domingo, 10 de abril de 2016

Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla - Wikiwand

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Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla












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Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla
 Patrimonio de la Humanidad (parte de «Catedral de Sevilla, Real Alcázar y Archivo de Indias en Sevilla», n.º ref. 383) (1987)

Bien de interés cultural RI-51-0000329 desde el 29 de diciembre de 1928[1]



Tipo Catedral
Advocación Santa María de la Sede
Ubicación
Sevilla

 Andalucía

Flag of Spain.svg España
Coordenadas 37°23′09″N 5°59′35″O
Uso
Culto Iglesia católica
Diócesis Sevilla
Orden Clero secular
Arquitectura
Construcción 1401-1507
Estilo arquitectónico Gótico tardío
www.catedraldesevilla.es
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Catedral de Sevilla, Real Alcázar y Archivo de Indias en Sevilla
UNESCO logo.svg Welterbe.svg

Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad





Tumba de Cristóbal Colón

en la Catedral de Sevilla.


País Flag of Spain.svg España
Tipo Cultural
Criterios i, ii, iii, vi
N.° identificación 383
Región Europa y América del Norte
Año de inscripción 1987 (XI sesión)
Año de extensión 2010
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La catedral de Santa María de la Sede de Sevilla es la catedral gótica cristiana con mayor superficie del mundo. La Unesco la declaró en 1987, junto al Real Alcázar y el Archivo de Indias, Patrimonio de la Humanidad[2] y, el 25 de julio de 2010, Bien de Valor Universal Excepcional.[3] [4]
Según la tradición, la construcción se inició en 1401, aunque no existe
constancia documental del comienzo de los trabajos hasta 1433. La
edificación se realizó en el solar que quedó tras la demolición de la
antigua Mezquita Aljama de Sevilla,[5] de la cual se conservan el alminar (la Giralda) y el Patio de los Naranjos.[6]
En el año 2008, la investigadora de la Universidad de Cantabria Begoña Alonso Ruiz encontró el plano más antiguo que se conoce de la Catedral de Sevilla en el Monasterio de Bidaurreta de Oñate (Guipúzcoa), el cual fue realizado alrededor de 1490.[7] Este plano, una vez estudiado, ha aportado importantes datos sobre la construcción del edificio.[8]

Uno de los primeros maestros de obras fue Maese Carlín (Charles Galter), procedente de Normandía (Francia), que había trabajado previamente en otras grandes catedrales góticas europeas y llegó a España según se cree huyendo de la guerra de los Cien Años.
El 10 de octubre de 1506 se procedió a la colocación de la piedra
postrera en la parte más alta del cimborio, con lo que simbólicamente la
catedral quedó finalizada, aunque en realidad siguieron efectuándose
trabajos de forma ininterrumpida a lo largo de los siglos, tanto para la
decoración interior, como para añadir nuevas dependencias o consolidar y
restaurar los desperfectos ocasionados por el paso del tiempo, o
circunstancias extraordinarias, entre las que cabe destacar el terremoto de Lisboa de 1755 que produjo únicamente daños menores a pesar de su intensidad.[9] En estas obras intervinieron los arquitectos Diego de Riaño, Martín de Gainza y Asensio de Maeda. También en esta etapa Hernán Ruiz edificó el último cuerpo de la Giralda. La catedral y sus dependencias quedaron terminadas en 1593.[10]

El Cabildo Metropolitano mantiene la liturgia diaria y la celebración de las festividades del Corpus, la Inmaculada y la Virgen de los Reyes.
Éste último día, 15 de agosto, es también la fiesta titular del templo,
Santa María de la Asunción o de la Sede, y se celebra con solemne
procesión de tercia y pontifical.

El templo acoge los restos mortales de Cristóbal Colón y de varios reyes de Castilla: Pedro I el Cruel, Fernando III el Santo y el hijo de este, Alfonso X el Sabio.[11]

La
última obra de importancia realizada tuvo lugar en el año 2008 y
consistió en la sustitución de 576 sillares que conformaban uno de los
grandiosos pilares que sustentan el templo, por nuevos bloques de piedra
de características similares pero con mucha mayor resistencia. Este
difícil trabajo fue posible gracias al empleo de novedosos sistemas
tecnológicos que demostraron que el edificio sufría diariamente unas
oscilaciones de 2 cm como consecuencia de la dilatación de sus
materiales. [12]

Historia

Puerta del Perdón, puerta almohade de la antigua mezquita que da acceso al Patio de los Naranjos (siglo XII).

Puerta del Perdón, puerta almohade de la antigua mezquita que da acceso al Patio de los Naranjos (siglo XII).

Periodo almohade (1172-1248)

Durante la administración musulmana, el califa almohade Abu Yacub Jusuf ordenó la construcción de una gran mezquita en Sevilla en los terrenos que actualmente ocupa la catedral.[10] Los trabajos se prolongaron entre abril de 1172 y marzo de 1198, aunque se inauguró el 30 de abril de 1182.

La dirección de las obras fue encargada al prestigioso arquitecto de origen andalusí Ahmad Ben Baso,
el mismo que edificó los palacios de la Buhayra en Sevilla, el cual
construyó un hermoso edificio de planta rectangular de 113 x 135 m y con
una superficie de más 15.000 m².[13] Poseía 17 naves adornadas con arcos de herradura y un amplio patio, el sahn que aún se conserva con el nombre de Patio de los Naranjos. La actual puerta del Perdón daba acceso al recinto.[10]

Periodo mudéjar (1248-1401)

Tras la conquista de la ciudad por los cristianos el 23 de noviembre de 1248, la mezquita mayor fue consagrada,[14] pasando a ser catedral de la archidiócesis con pequeños cambios, como el de una Capilla Real donde se enterraron diferentes monarcas y familiares, entre ellos Alfonso X, Fernando III y Beatriz de Suabia.

Los
cristianos utilizaron durante más de 150 años el edificio musulmán. A
partir de 1401 se pensó en un nuevo templo de formas totalmente
cristianas, por lo que con el pretexto de que la mezquita se encontraba
en estado ruinoso, se procedió a demolerla.[10]

Gótica (1401-1528)

Bóveda de estrella, frente a la Capilla Mayor.

Bóveda de estrella, frente a la Capilla Mayor.
En 1888 se produjo un derrumbe de una de las bóvedas provocado por la rotura de un pilar

En 1888 se produjo un derrumbe de una de las bóvedas provocado por la rotura de un pilar
El cabildo catedralicio
decidió el 8 de julio de 1401 construir un nuevo templo, pues la
antigua mezquita almohade se encontraba mal conservada después del
terremoto ocurrido en 1356 que la afectó gravemente. Según la tradición
oral sevillana la decisión de los canónigos habría sido: «Hagamos una
iglesia tan hermosa y tan grandiosa que los que la vieren labrada nos
tengan por locos» y según el acta capitular de aquel día la nueva obra
debía ser «una tal y tan buena, que no haya otra su igual».[15]

Tradicionalmente
se ha dado como fecha de inicio de las obras el año 1402, aunque
actualmente se considera como fecha más probable 1434.[5] Se prolongaron en esta fase hasta 1506.[16] Se cree que el primitivo proyecto de la obra se debió al maestro Alonso Martínez. Posteriormente fueron maestro de obras Ysambarte y en 1439 el francés Carlín (Charles Gauter de Rúan) que se hizo cargo de los trabajos con un salario de mil maravedíes anuales, creyéndose que estuvo al frente de los mismos hasta su muerte hacia 1448, su sucesor fue el cantero Juan Normant. Entre 1498 y 1512 ejerció el cargo de maestro mayor Alonso Rodríguez.[10]

Naves en el interior.

Naves en el interior.
El día 6 de octubre del año 1506, tuvo lugar la ceremonia
oficial para celebrar la conclusión de la obra, en la que se colocó la
"piedra postrera" en la parte más alta del cimborio. Se invitó al
arzobispo Diego de Deza
a participar en el acto, aunque se excusó por encontrarse demasiado
viejo para subir y lo presenció como espectador desde la capilla de la
Virgen de la Antigua. No se pudieron realizar celebraciones por haber
fallecido dos semanas antes el rey Felipe I de Castilla
(Felipe el Hermoso). Al año siguiente, 1507, tuvo lugar la consagración
del templo, aunque quedaron pendientes algunas obras por concluir.[17] El resultado final fue un grandioso templo gótico de enormes dimensiones y riguroso diseño.

Cuatro años después, el 28 de diciembre de 1511, falló uno de los enormes pilares y se produjo un derrumbe que afectó al cimborio que cubría el crucero,
todo al parecer causado por el peso excesivo de la estructura. Se
destituyó a Alonso Rodríguez y, tras un detenido estudio de las posibles
soluciones, el arquitecto Juan Gil de Hontañón, siguiendo el marco estilístico inicial, diseñó una nueva cúpula que se completó en el año 1519. Este cimborio
se desplomó 370 años más tarde, el 1 de agosto de 1888, volviéndose a
reconstruir por el arquitecto Joaquín Fernández con igual forma, tal
como se ve en la actualidad.[18]

Renacentista (1528-1593)

Corresponde al periodo iniciado en 1528, en que se construyeron una serie de dependencias anexas al templo gótico, como la Sacristía mayor, la Sala Capitular y la Capilla Real y se terminaron otras como la Sacristía de los Cálices y las Capillas de los Alabastros.[19] En estas obras intervinieron los arquitectos Diego de Riaño, Martín de Gainza y Asensio de Maeda. También en esta etapa Hernán Ruiz edificó el último cuerpo de la Giralda. La catedral y sus dependencias quedaron terminadas en 1593.[10]

Barroca (1618-1758)

En esta fase se construyó la Iglesia del Sagrario (1618-1663) por Miguel de Zumárraga;
se trata en realidad de una iglesia independiente de la catedral,
aunque se encuentra anexa a la misma y se comunica con ella. A este
edificio le acompañaron en el mismo estilo una serie de pequeños
agregados en el frente de Poniente.[20]

Académica (1758-1823)

Fachada lateral sur de noche.

