además de los animales a quienes los
egipciones adoraban, el Faraón ruega a Moisés que se lleve
a su pueblo. A Egipto llegaron 70 personas y salieron miles,
entre ellos 600.000 varones mayores de 20 años. La salida de
Egipto se produce el 15 de Nisán del año 2.448 cuya
celebración se hace en Pesaj que debe festejarse eternamente
en todas las generaciones. Además de las innumerables
menciones de la salida de Egipto en nuestras plegarias y la
celebración de Pésaj cuando leemos la Hagadá, dos mitzvot
sirven para recordarla: "Pidión HaBen" -cuando
D-os salvó de la muerte a los primogénitos hebreos,
decretó que estos le pertenecían; por tanto los padres
deben redimir al primogénito comprándoselo a un Cohén 30
días después de nacido el niño, y la mitzvá de Tefilin
-en cuyo interior se encuentran los versículos alusivos a la
salida de Egipto- que debe ser observada por todo varón
judío después de cumplir los trece años de edad.
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Luego de la
décima plaga el Faraón accedió a enviar al pueblo de
Israel fuera de Egipto durante tres días para que adoraran a
D-os aún cuando poco después oyendo los consejos de sus
asistentes, se arrepintió y los comenzó a perseguir al ver
que no volvían. B´nei Israel -los hijos de Israel- salieron
de Egipto guiados por Moshé, Aharón y Miriam su hermana,
quien dirigía a las mujeres. La ruta que los hizo seguir
D-os fue la más larga, evitando atravesar la tierra de los
filisteos ubicada en lo que se conoce en la actualidad como
la Franja de Gaza. Una de las características del pueblo
judío que se demuestra en la salida de Egipto es la creencia
con fé absoluta -creyentes hijos de creyentes. Esta herencia
explica la salida apresurada sin alimentos hacia un desierto
con una total incertidumbre, que no puede ser explicada por
la lógica o el raciocinio sino en un nivel que los
trasciende: el de la fe, del hebreo "emuná"
término cuya raíz es "emet" verdad.



"Kriat Yam
Suf" -la partición del Mar Rojo- en la cual perecen los
egipcios y se salvan los hebreos es un evento milagroso no
sólo por el hecho de la separación de las aguas, sino
porque estas volvieron a su estado original una vez que los
judíos pasaron. Las aguas se separaron y se solidificaron
creando murallas transparentes. El suelo sobre el cual
caminaron B´nei Israel era totalmente seco. Una vez que los
judíos atravesaron el mar y se encontraron al otro lado,
entonaron siguiendo a Moshé, una canción -Shirá- de
alabanza a D-os por haberlos salvado pero también de
exaltación a un tiempo futuro, en el que se producirá la
Redención final con la llegada del Mashíaj. El Sábado de
esta semana es Shabat Shirá -se entona esta misma canción
en las Sinagogas además de Shirat Devora que es parte de la
Haftará, canción de alabanza de la profetiza y conductora
del pueblo de Israel después de Samuel.



La Matzá que
prepararon los judíos a su salida de Egipto les alcanzó
milagrosamente treinta y un días. Frente a la queja de que
perecerían de hambre por falta de comida, D-os anunció que
alimentaría a todo el pueblo en el desierto a través del
Maná, pan celestial, redondo, blanco y de olor exquisito.
dos cubiertas de rocío protegían al Maná; en recuerdo a
esto cubrimos de igual modo la Jalá -pan- cada Shabat. El
Maná adquiría el sabor que la persona deseaba, cada padre
de familia debía recogera determinada cantidad (un omer: 5
libras) por persona con la particularidad que si la cantidad
era algo mayor o menor, al llegar a su casa tenía siempre el
equivalente a un omer. Además de Maná comían codornices y
bebían de la Fuente de Miriam. Con eso se alimentaron
durante los 40 años de su travesía por el desierto. Una
Nube de Gloria indicaba la ruta durante el día y una Columna
de Fuego durante la noche. Además seis nubes protegían al
pueblo, una en cada uno de los cuatro puntos cardinales, una
por encima para protegerlos de las inclemencias del sol
desértico y otra por debajo de sus pies para aliviar el
camino.



El viernes se
recibía una doble porción de Maná para Shabat, por eso hoy
en día al hacer el Kidush de Shabat decimos la Brajá de
Hamotzi -la bendición del pan- sobre dos Jalot -panes- de
Shabat. De esta manera vemos como el Shabat no sólo es
testimonio de la creación del mundo por D-os sino también
de la salida de Egipto. La doble ración de Shabat nos
enseña que es D-os el que provee nuestras necesidades. Las
personas a veces tienen la sensación que son ellas las que
ganan su sustento. El Maná simboliza en forma concreta el
hecho de que nuestra manutención proviene directamente de
D-os. En realidad lo que ocurre es que las personas reciben
lo que ha sido decretado para ellos en Rosh Hashaná -Año
Nuevo- anterior, cuando es decidido el ingreso por todo el
año. Por el descanso de Shabat se recibe el doble por la
parte que se deja de percibir al no trabajar ese día.
Nuestro Sabios nos enseñan que el Maná era alimento
material pero a la vez espiritual ya que sirvió para grabar
la fe en D-os en el alma del pueblo y señalarles que no
sólo del pan vive el hombre. También sirvió para que
alcanzaran un grado extremo de conocimiento lo que les valió
el título de "generación del conocimiento".



El primer
enfrentamiento de B´nei Israel fue contra el ataque de la
nación de Amalek, descendiente de Esav y antecesor de
Hamán.

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Desde la salida
de Egipto hasta el recibimiento de la Torá en Har Sinai
-Monte Sinai- transcurrieron siete semanas. Este período fue
un tiempo de preparación del pueblo de Israel para un acto
de dimensiones inigualables. Este corto lapso demuestra
también la capacidad de cambio del pueblo que pasó de un
extremo de impureza en su estadía en Egipto a uno de
santidad para el momento de recibir la Torá.



Yitró suegro
de Moshé, luego de conocer las maravillas que había hecho
D-os al pueblo judío (salida de Egipto, partición del Mar
Rojo, Maná, victoria contra Amalek) salió al encuentro de
su yerno junto con su hija Tzipora y sus dos nietos, los
hijos de Moshé Guershon y Eliezer, y le notificó su
voluntad de convertirse en judío. Frente a las dudas de
Moshé D-os autoriza esa conversión. Yitró se circuncida y
se convierte en el primer Guer Tzedek -converso por
convicción propia. Su nombre original era Yeter pero le fue
agregada la letra "vav" para simbolizar su
conversión y la inclusión en la Torá de una Parashá a su
nombre es por el mérito de haber aconsejado a Moshé el
sistema de nombramiento de jefes para aliviar su tarea de
juez. También estableció los requisitos que estos deberían
cumplir: hombres versados en la Torá, honestos, temerosos de
D-os y con bienes de fortuna para evitar el riesgo de
soborno. En la actualidad los Rabinos a diferencia de los
líderes o jueces civiles, deben cumplir esos mismos
requisitos sin poder obtener ningún tipo de remuneración
por el arbitraje o juicio que se presente a su
consideración.