Fachada lateral sur de noche.
Durante esta fase predomina el estilo neoclásico.
Se construyeron diversas dependencias situadas en la zona suroeste del
templo, entre la actual avenida de la constitución y el Archivo de Indias.
Entre los años 1762 y 1797 se procedió al derribo de los edificios que
unían el monumento al caserío de la ciudad, para conseguir que la
manzana que ocupa estuviera totalmente independiente. Los principales
arquitectos que intervinieron en las obras fueron Manuel Núñez y Fernando de Rosales.[9]

Neogótica (1825-1928)

Este
periodo comprende desde 1825 hasta 1928. Durante el mismo se terminaron
partes del edificio que habían quedado inconclusas, procurando en todo
momento mantenerse lo más próximo posible al diseño gótico original.
Continuando el proyecto del arquitecto Demetrio de los Ríos del año 1866, las puertas de la Concepción y la de San Cristóbal o del Príncipe, fueron acabadas por Adolfo Fernández Casanova entre 1895 y 1917. También se realizaron diferentes trabajos de restauración. Inició esta etapa Fernando de Rosales y la cerró Javier de Luque.[5]

La catedral en el siglo XXI

En
el año 2010 fue el monumento de la ciudad que recibió mayor número de
visitas, 1 305 000 personas, lo que representa 7.76 % más que el año
anterior. Más del 99 % de los turistas que visitan Sevilla están
interesados en conocer el templo.[21]
El monumento se autofinancia y supone una considerable fuente de
ingresos para el Cabildo que destina gran parte de los fondos recaudados
a obras de restauración.[22] La situación del edificio en la Avenida de la Constitución,
principal vía de acceso al centro histórico de la ciudad, había
provocado en las últimas décadas un notable deterioro fisicoquímico de
la piedra que se manifestaba por la existencia de densas costras negras
en los muros y portadas, como consecuencia de la intensa contaminación
del entorno producida por los gases expulsados por los vehículos.[23]

Las
importantes actuaciones realizadas en el siglo XXI han consistido en la
peatonalización de la Avenida de la Constitución para solventar el
problema de la contaminación y la realización de diversos trabajos de
restauración, principalmente la limpieza y consolidación de los 141 m de
la fachada de poniente, con el objetivo de solucionar la arenización
general de la piedra y la oxidación de los materiales férricos. Además
se han desmontado y reparado elementos singulares como esculturas, pináculos, gárgolas, flameros
y vidrieras que han recibido tratamientos especializados para su
recuperación. En el interior del templo se han efectuado trabajos de
gran precisión para solucionar el deterioro en la estructura de dos
pilares que presentaban grietas que fueron detectadas en 1980. La
meticulosa tarea ha consistido en la sustitución de 576 sillares, cada
uno de los cuales tiene un peso medio de 250 kg, sin intervenir en el
núcleo central del pilar que mantenía su estabilidad.[24] En 2011 se inicia la restauración del retablo mayor, trabajo que se prolongará al menos durante 30 meses, e importantes intervenciones sobre la solería de la Capilla Real y la fachada del templo que da a la calle Alemanes.[25]

Materiales empleados

En
la construcción, como era habitual en la arquitectura gótica, se empleó
la piedra como principal material de construcción. La catedral está
construida con piedra de más de 20 canteras, siendo la mayoritaria una
calcarenita fosilífera de grano grueso procedente de las canteras de la Sierra de San Cristóbal del Puerto de Santa María, en la Provincia de Cádiz. Le sigue en orden de importancia una roca caliza fosilífera de grano más fino procedente de Espera,
también en la Provincia de Cádiz, usada sobre todo en los elementos
intercalados con la anterior piedra en las cresterías y como principal
elemento de construcción en los Archivos que se añadieron en la fachada
Sur de la Catedral en 1918. También se trajeron rocas de Estepa, Utrera, Morón de la Frontera
y otros lugares para zócalos, tracerías, restauraciones, etcétera. Las
portadas de la Concepción y del Príncipe fueron realizadas a finales del
siglo XIX y principios del XX con piedra de Monóvar, en la Provincia de Alicante.[26]

Giralda

La Giralda de la Catedral de Sevilla.

La Giralda de la Catedral de Sevilla.
La
Giralda es la torre y el campanario de la Catedral de Sevilla. Destaca
por su altura de 104 m, lo que la hace visible desde gran parte de la
ciudad. Su base cuadrada se sitúa a 7,12 m sobre el nivel del mar,
teniendo 13,61 m de lado. Fue construida a semejanza del alminar de la mezquita Kutubia de Marrakech (Marruecos), aunque el remate superior y hermoso campanario que eleva y estiliza su estructura, es renacentista. [27]

Las obras se iniciaron en el año 1184 bajo la dirección del arquitecto Ahmad Ben Baso.
La torre tenía una altura de 82 m. Según cuenta el cronista Ibn Sahib
al-Salá, las obras se concluyeron el 10 de marzo de 1198, con la
colocación de cuatro bolas de bronce dorado en el remate superior de la
torre.[27]

A
raíz de un terremoto ocurrido en 1365 se perdió la antigua esfera
original de cobre que la coronaba. En el siglo XVI, se añadió el cuerpo
de campanas a cargo del arquitecto Hernán Ruiz, que además fue encargado
por el cabildo catedralicio, para que el nuevo cuerpo tuviera un remate
en forma de estatua que representa La Fe. La estatua fue
instalada en 1568. La palabra giralda proviene de «girar» y significa
«veleta de torre que tiene figura humana o de animal».[28]
Con el paso del tiempo, ese nombre pasó a denominar a la torre en su
conjunto, comenzándose a conocer a la figura que la corona como «el
Giraldillo».

Patio de los Naranjos

Detalle de la parte interior de la puerta del Perdón.

Detalle de la parte interior de la puerta del Perdón.
El Patio de los Naranjos era primitivamente el patio de abluciones
de la mezquita almohade. Su forma es rectangular, midiendo 43 m por
81 m. Los lados menores estaban originalmente constituidos por siete
arcos gemelos y los mayores contaban con trece arcos, formando dos
tandas de seis con un gran arco central.[29]
Desde la calle, se accede a su interior a través de la puerta del
Perdón que está decorada con yeserías renacentistas realizadas por
Bartolomé López en 1522.[30]
Las hojas de la puerta son de madera revestida de bronce y están
decoradas con lacerías, sobresalen los dos aldabones de bronce fundido y
cincelados. Es una importante obra almohade del siglo XII. En el centro
del patio se alza una fuente cuya taza superior es visigoda. [31]

Las
obras de construcción se realizaron entre 1172 y 1186. Inicialmente se
utilizó para las actividades típicas de los patios de abluciones
musulmanes (sahn).[30]
Tras la conquista de Sevilla por los cristianos en 1248, se empleó para
diversas actividades: cementerio, celebración de las ferias anuales de
la ciudad y lugar de predicación.[32]
En la actualidad, el Patio de los Naranjos es uno de los anexos más
importantes de la Catedral de Sevilla y está totalmente integrado en
ella. A lo largo de los siglos ha sufrido varias modificaciones
significativas como la de 1618, cuando se derribó el ala oeste para
construir la Iglesia del Sagrario.[30] A partir del siglo XV fue perdiendo poco a poco su connotación cultural, siendo hoy un recinto sin actividades religiosas.

Iglesia del Sagrario

Plano de la Catedral de Sevilla
Color azul: Capillas del lado del Evangelio
Color rosa: Capillas del lado de la Epístola
1-Portada de la Asunción
2-Portada del Bautismo
3-Portada de San Miguel
4-Puerta de San Cristóbal
5-Puerta de Campanillas
6-Puerta de Palos
7-Puerta del Lagarto
8-Puerta de la Concepción
9-Puerta del Sagrario
10-Puerta del Perdón
11-Capilla Real
12-Sala capitular
13-Sacristía mayor
14-Sacristía de los cálices
15-Iglesia del Sagrario

Plano de la Catedral de Sevilla

Color azul: Capillas del lado del Evangelio

Color rosa: Capillas del lado de la Epístola

1-Portada de la Asunción

2-Portada del Bautismo

3-Portada de San Miguel

4-Puerta de San Cristóbal

5-Puerta de Campanillas

6-Puerta de Palos

7-Puerta del Lagarto

8-Puerta de la Concepción

9-Puerta del Sagrario

10-Puerta del Perdón

11-Capilla Real

12-Sala capitular

13-Sacristía mayor

14-Sacristía de los cálices

15-Iglesia del Sagrario

Puerta de la Concepción.

Puerta de la Concepción.
La Iglesia del Sagrario es un templo integrado en la catedral, comenzada a construir por Cristóbal de Rojas, Alonso de Vandelvira y Miguel de Zumárraga en junio de 1618 en estilo barroco.[33]
Se encuentra ocupando la galería oeste del patio de los Naranjos, tiene
planta de cruz latina y el crucero está cubierto por una bóveda con linterna.
Consta de cuatro puertas: dos por el patio de los Naranjos, una desde
el interior de la catedral y otra que da directamente al exterior. Su
interior está ricamente decorado, destacando el retablo mayor, la estructura fue realizada por Francisco Dionisio de Ribas y las tallas por Pedro Roldán.[28]

Exterior de la catedral

Presenta
tres portadas en la fachada de los pies, una en cada brazo del crucero y
dos en la cabecera, también presenta otra puerta que da al patio de los
naranjos, denominada del lagarto y otra que comunica con la iglesia del
sagrario y finalmente la Puerta del Perdón que es la puerta de acceso
al patio de los Naranjos desde la calle de los Alemanes:[34]

Fachada oeste de los pies

Portada del Bautismo, es la situada más a la izquierda, fue construida en el siglo XV, se encuentra decorada con la representación del relieve del Bautizo de Cristo, en el tímpano obra realizada por el taller de Lorenzo Mercadante de Bretaña, es de estilo gótico con arquivoltas apuntadas adornadas con tracerías,
también se encuentran esculturas de los obispos de Sevilla, San Leandro
y San Isidoro, de Santa Justa y Rufina obras directas de Lorenzo
Mercadante y una serie de ángeles y profetas debidos a Pedro Millán.[35]

Portada principal o de la Asunción, es la situada en el centro de la fachada y permaneció sin realizarse hasta el siglo XIX, cuando el cardenal Cienfuegos y Jovellanos encargó su decoración escultórica, entre la que destacan las figuras de los apóstoles, ejecutadas por Ricardo Bellver entre 1877 y 1898.[10]

Portada de San Miguel o del Nacimiento, llamada así ya que en la portada se incluye la representación del Nacimiento de Cristo.[15] Fue construida en el siglo XV y se encuentra decorada con esculturas de terracota entre las que destacan las de San Laureano, San Hermengildo y los cuatro evangelistas, ejecutados por Millán. Ésta es la vía de acceso actual (2010) de las procesiones de Semana Santa al templo catedralicio en su recorrido por la carrera oficial.[36]

Fachada sur

Puerta de San Cristóbal o del Príncipe
(1887-1895), es la que coincide con el crucero sur, fue proyectada por
Adolfo Fernández Casanova y terminada en 1917, aunque su primer diseño
fue realizado por el arquitecto Demetrio de los Ríos en 1866. Delante de esta puerta, está situada una réplica del «Giraldillo».[10]

Fachada norte

Puerta de la Concepción
(1895-1927), está situada en la parte norte del crucero que se abre
sobre el patio de los Naranjos, también el diseño fue realizado por Demetrio de los Ríos y proyectada y finalizada por Adolfo Fernández Casanova en 1895, fue construida imitando el estilo gótico para armonizar con el resto del edificio.[10]

Puerta del Lagarto, comunica con la parte cubierta del Patio de los Naranjos,[15] cuya galería también recibe este mismo nombre por un lagarto colgado del techo con motivo de un antiguo exvoto, es la de más simple decoración.

Puerta del Sagrario, da acceso desde dentro de la catedral a la iglesia del Sagrario, realizada por Pedro Sánchez Falconete
en el último tercio del siglo XVII. Está enmarcada por unas columnas de
orden corintio y en la parte alta se encuentra una escultura
representando a San Fernando, a un lado Santa Justa con San Isidoro y al
otro lado Santa Rufina con San Leandro.[28]

Puerta del Perdón,
con este nombre se conoce a la puerta de acceso al patio de los
Naranjos desde la calle de los Alemanes y por tanto no es propiamente
una puerta de la catedral, pero sí había pertenecido a la antigua
mezquita y conserva de aquella época un arco apuntado de herradura. A
principios del siglo XVI se realizaron obras, decorándola con esculturas
de terracota del escultor Miguel Perrin, destacando el gran relieve de la Expulsión de los mercaderes sobre el arco de entrada. Los ornamentos en yesería fueron hechos por Bartolomé López.[28] [37]

Fachada este de la cabecera

Puerta de Palos,
también llamada Puerta de la Adoración de los Magos, por el relieve con
este tema que se encuentra en su tímpano, modelado por Miguel Perrin
hacia 1520. El nombre de «Palos» es más popular, y se debe a las rejas
de madera que la separan de antiguas dependencias del cabildo
catedralicio.[15] [37]

Puerta de Campanillas,
nombrado así porque en la época de su construcción era desde donde se
tocaban las campanillas para llamar a los obreros. Las esculturas
renacentistas, así como el relieve del tímpano que representa La entrada de Cristo a Jerusalén, fueron realizados por Miguel Perrin a principios del siglo XVI.[10] [37]

Interior de la catedral

Columnas de la catedral.

Columnas de la catedral.
Bóveda del crucero.

Bóveda del crucero.
La catedral posee cinco naves que se distribuyen, mirando hacia Levante. No cuenta con una cabecera en el sentido gótico habitual en forma de ábside sin girola,
ya que su planta salón es un perfecto rectángulo de 116 m de largo por
76 m de ancho, que se corresponde con el espacio que ocupaba la gran
mezquita almohade que estaba situada en el mismo lugar.[34] La nave central y la del crucero son más altas que el resto. A las naves exteriores se abren unas capillas situadas entre los contrafuertes
y que igualan en profundidad a la nave del crucero. Los muros cuentan
con poco espesor. Sin embargo, las capillas están separadas por estribos
perpendiculares al eje central del templo, terminando en 28 pilares
adosados que, con otros 32 exentos, soportan a 68 bóvedas ojivales.
Estos pilares son de mampostería,
revestidos de piedra. Las bóvedas de carácter ojival, son
cuatripartitas en las naves y sixpartitas en las capillas, siendo las
del crucero de forma estrellada. La luz natural penetra a través de
numerosas vidrieras.[10]

Nave central

Coro.

Coro.
Trascoro.

Trascoro.
La nave central aloja dos edificaciones: el Coro, flanqueado por grandes órganos; y la Capilla Mayor rodeada por altas rejas. Entre ellas se sitúa el crucero,
cuyas bóvedas son las más altas del templo y alcanzan en este punto los
37 m de altura. Por detrás del Coro se encuentra el Trascoro y en línea
con todo lo anterior la Capilla Real.

Estas zonas de la nave
central se corresponden con tres aspectos fundamentales de la sociedad
medieval: lo regio (Capilla Real), lo eclesiástico (parte reservada al Arzobispo y al Cabildo), y lo popular (espacio para que el pueblo pudiera asistir a las celebraciones litúrgicas).[9]

Capilla Mayor

La Capilla Mayor, situada en la nave central, está delimitada
en los laterales y en el frontal por rejas de hierro dorado, de estilo
renacentista. El retablo de esta capilla constituye una de las obras más
destacadas de la historia del arte.[20] Su construcción se inició en el año 1482, y en él intervinieron Pedro Dancart, Jorge Fernández Alemán, Roque Balduque y Juan Bautista Vázquez el Viejo que la concluyó. Destaca la escultura de un crucificado, denominado del Millón, obra gótica del siglo XV.[38]

Trasaltar

Los
muros del presbiterio están decorados exteriormente por una serie de
esculturas de diversos santos en bulto redondo y barro cocido sobre
repisas y bajo doseles. El total de esculturas es de 59 las cuales
componen un conjunto de indudable belleza, aunque no pueden apreciarse
bien por la altura en que se hallan. Son esculturas de carácter gótico,
renacentistas y manieristas, resultado de la sucesión de artistas que
intervinieron en la ejecución. Desde 1522 aparece Miguel Perrin que permanece vinculado a estos trabajos hasta 1552.[39] En 1564 se nombra como escultor a Juan Marín. Más tarde, en 1572, se nombra a Diego de Pesquera. Por fin se terminó la decoración en 1575. Destaca entre todas la Virgen del Reposo, bella imagen de la Virgen con el Niño dormido sobre su pecho atribuida a Miguel Perrin, la cual está situada enfrente a la reja de la capilla Real y antaño tuvo gran devoción entre los sevillanos.[40]
La devoción se difundió vinculada a la solicitud de las embarazadas por
tener un buen parto, apoyado en una vieja tradición según la cual cada
día pasaba por los pies de esta imagen de la Virgen un judío que
diariamente recitaba una ofensa contra la Virgen por ser origen de
Jesús. Pese a ello se produjo su conversión al cristianismo, y
arrepentido por las anteriores blasfemias contra la imagen de la Virgen,
dedicó el resto de su vida a difundir la devoción a la Virgen del
Reposo, convencido de que había sido el origen de su conversión y
consecuente Salvación, por ello pasó a ser considerada protectora de los
partos de la Fe y simultáneamente de los partos naturales, por ello se
le conoció popularmente como Nuestra Señora de Bienpariese, amparadora
de los buenos partos. A la devoción le dio realce doña María Osorio,
quien en 1554 mandó construir en el centro del trasaltar una capilla u
hornacina a Nuestra Señora del Reposo.[41]
En la parte inferior de este muro se abre una capilla con
enterramiento, dedicada a Nuestra Señora del Soterraño, que pertenece en
la actualidad a los marqueses de Yanduri.

Coro

Está
construido con muros de cantería por tres lados, ocupa el espacio
comprendido por la cuarta y quinta bóvedas de la nave central y el
frontal se cierra con una reja de estilo renacentista terminada en 1523
por Francisco de Salamanca.[42] [43] La sillería consta de 127 sitiales con los respaldos realizados en marquetería de diversas maderas para dar un colorido especial a su ornamentación, con bajos relieves de escenas del Antiguo y Nuevo Testamento y con representaciones de personajes grotescos en los brazos de las sillas y misericordias
donde también hay escenas de juegos. En los tablones mayores de entrada
al coro se encuentran elementos ojivales con la separación hecha con
columnas que terminan en pináculos.
Los tres sitiales correspondientes al arzobispo y sus ayudantes son los
que muestran un gran trabajo escultórico. En uno de los sitiales se
encuentra una inscripción que dice: «Este coro lo hizo Nufro Sánchez
entallador... 1475»,[15]
no fue sin embargo el único tallista que trabajó en el coro, pues a su
muerte, se hizo cargo su hijo por poco tiempo y después el maestro Pedro Dancart de los Países Bajos
tomó el cargo de seguir con la obra, su fallecimiento en 1494 hizo que
continuara su discípulo Juan Alemán. Se acabó la sillería hacia 1511. [44]

Trascoro
El trascoro fue realizado por Miguel de Zumárraga en estilo barroco,
lo diseñó en el año 1619 y tras permanecer diez años paradas las obras,
se finalizaron en 1635. Fue construido en valiosos y vistosos
materiales, como mármoles y jaspes. Está adornado con relieves y bustos de bronce presididos por una pintura gótica de la Virgen de los Remedios de clara influencia italiana.[10]

Órgano

Órgano en el interior de la Catedral de Sevilla.

Órgano en el interior de la Catedral de Sevilla.
Talla de La Inmaculada realizada por Martínez Montañés conocida como La Cieguecita.

Talla de La Inmaculada realizada por Martínez Montañés conocida como La Cieguecita.
Urna en plata de Fernando III el Santo en la capilla real.

Urna en plata de Fernando III el Santo en la capilla real.
El órgano actual fue construido por Aquilino Amezua en el año de 1901 y restaurado por Gerhard Grenzing en 1996. Sustituyó a otro más antiguo de Jordi Bosch i Bernat que resultó destruido en el derrumbe de 1888 y estaba considerado uno de los mejores órganos que se había construido en España.

El mueble que lo alberga data de 1724, es obra de Luis de Vílches que diseñó la caja y Duque Cornejo
que fue el encargado de la decoración escultórica. En realidad se trata
de dos instrumentos gemelos enfrentados que forman un grandioso
conjunto. Se interpreta con ambos simultáneamente desde el mismo
teclado. Dispone de cuatro teclados manuales, uno de pedal y alrededor
de 7000 tubos.[45] [46] [47] [48]

Capillas de los Alabastros

Se
llaman así por el material en el que están construidas. Son cuatro
pequeñas capillas situadas en los muros laterales del coro. Fueron
realizadas a partir de 1515, intervinieron en su construcción el maestro
Juan Gil de Hontañón y desde 1530 el arquitecto Diego de Riaño que replanteo el interior de las mismas sustituyendo el estilo gótico en que estaban proyectadas por el renacentista.[19]
A continuación se mencionan de forma independiente. Se trata de la
Capilla de la Inmaculada, Capilla de la Encarnación, Capilla de la
Virgen de la Estrella y Capilla de San Gregorio.

  • Capilla de la Inmaculada
El 14 de febrero de 1628 Jerónima Zamudio, viuda del jurado Francisco Gutiérrez de Molina le encarga al escultor Martínez Montañés
un retablo con una imagen de la Inmaculada Concepción para colocarlo en
esta capilla funeraria. Tras algunos retrasos en la ejecución y el
consiguiente pleito, Martínez Montañés justificó la tardanza en terminar
la obra con la siguiente frase: será de las primeras cosas que haya en España y lo mejor que el susodicho ha hecho.
El tiempo le ha dado la razón, puesto la talla de la Inmaculada que
preside el retablo que fue por fin inaugurado el 8 de diciembre de 1631
está considerada una obra de excepcional valor. Popularmente se la
conoce como La Cieguecita por su mirada baja con los párpados apenas abiertos.