En Rosh Jodesh
-principio del mes de Sivan- los judíos llegaron al desierto
de Horev, también llamado: Sinai, Tzin, Kadaish, Kedaimot y
Parán. D-os instruye a Moshé diciéndole que debe anunciar
primero a las mujeres la entrega de la Torá dándole el
honor de la primicia, ya que por el mérito de ellas se
produjo la salida de Egipto. Además para predecir lo
acontecido en el Jardín del Edén cuando por no haber estado
presente Java -Eva- cuando D-os dió la orden de no comer del
árbol del conocimiento, se produjo el pecado que hubiera
podido evitarse si ella la hubiera escuchado personalmente,
tal como lo explica el Midrash. La previa aceptación de la
Torá por las mujeres es lo que posibilita el estudio y el
cumplimiento de la Torá por los hombres, es la mujer la que
perpetúa el judaísmo a través de la educación de sus
hijos. Antes de la entrega de la Torá, D-os curó todos los
defectos físicos de los integrantes del pueblo tales como
ceguera y sordera, porque tenían que estar en pleno uso de
sus facultades para aceptar la Torá, de lo contrario la
experiencia sería incompleta porque algunos de los presentes
no oirían o no verían a la Providencia Divina -Shejiná.



La Torá fue
revelada en el año 2.448 aún cuando ella ya existía antes
de la creación del mundo, ya que es el plano que D-os
utilizó para crearlo. Los sabios nos enseñan que nuestros
patriarcas y matriarcas estudiaron y cumplieron los
mandamientos de la Torá. Cuál fue entonces la revelación
en el Monte Sinaí? El Midrash responde a esta pregunta con
una parábola: un rey declaró una vez, que los romanos
habían prohibido descender a Siria y los sirios no podían
ascender a Roma pero después de un tiempo el decreto fue
anulado y el rey anunció que él personalmente iniciaría el
cambio. Esto es similar a los acontecimientos previos a la
entrega de la Torá: "Los cielos son la morada de D-os,
mas la tierra El la dio a los hombres". Existía una
separación entre el cielo y la tierra. durante la
revelación, el decreto fue anulado y se estableció una
conexión entre el cielo y la tierra. Los cielos simbolizan
la espiritualidad y la divinidad, la tierra simboliza los
aspectos materiales y corporales de nuestra vida. Antes de la
revelación no existía la posibilidad de conectar lo físico
con lo espiritual. Existía una brecha insalvable entre
ambos. La grandeza de la revelación del Sinaí fue la
anulación de esta brecha dándonos la oportunidad de unir el
mundo físico con D-os.



La Torá fue
entregada en el tercer mes -Sivan- a un pueblo formado por
tres partes: Cohén, Leví e Israel, a través de Moshé,
tercer hijo después de Miriam y Aharón, luego de tres días
en que los hombres se mantuvieron separados de las mujeres.
El Talmud explica que el número 3 representa la verdadera
unidad, unión de dos cosas que forman una tercera que las
trasciende, la Torá representa la unidad entre el hombre y
D-os, entre el mundo y D-os. A diferencia de otros credos en
los cuales las enseñanzas son entregadas a una sola persona
quien luego las divulga, la entrega de la Torá fue
presenciada por 600.000 testigos en un evento histórico
particular en el cual B´nei Israel no sólo oyó la voz de
D-os sino que pudieron ver también las ondas sonoras
mientras emergían. En Matán Torá fue entregada la
totalidad de la Torá tanto la parte escrita -Torá
Shebijtav- como la parte de la Torá Oral -Torá Shebealpé-
que es la parte revelada y la parte esotérica. La parte
revelada de la Torá fue entonces oculta en un primer momento
ya que los Diez Mandamientos están formados por 620 letras
que aluden a las 620 mitzvot: 613 mitzvot de la Torá más 7
mitzvot instituídas por las Autoridades Rabínicas
(Recitación del Halel en ocasiones especiales, Lectura de
Megilat Esther en Purim, Luces de Janucá, Velas de Shabat,
Lavado de las manos antes de comer pan, Bendiciones antes de
comer y el precepto de "Eruv" para permitir ciertas
acciones en Shabat y en las fiestas). Ambos tipos de
preceptos forman el Keter Torá -Corona de la Torá- cuyo
valor numérico es de 620. En aquella ocasión la parte
oculta fue percibida, tal como ocurrirá de nuevo cuando
llegue el Mashiaj. La palabra Torá viene de Horaá que
significa enseñanza, la Torá es el código de vida del
pueblo de Israel que tiene como compromiso cumplirla. Fue
entregada hace más de 35 siglos y se hace obvio el aporte
que ha implicado para toda la humanidad. Los siete preceptos
de Noaj: Creer en un D-os único, no blasfemar, no robar, no
matar, no cometer actos inmorales, no ser crueles con los
animales, vivir en países con ordenamiento jurídicos
establecidos, deben ser cumplidos por toda la humanidad. Las
613 mitzvot, contenidas en los Diez Mandamientos deben ser
cumplidas por los judíos, estos son: Creencia en un D-os
único, prohibición de adorar a otros dioses, de usar el
hombre de D-os en vano, guardar y respetar el Shabat, honrar
al padre y a la madre, no matar, no cometer adulterio, no
robar, no prestar falso testimonio, no envidiar lo ajeno. Los
cinco primeros mandamientos hacen referencia a la relación
del hombre con D-os; los otros cinco regulan las relaciones
entre el hombre y su prójimo y en ello no se incluye el
nombre de D-os.



Los días
anteriores al recibimiento de la Torá fueron días de
preparación espiritual focalizados en el desarrollo de las
actitudes "midot", conducta educada y decente para
poder ser recipiente adecuado para la misma. La Torá es
divina y eterna. El modo de vida judío en su totalidad está
contenido en ella, nada humano le es ajeno y ha sido secreto
de nuestra existencia y sobrevivencia a lo largo de todas las
generaciones.
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Los Diez
Mandamientos y las leyes civiles y penales a las cuales se
refiere esta Parashá así como todas las 613 mitzvot fueron
dadas por D-os en el Monte Sinaí y tienen el carácter de
permanencia y eternidad propia de las Leyes Divinas. Las
leyes contenidas en la Torá indicativas del modo de vida
judío no se precian de ser originales, pero sí tienen la
particularidad que no poseen otras leyes ya que derivan de
una autoridad sobrehumana, del Creador del Universo, y por
tanto conocedor a plenitud de la naturaleza del hombre. En el
judaísmo el bien y el mal no son determinados por el hombre
sino por D-os. Está claramente establecido lo que se debe
hacer (248 mitzvot) y lo que no se debe hacer (365 mitzvot).
Esa determinación no queda a juicio de los humanos. No es el
hombre el que define según su opinión el bien y el mal,
estos están definidos previamente. Lo que la persona puede
hacer es elegir entre cumplirlas o no una vez que las conoce.
La observancia o no de las leyes o preceptos no determina la
condición del judío, quien lo es por esencia y no deja de
serlo, sin que eso dependa de su elección. Las leyes en el
judaísmo no sólo cumplen con las necesidades sociales de
organización y de orden sino que tienden a perfeccionar al
hombre en su crecimiento y desarrollo, no sólo procura la
protección de la persona frente a los demás, sino también
frente a sí misma. Las leyes fijan un sistema de justicia
pero a la vez forjan la base moral y ética del individuo. No
permiten que el hombre sea esclavo de sí mismo y de sus
limitaciones. Las leyes judías tienen el carácter de ser
siempre vigentes ya que no están sujetas a consideraciones
subjetivas ni intelectuales, a épocas, modas o lugares
determinados. Sólo se puede asegurar una moral apropiada si
está basada en la Torá. La evidencia histórica del nazismo
y otros episodios en la historia judía demuestran que no son
los hombre los calificados para determinar el bien y el mal
porque pueden llegar a la justificación de las acciones más
abominables. La acción, la mitzvá en el judaísmo, tiene un
lugar central. El pueblo de Israel es el pueblo que en el
Sinaí dijo "Naasé Venishmá" -haremos y luego
entenderemos- (estudiaremos). La acción produce sus efectos
aún cuando no la comprendamos racionalmente ni sean
inmediatamente visibles. Están dirigidas no sólo al
perfeccionamiento individual sino también al mejoramiento y
elevación de este mundo en general. No es suficiente
"sentirse judío" ya que no alcanza la intención
de sentirse judío sin actuar como tal, es como mostrarse
ante otros como persona decente pero sin actuar decentemente.
Los preceptos tanto de hacer como de no hacer se dividen en
tres grandes categorías: Edut -testimonios- preceptos que
rememoran eventos pasados como el Shabat que es testimonio de
la Creación del mundo y de la salida de Egipto, así como
Pésaj y Sucot; Mishpatim -leyes- los que tienden a manterner
un mundo civilizado y son propias de la naturaleza humana,
por ejemplo no matar, no robar; y Juquim -leyes- decretos,
son aquellos ordenados por D-os sin que tengan explicación
desde el punto de vista lógico o racional como por ejemplo:
Cashrut, Shatnez. Los diferentes tipos de preceptos deben ser
cumplidos por igual, no porque nos parezca más o menos
lógicos sino porque nos son ordenados por D-os para nuestro
bien aún cuando a veces no tengamos la capacidad de
entenderlos. Para realizar una acción prescrita no es
necesario que previamente la comprendamos a perfección,
hacerlo, sería como ponerse en la situación de una persona
que hasta tanto no entienda a cabalidad todos los complicados
mecanismos de digestión y descomposición de los alimentos,
decidiera no comer -si lo hiciera así- se debilitaría y le
sería imposible entender el mecanismo. Si en cambio come, el
mismo acto de comer le ayuda a la comprensión de la
totalidad. La acción tiene una dimensión insustituible, lo
mismo sucede con el ejercicio de Torá y Mitzvot. Existe para
cada mitzvá de la Torá Escrita información relevante para
su correcto cumplimiento en la Torá Oral. La revelación de
la Torá en el Monte Sinaí configura el puente de unión
entre D-os y el hombre y permite que la persona mediante su
acción pueda convertirse en socio de la Creación.
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al índice]