El
retablo en su conjunto consta de banco en el que están colocados los
retratos de los patronos de la capilla antes citados que fueron pintados
por Francisco Pacheco
en 1631. La hornacina central con la imagen de la Inmaculada está
flanqueada por tallas de San Gregorio Papa y San Juan Bautista así como
relieves de San José, San Joaquín, San Jerónimo y San Francisco.[49]

La Cieguecita está realizada en madera de cedro, mide 164 cm y está concebida según el modelo que describió Francisco Pacheco en su libro Tratado del arte de la pintura.
Se trata por tanto de una Virgen niña con una larga melena que cae
sobre la espalda. Viste larga túnica ceñida con un cíngulo que simboliza
su doncellez y un manto sobre los hombros que se recoge con el brazo
izquierdo produciendo numerosos pliegues. La cabeza se adorna con una
corona de 12 estrellas que aluden a las doce tribus de Israel. En la
peana aparecen los rostros de tres ángeles sobre un dragón que
representa el pecado.

  • Capilla de la Encarnación
Está presidida por un retablo atribuido a Francisco de Ocampo y Felguera
que fue realizado en torno a 1630 con el tema principal de La
Anunciación. En el banco del mismo existen relieves de San Juan
Bautista, San Juan Evangelista, Santo Domingo, San Francisco y San
Antonio.[50]

  • Capilla de la Virgen de la Estrella
Debe su nombre a una imagen renacentista de la Virgen que se cree fue realizada por el escultor renacentista de origen francés Nicolás de León en torno a 1530. Esta talla se encuentra situada en un retablo barroco de Jerónimo Franco fechado en 1695.[50]

Se llama así por una escultura de San Gregorio colocada en una
hornacina. El santo porta un libro en el que se encuentra la firma de su
autor Manuel García de Santiago (siglo XVII).[50]

Capillas

Capillas del lado este

  • Altar de la Magdalena
Los
patronos de este altar fueron Pedro García de Villadiego y su esposa
Catalina Rodríguez, los cuales encargaron un retablo en 1537, en cuyo
banco se encuentran sus retratos, Don Pedro junto a San Benito y Doña
Catalina a San Francisco.[51]
El retablo tiene como tema principal La Anunciación en el ático y La
Magdalena a los pies de Cristo Resucitado en el cuerpo principal.[52] Se trata de pinturas de un anónimo discípulo de Alejo Fernández realizadas en torno a 1537.

La vidriera situada junto a este altar, obra de Arnao de Flandes en 1535, representa a San Sebastián con el rostro del emperador Carlos I.[53]

  • Altar de la Asunción (existe otro altar de la Asunción en el extremo norte de la nave del crucero de la catedral)
En el centro del retablo que se encuentra en esta capilla
resalta un relieve con la representación de la Asunción de la Virgen,
obra de autor desconocido que se encuentra enmarcada por pinturas de San
Ildefonso y San Diego de Alcalá.[52]
En el banco se encuentran las pinturas de los patrocinadores, el jurado
Juan Cristóbal de la Puebla y su esposa que lo dotaron en 1593. Todas
las pinturas son del artista de la escuela sevillana, aunque nacido en Ronda, Alonso Vázquez, fueron realizadas a finales del siglo XVI.

  • Capilla de San Pedro
En el muro izquierdo se encuentra el mausoleo del que fue Obispo de Sevilla hasta 1523 Diego de Deza,[52] recordado entre otras cosas por ser el gran defensor de las teorías de Cristóbal Colón ante los Reyes Católicos.

El retablo de esta capilla está dedicado a San Pedro, fue encargado por los Marqueses de Malagón en 1625 al polifacético artista Diego López Bueno arquitecto, escultor y entallador que se encargó de la estructura, mientras que las pinturas son obra de Francisco de Zurbarán
realizadas en 1630, destacando la central que es una bellísima
Inmaculada, una de las mejores que salió de sus pinceles. En el banco
del retablo diferentes escenas relacionadas con San Pedro, Cristo y San Pedro sobre las aguas, Cristo entregando las llaves a San Pedro y San Pedro curando al paralítico. En el primer cuerpo La Visión de San Pedro, San Pedro Papa y El arrepentimiento de San Pedro. En el segundo cuerpo San Pedro liberado por el ángel, La Inmaculada y Quo Vadis.
En el ático aparece una pintura del Padre Eterno, no siendo esta obra
original de Zurbarán sino una copia colocada en el siglo XVIII.

Por
último destacar la reja que cierra la capilla, obra de Fray José
Cordero de Torres terminada en 1780, este artista era religioso lego del
convento de San Francisco en el Puerto de Santa María.

  • Capilla Real de la Catedral de Sevilla
Bóveda casetonada de la Capilla Real

Bóveda casetonada de la Capilla Real
La Capilla Real hace las funciones de cabecera de la catedral. Consta de planta cuadrada con ábside y dos capillas laterales, con una cubierta de cúpula semiesférica y linterna realizada entre 1567 y 1569 por Hernán Ruiz el Joven. En dicha capilla está ubicado el panteón con la urna de plata del rey San Fernando realizada por Juan Laureano de Pina de estilo barroco, así como los sepulcros de Alfonso X de Castilla y de su madre, la reina Beatriz de Suabia. En la cripta de la Capilla Real están sepultados el rey Pedro I de Castilla y su esposa, la reina María de Padilla,
entre otros miembros de la realeza. En un altar de esta cripta se
encuentra la imagen de la Virgen de las Batallas, escultura en marfil
del siglo XIII. En el retablo principal de la Capilla Real, del siglo
XVII, está colocada la imagen gótica de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad y de la archidiócesis de Sevilla.[10]

  • Capilla de la Concepción Grande
Esta capilla sirvió primitivamente como lugar de enterramiento a
los caballeros que acompañaron a San Fernando en la conquista de
Sevilla, a partir de 1654 su patronato perteneció a Gonzalo Núñez de
Sepúlveda, caballero veinticuatro
de Sevilla a quien le fue concedido el derecho a ser enterrado en este
lugar tras una importante donación que realizó con motivo de la octava
de la Inmaculada Concepción. Actualmente sus restos se encuentran en el
muro de la izquierda tras una losa sepulcral con el escudo de armas de
los Sepúlveda según diseño del pintor Juan de Valdés Leal. En la reja de la capilla, terminada en 1668, también se puede contemplar el mismo escudo.[50]

En
el interior llama la atención un soberbio retablo barroco con gran
profusión de adornos y bellas columnas salomónicas que se articula en
dos cuerpos, fue trazado y ejecutado por el arquitecto y ensamblador Martín Moreno en 1656.[54] Las imágenes son obra de Alonso Martínez,
excepto el cristo crucificado conocido como Cristo de San Pablo. En el
primer cuerpo la imagen central es la Inmaculada Concepción y las
laterales corresponden a San José y San Pablo. El segundo cuerpo está
presidido por el ya citado Cristo de San Pablo que es obra del siglo XVI
y perteneció posiblemente a la decoración del antiguo retablo, siendo
recuperado para colocarlo en su situación actual. Esta imagen gozó
antiguamente de gran devoción en la ciudad. A su lado se encuentran las
tallas de San Gonzalo y San San Antonio de Padua.[50]

En
el muro derecho se encuentra un sepulcro de mármol en estilo neogótico
realizado en 1881, en él está enterrado el que fuera arzobispo de
Sevilla Cardenal Francisco Javier Cienfuegos Jovellanos, nacido en Oviedo en 1766 que estuvo al cargo de la diócesis de Sevilla desde 1824 hasta su destierro en Alicante por motivos políticos el 18 de febrero de 1836.[55]

Hasta 1810 estuvo expuesto en esta capilla una de las mejores obras de Murillo, El nacimiento de la Virgen. Este cuadro fue objeto de un robo perpetrado por el mariscal francés Soult durante la Guerra de la Independencia y actualmente se encuentra en el Museo del Louvre en París.

Entre 1832 y 1837, en esta capilla se encontraba sepultado el ilustre presbítero canario Don Cristóbal Bencomo y Rodríguez, confesor del Rey Fernando VII de España[56] y Arzobispo titular de Heraclea.[57] Este pasó sus últimos años en Sevilla en donde disfrutaba de la dignidad de Arcediano de Carmona y prestó su ayuda a la población en casos de grandes calamidades públicas, como en una epidemia de cólera que azotó a la ciudad hispalense en 1823.[58] Un retrato suyo está expuesto junto a los de otros ilustres personajes en la biblioteca colombina de la catedral.[59] Sus restos actualmente se encuentran sepultados en la Catedral de San Cristóbal de La Laguna en Tenerife.[60]

  • Altar de Santa Bárbara
Destaca el cuadro que representa a las Santas Justa y Rufina, obra de Miguel de Esquivel
realizada en 1620, se tienen pocos datos de este artista, pues esta es
su única obra conocida, se sabe que murió muy joven en 1621. Las Santas
están representadas a ambos lados de La Giralda. Santa Justa mira hacia
el cielo, mientras que Santa Rufina parece meditar con la mirada baja.
Es muy interesante la detallada representación de la Giralda,
pues se pueden observar entre otros detalles las pinturas con
diferentes santos que entonces la adornaban y actualmente han
desaparecido.[50] [34]

Existe
también en este altar un pequeño retablo con pinturas de un discípulo
de Antonio de Alfían y una imagen de San Antonio sin demasiado interés
artístico.

  • Altar de Santa Justa y Rufina
Su patronato se debe a los hermanos Bécquer en 1622. En él se
encuentra una destacada escultura de las santas que fue realizada en
1728 por Duque Cornejo. Estas imágenes proceden de la Iglesia del Salvador (Sevilla) y procesionan anualmente en la festividad del Corpus.[34]

Capillas del lado sur

  • Capilla del Mariscal
La Purificación de la Virgen de Pedro de Campaña.

La Purificación de la Virgen de Pedro de Campaña.
Retrato de Diego Caballero.

Retrato de Diego Caballero.
Retrato de Leonor de Cabrera.

Retrato de Leonor de Cabrera.
Esta capilla debe su nombre a su patrono, Diego Caballero,[61] rico mercader y armador, mariscal de la Isla de la Española desde 1536, el cual entregó al Cabildo de la Catedral de Sevilla en 1553, la importante suma de 26.000 maravedíes para fundar una capellanía y construir el retablo pictórico que persiste en la actualidad,[62] sin duda una joya del arte renacentista.

El retablo es obra del pintor Pedro de Campaña,[61]
que contó con la colaboración del entallador Pedro de Becerril para la
imaginería y arquitectura, y del pintor Antonio Alfíán para la
policromía de la estructura arquitectónica, el trabajo se comenzó en
1555, y se prolongó a lo largo de 8 meses.[63] Consta en total de 10 tablas. En el banco o parte inferior, a la izquierda retratos de Diego Caballero, su hijo y su hermano Alonso, en el centro Jesús entre los doctores,
a la derecha retratos de Leonor de Cabrera (esposa de Don Diego) y su
hermana doña Mencia (esposa de Alonso) con sus hijas. En el cuerpo
principal la tabla central es La Purificación de la Virgen, a su derecha Santo Domingo (arriba) y Santiago en la batalla de Clavijo (abajo), a su izquierda La imposición de la casulla a San Ildefonso (abajo) y La estigmatización de San Francisco (arriba).[61] En el ático La Resurrección y más arriba en el remate El Calvario.

La
tabla principal como ya se ha comentado corresponde a la Purificación
de la Virgen, esta escena relatada en el evangelio de San Lucas, también
es conocida como la Presentación de Jesús en el Templo.[61]
Según la ley de Moisés todos los judíos debían consagrar a sus hijos en
el templo, pero la parturienta se consideraba impura y solo se le
permitía la entrada en la Casa de Dios 40 días después del
alumbramiento, por eso esta festividad se celebra 40 días después del 25
de diciembre, es decir, el 2 de febrero. La tabla tiene unas
dimensiones de 330 cm por 240 cm y está inspirada según algunos autores
en un grabado de Alberto Durero.[64]
En primer plano aparece un invalido en el suelo que extiende su brazo
mientras que un niño le ofrece una fruta, detrás la Virgen y Simeón
con el niño en brazos, una serie de figuras femeninas envuelven la
escena, cada una de ellas es una alegoría de las diferentes virtudes de
la Virgen. La figura de La Caridad tiene dos niños en sus brazos, detrás
La Templanza con una jarra, La Justicia con una balanza, La Fortaleza
con la cabeza de un león en un broche, La Prudencia con un espejo, La Fe
con una cruz en la mano y La Esperanza que inclina la cabeza hacia
arriba.[65]

  • Capilla de San Andrés
Cristo de la Clemencia.

Cristo de la Clemencia.
Capilla de los Dolores

Capilla de los Dolores
El elemento artístico más importante de este espacio es sin
duda el Cristo de la Clemencia (1603), una escultura de madera
policromada por Juan Martínez Montañés,[66]
también llamado Cristo de los Cálices, por el lugar en que antes se
encontraba en la catedral, es una obra cumbre de la escultura barroca;[51]
se trata de un bello crucificado que inspira una enorme serenidad.
Tiene la particularidad de estar unido a la cruz con 4 clavos en lugar
de los 3 habituales.

A la derecha se encuentran cuatro sepulcros
góticos de gran antigüedad que fueron realizados alrededor del año 1400,
posiblemente en el taller toledano del escultor Fernán González. En ellos están enterrados Alvar Pérez de Guzmán, su padre, su esposa, Elvira de Ayala y su hijo.[18]

Cuelgan también dos cuadros de gran interés atribuidos a Lucas Jordán que fueron pintados alrededor de 1700, en el primero se representa El traslado del Arca de la Alianza y en el segundo El Cántico de la profética María,
es decir la escena en la que la hermana de Moisés canta acompañada de
otras mujeres israelitas en acción de gracias por haber podido atravesar
el Mar Rojo. En la parte superior está colocada una copia del Martirio de San Andrés, de Juan de Roelas, el original se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.[67]

  • Capilla de los Dolores
A través de esta capilla se accede a la Sacristía de los Cálices, dentro de sus elementos artísticos, destaca una imagen de la Virgen de los Dolores situada en el banco del retablo, es obra realizada por Pedro de Mena de 1670. En el muro frontal se encuentra el sepulcro del que fuera arzobispo de Sevilla y cardenal Marcelo Spínola, el cual está representado en actitud de oración. Fue esculpido por Joaquín Bilbao en 1906.[68] En la parte superior cuelga una soberbia pintura de Valdés Leal, se trata de Los Desposorios de la Virgen y San José, fechada en 1657.[69] Otros cuadros de interés que adornan esta capilla son La Negación de San Pedro y El Entierro de Cristo, obras francesas anónimas del siglo XVII, y Jacob bendiciendo a sus hijos, pintura flamenca también del XVII, atribuida a Pieter van Lint.[70]

  • Altar de la Piedad
El principal elemento de este altar en la pintura central del retablo que fue realizada por Alejo Fernández en el año 1527. En esta tabla se representa la escena de La Piedad con las figuras de Jesucristo, la Virgen María, José de Arimatea, María Magdalena, María de Betania y María Salome.
En la banco del retablo pueden contemplarse los retratos de Mencía de
Salazar y su esposo Alonso Pérez de Medina, donantes de la obra. [35]

  • Altar de la Concepción
La Genealogía de Cristo de Luis de Vargas, (1561)

La Genealogía de Cristo de Luis de Vargas, (1561)
Este altar no debe confundirse con la Capilla de la Concepción
Grande, que se encuentra también en la Catedral de Sevilla y está
dedicada a la misma advocación de la Virgen María.

Destaca en este espacio la pintura principal del retablo que fue realizada por Luis de Vargas en 1561 y representa un tema alegórico sobre Jesucristo. En él están situados diversos personajes alrededor del árbol de Jese que simbolizan la genealogía temporal de Jesús, partiendo desde Adán que se encuentra en primer plano. Sobre estos personajes, en una nube, se encuentra la Virgen con su hijo en brazos.[50]

Esta pintura ha sido conocida popularmente desde muy antiguo como Cuadro de la Gamba. Se cuenta que en el siglo XVI, el maestro Mateo Pérez de Alesio se encontraba en la catedral pintando un San Cristóbal, y admiraba tanto la obra de Luis de Vargas que un día le dijo a éste: Piu vale la tua gamba, che il mio S. Cristoforo, de esta anécdota proviene la denominación popular.[61] Se complementa con el retrato del donante, el chantre
hispalense Juan de Medina, que aparece en el banco del retablo y que es
una rotunda prueba a favor de las altas condiciones de Luis de Vargas
como pintor de retratos.

La capilla está protegida por una reja de época renacentista terminada en el año 1562. Fue diseñada por Hernan Ruiz II.

Capilla de la Virgen de la Antigua

Capilla de la Virgen de la Antigua
Según la leyenda, antes de la conquista de Sevilla por los
cristianos, un ángel condujo al Rey San Fernando al interior de la
mezquita principal de la ciudad, donde detrás de un muro que se hizo
transparente, pudo ver la imagen de la Virgen de la Antigua
que permanecía allí oculta desde hacia siglos. Pocos días después se
rindieron las fuerzas musulmanas y San Fernando entró triunfante en la
ciudad el 22 de diciembre de 1248.[71]

La
capilla actual está presidida por un retablo en cuyo centro hay una
imagen pintada al fresco de la Virgen de la Antigua, realizada según los
historiadores en el siglo XV, sobre un muro de la antigua mezquita que
ocupaba el espacio de la actual catedral. La Virgen sostiene a su hijo
con la mano izquierda y con la derecha una rosa, mientras que el Niño
sujeta un pájaro. Sobre su cabeza dos ángeles mantienen en el aire una
corona que fue realizada en 1929 con motivo de la coronación canónica de
la imagen y más arriba otro ángel muestra la inscripción Ecce Maria venit. El retablo está realizado en mármol y las diferentes esculturas que posee están talladas por Pedro Duque y Cornejo.

En el muro izquierdo se ubica el bello sepulcro del cardenal Diego Hurtado de Mendoza que fue confeccionado en Italia por Domenico Fancelli en 1510.[44] En el muro derecho la sepultura del Arzobispo Luis de Salcedo y Azcona,
obra esculpida por Duque Cornejo entre 1738 y 1740. Otro elemento
destacado son las numerosas lámparas de plata del siglo XVIII que
adornan la capilla.

  • Capilla de San Hermenegildo
Detalle del sepulcro del Cardenal Cervantes.

Detalle del sepulcro del Cardenal Cervantes.
Este fue el lugar elegido por el Cardenal Juan de Cervantes para descansar eternamente. El Cardenal Cervantes nació en Lora del Río, (Sevilla), en el año 1382 y fue obispo de la ciudad durante 5 años, desde 1449, hasta el 25 de noviembre de 1453. Lorenzo Mercadante de Bretaña labró en 1458 el magnífico sepulcro gótico realizado en alabastro blanco que persiste aún en la actualidad y estampó su firma Lorenzo Mercadante de Bretaña entallo este bulto.
En la parte frontal destaca el escudo de armas del cardenal sostenido
por ángeles, arriba la estatua yacente de un enorme realismo sobre un
catafalco.

Dentro de la capilla existe también un retablo realizado por Manuel García de Santiago sobre 1750 presidido por una imagen de San Hermenegildo tallada por Bartolomé García de Santiago.

  • Capilla de San José
El altar neoclásico que preside esta capilla fue diseñado por el arquitecto Juan Pedro Arnal y construido entre 1785 y 1800, la escultura principal que representa a San José es obra de José Esteve Bonet y las restantes fueron realizadas por Alfonso Giraldo Bergaz.

En el muro de la derecha se encuentra el sepulcro del Cardenal Manuel Joaquín Tarancón y Morón arzobispo de Sevilla entre 1857 y 1862.[72]

Entre los cuadros que adornan los muros se puede destacar La Cena del rey Baltasar, obra del pintor flamenco Frans Francken el Joven.

Tras el altar, puede contemplarse un retablo pictórico realizado
en 1504 y dedicado a San Bartolomé. Se desconoce quién fue su autor,
aunque un análisis detallado de sus características ha determinado que
el trabajo es obra de dos artistas que no ha sido posible identificar.

En
el banco del retablo aparecen distintas escenas de la Pasión de Cristo,
Flagelación, Camino del Calvario, Crucifixión, Descendimiento y la
Piedad. En el primer cuerpo pinturas de varios santos que corresponden a
Santiago el Mayor, San Blas, San Bartolomé, San Nicolás y San Sebastián. En el segundo cuerpo dedicado a María están representados San Juan Bautista, Santa Ana, La Virgen con el niño, Santa Marta y San Miguel Arcángel.