D-os ordena a
Moshé la construcción del Mishcán, primer santuario móvil
en el desierto, con la contribución de todos los judíos. El
Santuario simboliza la presencia divina. Cuando D-os ordena
su construcción dice: "Me harán un Santuario y moraré
en ellos", utilizando el plural para indicar que
habitará en cada uno de los judíos y no sólo en el
Santuario, caso en el cual sería expresado en singular. La
presencia divina mora en cada alma, y aún cuando
físicamente no esté representada en una construcción
siempre acompaña a la persona. Los quince materiales
utilizados en la construcción del Mischcán fueron
seleccionados por D-os, cada uno relacionado con algún
mérito, o para elevar determinada condición del pueblo
judío. Entre los materiales se pueden mencionar: oro, plata,
cobre, seda, lana azul, mármol y madera entre otros. El
Santuario y sus componentes son la representación en un
microcosmos de todo el universo, lo cual crea un paralelo
entre la grandeza del universo y la del Mishcán y su
construcción. Las cortinas superiores e inferiores equivalen
al cielo y la tierra; el agua del Kiyor al agua en el
universo; el altar en el cual se hacían los sacrificios
equivale a los animales; otro altar representa a todas las
demás especies; el candelabro simboliza el sol y la luna y
sus siete brazos las constelaciones que aluden a todos los
eventos naturales que suceden en el universo: "Siv´a a
Kojvai Lejet". También existe un paralelísmo entre la
estructura del Mischcán y sus componentes, con el cuerpo
humano y sus órganos. El arca -Arón- que contenía las
Tablas de la Ley se corresponde con el corazón, los ángeles
que estaban encima del arca, a los pulmones, la Mesa
simboliza el estómago; el candelabro -Menorá- a la mente
humana y así sucesivamente. De todos los elementos del
Santuario, el arca fue lo primero que se construyó, porque
representa la Torá. Así como la Torá precede a la
creación, así el Arón fue hecho antes de los demás
elementos. Betzalel fue el constructor del Mischcán. La mesa
era una estructura vertical con doce compartimientos que
contenían los doce panes horneados cada viernes y que se
mantenían frescos hasta el viernes siguiente.



La Menorá o
candelabro es descrita en todos sus detalles como la orden de
fabricarlo, el material a usar, su forma, peso, tamaño,
ubicación, consagración, modo de encendido y mantenimiento
de las luces. Fue realizado de una sola pieza de oro macizo.
El número siete representa la perfección del mundo físico.
Todo el universo fue creado en seis días y descansando el
séptimo día, D-os completó y perfeccionó su Creación
dándole a todo un propósito central. Los siete brazos de la
Menorá equivalen a los siete días de la Creación y derivan
de una sola fuente que es la Unidad. La Menorá representa la
fe del judío quien no ve los poderes del universo como
entidades separadas sino como brazos de una totalidad, lo
cual implica que D-os es fuente de todos los poderes y
fuerzas. Las treinta y nueve actividades necesarias para la
construcción del Tabernáculo comprenden todas las áreas de
actividad humana existente y son las que conforman los 39
actividades que no pueden ser realizadas en Shabat.



El Mishcán fue
erigido en el año 2.449 desde la Creación en el calendario
judío y 1.312 a.e.c. del calendario gregoriano. Desde la
construcción del Santuario y por 479 años, hasta la
construcción del Primer Templo, el Arón HaKodesh -Arca
Sagrada- fue guardada en el Mishcán. Los Leviim
transportaron el Arca por 39 años en el desierto. Al llegar
a Israel estuvo en: Gilgal por 14 años, en Shilo por 369
años, en Nov por 13 y en Giveon por 44 años. La
inauguración del Templo fue en el año 2.928 del calendario
judío.

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En esta Parashá D-os ordena la
utilización del aceite de oliva para el encendido de la
Menorá -Candelabro del Santuario- el mismo que se utilizará
posteriormente en el Bet Hamikdash -Templo. El aceite era
aportado por toda la comunidad. Se utilizaba el aceite de
mayor pureza que se obtiene con las primeras gotas extraídas
de las aceitunas. El Talmud nos explica que ese aceite
representa la pureza del estilo de vida basado en la Torá
como expresión divina, representa la luz interior, la
espiritualidad y testimonio de la Presencia Divina en el
mundo. Un milagro especial ocurría en relación a una de las
luces de la Menorá "ner maaraví", aún cuando se
le ponía la misma cantidad de aceite que a todas las demás
luces esta permanecía prendida por mucho más tiempo. Cuando
el Cohén limpiaba por las mañanas encontraba encendida esta
luz y con ella prendía por la tarde todas las demás. Esto
fue indicación de la presencia de la Shejiná -Providencia
Divina- y duró hasta la muerte de Shimón HaTzadik -Simon el
Justo.



Aharón y sus cuatro hijos:
Nadav, Avihú, Eleazar e Itamar fueron escogidos por Hashem
para ser Cohanim -Sacerdotes. Aharón, hermano de Moshé es
el primer Cohén Gadol. Moshé en cambio, quien estaba
supuesto a ser Cohén es designado por D-os como Levita por
su negativa en un primer momento a ir a Egipto y liderizar a
B´nei Israel cuando D-os se lo ordenó.



Los sacerdotes tenían que usar
vestiduras especiales para el servicio en el Santuario. Todas
estaban hechas de lino blanco y constaban de una camisa,
pantalones, cinturón y turbante. El Cohén Gadol además
usaba las llamadas vestimentas de oro pectoral -efod, manto y
tzitz -banda de la cabeza. El Cohén Gadol se ponía ocho
vestimentas en total, número que representa un nivel de
trascendencia, de conexión con lo extramundano. Cada prenda
de vestir estaba relacionada con la expiación de las
distintas faltas que pudieran ser cometidas por el pueblo.
Estas vestimentas tenían un profundo significado místico y
espiritual y por tanto debían ser elaboradas según las
instrucciones sagradas y por personas sabias conocedoras de
la Torá. El pectoral estaba formado por doce cuadros, cada
uno con una piedra preciosa que representaba a cada una de
las distintas Tribus. Las letras de los nombres de Abraham,
Itzjak, Yaacov, y Shivtai Yeshurún, estaban distribuídas de
tal modo que en cada piedra preciosa había seis letras, lo
que totalizaba todo el alfabeto que era necesario para la
combinación de los mensajes de "Urim ve Tumim".
Las matriarcas estaban representadas en las cuatro filas. Las
seis letras en cada Tribu simbolizaban la creación del mundo
en seis días. El total de letras -72- corresponden a las 72
letras que componen el nombre de D-os y que sostuvieron la
creación durante la formación del mundo. A la vez están
relacionadas con el Pasuk "Olam Jesed Yibané": el
mundo se sostiene en base a la bondad y misericordia -jesed-
que también tiene el valor numérico de 72. Los Urim ve
Tumim eran pergaminos en los cuales Moshé había escrito las
72 letras del nombre de D-os y que hacían que el pectoral se
alumbrara para dar respuesta a través de las distintas
combinaciones de letras a las consultas o decisiones que
afectaban a todo el pueblo de Israel o un Tribunal -Beit Din-
para la obtención de una sentencia definitiva. Estas
vestimentas utilizadas por Aharón y luego por el Cohén
Hagadol en el Templo fueron las mismas que se llevó
Nabucodonosor a Babilonia como botín después de la
destrucción del Primer Templo. Son las que el Rey
Ajashverosh -Asuero- se puso en el festín que daba para
consolidar su poderío y del cual surge toda la historia de
Purím que celebramos el 13 de Adar.
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D-os ordena a
Moshé que cuente al pueblo de Israel. Este es el tercer
censo que se realiza al día siguiente de Yom Kipur después
del pecado del becero de oro, en el primer año de su
estadía en el desierto. El primer censo fue realizado cuando
Yaacov y su familia compuesta de setenta personas bajaron a
Egipto. El segundo se realizó cuando los judíos salieron de
Egipto y eran 600.000 los varones mayores de 20 años. El
método seguido para el conteo era el de la entrega del medio
"shékel".



D-os advierte a
Moshé que el conteo no puede hacerse en forma directa, lo
que nos enseña que cada persona tiene su propio valor y
además que ninguna persona está completa si está sola.
Solo se puede lograr la espiritualidad y hermandad cuando se
coopera y se une con los demás.



Después de la
entrega de la Torá Moshé permaneció 40 días estudiando
Torá directamente de Hashem. Sólo al completarse ese
período fue premiado con la habilidad de retener todo lo que
había aprendido. Las dos tablas de la ley sobre las cuales
estaban tallados los Diez Mandamientos, eran de safiro azul.
Los mandamientos podían ser leídos de ambos lados y las
letras "mem" y "samej" que tienen forma
de cuadrado y círculo sin puntos de apoyo en su zona
central, se sostenían milagrosamente sin caerse.



El becerro de
oro fue realizado por los hijos de Bilam -connotado brujo
egipcio- cuando el pueblo por error en el conteo de los
cuarenta días pensó que Moshé no regresaría. La
iniciativa para su elaboración fue del llamado "airev
rav" que era la multitud de egipcios que acompañaron a
los judíos en el éxodo de Egipto. Las mujeres no
contribuyeron con la realización del becerro de oro pero sí
lo hicieron al dar sus joyas para la construcción del
Santuario que comenzó poco tiempo después. Por esta actitud
sobrevivieron hasta la llegada a Eretz Israel y además por
su mérito les fue dedicada la festividad de Rosh Jodesh
-principio del mes- durante la cual existe la costumbre de
que las mujeres se abstengan de trabajar.
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Con la lectura
esta semana de dos Parashiot (llamadas mejubarot -unidas-) se
finaliza el libro de Shmot -Exodo. Ambas hacen referencia a
la transmisión de la orden de construcción del Santuario
que da Moshé al pueblo. Anteriormente, en Terumá y Tetzavé
se hizo referencia a la orden de D-os dada a Moshé en
relación al Santuario y a sus componentes así como a las
vestimentas de los Sacerdotes. Aún cuando los
acontecimientos referidos al becerro de oro, relatados en Ki
Tisá -Censo- se interponen entre ambas Parashot, la orden de
ejecución sobre la construcción del Santuario igualmente se
cumple y la Providencia Divina se posa sobre el mismo.



Cuando el
pueblo de Israel, acepta la Torá diciendo "naasé
venishmá" -haremos y luego entenderemos- adquiere el
nivel de Adam antes del pecado lo que los hace inmortales.
Luego del pecado del becerro de oro la Presencia Divina se
aleja y de nuevo pasan a ser mortales. El pecado del becerro
de oro, primero del pueblo de Israel, evidencia que aún a
partir de los comienzos de nuestra historia como pueblo
existieron grupos que distorsionaron el verdadero sentido de
la Torá, sin negar ni rechazar su judaísmo, tal como sucede
a lo largo de la historia hasta nuestros días. Las
"reinterpretaciones", supuestas modernizaciones,
innovaciones y modificaciones de los elementos esenciales del
judaísmo con la excusa de hacerlo más atractivo o
confortable, producen una falacia. El contenido espiritual y
transcendente del judaísmo, centrado en la divinidad de la
Torá como premisa central tiene carácter de permanencia y
eternidad no sujeto a modas, opiniones o nuevas morales. No
necesita ser actualizado y puede ser ejercido en cualquier
lugar del mundo. Los métodos de transmisión de la
tradición de generación a generación, la explicación
adecuada sobre los significados, contenido y acción judía,
forman una sólida identidad que no requiere de simples
modificaciones rituales para hacer parecer el judaísmo más
entretenido. Vivir el judaísmo como se ha hecho desde hace
miles de años tiene sentido y propósito. El ejercicio de
esa particularidad y la historia que nos ilustra la corta
vida de todos aquellos movimientos, tendencias y sectas
modernizantes, hace que entendamos que si las excusas de
progreso intelectual o el avance científico, sirven para
distraernos del propósito central de trascendencia que por
medio de acciones específicas nos lleva a cumplir con
nuestra misión de traer la paz al mundo, sin cometer el
error de caer en idolatría.



La tribu de
Leví, los Tzadikim -piadosos- y los Nesiim -líderes- no
contribuyeron para la realización del becerro de oro. En
Parashat Vayakehel Moshé reune al pueblo y lo instruye sobre
el Shabat como día de descanso dedicado a D-os. Día en que
Hashem, luego de finalizar la Creación dedicó a armonizar
su obra y contemplarla en su totalidad. Aún las labores del
Mishcán fueron interrumpidas en Shabat lo cual evidencia su
importancia y el carácter testimonial que tiene como prueba
en la creencia en D-os. Moshé, esta vez en su rol de
recaudador pide a cada uno de los miembros del pueblo su
contribución voluntaria para la construcción del
Tabernáculo. A pesar de la disposición y el entusiasmo
inicial, en diversas oportunidades privó la adhesión a las
posesiones materiales de las cuales las personas no se
querían desprender. Sin embargo, la insistencia de Moshé
como recaudador de fondos estaba en la calidad y no la
cantidad, en la voluntariedad y la disposición para dar, a
diferencia de los métodos de presión y a veces de coerción
que se utilizan hoy en día para el logro de las metas
estipuladas. Sin embargo es necesario recalcar que existía
una contribución obligatoria igual para todos los judíos
-medio shekel- para asegurar el funcionamiento básico, solo
las contribuciones para el embellecimiento y glorificación
del Tabernáculo eran dejadas a la discreción individual.
Moshé, en Parashá Pikudei rinde cuenta de la recaudación
obtenida en oro, plata y cobre para la construcción del
Tabernáculo y los objetos sagrados. Dicen nuestros sabios
que no pueden haber bendición en las cosas que pueden ser
contadas, medidas o numeradas, sino en aquellas que no están
a la vista.