Otro elemento destacable de esta capilla es la imagen pintada sobre tabla del Cristo de Maracaibo, realizada en 1560 y atribuida a Pedro de Villegas Marmolejo. Modernamente se integró en un retablo realizado por Joaquín Bilbao en 1919.

En el muro derecho está el sepulcro del que fuera arzobispo de Sevilla y Cardenal Don Luis de la Lastra y Cuesta, esculpido por Ricardo Bellver en 1880. La figura del Cardenal se encuentra de rodillas apoyada sobre un reclinatorio.

  • Capilla de San Laureano
Esta capilla fue la primera parte de la catedral que se construyó. Contiene el sepulcro del arzobispo Alonso de Egea que fue enterrado en 1417 y el del Cardenal Joaquín Lluch y Garriga fallecido en 1882.

El
retablo dedicado a San Laureano es de autor desconocido, consta de dos
cuerpos, en la hornacina central se representa a San Laureano vestido de
obispo con un cuchillo en la mano que simboliza su martirio, a su
derecha se representa al Santo orando y a la izquierda la aparición del
ángel que le indicó que partiera de Sevilla. En la parte superior se
representa el martirio de San Laureano flanqueado por ángeles enmarcados
en columnas salomónicas.

La bóveda de la capilla fue en su momento decorada por Lucas Valdés,[29] pero estas pinturas se perdieron. Actualmente cuelgan cinco cuadros de Matías de Arteaga y Alfaro realizadas entre 1700 y 1702 que representan las siguientes escenas: La resurrección de un joven en Marsella por intervención de San Laureano, San Laureano en Roma ante el Papa Virgilio, La curación de un enfermo en Roma por la intervención de San Laureano, El martirio de San Laureano, La entrega de la cabeza de San Laureano al clero de Sevilla.

Capillas del lado oeste

Altar de plata.

Altar de plata.
En el retablo se encuentran varias obras del pintor de la escuela sevillana Luis de Vargas que se realizaron a partir de 1555. La escena central corresponde a La Adoración de los Pastores,
uno de sus mejores trabajos de clara influencia italiana. Esta
representación sirvió de base para elaborar una vidriera por la casa
Maumejean que está situada en la Capilla de San José de esta catedral.
El resto de las pinturas corresponden a La Anunciación, La Presentación, San Juan, San Lucas, San Mateo, San Marcos y La Adoración de las Reyes.[50]

  • Altar de Nuestra Señora de la Cinta
En este altar se encuentra una escultura en barro cocido y policromado de la Virgen de la Cinta que está atribuida al escultor Lorenzo Mercadante y se cree que fue realizada en fecha próxima a 1470.[50] La imagen posee una larga cinta en torno a su cintura, la cual simboliza consuelo, remedio y protección.

El
origen de esta advocación mariana es muy antiguo. Según la leyenda
publicada en 1714 por Fray Felipe de Santiago, un zapatero de nombre
Juan Antonio invocó a la virgen por tener un intenso dolor en el
costado. Poco después encontró una cinta en el suelo, y al ceñírsela el
dolor desapareció inmediatamente.[73]

Capilla de San Isidoro

Capilla de San Isidoro
Altar de la Virgen del Madroño.

Altar de la Virgen del Madroño.
San Leandro en el retablo de la capilla de su nombre.

San Leandro en el retablo de la capilla de su nombre.
  • Capilla de San Isidoro
En su interior se sitúa un retablo realizado por Bernardo Simón de Pineda
con esculturas de autor desconocido que representan a San Isidoro, San
Leandro, San Francisco y San Diego de Alcalá. La reja exterior fue
realizada en Amberes en 1660.

  • Altar de la Virgen del Madroño
Contiene una composición escultórica realizada en piedra
policromada en la que se representa a la Virgen con el Niño. A sus pies
un ángel arrodillado en actitud de admiración. Se cree que el conjunto
fue realizado por Lorenzo Mercadante de Bretaña alrededor de 1455.[50]

  • Altar del Ángel de la Guarda
En este altar cuelga el bellísimo cuadro El Ángel de la Guarda, pintado por Murillo alrededor de 1655.

  • Altar del Consuelo
Su elemento principal es el cuadro La Virgen del Consuelo realizado en torno a 1720 por el pintor de la escuela sevillana Alonso Miguel de Tovar.[50]

  • Altar del Niño Mudo
Recibe este nombre popularmente por una imagen del Niño Jesús
que fue tallada sobre 1650, probablemente por un discípulo de Martínez
Montañés.

  • Capilla de San Leandro
Destaca una espléndida portada barroca en piedra tallada obra de Matías de Figueroa
y Diego de Castillejo que fue realizada en 1773. En el interior se
sitúa un retablo obra de Manuel de Escobar confeccionado en 1730 con
tallas de Pedro Duque y Cornejo.
La figura principal del mismo es San Leandro flanqueado por San Antonio
Abad y San Fulgencio. En la parte superior se ve la talla de Santo Domingo de Guzmán.[50]

  • Altar de Nuestra Señora de la Alcobilla
En este altar se encuentra un retablo barroco en el que está colocada una representación escultórica de La Piedad.
La Virgen tiene la advocación de Nuestra Señora de la Alcobilla y es la
que da nombre al altar. Se cree que este grupo escultórico fue
realizado en Alemania
en torno al año 1500, y pertenecía primitivamente a la capilla privada
de la familia de los Pinelos. Posteriormente fue restaurado gracias a la
intermediación del canónigo José Torres Padilla
y finalmente se colocó en el sitio que ahora ocupa. La iconografía
tiene algunos detalles peculiares que se repetirían mucho en otras
representaciones posteriores. La Virgen coge solamente uno de los brazos
de Jesucristo, cuya cabeza cae con violencia.[74]

  • Altar de la Visitación
En 1566 el pintor Pedro de Villegas
recibió el encargo de realizar el retablo de esta capilla que fue
costeado por el capellán de la catedral Diego de Bolaños el cual aparece
representado en el banco del mismo junto a sus familiares.

El espacio central está dedicado a una pintura de La Visitación, es decir representa la visita de la Virgen María embarazada de Jesús a su prima Santa Isabel que estaba a su vez embarazada de San Juan Bautista. Está flanqueado por las imágenes de San Blas, El bautismo de Cristo, Santiago y San Sebastián. Este conjunto nos muestran las claras influencias manieristas y flamencas que existen en la obra de Villegas.

En
el banco se puede contemplar un relieve de San Jerónimo fechado en 1566
que se considera una de las mejores obras del escultor Jerónimo Hernández.[50]

  • Capilla de los Jácomes
En esta capilla se encuentra un retablo en el que está situada una importante pintura realizada por Juan de Roelas, se trata de una representación de La Piedad,
que fue pintada alrededor de 1609. El nombre de la capilla procede del
apellido de sus primitivos patrones, los Marqueses de Tablantes, aunque
también se la conoce por Capilla de Nuestra Señora de las Angustias.[75] [50]

Capillas del lado norte

La visión de San Antonio por Murillo (1656).

La visión de San Antonio por Murillo (1656).
  • Capilla de San Antonio
Es la Capilla Bautismal de la catedral, en el centro se sitúa
una magnífica pila bautismal renacentista del siglo XVI realizada en
mármol blanco. Al fondo enmarcado por una moldura tallada de Bernardo Simón de Pineda, se encuentra el cuadro La Visión de San Antonio. Esta obra de grandes proporciones data de 1656 y es una de las creaciones cumbre de Murillo.
En la parte inferior del cuadro, San Antonio en medio de la penumbra
con los brazos extendidos dirige su mirada a la parte superior del
lienzo donde se representa al Niño Jesús en el centro de una intensa luz
y rodeado por nubes y numerosos ángeles.[76]

Este cuadro ha sufrido diversos avatares a lo largo de la historia, en 1810 estuvo a punto de ser robado por el mariscal Soult del ejército de Napoleón, el cabildo de la catedral consiguió hacerlo desistir entregándole a cambio El Nacimiento de la Virgen también de Murillo que actualmente se encuentra en el Museo del Louvre.
El 4 de noviembre de 1874, unos desconocidos mutilaron la obra para
apoderarse de la figura de San Antonio, afortunadamente un anticuario de
Nueva York
se hizo con el fragmento y lo devolvió a la catedral Sevillana. Tras un
proceso de restauración, volvió a exponerse en el año 1875. En la parte
superior del retablo está colocada otra obra de Murillo, El bautismo de Cristo que fue realizado en 1668. También se encuentran en esta capilla entre otros los siguientes cuadros: La Imposición del palio a San Isidoro de Lucas Valdés, cuatro pinturas que componen un ciclo sobre la creación del pintor Simón de Vos, La Creación del Mundo, La creación de los animales, La separación de la luz de las tinieblas y La separación de las aguas de la tierra.

  • Capilla de Scalas
Debe su nombre a Baltasar del Río, que fue canónigo de la catedral y durante uno de sus viajes a Roma consiguió que el papa León X le nombrara obispo de la modesta diócesis de Scalas en el Reino de Nápoles. [77]
En 1517 el cabildo sevillano le cedió una capilla libre de patronato
para que pudiera construir su mausoleo, el cual fue terminado durante su
vida como se contempla aún en la actualidad. En 1540 en su testamento
especificó su deseo de ser enterrado allí, desgraciadamente falleció
poco después en Roma el 1 de enero de 1541 y la tumba quedó vacía para
siempre.

Detrás del sepulcro se ubica un retablo de mármol en el
que se representa la venida del Espíritu Santo enmarcada por dos
columnas corintias. En el banco diversas escenas talladas, el milagro de
la multiplicación de los panes y los peces, el obispo en actitud de
oración y su escudo de armas. El conjunto fue realizado alrededor de
1539 y se atribuye al taller del escultor italiano Gagini de Bissone. Otra obra importante conservada en esta capilla es el relieve de la Virgen de la Granada que está atribuida a Andrea della Robbia
(siglo XV), en él se representa a la Virgen con el niño acompañada por
San Sebastián, San Francisco, Santa Casilda y Santo Domingo. Entre los
lienzos, destaca La Adoración de los Pastores, única obra firmada por su autor, el pintor Francisco Antolínez. [78]

  • Capilla de Santiago
Virgen del Cojín.

Virgen del Cojín.
Lo primero que llama la atención de esta capilla es un cuadro de grandes dimensiones pintado por Juan de Roelas en 1609 en el que se representa a Santiago combatiendo contra los musulmanes en la Batalla de Clavijo,
donde según la tradición su apoyo fue fundamental para que las tropas
cristianas lograran la victoria. El lienzo se encuentra enmarcado en un
retablo realizado por Bernardo Simón de Pineda en 1663. En la parte superior del mismo se sitúa una pintura dedicada al martirio de San Bartolomé, obra de Juan de Valdés Leal fechada en 1663.