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LIBRO VAYIKRA: LEVITICO



Esta semana
comienza la lectura del tercer libro de la Torá, que marca
la mitad del Pentateuco. Comúnmente se traduce como
"Levítico" aún cuando su traducción literal es
la que encabeza esta Parashá que lleva el mismo nombre:
"Y llamó". Este libro a diferencia de los
anteriores, Bereshit -Génesis- y Shmot -Exodo- que tenían
un carácter básicamente narrativo, contiene una gran
cantidad de Leyes -Halajot- y Preceptos -Mitzvot-
relacionados con las ofrendas, pureza, festividades y otras
prescripciones éticas. Cuando el niño judío a los tres
años empieza oficialmente su estudio judaico (entrada al
Jéder) lo hace a partir de Vayikrá. La primera palabra de
este libro -Vayikrá, termina con una letra alef más
pequeña que el resto de las letras que la forman. El verso
"Vayikrá et Moshé" hace referencia al llamado
especial que le hace D-os a Moshé para que entre al
Mishcán. Sin embargo Moshé con la humildad que lo
caracterizaba pidió a D-os que se redujera esa letra porque
consideraba que no era apropiado que D-os en su grandeza
hiciera una deferencia tan especial en llamarlo.



El servicio a
D-os en el Santuario móvil del desierto comenzó el primero
de Nisán. Ese mes es el primero del año y el conteo de
todos los demás meses se hace en relación a éste tal como
el conteo de los dias se hace en relación al Shabat. El
primero de Nisán es uno de los cuatro años nuevos y lo es
con respecto a cinco aspectos: conteo de los años de reinado
de los Reyes de Israel, cálculo de los años bisiestos,
conteo de los meses para las Fiestas de Peregrinaje y para la
entrega del "shékel". El estudio de las leyes
relativas a las ofrendas -korbanot- a los que se refiere esta
Parashá tiene importancia aún en la actualidad porque se
volverán a practicar cuando sea construído el Tercer
Templo.



Existían cinco
tipos principales de sacrificios que podían ser ofrecidos
por el individuo: Olá, consumido totalmente por el fueto del
altar; Minjá, a diferencia de los demás que consistían de
animales, tenía el caráctrer de regalo y era de harina;
Shlamim, forma de expresar agradecimiento a Hashem en
ocasiones alegres; Jatat, ofrecidos para expiar algunos
pecados cometidos sin intención y Asham, presentado como
penitencia por la comisión de algunos actos impropios. Sólo
tres animales casher podían ser ofrecidos como sacrificios:
el buey, la oveja y el carnero, todos ellos animales que
pueden ser cazados por otro. Ningún tipo de pez podía ser
llevado al altar para ser sacrificado. Los pollos no eran
aceptados como ofrendas. El equivalente actual de los
sacrificios son las plegarias que sustituyen a los tres
sacrificios diarios. Esta es la manera de acercarse a D-os ya
que a través de las letras del alfabeto hebreo que son
sagradas se produce la comunicación espiritual. Es una
línea directa de la persona con D-os a quien puede pedir
ayuda porque reconoce que está en todas partes y es Creador
Absoluto de todo lo existente.
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Las ofrendas
descritas en esta Parashá son aquellas que especialmente
tenían que ofrecer los Cohanim -Sacerdotes- y por eso
comienza cuando D-os le dice a Moshé: "Ordena a Aharón
y a sus hijos...". Estas ofrendas eran para expiar el
pecado del becerro de oro ocurrido antes de la construcción
del Mishcán -Santuario- en el cual había participado
Aharón. El Cohén Gadol tenía la obligación de ofrecer un
sacrificio diario de sus propios recursos lo cual nos enseña
que primero la persona tiene que mejorarse a sí misma para
después poder guiar a las demás. El Cohén pedía perdón a
D-os por los pecados cometidos por el pueblo pero del mismo
modo tenía que pedir primero perdón por sus propios actos.
El sacrificio del Sacerdote incentivaba al resto del pueblo a
presentar sus ofrendas sin avergonzarse por sus pecados. La
ofrenda del Cohén estaba compuesta por aceite y harina como
la traída por aquellos que tenían recursos escasos, para
que de ese modo no se avergonzaran. La ofrenda de
agradecimiento -Hashlamei Todá- era presentada por aquellas
personas que se habían salvado de un peligro. En la
actualidad se reemplaza por Bircat Hagomel -bendición que se
hace durante la lectura de la Torá. Esta escrito que en el
futuro serán eliminadas todas las ofrendas menos la de
agradecimiento ya que el hombre dejará de pecar pero deberá
seguir agradeciendo por su buena fortuna.



Se prohibe
comer la grasa animal sin que pase por el proceso de Nikur
-limpieza de las grasas prohibidas. En el judaísmo no se
permite el consumo de sangre animal ya que se considera que
esta es la esencia de la vida. La importancia del desarrollo
de las cualidades de sensibilidad, bondad y compasión en la
persona hace que exista esa prohibición. Lo físico actúa
sobre la esencia espiritual de la misma influyendo en su
desarrollo. La interrelación entre cuerpo y alma se hace
perceptible en las enfermedades ya que el estado de ánimo
influye sobre el organismo causándole una enfermedad física
y a la inversa, el malestar físico provoca cambios en el
estado de ánimo, lo que en realidad confirma que no existe
dualidad mente-cuerpo sino que el hombre es una unidad.



El alimento se
convierte en carne y sangre de la persona que lo ingiere. El
pueblo judío fue instruido con la revelación de D-os que en
los alimentos prohibidos existe una fuerza negativa que se
ejerce sobre el alma espiritual y por eso le ordenó evitar
su consumo.



Pésaj es la
primera de las Fiestas de Peregrinaje y las otras dos:
Shavuot y Sucot, son consecuencia y continuación de ésta.
La primera vez que fue ofrecido el sacrificio de Pésaj
-Korbán Pésaj- sucedió cuando D-os ordenó al pueblo
judío tomar un carnero que significaba una deidad en Egipto,
tenerlo en sus casas desde el 10 al 14 de Nisán y
posteriormente sacrificarlo para manifestar públicamente su
fe en el D-os único y negar la idolatría, no sólo en su
corazón sino también públicamente. Posteriormente al
existir el Beit Hamikdash, de todas partes del país y del
mundo llegaban los judíos para ofrecer el sacrificio pascual
que sólo podía hacerse en el Templo de Jerusalem. El el
Séder de Pésaj se rememora esa ofrenda con el
"zroa" -cuello o ala de pollo asado directamente al
fuego siendo el único de los elementos que no se ingiere y
que se coloca en la Keará -Plato de Pésaj.
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Las dos
Parashiot (mejubarot -unidas) que se leen esta semana hacen
referencia a las leyes de pureza e impureza de la mujer que
concibiere y a aquellas relativas a quienes contraían
"tzorá" -especie de lepra- por la comisión de
ciertos pecados. Se describen los distintos tipos de lepra y
el proceso de purificación que se deben hacer al haber
sufrido esta aflicción.



A simple vista
pareciera que la lepra connota únicamente impureza, es decir
lo negativo, pero no es así. No tan sólo alude desorden y
mala condición de la piel, sino también puede verse lo
positivo en su esencia. Incluso Mashíaj al estar en el Galut
-exilio- varias veces es denominado como leproso por el
Talmud, como está descrito: "Mashíaj sufre por
nuestras acciones y nuestras enfermedades son de él".
Siendo obvio el hecho de que Mashíaj no connota mal de
ninguna forma. Mashíaj como sabemos, existe en cada
generación y por lo tanto debe pasar por todos los
sufrimientos del exilio junto a Am Israel. De qué manera
sufre Mashíaj? Lepra, como aclara Jasidut, es la situación
que afecta la piel del cuerpo, es una infección de la capa
externa que no se relaciona de ningún modo con los órganos
internos. En resumen, la lepra representa a una persona que
internamente está refinada e intacta y lo único que le
falta es purificar su cáscara exterior. En el caso de
Mashíaj la "cáscara" consiste de todas las
debilidades de los judíos. Y en nuestras manos cae el deber
de purificarnos para que el Mashíaj pueda liberarnos del
Galut. Según lo antedicho es muy obvia la relación entre la
Metzorá -lepra- y Mashíaj, por lo cual se entiende que las
leyes están relacionadas con el proceso de la revelación de
Mashíaj y el proceso de refinamiento por el cual los judíos
tienen que pasar en el momento de su revelación, pues
Mashíaj espera impacientemente por el día en el cual su
sufrimiento cesará y D-os traerá la redención final.



A partir de la
segunda noche de Pésaj y hasta la víspera de Shavuot todas
las noches se cuenta el Omer -ofrenda que se llevaba al
Templo de Jerusalem. Cuando Moisés informó al pueblo judío
de su liberación de la esclavitud también le dijo la
finalidad de esa redención que era el recibimiento de la
Torá en el Sinaí. Por ello inmediatamente después de la
salida de Egipto los judíos empezaron a contar los días y
las semanas a la espera del recibimiento de la ley divina.
Estas siete semanas -cuarenta y nueve días- se considera un
período de crecimiento espiritual. También señala el gran
potencial para el cambio que tuvo el pueblo ya que pasó en
un tiempo muy corto, de un nivel máximo de impureza cuando
se encontraba en Egipto a uno de máxima pureza al recibir la
Torá.



Se recalca la
importancia de la concepción y de la maternidad. En los
primeros cuarenta días de la concepción se decide el futuro
de la persona. D-os determina su sexo, su salud, su grado de
inteligencia, su apariencia y sus posibilidades físicas y
mentales así como su destino. Lo único que no es decidido
es si será buena persona -tzadik- o mala persona -rashá. El
grado de su observancia de la Torá depende del esfuerzo que
haga. Cuando el niño está en el vientre materno se le
enseña toda la Torá, se le muestra una visión del Gan
Edén -Paraíso- y del infierno -Guehinom- y el ángel
encargado de ello le aconseja a ser un tzadik y no un rashá.
Cuando el niño nace el ángel toca sus labios provocando el
olvido de toda la Torá que haya aprendido. Sin embargo este
conocimiento queda registrado a nivel subconsciente.



El bebé humano
es el único de los animales que succiona de la parte
superior del cuerpo de su madre -cerca de su cabeza-
demostrándonos la atención que D-os dispensa a la dignidad
y santidad -kedushá- del género humano. En el principio, el
nacimiento se producía inmediatamente después de la
concepción y sin dolor. La situación actual es producto del
pecado cometido por Eva. Sin embargo en el futuro se volverá
a la situación original tal como se prevé en la profecía
de Yeshayahu -Isaias.



Generalmente se
usa el término "tzorá" como lepra y
"metzorá" como leprosos, pero debe tenerse en
cuenta que se trata de un tipo especial de lepra mandada por
D-os, que sólo afectaba a los judíos en tiempos del Beit
Hamikdash -Templo. Existían algunas faltas o pecados
(idolatría, blasfemia, inmoralidad, asesinato) por las
cuales la persona podía ser atacada con la enfermedad de
tzorá: "Lashón Hará" -hablar mal, chismosear-
era considerado uno de los pecados más graves y aún lo es
en nuestros días. De todos los órganos del cuerpo, la
lengua es la que se mueve con menos dificultad y a mayor
velocidad, por eso el pecado que se comete con mayor
frecuencia es el de Lashón Hará. Debemos darnos cuenta que
las palabras dichas no se evaporan sin antes dejar una marca
que no puede ser borrada ni recogida. La lengua es un arma
muy potente, lo hablado por una persona puede perjudicar a
otra que se encuentre a gran distancia, incluso en otro
continente, cosa que no puede hacer un revólver o un puñal,
además el lashón hará liquida a tres personas
simultáneamente: al que habla, al que escucha y aquel sobre
el que se habla. Para ser salvados del chisme diariamente le
pedimos a D-os en nuestras plegarias que impida que hablemos
mal de otros. Cada persona debe ocuparse de sus propias
fallas y limitaciones para superarlas. Las imperfecciones que
uno ve en los demás generalmente son proyección de las
propias.
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Ocho -por
encima de la naturaleza. Si colocamos vasos iguales, uno de
ellos en el centro y el resto alrededor, el número de vasos
que completarán el círculo alrededor del vaso central será
siempre de seis. En esa formación hay siete vasos y no queda
lugar siquiera para una pequeña copita, así será también
con cualquier tamaño del círculo. Este hecho está
explicado por los sabios de Israel de acuerdo a la regla que
dice que el número siete enseña acerca del cierre del
círculo en los ciclos de la naturaleza. El ordenamiento del
tiempo en semanas que como se sabido fue fijado por el
Creador y no por los seres humanos, también está compuesto
por siete días cuyo centro es el Shabat. Después del Shabat
no continuamos contando ocho y sucesivamente, sino que se
vuelve a un principio para formar otro ciclo, un nuevo
círculo. Ese ejemplo es uno de los tantos que expresan la
perfección de la naturaleza -sistema formado por unidades de
siete. Sabemos también acerca de la ley judía que obliga a
descansar en el séptimo año del trabajo de la tierra, el
campo, el huerto o la viña. A partir del séptimo año y al
concluir la cuenta de siete años por siete veces
consecutivas, completamos un sistema más amplio que abarca
cuarenta y nueve años, después de los cuales será el año
del "Iovel" -jubileo- que tiene muchas leyes
particulares que lo regulan.



La
inauguración del Tabernáculo duró siete días. El octavo
día, primero de Nisán del año 2.449 después de la
Creación se reveló la Presencia Divina y Aharón asumió
por primera vez su función como Cohén Gadol. El número
siete está relacionado con la naturaleza del mundo, con la
parte exterior y limitada de la Creación. El número ocho en
cambio expresa lo que está más allá del orden natural,
muestra la revelación espiritual, la divinidad que está por
encima de la naturaleza. Por ello sólo después de los siete
días de consagración tuvieron los judíos el privilegio de
presenciar la Gloria de D-os. Parashá Shminí comienza:
"... y fue en el octavo día que llamó Moshé..."
e inmediatamente surge la pregunta: por qué llama la Torá a
ese día "el octavo día", si una vez que los siete
días de consagración concluyeron la cuenta...? No debería
comenzar el ciclo nuevamente ? La explicación concuerda con
lo que se explicó anteriormente. Los siete días de
consagración concluyeron cerrando el círculo. Más el día
que los siguió, día en que se inauguró el Altar, no sólo
no fue un día común sino que fue un dia de gran
importancia. Eso significa que hay sucesos excepcionales en
los que se revelan fuerzas que rompen con las limitaciones de
la naturaleza y que están representadas en el número ocho.
Por eso, al finalizar con la descripción de lo que sucedió
en ese día la Torá relata (Lev.9:23): "... y se
mostró la Gloria de D-os a todo el pueblo..." tan sólo
en el octavo día. Después de los siete días de
consagración tuvieron los hijos de Israel el privilegio de
tener la revelación de la Presencia Divina que está por
encima de la naturaleza.