También se encuentra el sepulcro gótico esculpido en alabastro en 1401 del arzobispo Gonzalo de Mena. Sobre el sepulcro un precioso relieve realizado en barro vidriado de la virgen con el niño que se conoce como La Virgen del Cojín, por encontrarse el niño apoyado sobre un cojín, es una obra del florentino Andrea della Robbia del siglo XV.

  • Capilla de San Francisco
Destaca en el retablo el cuadro de 1657 de Francisco Herrera el Mozo, La apoteosis de San Francisco y en el remate la pintura de Valdés Leal de 1661 que representa La imposición de la casulla a San Ildefonso.

  • Altar de Nuestra Señora de Belén
Destaca el retablo de Jerónimo Franco fechado en 1622 en el que se encuentra una pintura de la Virgen de Belén realizada por Alonso Cano en 1631.

  • Altar de la Asunción
El altar de la Asunción o de la Concepción,[79]
está presidida por un retablo dotado por Juan Cristóbal de la Puebla en
el siglo XVI y donde figura un relieve con el tema principal de La
Asunción de la Virgen, de autor anónimo.[52]
En el banco del mismo existen retratos a cada lado, uno de Don Juan
Cristóbal de la Puebla con su hijo y el otro de su esposa con su hija.
En el guardapolvo del retablo figuran pequeñas pinturas del Bautismo de Jesús, Santa Catalina, Ángeles Músicos, Alegorías de las Virtudes y El Padre Eterno, todas de Alonso Vázquez.

  • Capilla de las Doncellas
Esta capilla también llamada de las Vírgenes, fue la sede de una
cofradía dedicada a socorrer a las doncellas carentes de recursos
económicos para casarse. Fue fundada por Micer García de Gibraleon en
1535.

Está iluminada por una vidriera obra de Arnao de Vergara realizada en 1543, que representa en su parte superior La Asunción de la Virgen
y en la parte inferior La Virgen de la Misericordia protegiendo a las
doncellas, una iconografía similar a la de la Virgen de los Mareantes
con la que no se debe confundir.[80]

Dentro de la capilla destaca un retablo realizado por José Rivera en 1771, en la hornacina central del mismo se representa La Anunciación de la Virgen, flanqueada por pinturas de San Bartolomé, San Pedro, Santo Tomás y Santiago el Menor. En el ático del retablo se retrata una representación del Calvario flanqueada por San Ambrosio y San Agustín. En la parte exterior una reja de gran calidad fechada en 1579 protege la entrada.

  • Capilla de los Evangelistas
Representación de Santa Justa y Rufina por Hernando de Esturmio.

Representación de Santa Justa y Rufina por Hernando de Esturmio.
El elemento principal de esta capilla funeraria es el retablo
central que contiene interesantes pinturas del artista de origen
holandés, vecino de Sevilla desde 1539, Hernando de Esturmio.

Se trata de un conjunto de 9 tablas dispuestas de la siguiente forma: En el banco Santa Catalina con Santa Bárbara, San Sebastián con San Juan Bautista y San Antonio y Santas Justa y Rufina. En el fondo de esta última tabla, entre otros detalles, puede verse La Giralda tal como era antes de su última reforma.

En el primer cuerpo La misa de San Gregorio flanqueada por San Marcos y San Lucas.

En el segundo cuerpo La Resurrección de Cristo en el centro y a sus lados San Juan y San Mateo.

  • Capilla de la Virgen del Pilar
Esta capilla perteneció primitivamente a los caballeros
aragoneses que acompañaron al Rey San Fernando en la conquista de
Sevilla. Desde principios del siglo XVI la dotó el mercader genovés
residente en Sevilla Francisco Pinelo, sirviendo de enterramiento a su familia. [81]

Tiene
esta pequeña capilla dos altares, el principal de estilo barroco
fechado a finales del siglo XVII posee una escultura de excepcional
valor que representa a la Virgen del Pilar, fue realizada por Pedro Millán
alrededor del 1500. El segundo retablo también de finales del XVII
tiene en su centro una escultura de San Antonio Abad flanqueada por las
imágenes de Santa Inés y San Antonio de Padua.

La catedral como cementerio

Las
obras llevadas a cabo en su solería en los siglos XIX y XX eliminaron,
de paso, el concepto de templo como cementerio de eclesiásticos,
cofradías, fundadores de capillas o seglares adinerados, habida cuenta
que desde el último tercio del siglo XVIII se publicaron ordenanzas
reales prohibiendo la inhumación en iglesias, aunque el clero continuó ejerciendo sus derechos consuetudinarios. El canónigo Juan de Loaysa, seguido por Félix González de León, anotó a fines del siglo XVII (hasta 1708 en que remató su redacción) cuantos epitafios y laudas
sepulcrales informaban sobre la identidad y demás circunstancias de los
enterrados en este templo. Sus trabajos compilatorios, más los de
Alonso Morgado, Antequera Luengo y anotadores anónimos dan un total de
627 enterramientos, cifra incompleta debido a la existencia de bóvedas
de inhumación colectiva, además de los restos trasladados aquí en urna
cineraria como, entre otros, los de Benito Arias Montano (1811), Juan de Cervantes y Bocanegra o Cristóbal Colón (1902).[82]

Tradiciones

Día de San Fernando

El 30 de mayo se celebra el día dedicado a Fernando III de Castilla,
con tal motivo se realiza una ceremonia religiosa en la que participa
el Cabildo de la Catedral y una representación del Ayuntamiento. En el
transcurso de la misma tiene lugar una procesión en el interior de la
Catedral hasta la Capilla Real, donde está el féretro en el que se
encuentran los restos mortales del Rey. Durante las primeras horas de la
mañana, permanece abierta la urna mortuoria, para que todo aquel que lo
desee pueda contemplar la momia del monarca. Como patrón del Arma de Ingenieros
se celebra también durante la mañana una misa con asistencia de las
jerarquías militares y una compañía de honores que llega hasta la
Capilla Real desfilando por el interior de las naves catedralicias.[83]

Los Seises de Sevilla

Danza de los seises de la Catedral de Sevilla

Danza de los seises de la Catedral de Sevilla
Los seises son un grupo de 10 niños que vestidos con trajes de
pajes propios de siglo XVI, ejecutan una serie de danzas sagradas en el presbiterio situado delante del Altar Mayor de la Catedral, a la presencia del Santísimo Sacramento
expuesto. Es un acto solemne que se realiza en tres ocasiones anuales:
durante la Octava del Corpus, la Octava de la Inmaculada Concepción
(entre el 8 y el 15 de diciembre) y en el Triduo de Carnaval que tiene
lugar durante los tres días previos al Miércoles de Ceniza, fecha que marca en el calendario litúrgico el inicio de la cuaresma. [84]

Virgen de los Reyes

Procesión anual de la imagen de la Virgen de los Reyes

Procesión anual de la imagen de la Virgen de los Reyes
A primera hora de la mañana del 15 de agosto, se realiza todos
los años una procesión por los alrededores de la Catedral con la imagen
de la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla. Se trata de una talla de
origen francés que según la tradición fue regalada por Luis IX de Francia a su primo Fernando III de Castilla.
La imagen puede contemplarse durante todo el año en la Capilla Real, y
el día de la procesión se coloca sobre un paso adornado con ramos de
nardos, saliendo del templo catedralicio a través de la Puerta de Palos
para recorrer durante dos horas las calles circundantes.[85]

Lágrimas de San Pedro

Esta
tradición data de 1403, aunque se interrumpió en los periodos 1839-1865
y 1961-1986. Consiste en la interpretación de unos toques de clarín
desde el campanario de la Giralda a las 12 de la noche del 28 de junio y a las 9.30 y 12 de la mañana del 29 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo. Los toques se llaman Lágrimas de San Pedro
en recuerdo de las lágrimas que derramó el apóstol después de negar en 3
ocasiones que conociera a Jesucristo, según relatan los evangelios. La
melodía se interpreta 3 veces consecutivas en cada una de las cuatro
caras del campanario por miembros de la Banda de cornetas y tambores Nuestra Señora del Sol.[86]

Corpus Christi

Inmaculada de la Sacristía Mayor de la Catedral de Sevilla, obra de Alonso Martínez. Esta imagen sale anualmente en la procesión del Corpus Christi

Inmaculada de la Sacristía Mayor de la Catedral de Sevilla, obra de Alonso Martínez. Esta imagen sale anualmente en la procesión del Corpus Christi
La procesión del Corpus Christi alcanza gran esplendor en
Sevilla y se continúa celebrando en jueves para mantener la tradición.
La comitiva parte de la Catedral a las 8:30 horas de la mañana y cuenta
con las representaciones de todas las hermandades y otras asociaciones e
instituciones. El cortejo culmina con la Custodia de la Santa Espina y
la Gran Custodia de Arfe,
una de las obras de arte de mayor valor que conserva el templo. Se
intercalan diferentes pasos en los que se transportan imágenes de santos
sevillanos: Santa Ángela de la Cruz (obra de José Antonio Navarro Arteaga), Santas Justa y Rufina (Pedro Duque Cornejo, 1728), San Isidoro y San Leandro (Pedro Duque Cornejo, 1741), y San Fernando por Pedro Roldán (1671). También La Inmaculada Concepción de Alonso Martínez y una escultura del Niño Jesús obra de Martínez Montañés que se encuentra durante el resto del año en la Iglesia del Sagrario.[87] [88]

Día de San Clemente

El 23 de noviembre, día de San Clemente, tuvo lugar la entrada del Rey Fernando III de Castilla
en Sevilla. La ciudad volvió de esta forma a manos cristianas y se
incorporó a la corona de Castilla. Con motivo de este hecho que tuvo
lugar en 1248, el rey Alfonso X el sabio instituyó en el año 1255 la llamada procesión de las gradas, también conocida como procesión de la espada o de San Clemente.