Aharón es
considerado como la personificación de la paz ya que la
amaba y hacía todo lo que estuviera a su alcance para
conseguirla. La primera palabra de la Parashá es Vayehí: y
pasó. Para algunos de nuestros sabios cuando se usa este
término, se alude a algún acontecimiento trágico como lo
fue en este caso la muerte de dos de los hijos de Aharón:
Nadav y Abihú, quienes poseían un alto nivel espiritual. Su
muerte se produjo por exceso porque trataron de asumir una
cercanía a D-os por encima de la permitida y por tanto
fueron castigados con severidad aún cuando sus intenciones
eran puras.



En Yom Kipur en
la Lectura de la Torá -Ajarei Mot Vaykrá 16:7- se menciona
también el fallecimiento de los hijos de Aharón haciendo un
paralelo entre un tzadik y Yom Kipur. Así como el día de
Yom Kipur expía nuestros errores y pecados trayendo perdón,
así también el fallecimiento de un tzadik trae perdón a su
comunidad.



D-os instruye a
Aharón sobre algunas de las leyes que deben ser cumplidas
por los cohanim entre las cuales se destacan la prohibición
de estar en contacto con un cadáver, salvo que se trate de
sus familiares más cercanos: padre, madre, hermanos, hijos o
esposa. El Cohén tampoco podía hacer el Servicio en el
Templo después de haber tomado alguna bebida alcohólica ya
que la intoxicación produce sueño y disminución de la
claridad mental. En la actualidad esta regla sigue vigente
para aquellos que deben juzgar una decisión según la
Halajá. El carácter de una persona puede ser evaluado
según tres criterios: Bekosó -en su copa- observando sus
hábitos en la bebida; Bekisó -en su bolsillo- al observar
su forma de trabajar, negociar y dar tzedaká (caridad); y
Bekaasó -al enojarse- según como maneje su enojo y
temperamento.



En esta
Parashá se establecen las señales que diferencian a los
animales que son casher de aquellos que no lo son. Para que
un animal sea considerado casher debe tener dos
características: pezuña hendida (completamente) y ser
rumiante. Existen cinco clases de animales que sólo tienen
una de estas características, y por lo tanto no pueden ser
ingeridos. Ellos son: el camello, el conejo, la liebre, los
animales llamado sh´sua que son rumiantes pero que no tienen
la pezuña hendida, y el cerdo que tiene la pezuña hendida
pero no es rumiante. Los animales casher son: gacela, corzo,
antílope, búfalo, cabra montés, gamuza, bisonte, toro,
oveja, cabra, carnero, ciervo. Los peces casher son los que
tienen aletas y escamas. La Torá lista 24 aves que no son
casher entre las cuales se mencionan: águila, buitre, cisne,
alcatraz, cigueña, cuervo, halcón, buho y gaviota. las
demás a excepción de las listadas en la Torá pueden ser
consumidas y entre ellas encontramos: pollo, gallina, gallo,
pato, ganso y pavo. Todas las especies animales están
mencionadas en la Torá. No hay ninguna especie que se haya
descubierto con posterioridad.
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Durante el
período que se extiende de Pésaj hasta Shavuot (costumbre
sefaradí) o hasta Rosh Hashaná para los ashkenazis, se lee
cada Shabat antes del rezo de Mishná: "Pirkei
Avot" -Etica de los Padres, uno de los tratados
contenidos en el Tomo de Nezikim, uno a su vez de los seis
que componen la Mishná. Contiene una serie de reglas,
pensamientos, principios de conducta y aforismos atribuidos a
sesenta sabios que vivieron hace aproximadamente 2.000 años
(desde 330 a.e.c. hasta 200 e.c.) Los principios morales y
éticos que se desprenden de estas enseñanzas difieren de
aquellos expresados por sabios de otras naciones porque las
del judaísmo están inspiradas en la Torá y por tanto no
son el resultado de la reflexión, análisis o sabiduría
personal como sucede con otros pueblos. Los preceptos de vida
contenidos en Pirkei Avot se leen en esta época del año
después del invierno, para canalizar las pasiones que
renacen en primavera, a fin que la persona no tenga la
impresión de que todo depende de ella y está bajo su poder.
También se considera como parte de la preparación
espiritual a la cual nos tenemos que dedicar en este período
de "Sefirat HaOmer" -conteo del Omer- que culmina
con el recibimiento de la Torá en Shavuot.



Después de la
muerte -ajarei mot- de los hijos de Aharón, D-os instruye
detalladamente a Moshé sobre el servicio especial y los
sacrificios del día de Yom Kipur que sería llevado a cabo
por Aharón en su carácter de Cohén Gadol, quien solo
entraría al Kodesh HaKodashim -el lugar más santo del
Templo- en esa única ocasión. Esta Parashá también
explica que al ser Eretz Israel la tierra más santa del
mundo, sus habitantes deben observar una conducta de alta
moralidad pues de lo contrario la tierra los expulsaría y
quedarían exilados.
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D-os estipula
el carácter de Santo -Kedoshim- del pueblo judío en su
doble acepción, como santo en el sentido de los altos
parámetros de moralidad que le son exigidos a través del
cumplimiento de las mitzvot y como separados de los demás
pueblos y de todas aquellas cosas que estén en
contradicción con la Torá. Se advierte al pueblo judío que
no debe emular a los demás pueblos. Aún en la actualidad
debemos estar alerta a nuestro modo de vida observando los
preceptos según nuestros cánones de restricción y
moralidad porque tal como decía Rabí Schneur Salman de
Liadi: "Todo lo que está prohibido no se permite, pero
mucho de lo permitido no es esencial" por lo cual
debemos en todo caso actuar con moderación y autenticidad.



El pueblo
judío tiene un compromiso con D-os de actuar como modelo de
ética y moral para las demás naciones, para demostrar en la
práctica la posibilidad de una sociedad deseable. Ese
compromiso no implica superioridad con respecto a los demás
pueblos ni impunidad en las acciones, ni privilegios
especiales, sino obligaciones y responsabilidades de aquellos
que están destinados a servir al mundo, aportando una luz a
las naciones como servidores, más no amos.



Parashiot
Kedoshim, colmada de mitzvot -aproximadamente 70- fue
transmitida a todo el pueblo reunido en Asamblea porque en
ella se incluyen los preceptos equivalentes a los Diez
Mandamientos y además principios fundamentales tales como
"amarás a tu prójimo como a tí mismo" que
consagra la unidad de la nación donde cada judío es
considerado como parte del gran cuerpo que es el pueblo
entero. También se incluyen leyes de prohibición de la
idolatría de cualquier culto o filosofía que contradiga a
la Torá, la prohibición de cruzar especies animales o
realizar injertos de especies diferentes, la de usar shatnez
-mezcla de lino y lana en la ropa, la de comer la fruta del
árbol durante los primeros tres años -orlá- y la de
dedicarse a ciencias ocultas -magia- entre muchas otras. Aún
cuando se indica al pueblo que debe ser santo, es necesario
advertir que nunca será como la santidad propia de D-os que
es de carácter trascendente. En términos humanos la
referencia a kedushá -santidad- alude a la búsqueda
constante e interminable de niveles espirituales que
conduzcan a la autenticidad de la persona en su conexión con
D-os.