Esta
tradición se ha mantenido hasta nuestros días y anualmente se celebra
en el templo un acto religioso y una procesión en la que participan el
Cabildo y representantes del Ayuntamiento de Sevilla. Durante la
ceremonia se porta una reliquia de San Clemente, el Pendón de San Fernando y su espada Lobera.
Esta última debe ser transportada por el asistente de la ciudad,
suspendida verticalmente y sustentada por la hoja y no por el mango. [89]

Vitrales

Tiene la catedral una gran colección compuesta por más de ochenta vitrales, desde el siglo XIV hasta el XX. Entre los artistas más destacados se encuentran de la época gótica: Arnao de Flandes, Arnao de Vergara y Enrique Alemán y del renacimiento Carlos Brujes y Vicente Menardo.[10]

Siglo XV

De Enrique Alemán
se cuentan 17 vitrales los que tiene repartidos por la catedral, todas
estas vidrieras, como era normal en la época gótica, constan de cuatro
calles cada una, donde hay representada en cada una de estas calles una
imagen. En la capilla de San Laureano: está la que representa a Santa Catalina, Santa María Magdalena, Santa Marta y Santa Margarita (1485); capilla de San Hermenegildo: sobre la reja de entrada la que representa a los Cuatro obispos (1479); en la capilla de San José: representa a San Gregorio, San Agustín, San Ambrosio y San Jerónimo (1479); capilla de Santa Ana: sobre la reja, la de Santa Águeda, Santa Lucía, Santa Cecilia y Santa Inés (1478); capilla de San Antonio: sobre la reja los Cuatro evangelistas (1478), en la capilla de Scalas: los apóstoles San Judas Tadeo, Santiago el Menor, San Felipe y Santiago el Mayor (1475), en la capilla de Santiago: Santa Justa, Santa Rufina, Santiago el Mayor y Santa Bárbara (1475), en la capilla de San Francisco: San Antonio de Padua, San Bernardino de Siena, San Francisco de Asís y San Luis de Tolosa (1475).[90]

Siglo XVI

Rosetón de los Cuatro evangelistas por Vicente Menardo (1557).

Rosetón de los Cuatro evangelistas por Vicente Menardo (1557).
Del artista Arnao de Flandes hay en total 29 vitrales, entre ellos se encuentran en la Sacristía mayor: La Expulsión de los mercaderes del templo (1556); en la capilla de la Virgen del Pilar: La entrada de Cristo en Jerusalén y La Caridad (1552); en la capilla de Los evangelistas: La resurrección de Lázaro y El nacimiento de Cristo (1553); en el interior de la capilla de San Francisco: la de San Francisco recibiendo los estigmas (1554); en la capilla de San Andrés: sobre la reja que cierra la capilla una con el tema de la Santa Cena (1555); en la capilla de los Dolores: la que representa el Lavatorio de los pies (1555); en el interior de la capilla del Mariscal: Los Desposorios de la Virgen y San José (1556); sobre la portada de Campanillas: la de San Cristóbal (1546); en la capilla de la Concepción Grande: en su interior la del Martirio de San Pablo (1550); en la capilla real: Los evangelistas (1541) y Cristo con la cruz a cuestas (1551) y sobre la puerta de Palos: San Sebastián (1535).[53]

En la capilla de las Doncellas, se conserva un vitral de Arnao de Vergara representando La Asunción de la Virgen, en su parte superior y en la parte inferior La Virgen de la Misericordia protegiendo las doncellas, realizada en el año 1543.[80]

Vicente Menardo es el autor del rosetón realizado en 1557 representando a los Cuatro evangelistas así como los de las puertas laterales, también de las fachada principal, con las imágenes de La Anunciación (1566) y La Visitación (1568). De este mismo artista, se encuentran, las vidrieras del interior de la capilla de San Laureano con las imágenes de San Isidoro, San Laureano y San Leandro (1572). En la capilla Real hay dos también del año 1574. Sobre el altar de la Natividad tiene otra con el tema de La Anunciación (1566). En resumen siete vitrales de Vicente Menardo.[10]

De finales del siglo XVI y realizadas por Mateo Martínez son las que corresponden a la sala capitular para la iluminación de la cúpula, tienen forma redonda con una diámetro de metro y medio y con la representación del escudo del capítulo catedralicio sobre fondo transparente.[90]

Siglos XVII y XVIII

La
realizada por Juan Bautista de León para el interior de la capilla de
San Antonio está fechada en el año 1685. Del siglo XVIII son las que
corresponden a las capillas de San Pedro, una de la capilla de la
Concepción Grande y otra del interior de la capilla de Santa Ana
representando la Sagrada Familia.

Siglos XIX y XX

Del siglo XIX, son las del interior de la capilla de San Hermenegildo (1819) y de la capilla de Scalas (1880) realizada en Múnich con la representación de la Venida del Espíritu Santo.
Entre los años 1929 y 1932 se realizaron las del interior de las
capillas de los Dolores y de San José, así como la restauración del
resto de la catedral bajo la dirección de Murillo Herrera fundador del
Laboratorio de Arte de la Universidad de Sevilla.[90]

Otras dependencias

Casa de cuentas o sala de ornamentos

Antigua
oficina de cuentas, rentas y valores del cabildo, situada junto a la
sala capitular. En su interior se encuentran expuestos valiosos objetos,
como el Pendón de San Fernando que se cree portaron las tropas de Fernando III de Castilla en el año 1248 durante la conquista de Sevilla.

Antecabildo

Techo del anticabildo.

Techo del anticabildo.
Situado también junto a la sala capitular, se accede a ella por la capilla del mariscal. Fue diseñada por Hernán Ruiz II,
en el año 1564, la planta es rectangular, con bóveda de cañón labrada
en piedra con casetones y linterna en su parte central. Consta de un
programa iconográfico con una serie de esculturas clásicas que
representan las virtudes y aparecen una serie de relieves que
ejemplifican dichas virtudes como los modelos de buena conducta que
tendrían que tener los canónigos para el buen gobierno de la catedral.[17]

Sala capitular

Bóveda de la Sala Capitular de la Catedral de Sevilla, de estilo renacentista.

Bóveda de la Sala Capitular de la Catedral de Sevilla, de estilo renacentista.
Fue también Hernán Ruiz II el primero que se encargó de su construcción aunque fue finalizada por Asensio de Maeda en 1592. Presenta como novedad en la arquitectura del Renacimiento español la creación de una planta elíptica con el pavimento que sigue la misma pauta del que diseñó Miguel Ángel para la plaza del Capitolio de Roma.[10]

Decoran esta sala pinturas de Pablo de Céspedes (1592) que representan las cinco virtudes: Justicia, Fe, Esperanza, Caridad y Misericordia, virtudes que debían tener los miembros del Capítulo, que se reunían en esta sala. La decoración de la bóveda se realizó por Bartolomé Esteban Murillo
con la colocación en todo su entorno de una serie de pinturas al óleo
de forma circular con la representación de ocho santos sevillanos y una
gran pintura rectangular de La Inmaculada en el centro.[28]

Sacristía mayor

La Sacristía mayor es una construcción renacentista que fue realizada en el siglo XVI según proyecto del arquitecto Diego de Riaño, con rica ornamentación plateresca y soluciones técnicas novedosas para su época.[19] Consta de una planta de cruz griega de brazos cortos. Sobre la que se construyó una cúpula sostenida por cuatro pilares con pechinas, donde se representa de manera escultórica el Juicio Final
en tres anillos circulares. Está rematada por una linterna donde
penetra la luz exterior que ilumina la sala junto con las ventanas
elípticas de las bóvedas abanicadas situadas en las brozas que forma la
cruz griega de la planta.[28] Alberga en su interior algunas de las mejores obras de arte de la catedral.[10]

Sacristía de los Cálices

Interior de la sacristía de los Cálices, en el fondo la pintura de Francisco de Goya de Las santas Justa y Rufina.

Interior de la sacristía de los Cálices, en el fondo la pintura de Francisco de Goya de Las santas Justa y Rufina.
Se inició la construcción de la sacristía de los Cálices en 1509 por el maestro de obras de la catedral Alonso Rodríguez.
Tras pasar la dirección por diferentes manos y estar un tiempo paradas
las obras, se volvió a retomar el proyecto con un nuevo diseño realizado
por Diego de Riaño, aunque finalmente, debido al fallecimiento del maestro, fue terminado por Martín de Gainza en 1537.

En su interior se muestra una gran colección de pinturas religiosas desde el siglo XV al XIX. Entre los artistas destacan: Juan Sánchez de Castro, Alejo Fernández, Francisco de Zurbarán, Luis Tristán, Mattia Preti, Jacob Jordaens y Francisco de Goya.

Biblioteca Colombina

Aunque
se conoce comúnmente como Biblioteca Colombina, sus fondos son en
realidad la suma de la Biblioteca Colombina, donada por Hernando Colón,
hijo de Cristóbal Colón, la Biblioteca Capitular y el Archivo
Capitular. Su valor documental e histórico es incalculable y contiene
gran número de manuscritos, entre ellos el original del Libro de las Profecías escrito por Cristóbal Colón en 1504, el Cancionero de la Colombina y el Liber de promissionibus et predictionibus Dei de finales del siglo IX. Entre los incunables se encuentran La Imago Mundi de Pierre d'Ailly o la Gramática castellana de Antonio de Nebrija.[91] [92] Está situada en el ala nordeste del Patio de los Naranjos.[93]

Tesoro catedralicio

Destacan entre los tesoros del templo numerosas pinturas, pertenecientes muchas de ellas a artistas de la escuela sevillana de pintura de diferentes épocas, entre ellas varias de Murillo, como los retratos de San Isidoro o San Leandro; cuadros de Zurbarán como el de Santa Teresa,[51] obras de Luis de Morales y Francisco Herrera el Mozo. En escultura y entre otras, las de Pedro Roldán, Juan de Mesa y Alonso Martínez. La tumba de Cristóbal Colón, obra de Arturo Mélida situada en el brazo derecho del crucero, donde reposan los restos del famoso descubridor de América. Obras de orfebrería como los bustos-relicarios de Juan Laureano de Pina y la custodia procesional de Juan de Arfe. Son destacables las Tablas alfonsíes del siglo XIII, regalo de Alfonso X el Sabio.[10]

Custodia de Arfe

Custodia de plata de Juan de Arfe.

Custodia de plata de Juan de Arfe.
La gran custodia de cinco cuerpos coronada por la estatua de la Fe, es una creación del platero vallisoletano Juan de Arfe
que la realizó entre 1580 y 1587 en estilo renacentista. El mismo
artista consideró que se trataba de su mejor obra y explicó la compleja
iconografía del conjunto en un folleto titulado Descripción de la traza y ornato de la custodia de plata de la Santa Iglesia de Sevilla.
Mide 3.25 m de altura, contiene unos 350 kg de plata, innumerables
figuras de santos y numerosos relieves con escenas eucarísticas del
antiguo y nuevo testamento.[94]

  • El tercer cuerpo está dedicado a la Iglesia Triunfante y en su centro se representa la escena del Cordero Místico recostado sobre el libro de los siete sellos, según se relata en El Apocalipsis de San Juan.
  • El cuarto cuerpo representa la Trinidad y contiene las figuras de Padre, Hijo y Espíritu Santo. Sobre el mismo se encuentra un pequeño quinto cuerpo y la estatua de la Fe que corona el conjunto[95]











Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla




















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