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Moshé
estableció que el estudio de las leyes relativas a cada una
de las festividades debe comenzar treinta días antes de su
celebración y continuar en el mismo Yom Tov. En esta
Parashá además de establecer las mitzvot relativas a las
festividades de Pésaj, Shavuot y Sucot (fiestas de
peregrinaje a Jerusalem en tiempos del Templo) que son las
tres festividades mencionadas en la Torá, se hace referencia
también a Sefirat HaOmer y al Shabat. El Shabat, el único
ritual que aparece en los Diez Mandamientos es el más
mencionado en la Torá. Le son dedicados dos tomos del
Talmud, dos del Shulján Aruj -código de leyes judías en
200 capítulos- y muchas otras referencias en el Midrash,
Profetas y otros escritos.



El Judaísmo
clásico no reconoce divisiones como las de Ortodoxos,
Conservadores y Reformistas. Básicamente se habla de dos
grupos, los que respetan Shabat -Shomer Shabat- y los
profanadores del mismo -Mejalel Shabat, siendo la
institución central del judaísmo. Los sabios asumen que
quienes lo profanan lo hacen por ignorancia porque de lo
contrario no renunciarían a este privilegio, a este regalo
que D-os concedió al pueblo judío. Algunas personas
proclaman que para ser "buen judío" basta con
observar los Diez Mandamientos pero no se dan cuenta que si
no observan el Shabat están dejando de cumplir uno de ellos.
Además producen la contradicción de exigir el cumplimiento
de determinado mandamiento a conveniencia, por ejemplo el de
"Honra a tu padre y a tu madre" cuando al mismo
tiempo no cumplen con el Shabat. Si no se cumple uno de los
Mandamientos, en qué hay fundamento para exigir el
cumplimiento de otro?



Shabat es el
testimonio de dos eventos fundamentales: la creación del
mundo por D-os y el éxodo de Egipto. Si una persona dice que
cree en D-os pero no cree que El es el creador del mundo y
todo lo que hay en él, esta persona no cree o no entiende
realmente el concepto judío de D-os.



D-os además no
es una abstracción, tiene injerencia directa en la vida de
las personas y del pueblo cosa que quedó demostrada en el
éxodo cuando El se reveló a todo un pueblo en un evento
histórico único. El día de Shabat D-os no mandaba el
Maná, sino que el pueblo recibía una doble ración el
viernes -razón por la cual hasta el día de hoy ponemos dos
Jalot en la mesa de Shabat- desde entonces y por más de tres
mil años se observa fielmente el Shabat. Su concepto está
ligado con el descanso de D-os después de haber terminado la
Creación. Se podría pensar que muchas de las cosas
prohibidas como encender una luz, marcar un teléfono o
manejar un auto no requieren mayor esfuerzo, pero lo que es
diferente es el sentido del descanso. D-os descansó cuando
dejó de crear y de interferir en el mundo y lo mismo hacemos
nosotros cuando en Shabat dejamos de ejercer nuestro poderío
sobre la naturaleza. En Shabat en vez de seguir cambiando el
mundo D-os armonizó con lo creado -armonía entre D-os y el
universo que comparten quienes observan el Shabat, cuando no
ejercen ningún acto de dominio sobre la naturaleza. Shabat
le da a la persona la oportunidad de tener todo un día para
hacer una mitzvá sin ningún esfuerzo al liberarla de la
esclavitud de la actividad semanal dándole la posibilidad de
estar en armonía y paz con el mundo.
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A todo judío
le corresponde estudiar Torá por igual. Nadie puede invocar
derechos preferentes ni por el contrario sentirse exonerado
de su estudio, pues la Torá es herencia de Israel y frente a
ella todos tienen igualdad de responsabilidades. Sea cual
fuere el nivel espiritual de la persona ésta tiene el
potencial de revelar su conexión con la Torá para ejercerla
en su vida diaria. Cuando los judíos estudian Torá la
Shejiná desciende y el lugar es protegido, cosa que no
sucede si en determinada ciudad no hay Talmidei Jajamim
-estudiosos- quienes son considerados benefactores de la
humanidad porque protegen al resto de las personas y a la vez
garantizan la existencia contínua y la prosperidad del
mundo. El nombre de la Parashá: Bejar -monte- hace
referencia al Sinai, al mismo lugar en donde D-os entregó la
Torá a Israel. Nuestros Sabios explican que D-os escogió
esta montaña por ser más baja que las demás, lo que alude
al atributo de humildad pero en vez de escoger un valle,
eligió esa montaña porque es una elevación, la que
también necesita tener la persona con su autoestima para
poder enfrentar los retos y las pruebas espirituales. Poco
antes de la entrada del pueblo judío a Israel, se le ordena
guardar el séptimo año para el descanso de la tierra, un
descanso dedicado a D-os después de seis años de trabajo:
Año Sabático -Shmitá. Ese año el agricultor está libre
del trabajo del campo y todas sus preocupaciones, su sustento
en ese período deriva de la cosecha obtenida del sexto año
que será duplicada y por tanto alcanzará para la
manutención de la persona y su familia en el séptimo. El
año sabático es un recordatorio para el ser humano de que
todas sus propiedades, tierra, dinero, o casas son posesiones
temporales que le son otorgadas por D-os para que sean
utilizadas para el bien. Perder de vista esa temporalidad es
no darse cuenta de la omnipotencia de D-os y su intervención
en todos los acontecimientos del mundo y de las personas.
Después de siete ciclos de años sabáticos, el Sanhedrín
proclama el quincuagésimo año como el Año del Jubileo en
el cual existía toda abstención de trabajo agrícola, al
igual que el año anterior (el 49°). Se sonaba el Shofar
para recordar la libertad de todos los esclavos judíos y
además la devolución de todas las tierras a sus dueños
originales.



El número
siete tiene carácter especial para D-os, cosa que podemos
observar en los siguientes ejemplos: el mundo se divide en
siete regiones: Eretz, Adamá, Arká, Gal, Tziá, Neshiyá
Taivail; y la última: Eretz Israel, que por su santidad es
considerado el centro del mundo. Nuestros Sabios explican que
el mundo se compone de un tercio de área habitada, un tercio
de desierto y un tercio de océanos. Los tres primeros
términos aluden a las áreas civilizadas, las siguientes a
las desérticas. El séptimo día fue declarado santo
-Shabat. El séptimo mes -Tishrei- es especial porque en él
fue creado el mundo y cada año se juzga a toda la humanidad
en esta fecha. De los patriarcas y fundadores del pueblo
judío, el séptimo -Moshé- tuvo el mérito de recibir la
Torá; de los siete hijos de Ishaí, el séptimo -David- fue
elegido rey.
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Con esta
Parashá finaliza el tercer libro del Jumash. Se enumeran
todas las bendiciones y recompensas que recibirá el pueblo
de Israel si cumple estrictametne las mitzvot de la Torá,
especialmente las que componen la categoría de Jukim
-estatutos- aquellos que no tienen explicación racional pero
que deben ser cumplidos porque son expresión de la Voluntad
Divina, como por ejemplo el Cashrut.



También se
enumeran las maldiciones, enfermedades, derrotas y exilios a
los cuales serán sometidos los judíos cuando no cumplan con
los preceptos que le son ordenados por la Torá. Se recalca
el camino de la observancia de las mitzvot para que el pueblo
judío pueda cumplir con su misión de elevar el nivel
espiritual en el mundo tanto desde el punto de vista general
como individual.
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Continuación con el Libro Bamidbar



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